Terminado de rezar el oficio de lecturas como todos los días los monjes van a capitulo donde se tratan las cosas importantes de la comunidad y se decide por votación,las cosas importantes, admisión de candidatos.. es el lugar donde es elegido el Abad o aceptada si dimisión si conviene. El Abad todos los días hace algún comentario sobre la regla o temas que considera de interés para los monjes.
Sabéis la crisis de Fe que tenemos en Europa, pero no de ahora, la llevamos arrastrando hace muchos años, mientras los fundamentalismos crecen con el apoyo de importantes sociedades económicas y eclasiásticas que añoran la liturgia en latín y las formas monásticas preconciliares.
Una de las raíces del fundamentalismo es el miedo. La inseguridad en la FE hace encerrarse en ellos mismo y atacar todo lo que difiere. Lo mismo ocurre en el fundamentalismo ateo, el que quiere destruir todo lo religioso. En el fondo siempre le queda la duda de que el creyente tenga razón.
Es diferente el problema de homosexuales, lesbianas, divorciados... que reciben una de cal y otra de arena de los Obispo incluso de Francisco que no persiguen, pero no tienes cabida, hay que quedarse en el atrio a rezar y gracias. No es de extrañar que se vayan alejando de unas iglesias que no los acogen, poco a poco se van alejando y con el tiempo el alejamiento se vuelve agresivo...(perdonad, el abad es gay pero no puede decirlo).
Un novicio preguntó:
- ¿Miedo a las propias creencias y a las creencias de los demás?
El abad sonrrió y pensó " en menudo avispero me he metido"
- Exactamente. En ambos casos se confunde la FE con las creencias. Creer es sentirse amado por Dios. Es tener una pequeña luz en nuestro corazón. Esa luz que llevamos en lámparas de barro. Esa luz da sentido a nuestra vida y nos empuja a entregarnos a los demás. El fundamentalista religioso no está seguro de ella y la encierra bajo un montón de "verdades" que cree exclusiva. Oculta las dudas tras un muro de certezas, que no es la FE. Nos ponemos mil máscaras que cada vez nos alejan más de nosotros mismos y sólo desde nuestro ser, podemos descubrir al Ser...
La diversidad la diferencia, es un obstáculo para el entendimiento. El hombre siempre tiene miedo a lo diferente,lo desconocido. De ahí la importancia del diálogo y la conversación para superar los problemas.
Dialogar supone considerar al otro como un igual. Es necesario partir de saber escuchar. No podemos dialogar,si no creemos que el otro también puede tener razón y lo que yo pienso no es la verdad absoluta. Los cristianos deberíamos estar preparados para el diálogo, ya que hemos de ver a Jesús en el otro
fr. bernardo yoel. valencia