El Abad Ferran dejó sobre la mesa el libro que estaba leyendo y le dijo a un joven de retiro unos días en la Abadía:
- No sé por qué la gente tiene miedo a la noche. La asociamos a riesgo, mala vida, buscar por los rincones poco transitados...
El joven movió dubitativo la cabeza y exclamó:
- ¡En la noche se puede ocultar el mal, ir sin careta... padre, se hacen muchas cosas que Vd. ignora!.
Rió el Abad y respondió:
- Dios también creó la noche. A mi me gusta porque me ayuda a hacer el silencio en mi interior. Siento a Dios que me acompaña en lo profundo de mi corazón. Allí nadie nos puede dañar. Recuerda que Jesús se retiraba al monte de noche a orar.
- En la noche caen nuestras caretas. Como nadie nos ve, no nos esforzamos en aparentar. En la noche estamos desnudos ante Dios... nos comportamos como realmente somos, somos de verdad... Es cuando podemos exclamar con todos nuestro corazón, Abba soy como soy por que me has creado como has querido. ¡ Gracias Abba!
fr. bernardo yöel. Valencia