Desde hace tiempo me visitan los Testigos de Jehová. Un joven cristiano, casi siempre acompañado y con corbata, se esmera en mostrarme la verdad bíblica. Desde hace tiempo han quedado de lado los "choques" y han dado paso a conversaciones amigables "cara a cara, como habla un hombre con su amigo" (Ex 33, 11)disfrutado de lo que nos une. Ayer nuestro pequeño grupo fue invitado a "la predicación" de este joven en el salón del Reino y acompañado del buen Alamo (al resto le fue imposible asistir) allí nos plantamos, dos cristianos gays (ellos lo sabían) amablemente recibidos.
Al margen de la riqueza o no de "la predicación" creo que es importante que aceptáramos esa invitación y que orásemos con ellos. Creo que como cristianos y como gays ser visibles es importante y nos vieron con capacidad para compartir ese amor a la Palabra de Dios. Doy gracias al Señor porque tanto ellos como nosotros supimos ver mas allá de nuestras confesiones y miramos con los ojos de Dios.
D.G.;Zaragoza