En poco más de tres meses desde que Rusia comenzó su invasión a gran escala, casi siete millones de personas han huido de Ucrania como refugiados. La gran mayoría son mujeres y niños ucranianos que han sido acogidos en los países vecinos, principalmente con los brazos abiertos.
Sin embargo, un número incalculable de ucranianos LGTBI+ –especialmente mujeres y hombres trans y personas no binarias– se han enfrentado a obstáculos al intentar salir de Ucrania. Al parecer, decenas de personas han sido rechazadas en los pasos fronterizos oficiales de Ucrania y han sufrido malos tratos por parte de las autoridades ucranianas.
A los activistas y defensores también les preocupa que las personas refugiadas LGTBI+ sufran discriminación en los países de la UE limítrofes con Ucrania, como Polonia y Hungría, que tienen un pésimo historial de apoyo y protección de los derechos LGTBI+.
Las personas LGTQI+ se enfrentan a vulnerabilidades específicas durante los conflictos, como un mayor riesgo de estigmatización, acoso y violencia por parte de combatientes y civiles, así como a lagunas de protección en las respuestas a los refugiados, según la ONU.
Desde que comenzó la invasión rusa, los combates han interrumpido las cadenas de suministro y los servicios médicos dentro de Ucrania, creando una escasez de medicamentos de terapia hormonal necesarios para las personas trans, de medicación para el VIH y de otros tratamientos médicos importantes. Al mismo tiempo, la prohibición de salir del país a los hombres de entre 18 y 60 años, y las barreras burocráticas -como los documentos de viaje que no coinciden con la identidad de género de las personas trans refugiadas- han dificultado que las personas de género diverso busquen seguridad fuera de Ucrania.
El sentimiento generalizado contra el colectivo LGTBI+ en la sociedad ucraniana, el miedo a ser discriminado y la preocupación por revelar información delicada a los funcionarios en las fronteras, así como los informes de personas que han sido rechazadas y han sufrido acoso sexual, físico y verbal por parte de los guardias fronterizos ucranianos, también han disuadido a muchas personas LGTBI+ de intentar salir, según los activistas LGTBI+ con los que ha hablado The New Humanitarian.
El problema ha llamado la atención de miembros del Parlamento Europeo. Robert Bierdroń, eurodiputado polaco y presidente de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, escribió el 1 de junio -primer día del Mes del Orgullo- una carta al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y al comandante del Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania, pidiéndoles que introduzcan procedimientos especiales que permitan a las mujeres trans salir del país a pesar del marcador de género que figura en sus pasaportes.
“Lo que las personas LGTBI quieren es la ayuda de otras personas LGTBI”.
Los activistas de Ucrania y de toda Europa también se han movilizado para ayudar a los ucranianos con diversidad de género a buscar seguridad y llegar a los países de acogida de refugiados, donde es más probable que encuentren apoyo.
“Lo que las personas LGTBI quieren es la ayuda de otras personas LGTBI”, dijo un activista LGTBI+ de Polonia, que pidió permanecer en el anonimato por temor a enfrentarse a cargos penales por ayudar a los refugiados a entrar en el país fuera de los pasos fronterizos oficiales.
The New Humanitarian se puso en contacto con el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania para que respondiera a las acusaciones de malos tratos contra las personas LGTBI+ refugiadas y para que aclarara su política respecto a los refugiados trans, pero no recibió respuesta en el momento de la publicación.
El agua del río estaba helada
Dima, un ucraniano gay de 27 años que vive con el VIH y cuyo apellido se mantiene en secreto para proteger su privacidad, es una de las personas LGTBI+ refugiadas que lucharon por salir de Ucrania.
Como portador del VIH, Dima pensó que estaría exento de la prohibición de salir del país a los hombres de entre 18 y 60 años, pero fue rechazado en los pasos fronterizos oficiales en múltiples ocasiones. Cuando las ventanas del hotel en el que se alojaba en la ciudad ucraniana occidental de Lviv volaron por los aires debido a un ataque de misiles rusos, Dima decidió que tenía que encontrar otra forma de salir. Así fue como se encontró vadeando un frío río que separa Ucrania de Polonia a principios de marzo.
“El agua del río estaba helada. Me quité toda la ropa y la metí en una bolsa de plástico y me até las Doc Martens al cuello para que no se mojaran, porque lo último que quería si tenía que correr eran unas botas mojadas”, dijo Dima a The New Humanitarian.
La travesía no salió como estaba previsto: Alice Chuvnik, una ucraniana trans de 24 años que vive con autismo, que utiliza los pronombres ellos/ellas y que sufre convulsiones crónicas, estaba cruzando el río con Dima. Alice también había sido rechazada varias veces en los pasos fronterizos oficiales.
Cuando Alice llegó a la mitad del río, tuvo un ataque. Su compañera, Robin, holandesa no binaria de 29 años que también vive con autismo, esperaba en la orilla opuesta junto con Rain Dove Dubilewski, activista LGTQI+ afincada en Londres que también utiliza los pronombres ellos/ellas y que ha estado ayudando a evacuar a grupos marginados de Ucrania. Robin y Rain Dove saltaron al río y ayudaron a Alice a llegar a la orilla.
En retrospectiva, la dramática travesía le parece a Dima un borrón. “Me dijeron que había cruzado muy rápido, a pesar de que el río tenía 60 metros de ancho, pero lo único que recuerdo es que mis pesadas y húmedas botas me pesaban en el cuello”, dijo.
Desde entonces, Dima ha conseguido llegar a Berlín tras entrar en Polonia, pero mientras intentaba salir de Ucrania dejó de tomar su medicación contra el VIH durante dos semanas, lo que aumentó el riesgo de desarrollar resistencia a los medicamentos y le causó un gran estrés.
Apoyo de las bases
SAFEBOW, una entidad de base creada por Rain Dove y otros activistas, ha ayudado a más de 4.000 personas refugiadas de grupos marginados -entre ellos personas LGTBI+, discapacitados y ancianos, así como estudiantes indios, africanos y otros internacionales que estudiaban en Ucrania- a salir de Ucrania desde que comenzó la invasión rusa.
La iniciativa surgió cuando Rain Dove y otros activistas LGTBI+ de fuera de Ucrania empezaron a enviar mensajes a los ucranianos que pedían ayuda a través de las plataformas de las redes sociales durante los primeros días de la guerra. “Formamos grupos de WhatsApp. Pensamos que sólo duraría un par de semanas”, dijo Rain Dove a The New Humanitarian.
SAFEBOW pronto se convirtió en una red de más de 200 personas voluntarias en todo el mundo, según Rain Dove. Pero a medida que se intensificaban los combates, surgieron más informes sobre personas marginadas que no podían abandonar Ucrania.
El proceso médico y legal para la transición de género es largo y complicado en Ucrania, pero muchas de las personas trans a las que SAFEBOW ha ayudado creían tener la documentación necesaria para salir -como exenciones médicas-, pero aun así se les rechazó. Según los activistas, los funcionarios de fronteras ucranianos parecen tomar la decisión de permitir o no la salida de las personas trans en función de cada caso. “Otros no pueden salir porque sus casas y documentos médicos fueron destruidos”, explicó Rain Dove.
El Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania ha declarado que la prohibición de salir del país a los hombres de entre 18 y 60 años, que es la razón por la que algunas personas LGTBI+ han sido devueltas en la frontera, es necesaria para garantizar la defensa de Ucrania.
“La ley marcial es sexista. Punto”, dijo Rain Dove. “Hay que reformarla. Conduce a opciones en blanco y negro, sin nada en medio. La gente debería querer quedarse, no ser obligada a quedarse, especialmente cuando tiene la documentación para irse”.
El afán de ayuda de Rain Dove les llevó a la frontera entre Ucrania y Polonia a mediados de marzo, donde asistieron a Dima y Alice como activistas individuales, no como parte de SAFEBOW. Rain Dove y la compañera de Alice, Robin, habían estado en Lviv, pero cruzaron la frontera con Polonia por el paso fronterizo oficial. Sabían que las personas voluntarias y los activistas se han enfrentado a cargos penales por prestar asistencia humanitaria a los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes en las fronteras exteriores de la UE, incluida Polonia, y querían intentar evitar que se les acusara si les pillaban ayudando a Dima y Alice.
Pero cuando se precipitaron al río para ayudar a Alice, Rain Dove y Robin volvieron a cruzar inadvertidamente a Ucrania. “Era una emergencia médica, e hicimos lo que teníamos que hacer”, dijo Rain Dove.
Tras salir del río, el grupo caminó más de tres kilómetros en busca de su conductor, pero no se dio cuenta de que estaba caminando en la dirección equivocada. Cuando el grupo llegó a una carretera, hizo señas a un coche, que acabó perteneciendo a la guardia fronteriza polaca. El grupo fue detenido y pasó varias noches en la cárcel. Rain Dove y Robin fueron condenados a dos años de libertad condicional por su función de ayudar a Dima y Alice a entrar en Polonia. A Alice también se le impuso un año de libertad condicional.
A pesar de haber sido detenidos y acusados, Rain Dove sigue apoyando a las personas refugiadas LGTBI+ que intentan salir de Ucrania. Están convencidos de que “nadie debería tener que hacerlo solo”.
Prestación de asistencia en la UE
A pesar de la cálida acogida general que reciben los refugiados ucranianos en Polonia, es poco probable que las personas LGTBI+ encuentren un refugio seguro incluso después de entrar en el país, según los activistas. La homofobia y la transfobia han aumentado en Polonia en los últimos años, y desde enero de 2020 más de 100 municipios polacos se han declarado “zonas libres de LGTBI+”.
Las organizaciones y los activistas de Polonia están animando a las personas LGTBI+ refugiadas a trasladarse a Alemania o a Holanda.
La capital polaca, Varsovia, es más abierta y acogedora, pero la población de la ciudad ha aumentado más de un 15% debido a la llegada de refugiados ucranianos, y ahora es difícil encontrar alojamiento para los recién llegados. “Varsovia es más segura, pero las personas refugiadas no pueden ni siquiera quedarse en Varsovia”, dijo el activista LGTBI+ polaco que pidió permanecer en el anonimato.
Por ello, las organizaciones y los activistas LGTBI+ de Polonia están animando a las personas refugiadas LGTBI+ a trasladarse a Alemania o a los Países Bajos. A diferencia de los refugiados de Oriente Medio, el sur de Asia y África, que deben solicitar asilo en el primer país de la UE en el que entren, los ucranianos -incluidos los que son LGTQI+- pueden circular libremente por la UE en virtud de una Directiva de Protección Temporal aprobada a principios de marzo.
Entidades como la Organización para el Refugio, el Asilo y la Migración (ORAM), Casa Kuà y Quarteera están trabajando para colmar las lagunas de protección y garantizar un alojamiento seguro para las personas refugiadas ucranianas LGTQI+ que se desplacen. Anja Limon, directora de programas de ORAM, dijo a The New Humanitarian que el grupo ha organizado más de 800 noches de alojamiento para las personas refugiadas LGTQI+, principalmente en Berlín, pero también en Praga, Lisboa y otros lugares de Europa.
Hasta ahora, gran parte de la asistencia ha sido proporcionada por voluntarios, pero a medida que la guerra se prolonga y el desplazamiento de las personas LGTBI+ refugiadas de Ucrania se convierte en un problema prolongado, las organizaciones son conscientes de que se necesita una asistencia más institucionalizada. “Se necesitan gestores de casos a tiempo completo para garantizar que la ayuda es sostenible”, dijo a The New Humanitarian Ibrahim Willeke, fundador de SOFRA – LGTBI Migrants e.v en Alemania.
Edited by Eric Reidy.
Fuente: The New Humanitarian
General, Historia LGTBI
Migrantes y Refugiados LGTBI, Rain Dove, SAFEBOW, Solidaridad, Ucrania
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