Comentarios desactivados en Los cardenales Burke y Müller exigen a Roma que sancione a los obispos alemanes por ‘bendecir’ a las parejas homosexuales
Card. Gerhard Müller y Card. Raymond Burke
Les acusan de “herejía” y “apostasía” en la ‘cadena del diablo‘ (EWTN)
“Ya se trate de un alejamiento, de una enseñanza herética y de la negación de una de las doctrinas de la fe -o de apostasía en el sentido de simplemente alejarse de Cristo y de su enseñanza en la Iglesia católica- con el fin de abrazar alguna otra forma de religión, se trata de delitos”, afirma el estadounidense en EWTN
Müller: “Es muy triste que una mayoría de obispos haya votado explícitamente contra la doctrina revelada, y la fe revelada de la Iglesia católica y de todo nuestro pensamiento cristiano, contra la Biblia, la palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la tradición apostólica y en la doctrina definida de la Iglesia católica”
| RD/Agencias
Dos altos prelados de la Curia Romana, el cardenal estadounidense Raymond Burke, ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, y el cardenal alemán Gerhard Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, han solicitado que los obispos alemanes sean sancionados por el Vaticano pordesmarcarse de la línea de la doctrina yaprobar la bendición de parejas homosexuales.
“Ya se trate de un alejamiento, de una enseñanza herética y de la negación de una de las doctrinas de la fe -o de apostasía en el sentido de simplemente alejarse de Cristo y de su enseñanza en la Iglesia católica- con el fin de abrazar alguna otra forma de religión, se trata de delitos”, ha afirmado Burke en una entrevista con EWTN.
“Quiero decir, que estos (actos) son pecados contra Cristo mismo y, obviamente de la naturaleza más grave. En este sentido, el Código de Derecho Canónico prevé las sanciones oportunas“, ha añadido.
“Prender la llama de la revolución”
Asimismo, Burke ha acusado a los obispos alemanes de prender la llama de la “revolución” dentro de la Iglesia, de ignorar la autoridad del Vaticano y hacer la vista gorda ante la oposición del Papa Francisco a sus cambios.
Por su parte, Müller ha coincidido con Burke en solicitar al Vaticano que los obispos alemanes sean sometidos a juicio dentro de la Iglesia y destituidos de su cargo si no normalizaban sus enseñanzas.
“Debe haber un juicio, y deben ser condenados, y deben ser destituidos de su cargo si no se convierten y no aceptan la doctrina católica”, ha señalado Müller.
Un voto explícito contra la doctrina
“Es muy triste que una mayoría de obispos haya votado explícitamente contra la doctrina revelada, y la fe revelada de la Iglesia católica y de todo nuestro pensamiento cristiano, contra la Biblia, la palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la tradición apostólica y en la doctrina definida de la Iglesia católica“, ha agregado.
Con 176 votos a favor, 14 en contra y 12 abstenciones, el Camino Sinodal alemán aprobó el documento titulado ‘Bendiciones para las parejas que se aman’con el que se autoriza a los sacerdotes a bendecir “a las parejas que quieran vivir en el amor, la comunión y la responsabilidad”.
Comentarios desactivados en Papa y obispos debatirán desde este domingo en el Sínodo sobre el matrimonio igualitario y el cardenal Burke la lía
En octubre del año pasado, la curia de Roma tuvo una gran oportunidad para dar un paso adelante en su camino para abandonar sus actitudes homófobas. Las familias homoparentales era uno de los temas a abordar en el Sínodo Extraordinario del Vaticano, por desgracia, se produjo un enquistamiento con el rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, la criminalización del aborto y la prohibición del uso de anticonceptivos. Pocas sorpresas y poco consenso. Este próximo domingo arranca la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos y en la agenda, de nuevo, está el espinoso tema de la homosexualidad.
Los 183 padres sinodales que votaron el texto final de la primera asamblea no lograron acuerdo sobre tres de los 58 párrafos, relativos a divorciados, comunión espiritual a divorciados y homosexuales, que no alcanzaron los dos tercios de los votos.
En el instrumentum laboris, documento preparatorio de este segundo Sínodo, el Papa indica sobre la acogida a las personas homosexuales que “toda persona, independientemente de la propia orientación sexual, debe ser respetada en su dignidad y acogida con sensibilidad y delicadeza”. Por otro lado, sobre los divorciados que se han vuelto a casar, el texto precisa que las acciones deben orientarse “hacia una integración cada vez mayor” teniendo en cuenta “las situaciones de partida“.
El texto retoma las discusiones sobre los temas ligados a la familia moderna como las convivencias prematrimoniales, los divorciados que se han vuelto a casar, la situación de los homosexuales, el aborto, los métodos anticonceptivos, la educación sexual o la necesidad de involucrar a las mujeres y a las familias en la formación de los sacerdotes en el seminario. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subraya que estos temas quedaron pendientes en la primera asamblea, no porque fueran “rechazados” sino porque “no lograron el consenso” necesario.
Durante las sesiones de trabajo, que se desarrollarán a puerta cerrada, también se tratarán temas como la importancia de la preparación de los jóvenes al matrimonio, la poligamia en Asia, el machismo en Latinoamérica, la dificultad de los padres de dialogar con los hijos.
La Iglesia española será una de las que cuente con mayor número de representantes en el próximo Sínodo de Obispos de la Familia, cuyo listado oficial de participantes ha sido anunciado por la Santa Sede. Así, además de los tres obispos designados por la Conferencia Episcopal (Ricardo Blázquez, Carlos Osoro y Mario Iceta), Francisco ha elegido personalmente al cardenal Sistach. En total, son 17 los españoles que estarán en el Aula.
Asimismo, intervendrán diez superiores de órdenes religiosas, 22 representantes de Iglesias orientales, 14 delegados de iglesias ortodoxas, luteranas y otras confesiones cristianas, 17 matrimonios que ejercerán de auditores y otras 51 personas. Entre todos ellos, habrá 30 mujeres expertas.
Algunos expertos apuntan a que el documento final que salga de estas reuniones servirá de base para una futura Exhortación Apostólica del Papa sobre la familia.
La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos arrancará este domingo 4 de octubre y reunirá hasta el próximo 25 de octubre a más de 330 personas en el Vaticano que debatirán sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo e intentarán llegar a un consenso sobre temas sobre los que no llegaron a acuerdo en la primera reunión como los divorciados vueltos a casar o las personas homosexuales.
Por lo tanto, quedan menos de 48 horas para que el Papa y los obispos comiencen el Sínodo, en el que entre sobre asuntos se debatirá sobre el matrimonio homoparental y el cardenal Raymond Burke, proclamado líder de la facción más dura y conservadora de la Iglesia Católica, vuelve a la carga. El mismo que alertó de una “agenda gay” en el Vaticano y el que dijo que las parejas gays no deben ser invitadas a reuniones familiares en presencia de niños. Pero Burke no viene sólo sino respaldado por los jinetes del Apocalipsis. Varios cardenales, obispos, sacerdotes y numerosos laicos han advertido a los 183 padres sinodales que si la Iglesia iguala las relaciones heterosexuales a las homosexuales se subvierte la ley natural.
“Es impensable que la Iglesia haga hipótesis de una equivalencia de hecho, no sólo en el ámbito legal, entre una relación y una pareja heterosexual y una relación de carácter homosexual, porque esto sería la subversión de la Ley Natural y del designio de amor de Dios creador”, reza el manifiesto que han hecho público durante la firma de un convenio internacional que ha tenido lugar en la Pontifica Universidad de San Tomás de Aquino.
El documento ha sido firmado por el cardenal estadounidense Raymond Burke, el cardenal arzobispo de Bolonia, Carlo Cafarra, el cardenal Walter Brandmüller, el cardenal Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Robert Sarah y el arzobispo emérito de Colonia, el cardenal Joachim Meisner.
Entre los laicos que han firmado el documento figuran los filósofos Robert Spaemann, Giacomo Samek Ludovici, Thibaud Collin y Armin Schwibach, así como los intelectuales estadounidenses Robert Royal, el escritor francés Guillaume d’Alançon, y el expresidente del IOR, Ettore Gotti Tedeschi.
El texto destaca que el ataque a la familia no es solo cultural, sino también “social, jurídico, doctrinal y hasta sacramental” y que por lo tanto su defensa requiere un magisterio específico “fuerte y bien claro”.
“Un magisterio que reafirme los dictados de la ley natural –que el Evangelio no suprime, sino que los perfecciona–, las orientaciones a los fieles católicos sobre la necesidad de defender a la familia así como la responsabilidad hacia el bien común de la sociedad y para todos”, especifica.
Además, los cardenales esperan que durante el Sínodo “se dé el espacio adecuado a la experiencia de las familias que viven y son testigos de la belleza de un amor indisoluble, capaz de atraer e iluminar las muchas familias que viven en la oscuridad”.
Por otro lado, el texto reivindica una “reproposición integral de la tradición católica sobre los problemas de la vida, de la familia, de la educación, que consienta al pueblo cristiano de hoy profundizar en su identidad para realizar adecuadamente su misión“. Al mismo tiempo se reconoce que esta toma de conciencia también “implica un juicio cultural en la mentalidad dominante, que permita ser más y más caritativo”.
En esta línea, se pide que se supere “la abstracta contraposición entre verdad y caridad, entre doctrina y pastoral” porque según se indica en el comunicado esto “no tiene ninguna base en términos de la experiencia de la Iglesia, porque la verdad se expresa en el mundo como un juicio sobre las posiciones y, como una obra de caridad sobre las personas”.
Así que, a punto de comenzar un Sínodo que parece que no va a aportar nada nuevo sobre una Iglesia Católica demasiado liderada por el ala más conservadora y con un Papa Francisco acostumbrado a nadar y guardar la ropa.
Comentarios desactivados en El Cardenal Burke lidera a 22 obispos en la dureza homófoba, mientras Francisco advierte a los luteranos de que no se puede olvidar el tema de la sexualidad en el diálogo ecuménico
Recogen más de 225.000 firmas
La oposición al Papa Francisco prosigue. Más de 225.000 personas, entre ellas cuatro cardenales y 22 obispos, han firmado una petición contra la posibilidad de que el Vaticano integre mejor en la Iglesia a los divorciados que se han vuelto a casar o a los homosexuales.
La petición, impulsada por el cardenal ultraconservador estadounidense Raymond Leo Burke y dirigida al papa Francisco, fue lanzada en enero de cara al sínodo (reunión de obispos) sobre la familia previsto en octubre en el Vaticano.
Los firmantes están preocupados por la intención expresada el año pasado por algunos cardenales y teólogos de acoger dentro de la iglesia a divorciados que se han vuelto a casar, personas que viven en concubinato o homosexuales.
Para los conservadores la reforma más polémica, de la que habló el cardenal alemán Walter Kasper, considerado cercano al papa, sería la autorización de comulgar otorgada a algunos divorciados que se han vuelto a casar por lo civil a condición de que lleven cabo primero un “camino de penitencia”.
Por otra parte, el Papa Francisco ha recibido este viernes en audiencia a la arzobispa luterana de Upsala (Suecia), Antje Jackelén, que encabeza la delegación de la Iglesia Evangélica-Luterana en ese país, y ha pedido que los temas relacionados con familia, matrimonio y sexualidad no sean silenciados por temor a poner en peligro el consenso entre los cristianos.
“De actualidad urgente es también la cuestión de la dignidad de la vida humana, que debe respetarse siempre, así como las temáticas relacionadas con la familia, el matrimonio y la sexualidad que no pueden ser silenciadas o ignoradas por temor a poner en peligro el consenso ecuménico ya alcanzado. Sería una pena si sobre estas cuestiones tan importantes se consolidasen nuevas diferencias confesionales”, ha precisado el Pontífice.
Francisco ha recordado que el año pasado se celebró el 50 aniversario del decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II ‘Unitatis Redintegratio‘ que sigue siendo el punto de referencia clave para el empeño ecuménico de la Iglesia católica.
En este documento se invitaba a todos los fieles católicos a emprender el camino de la unidad para superar la división entre los cristianos, que “no solo se opone abiertamente a la voluntad de Cristo, sino que es también escándalo para el mundo y perjudica a la más santa de las causas: la predicación del Evangelio a toda criatura”.
El decreto expresa “un profundo respeto y aprecio por aquellos hermanos y hermanas separados a quienes, en la coexistencia cotidiana, se corre a veces el peligro de prestar poca consideración”. “En realidad no deben ser percibidos como adversarios o competidores, sino reconocidos por lo que son: hermanos y hermanas en la fe”, ha añadido el Pontífice.
En este sentido, ha subrayado que “católicos y luteranos deben buscar y promover la unidad en las diócesis, parroquias y comunidades de todo el mundo” y, en ese sentido, ha mencionado el reciente documento ‘Del conflicto a la comunión. La conmemoración conjunta luterano-católica de la Reforma en el 2017′, publicado por la Comisión Luterano-Católica para la Unidad. “Esperamos sinceramente –ha indicado– que esta iniciativa lleve a dar, con la ayuda de Dios y nuestra colaboración con Él y con los demás, más pasos en el camino de la unidad“.
A su juicio, la llamada a la unidad también implica “una exhortación apremiante al compromiso común en el ámbito caritativo en favor de todos aquellos que en el mundo sufren por causa de la miseria y la violencia”. Concretamente, ha recordado a los cristianos perseguidos.
Finalmente, Francisco ha dado las gracias a la Iglesia luterana sueca por haber acogido a tantos emigrantes sudamericanos en tiempos de las dictaduras, un hecho que “hizo crecer a las familias”, y por “la delicadeza” con que Antje Jackelén nombró al amigo del Papa, el pastor Anders Root que le ayudó “mucho” en su vida espiritual.
Comentarios desactivados en El destituido Cardenal Burke sigue su acoso al papa Francisco y advierte sobre “agenda gay” dentro de la Iglesia Católica
El cardenal Burke, destituido por el papa Francisco, advirtió de que dentro de la Iglesia Católica hay elementos tratando de promover una “agenda gay”.
Como si anunciara la mismísima llegada de los jinetes del apocalipsis, y sin que se le mueva ni el birrete ni la laaaaaaaaarga cola, el homófobo cardenal Raymond Burke, al que conocemos bien en esta página, proclamado como el líder de la facción más dura y conservadora de la Iglesia Católica, ha advertido esta semana a la comunidad cristiana de que el Papa Francisco tiene entre sus prioridades una “agenda gay”. Lo que, según sus palabras, no parecería tan raro ¿no Monse?
El susodicho, tiene entre ceja y ceja socavar el trabajo del actual Pontífice de intentar hacer una Iglesia integradora y que respete la diversidad. Podría decirse que Burke pertenece a la poderosa e influyente doctrina que ya tejieran Juan Pablo II y Ratzinger. Dos ídolos del mundo como para pegar sus rostros en las carpetas de los adolescentes. Las declaraciones de Burke podrían también interpretarse como una reacción airada, al ser apartado de las grandes estructuras de poder en el Vaticano. O quizá sean las dos cosas.
Según el corresponsal para temas sociales de la BBC, John McManus, los comentarios demuestran las cada vez más evidentes divisiones dentro de la iglesia en torno a temas como la homosexualidad y el divorcio. “El retiro de Burke a un puesto de menor importancia fue visto en su momento como un intento del papa Francisco por silenciar al líder de la facción más conservadora del Vaticano. Pero si ese era el caso, claramente no ha funcionado”, dijo McManus.
Es cierto que el Santo Padre ha realizado una serie de importantes e históricos gestos con la comunidad LGTB, pero de ahí a trazar una agenda gay, media un abismo. De hecho, no ha cambiado absolutamente nada, ni la doctrina oficial, ni la posibilidad de acceso a los ministerios, de personas homosexuales casadas civilmente. Mucho menos, pensar en que estos matrimonios passen a ser sacramentalizados…. Sin embargo, estos significativos gestos han fortalecido el sentimiento de identidad a millones de católicos con la Iglesia, entre los que también se encuentran la lucha contra la pederastia (con los propios sacerdotes implicados) o la pobreza. Tres ejes de acción que sus predecesores ni tocaron. Ahora, además, ha impuesto la austeridad y la transparencia financiera que antes brillaban por su ausencia.
Desde luego, nada se sabe acerca de si Burke hizo algo en la lucha contra la pederastia o todas las injusticias citadas; en cambio, no tutubea a la hora de denunciar una “agenda gay“. ¿Y qué hay de malo si la hubiera?
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Recordemos que el ala conservadora de la Iglesia es muy potente. En España, por ejemplo, no dudan en manifestarse cuando les viene en gana con sus vanguardias de los movimientos ultraconservadores, como en su día lo hicieron contra el matrimonio igualitario. En cambio, no salieron ni a enseñar el alzacuellos cuando media España salió a la calle para protestar contra la guerra de Iraq o los desahucios
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Quien sabe si ahora mismo, el señor Burke (en el centro con esa cola tan rechula), se encuentra maquinando desde las catacumbas del Vaticano alguna otra perla que soltar…
Comentarios desactivados en Para tomar nota: Cardenal Burke acerca de lo que es natural en los chicos…
Toma ironía… si es que por la boca muere el pez, y este tiene una verborragia desatada… Además de un olor a naftalina que apesta… no hay más que ver la fotografía, que trae “cola”.
El cardenal Raymond Burke, conocido desde hace mucho por su pública y fuertemente negativas visión de las personas LGBT, en particular en lo qyue respecta al matrimonio igualitario, culpó recientemente de la escasez de vocaciones al sacerdocio a una Iglesia “feminizada”.
Citando, en particular, la introducción de muchachas como monaguillas, dijo que este desarrollo disuade a los muchachos de la participación de iglesia. Burke indica que:
“Los muchachos jóvenes no quieren hacer cosas con las chicas. Es simplemente natural.”
Con el debido respetoal CardenalBurke, los defensores LGBTcatólicoshan estado diciendoexactamente esodurante mucho tiempo. Al menos parael 10% delos chicos.
Comentarios desactivados en Cardenal Burke: “No daría la comunión a aquellos que voten a favor del matrimonio gay”
El degradado Cardenal, Raymon Burke, vuelve a la carga. Esta vez para decir que se negaría a comulgar a todos aquellos que voten a favor del matrimonio gay. Del mismo modo que hizo con los que votaron afirmativamente al aborto en su ciudad natal de Estados Unidos. Estas declaraciones las hizo el pasado sábado 15 de noviembre en una conferencia católica que tuvo lugar en Irlanda.
El cardenal se negó a hacer comentarios sobre su reciente descenso de categoría y sobre el referéndum del matrimonio homosexual que tendrá lugar en Irlanda.
Burke, que es de la rama más conservadora de la Iglesia, es uno de los críticos más feroces del Papa Francisco, y el mes pasado fue degradado como jefe de la Corte Suprema del Vaticano a una posición en grabn parte ceremonial y testimonial. Algo poco frecuente entre los que alcanzan un rango tan alto.
Burke dijo en la conferencia que dijo Satanás estaba sembrando la confusión y graves errores sobre el matrimonio “Incluso dentro de la Iglesia hay quienes oscurecen la verdad de la indisolubilidad del matrimonio en nombre de la misericordia. La sociedad ha ido aún más en su afrenta contra Dios… por reclamar el matrimonio de personas del mismo sexo bajo su nombre”. Para finalizar añadió que los padres no deben permitir que sus hijos tengan contacto con la gente gay ya que los desordenaría psicológicamente. Todo un personaje ahogado en su propia homófobia.
Para finalizar añadió que los padres no deben permitir que sus hijos tengan contacto con la gente gay ya que los desordenaría psicológicamente. Todo un personaje ahogado en su propia homofobia.
Comentarios desactivados en La homofobia descarnada del cardenal Burke: “Las relaciones homosexuales no son buenas. No son buenas para nadie”
Que hable de escándalo este señor vestidito así…
“Las relaciones homosexuales no son buenas. No son buenas para nadie”
“Si no somos fieles a Cristo en su enseñanza sobre el matrimonio, no sé cómo la gente podrá confiar en nosotros”
En una entrevista concedida al periodista católico Terence P. Jeffrey, de CNSNews, el cardenal Raymond Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, ha abordado de nuevo la polémica causada por el debate sobre el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar y la doctrina católica sobre la homosexualidad. El purpurado cree que la Iglesia «necesita desesperadamente una exposición muy clara sobre el matrimonio y el divorcio» y la «inmoralidad de una unión sexual entre personas del mismo sexo».
(CNSNews) Texto completo de la entrevista al cardenal Burke:
Su Eminencia, Permanecer en La verdad de Cristo incluye un capítulo inicial analizando la base escriturística del matrimonio, que fue escrito por el padre Paul Mankowski, S.J. Permítame darle un par de citas bíblicas tomadas de la Nueva Biblia Americana destacadas por la Conferencia Episcopal Estadounidense.
Génesis 2, 24 dice: «Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer y se hacen una sola carne».
Marcos, capítulo 10 dice: «Los fariseos se acercaron y le preguntaron: ¿le es lícito al hombre divorciarse de su mujer? Lo estaban probando.
Les respondió: ¿qué os mandó Moisés? Ellos contestaron: Moisés permitió redactar el acta de divorcio y repudiarla.
Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestros corazones se os ha dado este mandamiento, pero desde el principio de la creación «Dios los hizo hombre y mujer, por esta razón, el hombre debe dejar a su padre y a su madre y se une a su mujer y así serán una sola carne». Así que lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe».
En la casa los discípulos de nuevo le preguntaron a cerca de esto. Él les dijo «quien se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella; y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
Quiero preguntarle, su Eminencia, una pregunta muy básica. ¿Estaba Jesús en lo correcto a cerca del matrimonio?
Absolutamente. Su misión salvadora para restaurar nuestra comunión con Dios Padre -esa comunión que ha sido rota por el pecado de Adán y Eva- tiene como uno de sus aspectos fundamentales la restauración de la verdad del matrimonio y la fidelidad a esa verdad en la vida del marido y la esposa.
Y así Nuestro Señor, en su enseñanza, hace referencia a la creación misma, en otras palabras, al orden que Dios ha puesto en el mundo y en el corazón humano, por el que un hombre y una mujer son atraídos el uno hacia el otro para formar una unión de por vida, fiel y procreadora, que Nuestro Señor dejó muy claro que ésta es la verdad a cerca del matrimonio, que no hay otra verdad a cerca del matrimonio, que ésta es la verdad completa.
Y era tan clara que los discípulos le preguntaban a cerca de ella porque ellos estaban pasmados. Dijeron: bueno, quizás es mejor no casarse. Y Nuestro Señor dejó claro que Dios Padre da la gracia a aquellos que están llamados a casarse para vivir este maravilloso sacramento y vivir el misterio que refleja de una manera muy particular el amor dentro de la Trinidad, que también es fiel, duradero y fecundo.
Así que vemos que en la obra Salvífica de nuestro Señor, uno de los más importantes aspectos fue restaurar el matrimonio a su verdad.Dado que fue Jesucristo mismo quien nos enseñó lo que es el matrimonio, ¿puede cualquier sacerdote u obispo cambiar lo que Jesús ha declarado a cerca del matrimonio?
No, absolutamente no. Los sacerdotes y obispos están llamados a ser fieles a la verdad. Nuestro oficio es enseñar esta verdad y ayudar a los fieles a vivirla, pero nunca podemos, incluso bajo una supuesta aproximación pastoral, ya sea alterar o negar la verdad a cerca del matrimonio.
¿Puede el Papa mismo cambiar la naturaleza del matrimonio, teniendo en cuenta lo que dijo Cristo?
No, no está en su poder, y está muy claro en la enseñanza de la Iglesia que si un matrimonio ha sido válidamente celebrado y consumado no puede ser separado. No puede terminarse por nada excepto por la misma muerte.
¿Y la institución del matrimonio y la manera en que es reconocida por la Iglesia puede ser cambiada por cualquier obispo o cualquier papa?
No. No porque la Iglesia en este asunto sigue tanto la ley natural como la ley divinamente revelada. Como ha señalado, estas palabras de Jesús en el evangelio de Mateo, y no hay ningún estudiante respetable de Escritura que cuestione que estas mismas palabras de Nuestro Señor y el texto de la Escritura dejan claro lo que Nuestro Señor parece estar diciendo, más aún, él lo está diciendo porque sus propios discípulos reconocen que es algo duro, que es una llamada a los casados a una manera de vida heroica, pero una vida a la que están realmente llamados.
Puede ser una verdad inconveniente, pero es la verdad.
Exactamente.
Su Eminencia, en el Catecismo de la Iglesia Católica, como aparece en el sitio web del Vaticano, hay una sección llamada «Dar testimonio de la verdad». Y dice esto, dice: «Ante Pilato, Cristo proclama que Él ha venido al mundo a dar testimonio de la verdad.». El cristiano no tiene que avergonzarse entonces de dar testimonio de Nuestro Señor. Y sigue diciendo: «El deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y seguir las obligaciones que se derivan de ello. Su testimonio es una transmisión de la fe en palabras y hechos. Testimoniar es un acto de justicia que establece la verdad o la hace conocida.»
Ahora, el Catecismo sigue diciendo que hemos visto mártires que a lo largo de la historia de la Iglesia han dado sus vidas porque ellos dieron testimonio de la verdad, cuando no sólo era inconveniente sino que suponía riesgo para su vida.
Un ejemplo es San Juan Fisher que fue un obispo inglés del siglo XVI en tiempos del rey Enrique VIII. A éste, su esposa Catalina de Aragón no le había dado ningún heredero varón superviviente, así que él quería dejarla de lado, divorciarse de ella, y casarse con Ana Bolena. La Enciclopedia Católica describe lo que hizo San Juan Fisher como sigue. Dice: «Cuando la cuestión del divorcio de Enrique de la Reina Catalina llego a Fisher, se convirtió en el principal apoyo de la reina y su más fiel consejero. Aparecía al lado de la Reina en la corte, donde sorprendía a sus pares por lo directo de su lenguaje y sobre todo por declarar que, como San Juan Bautista, estaba listo para morir por la indisolubilidad del matrimonio. Enrique VIII se separó dela Iglesia Católica y se declaró la suprema autoridad sobre la Iglesia de Inglaterra, lo que San Juan Fisher se negó a reconocer, por lo que fue martirizado por Enrique VIII. ¿hizo lo correcto el cardenal Fisher diciendo que entregaría su vida en defensa de la indisolubilidad del matrimonio?
Absolutamente. Ningún sacerdote ni obispo ni ningún pontífice romano podría hacer menos. En otras palabras, entregar la indisolubilidad del matrimonio, como el Rey Enrique VIII pedía, habría sido entregar su fe católica y él no podía hacerlo y Nuestro Señor le dio la gracia de ser un mártir. Él incluso hizo referencia a San Juan Bautista, que durante el propio ministerio de Jesús dio testimonio heroico de la indisolubilidad del matrimonio, dejando claro a Herodes que él estaba viviendo en pecado público y grave, viviendo en matrimonio con la esposa de su propio hermano, que obviamente estaba ligada en matrimonio a su hermano.
¿Debería el cardenal Fisher ser un modelo para los sacerdotes y laicos católicos de hoy?
Bueno, ciertamente lo es para mí. Desde el momento en que me convertí en obispo, he estudiado especialmente su vida. Pero él es un modelo para todos los sacerdotes y obispos y para los laicos. Por supuesto, como sabe, Santo Tomás Moro, un laico, un hombre casado, se unió a él en el martirio, porque también se negó a apoyar a Enrique VIII en su pretensión de ser la suprema cabeza de la Iglesia, para darse a sí mismo la licencia de «casarse» con alguien cuando ya estaba casado con Catalina de Aragón.
Ya sabrá, Su Eminencia, hace unos cincuenta años Hollywood hizo una película sobre Santo Tomás Moro, Un hombre para la eternidad, que mostraba lo que le sucedió a Santo Tomás Moro y lo promovía como un gran héroe cultural. Pienso que en aquellos días -estamos hablando de los sesenta en Estados Unidos- la idea de que una persona podría tener que sacrificar su vida en la civilización occidental porque se mantiene en contra de la autoridad del Estado defendiendo la institución del matrimonio y la autoridad moral de la Iglesia parecía chocante. ¿parece chocante ahora?
No, no lo parece. Y muestra cómo de lejos, en un período corto de tiempo, hemos descendido y nos hemos alejado de la verdad de nuestra fe y la verdad de la ley moral en general. Pero el hecho de que esta clase de preguntas sean realmente discutidas en la Iglesia debería chocarnos a todos y despertarnos a la necesidad de dar un testimonio heroico de la verdad de la indisolubilidad del matrimonio frente a ataques desde dentro de la Iglesia.
Desde dentro de la propia Iglesia. Como sabe, muchos de los obispos de Inglaterra no se mantuvieron con San Juan Fisher, se fueron con el rey.
No, la mayoría no lo hizo. De hecho, Fisher fue el único obispo. Ahora bien, después hubo muchos que dieron testimonio heroico y laicos y fieles. Pero en ese momento Fisher estuvo más bien solo.
¿Piensa que hay amenaza o riesgo de que en un futuro cercano la Iglesia Católica pueda enfrentarse a esta situación incluso en países occidentales, donde algunos líderes de la Iglesia, algunos obispos, decidan alinearse con el César más que con Dios?¿Tomar partido en contra de la verdad de la Iglesia?¿Hay riesgo de eso?
Pienso que hay desafío real hoy y quizás no viniendo tanto del Estado como de la cultura en general, la aceptación general, la amplia aceptación del divorcio y del volverse a casar, y la Iglesia Católica que es prácticamente la única institución que mantiene la verdad del matrimonio, la indisolubilidad del matrimonio, ahora se le pide un compromiso en esa materia.
Así, tenemos que reconocer que si no estamos en lo correcto a cerca del matrimonio -en otras palabras, si no somos fieles a la palabra de Cristo, a la verdad que Cristo nos anunció a cerca del matrimonio- en la Iglesia, no sé cómo la gente podría confiar en nosotros a cerca de la enseñanza de la fe de cualquier otra manera.
Quiero decir, estamos hablando del mismo fundamento de la vida de la Iglesia, la primera célula de nuestra vida, en la unión marital y la formación de la familia y si no defendemos la santidad del vínculo matrimonial, estamos realmente no sólo abandonando la fe católica, sino realmente abandonando la fe cristiana, en el sentido de que estamos abandonando la misma ley natural.
Su Eminencia, déjeme preguntarle en relación a otro aspecto del catecismo que llama al respeto de las almas de los otros y habla del pecado de escándalo. Dice: «El escándalo es la actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal. El que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave si, por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta grave.» «El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: «Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar» (Mt 18, 6; cf 1 Co 8, 10-13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos». «El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido». ¿Piensa que algunos de los obispos que han participado en el sínodo y estaban empujando a la Iglesia Católica contra la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio están en riesgo de cometer escándalo?
Bueno, ciertamente sucedió con la publicación de la relatio intermedia del sínodo. Se causó escándalo en la Iglesia. Los medios de comunicación seculares, no sin razón, se refirieron a ello como un terremoto en la Iglesia. Mientras algunos obispos y otros lo excusaban diciendo que no era una posición doctrinal, sino un simple informe que estaba siendo discutido en el sínodo, el mismo hecho de que estos asuntos estaban siendo discutidos y cuestionados por los presidentes de las conferencias episcopales, por los jefes de los dicasterios de la curia romana y por otros designados especialmente por el Santo Padre para el sínodo, causó una tremenda confusión y podría incluso inducir a los fieles al error respecto a la enseñanza a cerca del matrimonio y otras enseñanzas. Leer más…
Comentarios desactivados en Obispos contundentes: la Iglesia jamás bendecirá uniones homosexuales y el Cardenal Burke dice que las parejas gays no deben ser invitadas a reuniones familiares en presencia de niños
Atónitos leemos en Religión Digital que el Sínodo afirma que los medios de comunicación inducen al adulterio (!!!) y que mostró su respeto y su comprensión hacia las parejas de homosexuales, aunque reiteró que “el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer”. “Por cuanto respecta a las personas homosexuales, lejos de cualquier tipo de condena, se puso de manifiesto la voluntad de escuchar y comprender, reiterando al mismo tiempo que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer“, subrayó el Vaticano. El posible reconocimiento de las uniones entre gays ha sido uno de los temas puestos sobre la mesa en este Sínodo de obispos que comenzó el pasado 6 se octubre y que concluirá el 19 de octubre.
En RAGAP hicieron un resumen de los temas que se abordan en la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos dedicado a la familia que se está celebrando en El Vaticano: Rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, criminalización del aborto y prohibir el uso de anticonceptivos. Pocas sorpresas nos esperan hasta el próximo 19 de octubre, fecha en la que concluye. Lo que nos sorprende es la enquistada homofobia de algunos de los jerarcas de la Iglesia Católica. Se diría que no viven en el siglo XXI. Es el caso del cardenal estadounidense y Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, Raymond Leo Burke, quien en una entrevista se refirió a la‘agresividad de la agenda homosexual’ y tachó de inconscientes a aquellas familias con miembros menores que invitan a parejas gays a sus reuniones. Monseñor Burke dice que los padres no deben permitir que sus hijos tengan contacto con personas homosexuales y tacha las relaciones entre parejas del mismo sexo de ‘malo e intrínsecamente desordenado’.
El ex arzobispo de St Louis ha indicado que cree que los niños deben mantenerse alejados de las parejas homosexuales. En una entrevista que le concedió al sitio web LSN le preguntaron: ‘¿Cómo deben actuar los padres católicos frente a una situación difícil como esta?. Cuando se planifica una reunión familiar de Navidad con los nietos presentes, a los padres se les pide por parte de un hijo que tiene una relación homosexual si puede traer a casa a su pareja homosexual’.
A lo que el cardenal Burke contestó: ‘Esta es una cuestión muy delicada, hecha más delicada por la agresividad de la agenda homosexual. Si las relaciones homosexuales son intrínsecamente desordenadas, lo que de hecho lo son, entonces ¿qué significaría para los nietos tener presente en una reunión a un miembro de la familia que está viviendo en una relación desordenada con otra persona de la familia?. Si se tratara de otro tipo de relación – algo que sea profundamente desordenado y dañino – no estaríamos dispuestos a exponer a nuestros hijos a esa relación, a la experiencia directa de la misma. Y tampoco debemos hacerlo en el contexto de un miembro de la familia que, no sólo sufre de atracción por el mismo sexo, sino que ha optado por vivir esa atracción. Actuando en consecuencia, cometeríamos actos que están mal. Las familias tienen que encontrar una manera para tratar de sacar a la persona de una relación que es desordenada ‘. No sabemos si esta opinión la comparte el Papa Francisco (creemos que no) pero está claro que el cardenal Burke no sólo ha sacado los pies del tiesto sino que ha llamado ‘enfermos’ a los gays, a los que nos tienen que ‘curar’.
Para concluir su alegato, Burke declaraba ‘sabemos que lasrelaciones homosexuales y los matrimonios entre personas del mismo sexo hacen a las personas profundamente infelices, por tanto, las relaciones homosexuales no deben ser ‘impuestas’ a miembros de la familia, especialmente los niños, porque son impresionables‘. No cabe duda de que el cardenal Burke habla de la realidad de las parejas gays sin conocerla.
Sus manifestaciones han sido rechazadas por muchos sectores sociales. Michael Sean Winters, un escritor del National Catholic Reporter, se sorprendía de los comentarios de Burke: “La incapacidad de este hombre para hablar, incluso desde la perspectiva de la compasión humana, es increíble. Llamar intrínsecamente desordenadas a las parejas del mismo sexo no es piadoso, ni muy católico”.
Reuters informó el jueves que el padre Tom Rosica, uno de los funcionarios del Vaticano que informa a los periodistas de las reuniones sinodales a puerta cerrada sobre la Familia, dijo que algunos obispos abogaron por dejar de usar frases tales como ‘intrínsecamente desordenados ‘ cuando se habla de las personas homosexuales.
Ese mismo día, el cardenal Francesco Coccopalmerio, uno de los más altos jerarcas de más alto rango de la Iglesia, dijo que no sólo la iglesia nunca reconocerá el matrimonio entre personas del mismo sexo sino que no puede preveer si alguna vez la Iglesia bendecirá a las uniones del mismo sexo. ‘Bendecir este tipo de unión comparándolas con los matrimonios (heterosexuales), nunca. Esto es simplemente por razones de lógica y de identidad. Bendecir es parte de nuestra forma de ver la doctrina cristiana”, dijo.
A estas alturas de la película ya no nos extraña este tipo de afirmaciones aunque por muchas vueltas que le demos no es de lógica que una institución como la Iglesia Católica se empeñe en seguir anclada en el pasado a pesar de los aires de aperturismo que nos quieren vender con la imagen progresista que proyecta el Papa Francisco.
La reunión extraordinaria del Sínodo, convocada por el papa Francisco bajo el lema«Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», reúne a 191 obispos de todo el mundo, más de 60 laicos y 13 matrimonios para sacar sus conclusiones sobre las normas que deben regir el comportamiento de las familias, entre las que no se encuentran las homoparentales, claro está. Un encuentro que, como recordaremos, no ha sido invitada ningún representantes de las familias gays. ¿Si El Vaticano se empeña en no reconocernos cómo nos va a permitir expresarnos?.
Comentarios desactivados en Sobre la norma de no aceptar muchachos homosexuales en los seminarios: Aprender el arte de amar y ser amado
Del blog de Jairo Alberto Franco Uribe De Dios se habla caminando:
Ecos al mariconeo del que habló el papa Francisco y por el que pidió perdón
Escribo a la luz de mi propia biografía y de mis sentimientos, de mi vida en diversos presbiterios y junto a hermanos en un instituto de vida apostólica, de mi experiencia como formador y rector de seminario, del acompañamiento espiritual que he tenido la gracia de ofrecer a personas que se identifican como homosexuales
Se trata pues de la norma, vigente todavía, de no aceptar muchachos homosexuales en los seminarios; la norma existe desde hace mucho tiempo y, sin embargo, no se llega a verificar en la realidad y lo que hace es crear dificultades
Sí, la vida me lo ha comprobado, en algunos seminarios y casas de formación tanto los homosexuales como los heterosexuales están en el armario y se presume engañosamente de una cierta asexualidad
Impedir que cambie la norma de la prohibición es esconder la cabeza como el avestruz y dejar que las cosas sigan como siempre han estado, las que, con norma y todo, no han estado bien
En estos días hemos escuchado algunas noticias de cosas que dice y hace el papa Francisco, y notamos contradicciones; el término frociaggine, traducido en castellano mariconeo, para manifestar que no veía bien la admisión de jóvenes homosexuales en los seminarios, nos sonó mal, es despectivo, y nos dolió porque venía de Francisco, que además de saber bien italiano, es el papa que con sus actitudes y palabras ha mostrado acogida a los cristianos y cristianas que se identifican en las siglas lgbtiq+. Después, a los pocos días, viene otra noticia diciendo que el mismo papa le había respondido una carta a un muchacho gay, quien por sinceridad sobre su orientación sexual había sido expulsado de su seminario, y que Francisco lo animaba a seguir adelante con su vocación.
A veces, cuando medito estas cosas, me parece que Jorge Bergoglio, en este asunto y otros que se discuten hoy en la sinodalidad, afronta también algunos de los problemas que Raymond Burke, Gerhard Müller, Robert Sarah, Joseph Zen y otros tienen con Francisco. Si no es cómodo para Burke, Müller, Sarah y Zen y otros ir al paso de Francisco, tampoco lo es para el mismo Bergoglio. Y para Bergoglio es más difícil todavía porque él no es otro que Francisco; así que no es mi intención hacer juicios al papa que más me ha entusiasmado; ¿quién soy yo para juzgarlo?; rezo por él como siempre nos lo pide. No es fácil tener el timón del barco que es la Iglesia en tiempos de tempestades y de Espíritu Santo.
Quiero, a raíz de estos hechos, plantear mi reflexión y lo hago con el propósito de buscar salidas a muchos de los problemas que vivimos como comunidad eclesial. Escribo a la luz de mi propia biografía y de mis sentimientos, de mi vida en diversos presbiterios y junto a hermanos en un instituto de vida apostólica, de mi experiencia como formador y rector de seminario, tanto en Nairobi como en Medellín, del acompañamiento espiritual que he tenido la gracia de ofrecer a personas que se identifican como homosexuales, algunas de ellas personas que todavía sufren por sus sentimientos y experimentan el rechazo en las instancias eclesiales.
Se trata pues de la norma, vigente todavía, de no aceptar muchachos homosexuales en los seminarios; la norma existe desde hace mucho tiempo y, sin embargo, no se llega a verificar en la realidad y lo que hace es crear dificultades; la verdad es que, como en todo grupo humano, en los seminarios hay un buen porcentaje de varones homosexuales y estos varones llegan a la ordenación y, después, hacen parte del presbiterio y ejercen el ministerio. Somos hombres y nada de lo humano nos es ajeno, por más que lo queramos atajar y reglamentar. Creo que la mayoría de estos seminaristas no tengan como motivación fundamental esconderse, disimular su sexualidad o buscar atajos para satisfacer sus pulsiones, muchos de ellos responden simplemente a un llamado que sienten en sus corazones y llegan con buena voluntad y generosidad.
El problema no es que haya homosexuales en los seminarios ni en los presbiterios y congregaciones, creo que poco a poco vamos reconociendo que es una gracia serlo, como es una gracia ser heterosexual. Nadie se ha esforzado usando su voluntad para ser lo uno o lo otro, nadie ha conquistado en un acto de virtud su orientación, nadie ha decidido ser heterosexual u homosexual, ambas son condiciones humanas, no un trofeo que nos ganamos.
El problema es que, con la norma que los rechaza, los muchachos homosexuales se quedan, en buena proporción, sin formación, y esto porque a medida que se hacen conscientes y dueños de su orientación o llegan a la conclusión que nada pueden hacer para cambiarla, empiezan a reprimir, a llenarse de vergüenza, a negar, a disimular, a sufrir. En estas situaciones es muy difícil que se dé un proceso de formación y resulta muy complicado, aunque no siempre imposible, que alguien pueda crecer como persona y llegar a la madurez, aprender el arte de amar y ser amado, reconocerse don para el pueblo de Dios y entregarse al servicio de la gente.
Hace un tiempo, cuando todavía era yo rector de seminario, nos preguntábamos cómo prevenir los abusos sexuales en general y especialmente a menores. Se daban muchas respuestas, desde iluminar los espacios hasta crear protocolos precisos para el trato a los visitantes. Me parecía prioritario, y así lo expuse sin que mis colegas me dieran sus oídos, que la norma que prohibía recibir a homosexuales tendría que olvidarse si queríamos propiciar sexualidad sana y no propensa a los abusos, y que todos los admitidos, heterosexuales o no, pudieran encontrar un ambiente acogedor para hablar de sí mismos, de sus sentimientos, de su vida y así, desde la confianza y la transparencia indispensables, recibir adecuada formación.
Opino esto, no porque crea que la homosexualidad sea la causa de la pedofilia y otros abusos, como tampoco lo es el celibato, sino porque puedo concluir que una sexualidad reprimida, negada, avergonzada, explota fácilmente en abuso; las ollas de presión a las que les falla su válvula de escape hacen volar por los aires la cocina toda; y algo así ha sucedido y sigue sucediendo en nuestras iglesias, a cada diócesis y congregación le va llegando su estallido.
Y la sexualidad reprimida también se da en muchos heterosexuales, que por la forma en que se afronta el celibato, tienen que guardarse igualmente buena parte de sus sentimientos y experiencias y dejarlos en el armario, no sea que su ordenación encuentre impedimentos. Sí, la vida me lo ha comprobado, en algunos seminarios y casas de formación tanto los homosexuales como los heterosexuales están en el armario y se presume engañosamente de una cierta asexualidad. Sucede también en nuestros presbiterios diocesanos y congregaciones, no todos somos heterosexuales, hay diversidad entre nosotros, y cada uno, en el seguimiento de Jesús, que no es otra cosa que la entrega de sí en el amor, tiene un don para la Iglesia y el mundo.
El papa ha reconocido que hay frociaggine en los seminarios; ya esto es un paso adelante y es una contribución, independiente del término que le haya salido espontáneamente de sus labios y por el que después pidió perdón; al menos no presumió asexualidad y habló sin tapujos; eso sí, hubiéramos esperado un término que no llevara ninguna carga de desprecio y de juicios. Y es que no siempre donde hay homosexualidad hay mariconeo, hay muchos hombres homosexuales que viven con integridad, en fidelidad a su vocación, asiduos en la oración, cuidando sus comunidades, entregados a los pobres.
Reconocer la realidad, así con estos límites, es paso adelante y contribución; ahora habría que hacerse cargo de esta realidad y afrontarla: impedir que cambie la norma de la prohibición es esconder la cabeza como el avestruz y dejar que las cosas sigan como siempre han estado, las que, con norma y todo, no han estado bien. Y no han estado bien porque en este tema hay mucho sufrimiento y Dios no quiere el sufrimiento de nadie.
Hay pues que hacer un hondo discernimiento, sea sobre los candidatos heterosexuales sea de los homosexuales, comprobar su aptitud para liderar al pueblo de Dios, y cumplido esto, confirmar o no, a nombre de la Iglesia, la vocación a la que se han sentido llamados antes de llegar al seminario; no todos los llamados tienen que ser necesariamente escogidos.
Sueño una Iglesia, en la que todos y todas, también nosotros hombres y mujeres célibes, estemos agradecidos y contentos de nuestra sexualidad. Algo me hace pensar que ese muchacho gay, a quien habían echado del seminario por ser sincero y al que Francisco terminó alentando en su vocación, puede ayudarnos a hacer posible este sueño.
Comentarios desactivados en Martel: “Son los gais del Vaticano los que no soportan que Francisco sea amable con los homosexuales”
El autor de ‘Sodoma‘ sale al paso de las palabras del Papa sobre la “mariconería” en los seminarios
“En todos los seminarios hay al menos un 50% de homosexuales”
“Los seminarios católicos siempre han sido un refugio para los homosexuales, y hoy aún más”
“A Francisco le gustaría volver a heterosexualizar la Iglesia”
“Mientras se mantenga el celibato en la Iglesia, los homosexuales serán mayoría en los seminarios”
“La Iglesia española tiene fama de ser muy homosexual. Incluso los colaboradores de Francisco se burlaron de la homosexualidad de los cardenales españoles”
“Todo el mundo tiene derecho a decir algo incómodo. Lo principal es pedir disculpas si lastimó a la gente. Esto es lo que hizo Francisco: pidió disculpas“. A Frédéric Martel, periodista francés autor del best seller internacional Sodoma. Poder y escándalo en el Vaticano, y él mismo homosexual, no le han escandalizado las palabras del Papa que esta semana han levantado una gran polvareda cuando les dijo a los obispos italianos que“ya había mucha mariconería” en los seminarios“.
A este reportero, que diseccionó a fondo y sin anestesia el entramado gay en las estructuras de la Iglesia y su poder en el mismísimo Vaticano, considera que lo relevante es, precisamente, esa afirmación del Papa. “Lo que me parece mucho más significativo e interesante es que Francisco dijera que ya había demasiados ‘maricones’ en los seminarios. Y eso es lo principal. Los seminarios católicos siempre han sido un refugio para los homosexuales, y hoy aún más“, señala en esta entrevista con Religión Digital, donde asegura también que “en todos los seminarios hay al menos un 50% de homosexuales”.
El Vaticano, en un comunicado, indicó que no hubo intención homófoba en la expresión utilizada por el Papa en su encuentro con los obispos italianos…
De hecho, creo que las palabras de un Papa, en general, y de Francisco en particular, no pueden analizarse bajo el único prisma de homofobia/gay-friendly. El Papa se dirigía a una audiencia interna, entre la que se encontraban obispos, y sin duda era una palabra que no tenía previsto decir. Todo depende de quién habla y para qué público. Cuando yo uso la palabra “maricón” en lugar de gay, no es homófobo, porque yo también soy gay y a menudo usamos la palabra “maricón” entre nosotros. También pasa en Italia en los cabarets y lugares gay. Pero obviamente es el Papa quien habla, por lo que es diferente en este contexto.
¿Puede entenderse esta filtración como un intento de dañar la imagen del Papa entre los homosexuales, precisamente del Pontífice que más ha hecho hasta ahora para dar cabida a la comunidad gay?
Todo el mundo tiene derecho a decir algo incómodo. Lo principal es pedir disculpas si lastimó a la gente. Esto es lo que hizo Francisco: pidió disculpas. No creo que debamos sobreinterpretar la declaración o la filtración a los medios. Lo que me parece mucho más significativo e interesante es que Francisco dijera que ya había demasiados “maricones” en los seminarios. Y eso es lo principal.
Los seminarios católicos siempre han sido un refugio para los homosexuales, y hoy aún más. En todas partes tenemos al menos un 50% de homosexuales en los seminarios, como creo que he demostrado ampliamente en mi libro. El Papa lo sabe muy bien y su reconocimiento me parece la información esencial de esta secuencia. De hecho, dijo de mi libro que era “un buen libro” y que “sabía todo eso”.
¿Cómo fue vista y vivida en la Curia vaticana esta apertura del Papa a la comunidad LGTBI?
Ya conocen mi análisis: cuanto más homófobo es un sacerdote, un obispo o un cardenal en público, más probabilidades hay de que sea homosexual en privado. El Papa es bastante gay friendly (pero hay que matizar según el tema… y según el día) y muy probablemente heterosexual. Así que son los gais en el Vaticano, los cardenales y obispos homosexuales, los que no pueden soportar que Francisco sea amable con los homosexuales. Esta es la regla secreta que debe entenderse en el Vaticano. Pregúntele a los cardenales Raymond Burke, Gerhard Müller, Antonio Cañizares o incluso al cardenal Rouco Varela qué piensan.
En su opinión, ¿cuál es la razón por la que el Papa no quiere admitir a homosexuales en los seminarios, incluso cuando, como ocurre con los heterosexuales, están decididos a mantener el celibato?
Los admite muy bien, ya que allí son mayoría. Pero creo que a Francisco le gustaría volver a heterosexualizar la Iglesia. Sabe que es difícil porque un seminarista heterosexual siempre, de manera muy lógica y abrumadora, querrá casarse con una mujer. Por eso, mientras se mantenga el celibato en la Iglesia, los homosexuales serán mayoría.
Mi libro lo demostró ampliamente, y de hecho esto es lo que me decían todos en el Vaticano cuando vivía allí: la Iglesia española tiene fama de ser muy homosexual
¿Cree usted también, como el Papa, que hay muchos homosexuales en los seminarios italianos? ¿Solo en Italia? ¿Conoce el caso de España?
España es un país caricaturesco desde este punto de vista. Creo que la homosexualidad está bastante extendida en todos los niveles, entre los cardenales, los obispos, los sacerdotes y en los seminarios. Mi libro lo demostró ampliamente, y de hecho esto es lo que me decían todos en el Vaticano cuando vivía allí: la Iglesia española tiene fama de ser muy homosexual. Incluso los colaboradores de Francisco se burlaron de la homosexualidad de los cardenales españoles.
Pero cuando digo que son homosexuales, eso no significa que practiquen su homosexualidad; simplemente se sienten estructuralmente atraídos, sí me atrevo a decirlo, por los hombres; muchos permanecen castos y esa es su elección, pero eso no significa que sean heterosexuales. Generalmente, eliges el celibato cuando eres gay. Hoy en día, la mayoría de los sacerdotes heterosexuales abandonan la iglesia para casarse o luchar en un ambiente muy homoerótico.
Y una vez más, la regla también se confirma: si haces campaña activa contra el matrimonio homosexual y te sientes ofendido por el orgullo gay, ¡es muy probable que te afecte! Sin embargo, no todos lo son: si tomamos al cardenal Omella, que es bastante moderado y tolerante, podemos estar bastante seguros de que es heterosexual. Es algo bastante raro en España…
Comentarios desactivados en Obispo alemán defiende camino sinodal contra críticas de prelados LGBTQ-negativos
Un importante obispo de Alemania defiende el Camino Sinodal de ese país después de que decenas de obispos internacionales publicaran una carta abierta en la que critican el proceso, que ha sido bastante LGBTQ positivo en los borradores de los documentos.
A principios de este mes, 74 obispos de una variedad de naciones emitieron una carta contra el Camino Sinodal y su supuesto “potencial de cisma”, según el National Catholic Reporter. Los signatarios dijeron que el proceso estableció un “ejemplo destructivo” que podría socavar la autoridad de la iglesia. Dice en parte:
“1. Al no escuchar al Espíritu Santo y al Evangelio, las acciones del Camino Sinodal socavan la credibilidad de la autoridad de la Iglesia, incluida la del Papa Francisco; antropología cristiana y moralidad sexual; y la confiabilidad de las Escrituras.
“2. Si bien muestran una pátina de ideas y vocabulario religiosos, los documentos del Camino sinodal alemán parecen inspirados en gran medida no por las Escrituras y la Tradición, que, para el Concilio Vaticano II, son “un único depósito sagrado de la Palabra de Dios”, sino por el análisis sociológico. e ideologías políticas contemporáneas, incluidas las de género. . .
“5. El proceso del Camino Sinodal, en casi cada paso, es el trabajo de expertos y comités: burocratizados, obsesivamente críticos e introspectivos. Por lo tanto, en sí mismo refleja una forma generalizada de esclerosis de la Iglesia e, irónicamente, adquiere un tono anti-evangélico. En su efecto, el Camino Sinodal muestra más sumisión y obediencia al mundo y a las ideologías que a Jesucristo como Señor y Salvador”.
El punto final que hacen los obispos es que el Camino Sinodal, en lugar de promover la sinodalidad, podría llevar a los católicos a desconfiar más del concepto al sembrar una mayor confusión.
Los firmantes de la carta, que eran principalmente de los EE. UU. y Tanzania, incluyeron algunas de las voces más negativas LGBTQ de la iglesia. Incluyen al cardenal Raymond Burke, ex de St. Louis, el arzobispo Samuel Aquila de Denver, el arzobispo Charles Chaput, ex de Filadelfia, el arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco, el obispo Robert McManus de Worcester, el obispo Thomas Paprocki de Springfield y otros. También firmó el cardenal George Pell, ex funcionario del Vaticano y arzobispo de Sydney.
En respuesta, el obispo Georg Bätzing de Limburg, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, emitió su propia carta rechazando las afirmaciones de que el Camino Sinodal estaba dañando la autoridad de la iglesia o conduciendo al cisma. NCR informó:
“[Bätzing escribió: ‘Esta ocasión y contexto es particularmente importante para nosotros, pero, desafortunadamente, no se menciona en absoluto en su carta. Sin embargo, me sorprendería mucho si usted y los firmantes de la carta abierta no vieran la importancia de la necesidad de enfrentar la cuestión del abuso como iglesia y sacar consecuencias para la iglesia y sus estructuras”.
“El obispo Bätzing dijo que era importante hablar abiertamente sobre el poder y el abuso de poder en la iglesia.
“‘Disfrazarse eufemísticamente, como trata de hacer en su carta, realmente no ayuda’, dijo el obispo. “Lamentablemente, tal abuso de poder, también por parte de las autoridades episcopales, no es solo una cosa del pasado, sino que también está sucediendo en el presente y conduce a violaciones masivas de los derechos y la integridad personal de los fieles y religiosos. . .’”
Bätzing ha defendido recientemente las acciones de la iglesia alemana contra cartas críticas de la Conferencia Episcopal Nórdica y también de un destacado prelado polaco.
El debate sobre el Camino Sinodal claramente se está extendiendo mucho más allá de las fronteras de Alemania a medida que la oposición conservadora se organiza para tratar de detener un proceso que, entre otros avances, ha valorado a las personas LGBTQ y sus relaciones de manera bastante positiva. Los documentos preliminares que se están considerando en el Camino Sinodal incluyen llamados a la iglesia para que bendiga a las parejas del mismo género y reconsidere las enseñanzas sobre la homosexualidad. Que los prelados LGBTQ-negativos estén tan preocupados por estos elementos muestra el potencial de cambio hacia una iglesia inclusiva que tienen estas propuestas.
—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 27 de abril de 2022
Comentarios desactivados en El Papa ordena investigar el cese del ex Gran Canciller de la Orden de Malta
“Crisis constitucional” en el organismo presidido por Burke. El cardenal Burke organizó la destitución de su gran canciller sin permiso del Pontífice
La Orden de Malta tilda de “inaceptable” la decisión del Papa de investigar el cese de Von Boeselager
El purpurado aseguró que Roma estaba de acuerdo con su destitución, lo cual es falso
Según publicó el diario romano Il Messaggero, se le acusaría a Boeselager de no haber impedido la distribución de preservativos en diferentes zonas del mundo
“Siempre he afirmado que soy fiel a la Iglesia y su doctrina”, asegura Boeselager
(C. Doody/Agencias).-
La Orden de Malta, una antigua institución católica, seglar y aristocrática, tachó el sábado de “inaceptable” la decisión del papa Francisco de abrir una investigación sobre la destitución de su gran canciller, Albrecht von Boeselanger. El origen de La Orden de Malta se remonta al año 1048 durante la época de las Cruzadas. Está formada hoy en día en su mayor parte por laicos de familias nobles que se dedican a labores humanitarias, quienes mantienen, como parte de esas labores, relaciones diplomáticas con más de cien estados alrededor del mundo.
En una réplica extraordinaria al pontífice, el grupo afirmó que la destitución de su gran canciller fue un “acto de administración gubernamental interna de la Soberana Orden de Malta, y por tanto queda únicamente dentro de su competencia”. Francisco nombró el jueves una comisión de cinco miembros para investigar la salida de Albrecht von Boeselager el 8 de diciembre, en medio de pruebas de que el propio enviado de Francisco en el grupo, el cardenal conservador Raymond Burke, ayudó a organizar la destitución sin permiso del pontífice.
“Un católico liberal no dispuesto a aceptar la doctrina de la Iglesia”. Por ser así, dice Albrecht von Boeselager, le han destituido de su puesto de Gran Canciller de la Orden de Malta, la cofradía católica centenaria cuyo patrono es el cardenal Raymond Burke. Una comisión nombrada este jueves por el Papa Francisco será la encargada de contrastar la veracidad de sus palabras.
El grupo que ha sido encargado de“recoger elementos e informar en breve a la Santa Sede” está formado por Silvano Tomasi, Gianfranco Ghirlanda, Jacques de Liedekerke, Marc Odendall y Marwan Sehnaoui, informó hoy la oficina de prensa del Vaticano. El portavoz del vaticano, Greg Burke, explicó que el nombramiento de la comisión se explica con “la voluntad de resolver el asunto de manera pacífica”.
Según publicó el diario romano Il Messaggero, se le acusaría a Boeselager de no haber impedido la distribución de preservativos en diferentes zonas del mundo donde se encuentran las estructuras médicas gestionadas por los voluntarios de la Orden del mundo. Esto habría sido retenido como contrario a la moral católica y por tanto una grave conducta del Gran Canciller.
Unos de los cargos en contra de Von Boeselager está relacionado con un programa en el que participó hace varios años la rama humanitaria del grupo, que ayudaba a esclavas sexuales en Mianmar e incluía proporcionar condones a las mujeres para que se protegieran de la infección de VIH.
Las enseñanzas tradicionales de la Iglesia católica prohíben los métodos anticonceptivos artificiales. Von Boeselager ha dicho que en cuanto la dirección de la orden en Roma supo del reparto de condones, se congelaron dos de los proyectos. Un tercero continuó, dijo, porque haberlo suspendido de forma drástica habría privado a una región pobre de Mianmar de todos los servicios médicos básicos.
El proyecto terminó suspendiéndose después de la intervención de la oficina sobre doctrina del Vaticano. Burke mantiene una posición estricta sobre las enseñanzas de la Iglesia en moral sexual. Así, la disputa que envuelve a la orden es un reflejo de las divisiones ideológicas más amplias en la Iglesia, que se han intensificado durante el papado de Francisco ante el hincapié del pontífice en el aspecto misericordioso de la institución sobre su lado doctrinario.
Von Boeselager ha dicho que le pidieron que renunciara el 6 de diciembre durante una reunión con Burke y el líder de la orden, en la que le dijeron que la Santa Sede quería su dimisión. Más tarde supo que el Vaticano no había hecho esa petición. Boeselager, en un correo electrónico a miembros de la Orden recogido por The Tablet el 9 de diciembre, niega todas las acusaciones en su contra y afirma que la verdadera acusación que se le ha lanzado ha sido la de ser “un católico liberal no dispuesto a aceptar la doctrina de la Iglesia”. “He dado mi vida a la Orden y por eso a la Iglesia, y siempre he afirmado que soy fiel a la Iglesia y su doctrina”, escribió Boeselager en su email.
La versión del ya ex Gran Canciller contrasta de esa forma con el relato oficial de la Orden, que comunicó hace unos días “la situación extremadamente grave e insostenible respecto del papel de Albrecht von Boeselager como Gran Canciller de la Orden de Malta”.
Según esa nota oficial, el pasado 6 de diciembre el Gran Maestre, Matthew Festing, convocó a von Boeselager a una reunión en presencia del Gran Comendador, Ludwig Hoffmann von Rumerstein, y el cardenal Burke, como representante del Santo Padre ante la Orden de Malta, y le obligó a dimitir. Ante la negativa de Boeselager, se inició un expediente disciplinario que desembocó en su destitución como Gran Canciller el 16 de este mes.
En detalle, la Orden cita “los graves problemas ocurridos durante el mandato de Boeselager como Gran Hospitalario de la Orden de Malta, y el ocultamiento de dichos problemas por su parte ante el Gran Magisterio, como probó un informe encargado por el Gran Maestre el año pasado”.
La destitución obligatoria del Gran Canciller ha causado enormes divisiones en el seno de la Orden de Malta, según han añadido diversos medios de comunicación, con algunos de sus miembros alegando incluso que, por su proceder en cesar a Boeselager, el Gran Maestre ha provocado una “crisis constitucional“. Boeselager es “un hombre de gran valor, a quien respeto profundamente”, dijo un oficial de la Orden a La Croix, medio que asimismo citó a otros miembros de la Orden valorándolo como un católico “piadoso” y “ferviente”.
En su comunicado, los caballeros de Malta dijeron que la decisión del papa de nombrar una comisión para investigar la destitución deriva de un malentendido con el secretariado de Estado Vaticano y señalaron que habían explicado la situación a Francisco en una carta.
La Orden de Malta tiene muchos de los rasgos de un estado soberano. Emite sus propios sellos postales, pasaportes y placas para automóviles y mantiene relaciones diplomáticas con 106 estados, incluido el Vaticano. Sin embargo, la Santa Sede tiene una relación única con la orden porque el papa nombra a un cardenal para “fomentar los intereses espirituales” de la orden, así como su relación con el Vaticano, que es un estado soberano.
Francisco nombró a Burke para ese cargo en 2014 tras destituirle como juez supremo del Vaticano. Desde entonces, el cardenal se ha convertido en uno de los críticos más destacados del papa, en especial por su flexible interpretación de que los católicos que se han casado de nuevo en ceremonias civiles pueden recibir la comunión.
Los caballeros de Malta tienen su origen en las cruzadas del siglo XI, con la fundación de una enfermería en Jerusalén que atendía a personas de toda confesión que peregrinaban a Tierra Santa. Ahora tiene 13.500 miembros y 100.000 voluntarios y empleados, que proporcionan atención sanitaria en hospitales y clínicas de todo el mundo y prestan asistencia en zonas de guerra y desastres naturales.
Declaración del Gran Magisterio de la Orden de Malta
El Gran Magisterio se enteró de la decisión tomada por la Santa Sede de nombrar un grupo de cinco personas para arrojar luz sobre la sustitución del Gran Canciller anterior.
La sustitución del Gran Canciller anterior es un acto de la administración interna del gobierno de la Soberana Orden de Malta y, en consecuencia, cae exclusivamente dentro de su competencia. El mencionado nombramiento del grupo es el resultado de un malentendido de parte de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
El Gran Maestre aclaró respetuosamente la situación ayer por la tarde en una carta al Sumo Pontífice, explicando las razones por las cuales las sugerencias hechas por la Secretaría de Estado eran inaceptables.
Aseguró al Santo Padre su devoción filial y pidió al Pontífice la Bendición Apostólica, tanto para él como para la Soberana Orden de Malta, sus 13.500 miembros y sus 100.000 empleados y voluntarios que seguirán proporcionando una presencia hospitalaria estable y eficiente en más de 120 países en el mundo según el antiquísimo carisma de la Orden de Malta.
Comentarios desactivados en Francisco prepara la rehabilitación de Martín Lutero: “Lutero fue un reformador en un momento difícil, puso la Palabra de Dios en manos de los hombres”
El Papa Francisco, junto a la estatua de Martín Lutero
Francisco defiende la reforma en una entrevista a La Civilità Cattolica antes de viajar a Suecia
El Papa podría proponer la fórmula de la “intercomunión” con los luteranos
Para Bergoglio, el agustino “era un reformador, y en aquel tiempo la Iglesia no era un ejemplo a imitar”
“El proselitismo es una actitud pecaminosa, que pretende convertir la iglesia en una organización“
(Jesús Bastante).- El 31 de octubre de 1517, el agustino Martín Lutero clavaba en la puerta de la iglesia de Wittemberg sus famosas 95 tesis, en las que denunciaba la corrupción y la venta de indulgencias en la Iglesia de Roma. Este fue el germen del segundo gran cisma de la Historia de la Cristiandad, tras el que en 1054 separó a católicos y ortodoxos. Ahora, 499 años después, Francisco quiere sentar las bases para acabar con la división entre católicos y luteranos.
Francisco ha querido viajar a Suecia para abrir la conmemoración del “Año Lutero”, que culminará justo dentro de un año, cuando se cumpla en V Centenario de la Reforma. Aunque oficialmente no se quiere hablar de “celebración”, lo cierto es que el camino a seguir sugiere un momento histórico para el ecumenismo.
Y es que el Papa prevé “rehabilitar a Martín Lutero”. No es posible, como recordó recientemente Kurt Koch, responsable de Ecumenismo de la Santa Sede, levantar la excomunión al fraile (esto solo puede hacerse en vida), pero sí reconocer -el Papa ya lo ha hecho- que “las intenciones de Martín Lutero no estaban erradas“, tal y como afirmó a su vuelta del viaje a Armenia, y ha vuelto a repetir en una entrevista, intencionadamente concedida a La Civiltà Cattolica, días antes de su visita a Suecia.
“Era un reformador, tal vez algunos métodos no fueron correctos, más en aquel tiempo, si leemos la historia del pastor alemán luterano que se convirtió y se hizo católico, vemos que la Iglesia no era precisamente un modelo a imitar: había corrupción, mundanismo, el apego a la riqueza y el poder“, subrayó Bergoglio.
Reconocer que Lutero tenía razón en muchas de las cosas que defendió, y que el futuro ecuménico no depende tanto de anatemas y condenas anteriores, sino de comprensión y fe compartida en el presente y el futuro, supone un paso adelante histórico, pues implica reconocer que no fue un hereje y, sobre todo, que su gesto fue necesario.
“La diversidad es lo que quizá nos hizo tanto daño a todos y hoy procuramos la manera de encontrarnos después de 500 años. Creo que lo primero que hay que hacer es orar juntos. Después debemos trabajar por los pobres, los refugiados, tantas personas sufriendo, y, por último, que los teólogos procuren estudiar juntos… Se trata de un largo camino”, reconocía Francisco, quien esta misma semana se encontraba con teólogos protestantes en el Vaticano, y posaba sonriente ante una efigie de Martín Lutero.
“No todos los días un papa conmemora a Lutero”, comentaba esta semana el portavoz del Vaticano, Greg Burke, al recalcar la importancia histórica de la visita que se inicia mañana. Bergoglio, desde hace décadas, mantiene relaciones de hermandad con líderes ortodoxos y evangélicos, en una suerte de “ecumenismo real” que puede llevar a toda la Iglesia a romper definitivamente con las diferencias doctrinales y centrarse no tanto en una unidad física de confesiones, sino en una unión en el camino de construir un mundo según los designios del Evangelio.
“El proselitismo es pecado”, ha vuelto a decir el Papa. Y es que el futuro no parece estar en una unidad de iglesias, sino en un trabajo común, y en la confesión mutua al mismo Dios. Algo que, en la práctica, ya se hace. Especialmente en aquellos rincones del mundo donde, a día de hoy, ser cristiano supone estar cerca de la muerte y del martirio. “Es el ecumenismo de la sangre”, ha dicho en más de una ocasión Bergoglio.
El lema del viaje a Suecia no ha sido escogido al azar. “Juntos en la esperanza”, es toda una declaración de intenciones. Para ponerlo más claro, el Papa ha anunciado que hablará en español en todas sus intervenciones, lo que sugiere que tiene previsto improvisar en su lengua materna, y nadie descarta que pueda realizar algún “anuncio sorpresa”.
¿Cuál podría ser? Fuentes vaticanas apuntan a la posibilidad de permitir la llamada “intercomunión”, un término que suele utilizarse para designar la participación común en la eucaristía entre cristianos cuyas iglesias no están en comunión entre sí. La mera posibilidad de que ésto pueda producirse ha llevado a los cardenales más ultraconservadores, como Raymond Burke, a amenazar con otro cisma si esto se produce.
Obispos luteranos y católicos han expresado su deseo de que el Papa permita la intercomunión, por lo menos, en un primer momento, para los luteranos casados con católicos. El Papa ha mostrado apertura a que los luteranos reciban la Comunión junto con los católicos y el año pasado dijo a una mujer luterana que «siguiera adelante» guiada por su conciencia. También el año pasado, un pastor luterano de Roma insistió en que el Papa había «abierto la puerta» a la intercomunión entre católicos y luteranos después de que el Papa visitara una comunidad luterana y afirmara que las dos religiones «debían caminar juntas».
El viaje del pontífice para conmemorar uno de los momentos más difíciles de la historia católica, suscita críticas entre los sectores más conservadores, que la consideran inadecuada. Para Koche, “Lutero no quería dividir la Iglesia. No quería crear dos iglesias. Quería reformar la Iglesia Católica, pero en aquel momento no era posible, y dio lugar a la división de los cristianos y ha terribles guerras de religión”, resumió el purpurado.
Además del diálogo interreligioso, Francisco aprovechará para lanzar desde el estadio Malmö un nuevo llamamiento de solidaridad con los refugiados y por la paz, dos temas que unen a católicos y protestantes. Entre los invitados a narrar el propio testimonio en el estadio figura el religioso colombiano Hector Fabio Henao, quien hablará del proceso de paz en Colombia, así como el Obispo de Alepo, la ciudad siria que sufre constantes bombardeos.
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(Jesús Bastante).- “Lutero fue un reformador en un momento difícil, dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en manos de los hombres”. Pocos días antes de su viaje a Suecia para participar en la conmemoración ecuménica de los 500 años de la Reforma luterana, el Papa Francisco ha concedido una entrevista a La Civilità Cattolica, en la que habla de los retos del ecumenismo, las tentaciones del proselitismo y el martirio de los cristianos en Oriente Medio.
“A mí me viene una sola palabra, cercanía. Mi esperanza es poder estar más cerca de mis hermanos y hermanas. La cercanía hace bien a todos. La distancia nos hace daño. Cuando nos alejamos, nos cerramos en nosotros mismos, y no hay unidad, somos incapaces de encontrarnos. Debemos empezar a encontrarnos unos a otros. Si no lo hacemos, enfermaremos de división. Mi esperanza es poder dar un paso hacia adelante, para estar más cerca de mis hermanos y hermanas, que viven en Suecia”, incide el Papa cuando se le pregunta por los objetivos de su visita.
Sobre Lutero, Francisco confiesa que “sólo puedo pensar en dos palabras: Reforma y Escritura“. Y es que, para el Papa, “Lutero fue un reformador en un momento difícil para la Iglesia. Lutero quiso poner remedio a una situación compleja. Después, en parte por situaciones políticas, y también religiosas, esa reforma se convirtió en separación y no en un proceso de reforma de toda la Iglesia, porque la Iglesia es semper reformanda“. Del mismo modo, Bergoglio asegura que “Lutero dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en manos de los hombres“.
Para el Papa, “la reforma y la escritura son fundamentales para profundizar en la tradición luterana”, como él mismo pudo comprobar “en las congregaciones previas al cónclave”, en las que “los deseos de reforma estaban vivos y presentes en nuestros debates”.
“El diálogo teológico debe continuar, es un camino a seguir” sostiene, rotundo, el Papa, que recuerda el “gran documento ecuménico sobre la Justificación”. “Por supuesto, hay dificultades, pero hay que continuar el diálogo teológico”, añade Bergoglio, quien insiste en que “debemos perseverar en el entusiasmo por la oración y las obras de misericordia en común, es decir, el trabajo para ayudar a los enfermos, los pobres, los que están en prisión. Hacer algo juntos es una forma alta y eficaz de diálogo. También creo que la educación. Es importante trabajar juntos y no forma sectaria”.
En todo, caso, “debemos tener muy claro que el proselitismo es pecado“, subraya Francisco, quien recuerda cómo “Benedicto XVI ya dijo que la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción. El proselitismo es una actitud pecaminosa, que pretende convertir la iglesia en una organización“.
Frente a esta actitud, el Santo Padre propone otra: “Hablar, rezar, trabajar juntos: este es el camino que debemos tomar. Cuando los cristianos son perseguidos y asesinados lo son por ser cristianos, no porque sean luteranos, calvinistas, anglicanos, católicos u ortodoxos. Hay un ecumenismo de la sangre“.
Sobre la matanza de Niza, el Papa recordó la reciente reunón de Asís, en la que “todos hemos dicho que no se puede hacer la guerra en nombre de la religión, o de Dios. Eso es una blasfemia, es satánico”.
Sobre el terrorismo, Francisco incidió en que “toda persona es capaz de convertirse en un terrorista con el simple uso de la lengua. No hablo de los conflictos que se hacen abiertamente, como la guerra. Estoy hablando de un terrorismo solapado, oculto, que tira palabras como bombas”, y eso duele mucho (…)Es necesario un cambio profundo de corazón para vencer esta tentación “.
Sobre la situación de los cristianos en Oriente Medio, el Papa se mostró convencido de que “el Señor no abandonará a su pueblo”. En su opinión “Oriente Medio es una tierra de mártires“.
Recordando su visita a Lesbos, Bergoglio narró cómo “me encontré con un padre con dos hijos. Me dijo que estaba enamorado de su esposa. Él es musulmán y ella era cristiana. Cuando llegaron los terroristas, querían llevarse la cruz, y ella se negó, y fue sacrificada delante de su marido y sus hijos. Y siguió diciéndome: ‘Yo la amo tanto, que la quiero tanto’. Sí, es una mártir. Pero el cristiano sabe que hay esperanza. La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos“.
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“Centrada en la renovación de la moral sexual y de la pastoral familiar”
“La tarea a la que me enfrento en estas líneas -por invitación de la revista “Encrucillada”- es la de estudiar si lo que se entiende por ‘polarización’ es constatable en la Iglesia católica”
“Los debates sinodales y los posteriores acuerdos, facilitaron que el Papa Bergoglio, finalizado el primero de los encuentros sinodales, agilizara y facilitara todo lo referido a los matrimonios fallidos y, en concreto, a las nulidades y separaciones matrimoniales”
“La mayoría sinodal rebatió la posición minoritaria, poniendo en valor la perspectiva pastoral y la verdad evangélica que, primadas por Francisco, tenían en la misericordia su fundamento”
(Encrucillada).- “Polarización” ha sido la palabra del año 2023 para la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), una institución promovida tanto por la Real Academia Española como por la Agencia EFE.
La tarea a la que me enfrento en estas líneas –por invitación de la revista “Encrucillada”– es la de estudiar si lo que se entiende por “polarización” es constatable en la Iglesia católica, habida cuenta de algunos discursos, actitudes e iniciativas que se promueven e impulsan, tanto desde el Vaticano como desde sus periferias y, más concretamente, en la Iglesia española, desde que Francisco fue elegido para presidir la comunidad católica en la unidad de fe y en la comunión eclesial. Como se puede apreciar, la invitación de los amigos de “Encrucillada” es muy genérica o -quizá, con más precisión- ambiciosa; en mi opinión, demasiado.
1.- Algunas, de las muchas extrapolaciones
Por eso, no me queda más remedio que centrarme en una iniciativa, debida al Papa Francisco: la renovación de la moral sexual y de la pastoral familiar.
Quedan para otra ocasión y momento la implementación de la sinodalidad en su pontificado, así como -entre otras posibles- la decisión, igualmente papal, de negarse a abrir -al menos, durante su pontificado- un proceso que pudiera desembocar en la ordenación sacramental de las mujeres, algo que, al parecer, entiende compatible con otro de “desmasculinización” de la Iglesia, tal y como ha sostenido el pasado mes de diciembre de 2023 en el marco de la Comisión Teológica Internacional, celebrada en el Vaticano.
También tienen que quedar para otra ocasión las diferenciadas eclesiologías y teologías ministeriales en juego en Europa -y, de manera particular, en la Iglesia española- cuando abordan la singular situación en la que se encuentran inmersas la gran mayoría de sus parroquias y que formulo -apoyado en la pregunta de Nicodemo a Jesús: “¿cómo es posible nacer de nuevo siendo viejo?” (Juan 3, 4).
Puede haber quien crea que estos asuntos no sean los más importantes para el futuro de la Iglesia ni los más significativos para asomarse a las extrapolaciones eclesiales, pero entiendo que son algunos de los que más preocupan -y hasta irritan y desalientan- a muchos católicos de nuestros días; y no solo a ellos. O, en todo caso, son algunas de las urgencias que vengo siguiendo con particular interés desde hace unos cuantos años.
2.- La reforma de la moral sexual y de la pastoral familiar
El año 2016 recogí en un libro la revisión de la moral sexual y de la pastoral familiar propiciada -e iniciada- por el Papa Bergoglio en los Sínodos Mundiales de obispos, el extraordinario de 2014 y el ordinario de 2015, tras sendas consultas previas a todo el pueblo de Dios: “Estuve divorciado y me acogisteis. Para comprender ‘Amoris laetitia’”, Ed. PPC, Madrid, 2016.
Si bien es cierto que tales consultas fueron, al menos en la Iglesia española, muy pobres y rozando la irrelevancia, no es menos cierto que en otras -por ejemplo, en la alemana, con un laicado muy consciente de su pertenencia eclesial, además de organizado- dichas consultas resultaron particularmente importantes, sobre todo, cuando se debatió en el aula sinodal la necesidad de agilizar los trámites de nulidad o de separación matrimonial y abaratar sus costes. O cuando se afrontó la improcedencia teológica y pastoral de seguir negando la comunión a los divorciados vueltos a casar civilmente, así como cuando se debatió la posible revisión de la doctrina y de la praxis canónica con los homosexuales.
Los debates sinodales y los posteriores acuerdos, facilitaron que el Papa Bergoglio, finalizado el primero de los encuentros sinodales, agilizara y facilitara todo lo referido a los matrimonios fallidos y, en concreto, a las nulidades y separaciones matrimoniales. Esta era una reivindicación largamente esperada en la inmensa mayoría de las iglesias católicas de todo el mundo. Probablemente, por eso, no hubo particulares problemas con su acogida e implementación; al menos, en las iglesias de la Europa occidental.
2.1.- El rigorismo doctrinal, moral y jurídico
Otro, bien diferente, fue el acuerdo sinodal (alcanzado -recurriendo a una expresión popular- “por los pelos”) sobre la acogida y plena reincorporación eucarística de los divorciados vueltos a casar civilmente. En este asunto, el debate fue más intenso y, a veces, hasta crispado. Y lo fue porque se desenvolvió en el marco de una rediviva polarización teológica que, desde los primeros tiempos de la Iglesia, la atraviesa hasta nuestros días: es la referida a cómo tratar a los llamados “pecadores públicos” que, en esta ocasión y en el discurso oficial de la Iglesia, son los divorciados vueltos a casar civilmente.
En el tratamiento de este asunto se jugaba la recolocación de un paradigma -exclusivamente doctrinal, moral y jurídico, e imperante en los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI- en favor de otro que, pastoral y misericordioso, se mostraba más partidario de acoger que de perseguir y condenar.
Tal era la verdad -evangélica, por supuesto- que el Papa Francisco buscaba recuperar para la Iglesia y poner por encima de la favorecida por sus antecesores. Y tal es una de las polarizaciones que, desde entonces, marca el presente papado y la marcha de la Iglesia católica en todo el mundo y, por supuesto, entre nosotros.
Kasper abre el debate
Correspondió al cardenal W. Kasper -por invitación del Papa Francisco- abrir este cambio de paradigma en el consistorio de cardenales del 20 febrero de 2014. En aquella ocasión, el cardenal alemán propuso que “un divorciado y vuelto a casar” pudiera participar, “tras un tiempo de reorientación (metanoia)”, en “el sacramento de la penitencia y de la comunión”. Era una propuesta que entendía fundada en la evangélica necesidad de articular la justicia y la misericordia, y sin necesidad de cambiar la doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio. Bastaba y era suficiente -propuso- con que estas personas estuvieran arrepentidas de su fracaso en el primer matrimonio y que éste resultara imposible de recomponer; que fueran responsables con las obligaciones derivadas del primer enlace y que se esforzaran -de manera contrastada- en vivir de la mejor manera posible el segundo matrimonio.
En intervenciones posteriores, en otros foros, recordó, además, que la doctrina de la Iglesia, en contra de quienes entendían que la verdad estaba fijada para todos y para siempre en el pasado, no era un sistema cerrado. El Concilio Vaticano II había enseñado que era posible el progreso y un mejor conocimiento de la misma ya que existían “semillas del Verbo” fuera de las fronteras institucionales de la Iglesia. Por eso, había que empezar a pensar si, en ciertos casos, no habría que reconocer también en un matrimonio civil algunos elementos de la unión sacramental, tales como ”el compromiso definitivo, el amor y el cuidado recíproco, la vida cristiana, el compromiso público”. E, igualmente, siguió proponiendo en tales foros, evaluar la viabilidad, teniendo presente la praxis de los cristianos ortodoxos, de una segunda –y hasta una tercera– oportunidad, no sacramental, sin tocar, para nada, la doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio.
Las primeras reacciones criticas
Las críticas no se hicieron esperar. Procedieron de cardenales que tenían o habían tenido -en la mayoría de los casos- peso específico en la curia vaticana y en el gobierno eclesial: G. L. Müller, prefecto, entonces, de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Walter Brandmüller; Velasio de Paolis; Carlo Caffarra y Raymond Leo Burke. Sus argumentos fueron publicados, pocos días antes del inicio del Sínodo extraordinario de 2014, en un libro conjunto, con las de otros teólogos.
En ellas insistían en la imposibilidad de la propuesta formulada por W. Kasper a la luz del Evangelio, de la tradición y de los Santos Padres. No faltaron quienes sostuvieron que dicha propuesta -buscando adaptarse a la modernidad- era dogmáticamente inaceptable porque atentaba contra la ley divina de la indisolubilidad del matrimonio. Y todos ellos coincidieron en que el ingrediente mínimo y esencial de una respuesta pastoral desde la misericordia era el respeto a la verdad.
Los argumentos de la mayoría sinodal
Afortunadamente, en el transcurso de los debates sinodales se fue evidenciando que esta posición era minoritaria y que la abanderada por W. Kasper -con dificultades de aceptación al principio- iba ganando terreno poco a poco hasta erigirse en mayoritaria, alcanzando los dos tercios, el porcentaje de voto requerido, para ser aprobada.
Pero no fue solo cuestión de números y porcentajes, sino también de argumentos. La mayoría sinodal rebatió la posición minoritaria, poniendo en valor la perspectiva pastoral y la verdad evangélica que, primadas por Francisco, tenían en la misericordia su fundamento: un varón casado -hubo quien arguyó- que cayera en la tentación y se fuera con una prostituta podía recurrir al confesor, ser absuelto y comulgar. En cambio no lo podía hacer la mujer que, después de pocos años de matrimonio, hubiera sido abandonada por el marido y hubiera encontrado un nuevo compañero dispuesto a acogerla, juntamente con sus hijos, y que, como consecuencia de dicho amor, se hubiera vuelto a casar. Esta persona tenía prohibido, según la normativa canónica, vigente desde 1981, el acceso a la comunión, a no ser que se abstuviera de mantener relaciones sexuales; incluso en el caso de que no hubiera sido culpable de la ruptura del primer vínculo.
La “terapia teológica” de la empatía crítica
Pero dicha mayoría sinodal no solo mostró algunas de las incoherencias y contradicciones en las que frecuentemente incurría la absolutización -y extrapolación- del paradigma doctrinal, moral y jurídico hasta entonces favorecido, sino que -practicando la empatía crítica- procedió a incorporar la parte de verdad en la que se fundaba dicho posicionamiento minoritario.
Por eso, defendió la radicación de su posición en una exégesis mejor contextualizada de los pasajes evangélicos en los que se aborda el matrimonio, aportó otra lectura de la tradición cristiana -más interesada en la acogida que en la condena- y reivindicó la necesidad de que los divorciados casados civilmente estuvieran “más integrados” en la comunidad, activando, para ello, un adecuado “acompañamiento pastoral” y resaltando la necesidad de que todos -también estas personas- pusieran al servicio de la Iglesia y de la sociedad los diferentes dones y carismas con los que habían sido agraciados como bautizados.
Estas personas, concluyó la mayoría de los padres sinodales, no debían “sentirse excomulgadas”. Es más: su “integración” era “necesaria”, en particular, cuando se interesaban por la educación y el cuidado de sus hijos.
Procediendo de esta manera, fue posible que en la Relación final del Sínodo de 2015 quedara aprobada, por dos tercios, la comunión a los divorciados casados civilmente. Y que se aprobara porque los padres sinodales fueron conscientes de que, además de no debilitar la fe ni erosionar la doctrina de la indisolubilidad matrimonial, estaban procediendo en conformidad con lo mejor de la tradición católica, es decir, superando la polarización rigorista a la que, frecuentemente, se prestaba la interpretación sólo legal y doctrinal del magisterio de los pontificados anteriores.
La extrapolación -y condena- del rigorismo moral
Como es sabido, en el siglo II, algunas comunidades -con Novaciano al frente (210-258)- se negaron a aceptar a los “lapsi”, es decir, a aquellas personas que, en los tiempos de las persecuciones, no habían tenido el coraje –como los mártires– de confesar la fe y entregar su vida y que, por ello, acabaron apostatando de una u otra manera. Fue entonces cuando se produjo la primera gran crisis con los “rigoristas” o, con un lenguaje más de nuestros días, entre los partidarios de absolutizar la verdad doctrinal, moral y jurídica y los más cuidadosos y esmerados en preservar siempre la verdad evangélica de la misericordia. Es una polarización que reaparecerá en los siglos IV y V con los donatistas y, luego, con los jansenistas.
La Iglesia de los primeros siglos -y, con ella, la de la posteridad- se desmarcó y condenó a quienes se negaban a acoger a los “lapsi”. Lo hizo porque no se autocomprendía integrada únicamente por cristianos “perfectos” y “puros”, sino porque tuvo conciencia de ser -en conformidad con la expresión que propondrá Agustín de Hipona- una “casta meretrix” (“casta prostituta”), es decir, un colectivo habitado, a la vez, por la presencia de Dios (el único perfecto y sin mancha) y de cristianos, a un tiempo, justos y pecadores.
Estas son unas verdades no debidamente tenidas en cuenta por la minoría sinodal cuando pedía defender -en continuidad con el rigorismo del siglo II- de manera contundente y extrapolada, que entre la gracia y el pecado, entre “el todo (de la gracia) y la nada” (de la caída, de la falta o de la imperfección), entre los mártires y los apóstatas, no había ninguna gradualidad ni posibilidad de ella, no quedando más remedio que aplicar la ley y la doctrina sin contemplaciones: lo blanco siempre es blanco y lo negro, negro.
Tal criterio teológico-pastoral -y el paradigma eclesial y jurídico en el que cuajaba- no solo fueron aparcados por la Iglesia de los primeros tiempos, sino también en los Sínodos mundiales de obispos de 2014 y 2015. Y, como resultado de ello, se evidenció la persistencia de la polarización rigorista en la Iglesia católica, a pesar de los argumentados posicionamientos doctrinales y de las reiteradas decisiones magisteriales en su contra.
Desde entonces, los líderes de tal extrapolación no se han cansado de denunciar la “ambigüedad” de Francisco “en cuestiones de fe y moral”; la “confusión”, “división y conflicto” que -al parecer- provoca entre los fieles con tales ambigüedades. De ahí, que propongan la necesidad de recuperar y restablecer -a más tardar, en el siguiente pontificado- las verdades que -“inmutables sobre el mundo y la naturaleza humana” y accesibles “mediante la Divina Revelación y el ejercicio de la razón”- “se han ido lentamente oscureciendo o perdiendo entre muchos cristianos”[1].
Argumentando de esta manera, además de extrapolar -ya sea por no articular o absolutizar uno de los lugares teológicos o por no atender a su actualización-, incurren, igualmente, en lo que, en nuestros días, se tipifica y reconoce como puro y duro “tuciorismo”, es decir, decantamiento por la interpretación más cercana a la literalidad de la ley, sin prestar atención alguna a la misericordia y a lo que se ha llegado gracias a las investigaciones sobre la sexualidad. Y eso, a pesar de que las razones y argumentos a favor de proceder en conformidad con la misericordia y la razón humana se encuentren en total sintonía con lo mejor del Evangelio, teniendo que ser, por eso, más determinante y referencial que la doctrina y la ley por ellos defendidas.
El Papa Francisco continúa enviando a los funcionarios de la iglesia estadounidense un mensaje contundente. Ya basta con todos los ataques anti-LGBTQ+ al estilo MAGA contra el Vaticano, otros católicos y la sociedad en general. Dos semanas después de que el Papa tomara la dramática e inusual medida de despedir a un obispo estadounidense de extrema derecha, está despojando al ex cardenal Raymond Burke de su paga de jubilación y lo desaloja de su departamento en el Vaticano.
Uno de los problemas más confusos que enfrenta la gente racional hoy en día es cómo la religión y la fe se han entrelazado tan estrechamente con la política de derecha y ultraderecha. El problema ha sido más pronunciado cuando se trata de los evangélicos conservadores, quienes de alguna manera lograron pasar por alto todos los pecados de Donald Trump y expulsaron de sus filas a cualquiera que no adorara en el altar de Trump.
Ahora estamos viendo lo mismo en la Iglesia Católica Romana. La gran diferencia es que, a diferencia del movimiento evangélico, los católicos reconocen la supremacía de una sola persona, el Papa. Pero si preguntas a los católicos estadounidenses conservadores si el Papa es católico, te dirán rotundamente que no. La razón, en gran parte, es que el Papa Francisco no es fanático de Donald Trump.
El problema ha estado latente durante mucho tiempo, pero llegó a un punto crítico este otoño cuando Francisco finalmente llegó al límite de su paciencia con dos de las voces más fuertes del MAGA en la jerarquía estadounidense: Joseph Strickland, el obispo de Tyler, Texas, y el cardenal Raymond Burke.Joseph Strickland
Ahora Strickland se compara con cualquier mártir que le venga a la mente. El problema es que los mártires no obtienen el título por estar en desacuerdo con el Sumo Pontífice.
Burke era igual de malo, con un giro. Prácticamente respaldó a Trump y se regocijó de cómo Trump “defendería los valores cristianos” como presidente. Mientras tanto, Burke restó importancia a la crisis de abuso sexual de la Iglesia y la achacó a la “agenda homosexual”. Comparó a los homosexuales con asesinos y no pudo soportar las modestas propuestas de Francisco hacia la comunidad LGBTQ+. “Desafortunadamente, está muy claro que la invocación del Espíritu Santo por parte de algunos tiene como objetivo impulsar una agenda que es más política y humana que eclesiástica y divina”, dijo Burke. Eso es bastante rico para alguien que solía ser amigo del asesor de Trump, Steve Bannon.
Burke ha sido uno de los prelados anti-LGBTQ+ más feroces de la Iglesia católica. Ha llamado a la homosexualidad una “enfermedad”, ha dicho a los padres que no deberían permitir que sus hijos conozcan parejas del mismo sexo y ha culpado del escándalo de abuso infantil de la iglesia a los homosexuales “hedonistas” y no a los propios sacerdotes depredadores de la iglesia.
Se ha quejado de que la Iglesia se ha desviado de la “ley moral absoluta” al no condenar “la plaga de la agenda homosexual” con suficiente fuerza. Burke fue uno de los principales defensores de la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.
También ha sido un líder en denunciar el uso de condones para prevenir el VIH. Su oposición a los condones llevó a su exilio del Vaticano por parte del actual Papa. Burke intervino para que despidieran al jefe de una organización eclesiástica por aprobar la distribución de preservativos a prostitutas en Myanmar. Francisco aprovechó el episodio para destituir a Burke de su poderoso puesto y enviarlo a Guam como castigo.
Favorito del ex Papa Benedicto XVI, la caída en desgracia del extravagante cardenal estadounidense ha sido un espectáculo continuo. El portavoz conservador incluso se ha enfrentado con el Papa por su vestimenta. Si bien Francisco prefiere prendas sencillas, Burke siguió el ejemplo de Benedicto de usar vestimentas extravagantes como largas colas de seda aguada, brocados dorados y guantes de terciopelo. En un momento, los funcionarios del Vaticano supuestamente le pidieron a Burke que “bajara un poco el tono”.
El Papa ha castigado repetidamente a Burke por sus escandalosas payasadas. Anteriormente fue destituido de su puesto en la oficina de la iglesia que nombra nuevos obispos. En 2014, fue despojado de su puesto como jefe del tribunal más alto del Vaticano y, en cambio, fue nombrado para un papel ceremonial como jefe de la orden religiosa medieval, los Caballeros de Malta.
Desde su retiro, Burke había pasado el tiempo despotricando contra el Papa, acusándolo de intentar destruir la Iglesia desde dentro.
También se opuso a los mandatos de la vacuna COVID-19 por considerarlos “totalitarios”, afirmó que la vacuna inserta microchips en las personas y afirmó falsamente que la vacuna se desarrolló “mediante el uso de líneas celulares de fetos abortados”.
Muchos antivacunas evangélicos y católicos utilizaron esta última afirmación como excusa para no vacunarse, citando “objeciones religiosas” al aborto. A mitad de la pandemia, Burke contrajo el virus y pasó semanas conectado a un ventilador.
Mientras Burke estaba en el hospital, el Vaticano publicó un anuncio de servicio público en el que Francisco y otros líderes católicos de alto rango desacreditaban los desvaríos de Burke. “Recibir las vacunas autorizadas por las respectivas autoridades es un acto de amor”, dijo el Papa Francisco. “Y ayudar a la mayoría de las personas a hacerlo es un acto de amor. Amor por uno mismo, amor por nuestras familias y amigos, y amor por todos los pueblos. Vacunarse es una forma sencilla pero profunda de cuidar unos de otros, especialmente de los más vulnerables“.
Durante todo esto, Burke ha estado viviendo en un apartamento de 5000 pies cuadrados en el Vaticano, sin pagar alquiler. En su libro En el armario del Vaticano, Frédéric Martel da una descripción detallada del apartamento eso cae en la categoría del “¿Está diciendo lo que creo que está diciendo?”. Baste decir que es resplandeciente, desde el espejo de tres lados donde Burke, que tiene afición por el mejor atuendo eclesiástico, puede admirarse hasta “el extraño cuarto húmedo digno de un balneario de lujo”. En resumen, no es la celda monástica que uno esperaría de alguien que hizo voto de pobreza (entre otros). Por el contrario, Francisco vive en barrios muy modestos.
Ninguno de los dos tuvo ningún problema con Trump. No lo criticaron, aunque había mucho que criticar. La separación de familias en la frontera fue “crueldad en su máxima expresión”, en palabras del Papa. Sin embargo, Strickland y Burke dedicaron su tiempo a atacar al Papa por cuestiones LGBTQ+.
En todo caso, se unieron al rebaño MAGA y lo santificaron. Para ellos prácticamente no había distinción entre política y religión.
O para muchos de los seguidores de Trump. El trumpismo es tanto un artículo de fe como doctrinas básicas. En los casos de Strickland y Burke, aún más. El juramento de lealtad que hicieron al papado ocupa el segundo lugar después del juramento que hicieron a un movimiento político. Para justificarse, dicen que los mueve la religión. Pero en este caso su religión es la política.
Comentarios desactivados en Las escuelas católicas de Cleveland se resisten a la política diocesana transgénero negativa
Escuela Secundaria Magníficat
Varias escuelas católicas han emitido declaraciones que reflejan una postura positiva para LGBTQ en respuesta a la política de género restrictiva de la Diócesis de Cleveland publicada en septiembre.
La política, que incluye restricciones dañinas como prohibiciones del uso de nombres y pronombres elegidos, cuidados de afirmación de género y celebraciones del Orgullo LGBTQ+, ha sido criticada por muchos por el daño potencial que la política podría infligir a los jóvenes LGBTQ+.
Desde entonces, varias escuelas católicas administradas por órdenes religiosas, que tienen cierta independencia de la diócesis, han emitido declaraciones a los padres y al personal priorizando la bienvenida, la compasión y la sensibilidad, especialmente con respecto a los estudiantes LGBTQ+.Cleveland.com recopiló varias de estas declaraciones, y a continuación se presentan algunas excepciones.
En un correo electrónico a los estudiantes y padres de la Escuela Secundaria Magnificat, dirigida por las Hermanas de la Humildad de María, la presidenta Moira Clark enfatizó la necesidad de solidarizarse con los jóvenes LGBTQ+:
“’En una época en la que nuestros jóvenes adolescentes, y las mujeres jóvenes en particular, enfrentan crisis de salud mental, seguimos profundamente preocupados por el mayor riesgo de problemas de salud mental, incluida la depresión, las autolesiones y el suicidio, que enfrentan especialmente los jóvenes LGBTQ. , y continuaremos acompañándolos, apoyándolos y aceptándolos con amor, respeto, compasión y sensibilidad’”.
Esta sensibilidad por parte del profesorado y el personal es crucial para la protección de los jóvenes LGBTQ+, especialmente porque la política exige que se informe a los padres de que su hijo puede ser transgénero y porque no considera que la confusión de género intencional sea un abuso.
El P. Raymond Guiao, S.J., presidente de la Escuela Secundaria St. Ignatius, también habló de la necesidad de que las escuelas se preocupen verdaderamente por sus estudiantes de manera que reflejen el cuidado de Dios, y escribió:
“‘Si bien las preguntas sobre sexualidad y género pueden ser complejas en el contexto de la enseñanza católica, es nuestro deber como escuela católica en la tradición ignaciana atender a cualquiera que tenga estas preguntas con el cuidado pastoral y la sensibilidad que encarna el amor insuperable de Dios por cada persona. .’”
Representantes de otras escuelas católicas se hicieron eco de esta necesidad de atención pastoral a los jóvenes LGBTQ+. KC McKenna, presidente de St. Edward High School, operada por la Congregación de la Santa Cruz, afirmó que los estudiantes LGBTQ+ recibirán el mismo nivel de atención y preocupación, a pesar de la política, afirmando:
“’Siempre operaremos en el mejor interés de nuestros estudiantes y no planeamos realizar ningún cambio en las formas pastorales en las que apoyamos a los estudiantes LGBTQ+ en St. Edward High School debido a esta política’”.
No es sólo atención pastoral y acompañamiento lo que necesitan los jóvenes católicos LGBTQ+, sino también una defensa abierta. St. Joseph Academy y su patrocinador, la Congregación de St. Joseph, emitieron declaraciones de firme apoyo a los estudiantes y al personal LGBTQ+. El sitio web de la Congregación tiene la siguiente declaración:
“Actuamos en solidaridad con todos aquellos que están marginados. Dios nos llama a amarnos unos a otros, y con el amor viene la compasión, el respeto y la sensibilidad por los demás. Como congregación, estamos comprometidos a hacer el trabajo necesario para ser aliados y ayudar a las personas LGBTQ+ a encontrar bienvenida en nuestra iglesia, comunidades y en nuestro mundo’”.
Un hilo común en las declaraciones de estas escuelas es la convicción de que responder a los jóvenes LGBTQ+ con compasión es la respuesta más llena de Cristo a esta situación. Anthony Burke, portavoz de Walsh Jesuit High School, señaló que es específicamente debido a la identidad católica de la escuela y la fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia Católica que se esfuerzan por la inclusión y la bienvenida, afirmando:
“‘Una verdad central de nuestra fe es cuidar de todos con una sensibilidad que encarna el amor ilimitado de Dios por cada persona, y que cada ser humano tiene un valor ilimitado porque fue creado a imagen y semejanza de Dios’”.
En noticias relacionadas, la política de la Diócesis de Cleveland está impactando a la comunidad en general. News 5 Cleveland informó que Khalil Seren, alcalde de Cleveland Heights, está revisando las exenciones de las ordenanzas antidiscriminatorias de la ciudad para escuelas privadas y religiosas. La ciudad incluye la Escuela Beaumont, patrocinada por las Hermanas Ursulinas de Cleveland, y la Escuela Católica Comunión De los Santos, una institución diocesana. Seren dijo: “tenemos la capacidad de proteger a los niños que viven en nuestra comunidad, que van a la escuela en nuestra comunidad, pero quiero asegurarme de que lo estamos haciendo de la manera correcta“.
Cleveland Scene informó sobre el impacto que la política diocesana de género podría tener en la comunidad artística local. A Daniel Kenworthy, miembro de Quire Cleveland, un grupo de actuación, ya se le rescindió el contrato después de publicar públicamente en Facebook contra la política diocesana. La disputa llevó a Quire Cleveland a cancelar su última serie de conciertos, “Iglesias del mismo Dios: escenarios masivos de Byrd y Tallis”, que se presentaría a finales de septiembre en tres iglesias católicas locales. Un miembro de la junta renunció en protesta por el despido de Kenworthy, que algunos creen que se debió a la presión de la diócesis. Un líder del Coro de Cámara de Cleveland dijo que el grupo también estaría reevaluando sus presentaciones en iglesias católicas.
Es triste que la política diocesana de género esté teniendo tantas consecuencias. Sin embargo, las palabras y convicciones de las escuelas católicas y de las congregaciones religiosas son esperanzadoras. Señalan a los estudiantes, padres, profesores y personal que las escuelas católicas deben ser, y son, comunidades del amor, la bienvenida y la hospitalidad radical de Cristo para todos, incluidas las personas LGBTQ+.
Comentarios desactivados en Francisco, a los cardenales de los ‘dubia’: “No podemos constituirnos en jueces que sólo niegan, rechazan, excluyen”
“Si bien es cierto que la divina Revelación es inmutable y siempre vinculante, la Iglesia debe ser humilde y reconocer que ella nunca agota su insondable riqueza, y necesita crecer en su comprensión”
“El Derecho canónico no debe ni puede abarcarlo todo”, y “la vida de la Iglesia corre por muchos cauces además de los normativos”
“La misma caridad pastoral nos exige no tratar sin más de ‘pecadores’ a otras personas cuya culpabilidad o responsabilidad pueden estar atenuadas por diversos factores que influyen en la imputabilidad subjetiva”
“Si bien ustedes reconocen la suprema y plena autoridad” de la Iglesia en el Papa, “estos dubia manifiestan su necesidad de participar, de opinar libremente y de colaborar, y así están reclamando alguna forma de ‘sinodalidad’ en el ejercicio de mi ministerio”
“San Juan Pablo II también afirmó otras cosas” respecto a la superioridad, la jerarquía o el dominio. “Si esto no se comprende y no se sacan las consecuencias prácticas de estas distinciones, será difícil aceptar que el sacerdocio esté reservado solo a los varones y no podremos reconocer los derechos de las mujeres o la necesidad de que participen, de diversas maneras, en la conducción de la Iglesia”
“El arrepentimiento es necesario para la validez de la absolución sacramental”, aunque “aquí no hay matemáticas, y una vez más debo recordar que el confesionario no es una aduana”
El pasado 11 de julio, el Papa Francisco respondía, en privado a las ‘dubia‘ planteadas por cinco cardenales –Juan Sandoval Íñiguez (México), Robert Sarah (Guinea), Joseph Zen Ze-kiun (China), Raymond Leo Burke (Estados Unidos) y Walter Brandmüller (Alemania)-, antes del Sínodo de la Sinodalidad. Y lo hizo aunque “no siempre me parece prudente responder a las preguntas dirigidas directamente a mi persona, y sería imposible responderlas a todas”. Que nadie diga que el Papa no responde, y de una en una, tal y como ha tenido acceso, en exclusiva, RD .
Respecto a la primera ‘dubium’ (sobre la afirmación de que la Revelación Divina deba ser reinterpretada en función de los cambios culturales y antropológicos en boga), el Papa responde que “si se entiende por ‘interpretar mejor’ la expresión es válida”, añadiendo que “si bien es cierto que la divina Revelación es inmutable y siempre vinculante, la Iglesia debe ser humilde y reconocer que ella nunca agota su insondable riqueza, y necesita crecer en su comprensión”. Por ello, “los cambios culturales y los nuevos desafíos de la historia no modifican la Revelación, pero sí pueden estimularnos a explicitar mejor algunos aspectos de su desbordante riqueza (…). Es inevitable que esto pueda llevar a una mejor expresión de algunas afirmaciones pasadas del Magisterio”.
Los cambios culturales y los nuevos desafíos de la historia no modifican la Revelación, pero sí pueden estimularnos a explicitar mejor algunos aspectos de su desbordante riqueza (…). Es inevitable que esto pueda llevar a una mejor expresión de algunas afirmaciones pasadas del Magisterio
Del mismo modo, añade Francisco, “es cierto que el Magisterio no es superior a la Palabra de Dios, pero también es verdad que tanto los textos de las Escrituras como los testimonios de la Traición necesitan una interpretación que permita distinguir su substancia perenne de los condicionamientos culturales”, recalca poniendo como ejemplo algunas “intervenciones magisteriales que toleraban la esclavitud”. “Lo mismo vale para algunas consideraciones el Nuevo Testamento sobre las mujeres”. En definitiva, “una sola formulación de una verdad nunca podrá entenderse de un modo adecuado si se la presenta solitaria”. “Cada línea teológica tiene sus riesgos, pero también sus oportunidades”, finaliza en su primera respuesta.
Segundo Dubium sobre la afirmación de que la práctica generalizada de bendecir las uniones entre personas del mismo sexo concuerda con la Revelación y el Magisterio (CEC 2357).
Respecto a la segunda cuestión, Francisco recuerda que “la Iglesia tiene una concepción muy clara sobre el matrimonio (…). Solo a esa unión llama ‘matrimonio’”, y señala que “no es una mera cuestión de nombres”.
“Por esta razón, la Iglesia evita todo tipo de rito o de sacramental que pueda contradecir esta convicción y dar a entender que se reconoce como matrimonio algo que no lo es”, recalca el Papa. No obstante, subraya, “en el trato con las personas no hay que perder la caridad pastoral, que debe atravesar todas nuestras decisiones y actitudes”.
“No podemos constituirnos en jueces que sólo niegan, rechazan, excluyen”, insiste el Papa, que pide “prudencia pastoral” para “discernir adecuadamente si hay formas de bendición, solicitadas por una o por varias personas, que no transmiten una concepción equivocada del matrimonio”. Entrando en el fondo, el Papa añade que “si bien hay situaciones que desde el punto de vista objetivo no son moralmente aceptables, la misma caridad pastoral nos exige no tratar sin más de ‘pecadores’ a otras personas cuya culpabilidad o responsabilidad pueden estar atenuadas por diversos factores que influyen en la imputabilidad subjetiva”. Eso sí, “no es conveniente” que este tipo de decisiones “habiliten constantemente y de modo oficial procedimientos o ritos para todo tipo de asuntos”. “El Derecho canónico no debe ni puede abarcarlo todo”, y “la vida de la Iglesia corre por muchos cauces además de los normativos”.
Sobre el tercero de los ‘Dubium’ (sobre la afirmación de que la sinodalidad es una “dimensión constitutiva de la Iglesia” (Const. ap. Episcopalis communio, 6), de modo que la Iglesia sería sinodal por naturaleza), Francisco lanza una ‘puya’ a los cardenales, a quienes recalca que “si bien ustedes reconocen la suprema y plena autoridad” de la Iglesia en el Papa, “estos dubia manifiestan su necesidad de participar, de opinar libremente y de colaborar, y así están reclamando alguna forma de ‘sinodalidad’ en el ejercicio de mi ministerio”.
Al tiempo el Papa insiste en que “no solo la jerarquía sino todo el Pueblo de Dios (…) pueden hacer oir su voz y sentirse parte en el camino de la Iglesia”. “Otra cosa” añade, es “sacralizar o imponer una determinada metodología sinodal que agrada a un grupo, convertirla en norma y cauce obligatorio para todos”.
Respecto al cuarto ‘Dubium’ (sobre el apoyo de pastores y teólogos a la teoría de que “la teología de la Iglesia ha cambiado” y, por tanto, la ordenación sacerdotal puede conferirse a las mujeres) el Papa también es claro negando que “el sacerdocio común de los fieles” sea “algo de segunda categoría o de menor valor”. Sobre las palabras de Juan Pablo II y la imposibilidad de conferir la ordenación a mujeres, el Papa recuerda que “San Juan Pablo II también afirmó otras cosas” respecto a la superioridad, la jerarquía o el dominio. “Si esto no se comprende y no se sacan las consecuencias prácticas de estas distinciones, será difícil aceptar que el sacerdocio esté reservado solo a los varones y no podremos reconocer los derechos de las mujeres o la necesidad de que participen, de diversas maneras, en la conducción de la Iglesia”.
Al tiempo, añade que “para ser rigurosos”, aún “no se ha desarrollado exhaustivamente una doctrina clara y autoritativa acerca de la naturaleza exacta de una ‘declaración definitiva’” que “no es una definición dogmática y sin embargo debe ser acatada por todos. Nadie puede contradecirla públicamente y sin embargo puede ser objeto de estudio, como es el caso de la validez de las ordenaciones en la Comunión anglicana”.
Finalmente, el ‘Dubium’ sobre la afirmación “el perdón es un derecho humano” y la insistencia del Santo Padre en el deber de absolver a todos y siempre, de modo que el arrepentimiento no sería una condición necesaria para la absolución sacramental.
En este punto, Francisco aclara que “el arrepentimiento es necesario para la validez de la absoluci´pon sacramental”, aunque “aquí no hay matemáticas, y una vez más debo recordar que el confesionario no es una aduana”.
“Hay muchas maneras de expresar el arrepentimiento”, concluye Francisco, que recuerda que “no debemos exigir a los fieles propósitos de enmienda demasiados precisos y seguros, que en el fondo terminan siendo abstractos o incluso ególatras”.
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New Way Ministry: La guía sobre bendiciones ‘avanza significativamente’ la afirmación LGBTQ+ del Papa
Ayer, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano publicó un responsum ad dubia, o documento que responde a preguntas, que provino directamente del Papa Francisco. La publicación se produjo después de que cinco cardenales conservadores emitieran una carta abierta antes de la asamblea del Sínodo que comienza esta semana en la que buscaban condenas por parte del Papa sobre las bendiciones eclesiásticas para personas del mismo sexo, la ordenación de mujeres y otras cuestiones.
A principios de este año, el Papa Francisco respondió a las preguntas de los cardenales, quienes luego las volvieron a presentar, descontentos con la respuesta inicial del Papa. La publicación ahora de la respuesta señala el rechazo del Vaticano a la evaluación negativa del cardenal del Sínodo sobre la Sinodalidad. Un informe completo sobre esta noticia está disponible en el National Catholic Reporter. Una traducción al inglés de la respuesta está disponible en Vatican News, así como la versión original en español.
La siguiente es una declaración de Francis DeBernardo, director ejecutivo del Ministerio New Ways Ministry :
Aunque la última declaración del Vaticano sobre las parejas del mismo sexo no proporciona un respaldo pleno y rotundo a la bendición de sus uniones, el documento avanza significativamente el trabajo del Papa Francisco para incluir y afirmar a las personas LGBTQ+.
Este nuevo paso, descrito en un documento publicado el 2 de octubre por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, permite a los ministros pastorales administrar tales bendiciones caso por caso, aconsejando que la “prudencia pastoral” y la “caridad pastoral ”debe guiar cualquier respuesta a las parejas que solicitan una bendición. También indica que permitir tales bendiciones no puede ser institucionalizado por regulaciones diocesanas, tal vez una referencia a algunas diócesis en Alemania donde ya se están llevando a cabo bendiciones con un permiso oficial y explícito. “La vida de la Iglesia”, escribe el Papa, “discurre por muchos canales además de los habituales”, indicando que el respeto a situaciones diversas y particulares debe tener prioridad sobre la ley de la Iglesia.
La asignación para que los ministros pastorales bendigan a las parejas del mismo sexo implica que la iglesia efectivamente reconoce que el amor santo puede existir entre parejas del mismo sexo, y el amor de estas parejas refleja el amor de Dios. Esos reconocimientos, si bien no son exactamente lo que querrían los católicos LGBTQ+, son un enorme avance hacia una igualdad más plena e integral. Esta declaración es una gran gota para romper el vaso del trato marginado que las personas LGBTQ+ experimentan en la Iglesia.
El documento, llamado “responsum ad dubia”, fue escrito en julio como respuesta a las preguntas de cinco cardenales conservadores al Vaticano, incluida una pregunta sobre la bendición de parejas del mismo sexo. Descontentos con la respuesta, los cardenales reformularon las preguntas nuevamente y el Papa no respondió. El Vaticano dio a conocer las respuestas del Papa ahora porque hoy los cinco cardenales hicieron público su conjunto de preguntas reformuladas.
El momento de la publicación del documento es significativo. Aunque los cinco cardenales recibieron estas respuestas en julio y volvieron a presentar sus preguntas en agosto, las hicieron públicas en vísperas de la asamblea del Sínodo sobre la Sinodalidad, una reunión en la que está en la agenda una mayor atención pastoral a las personas LGBTQ+. Al publicarlo, pidieron al Papa Francisco que condenara las relaciones entre personas del mismo sexo. Este momento parece diseñado para impedir cualquier discusión significativa en la asamblea sinodal sobre estos asuntos. El Papa Francisco haría bien en no responder a su petición. De hecho, la publicación de la respuesta del Papa muestra más claramente que el Papa quiere un debate sobre una mayor inclusión pastoral de las personas LGBTQ+.
—Francis DeBernardo, Ministerio New Ways, 3 de octubre de 2023
Comentarios desactivados en El obispo Schneider, de Kazajistán denuncia el “apoyo” de muchos prelados a la ideología ‘neomarxista’ LGTB
Menudo cacao tiene el Monse…
Prelados en los más altos puestos de la Iglesia están apoyando la ideología LGTB, de raíz neomarxista, denuncia el obispo auxiliar de Astaná, Athanasius Schneider, en una entrevista concedida a John-Henry Westen, de LifeSiteNews.
Para Schneider, la ideología LGBT busca destruir la familia y menciona que hay defensores de estas ideas heterodoxas incluso entre el episcopado católico. Sin embargo, también subrayó que debemos mantenernos alegres como católicos y no caer en la desesperación, ya que podemos estar seguros de que nuestro Señor Jesucristo está con nosotros.
El hecho de que Estados Unidos esté impulsando la ideología LGBT en otros países del mundo es para el prelado kazajo “una señal muy clara de que ya estamos en una especie de totalitarismo global con poder político”. Hay que recordar, dijo, que la ideología LGBT es “una rebelión contra el creador” “básicamente neomarxista”, y “Marx y Engels escribieron que el objetivo final del comunismo será destruir la familia”.
“Por eso tenemos que advertir a la gente y organizar una alianza mundial de resistencia, de buena gente de buena voluntad, con sentido común. Incluso los no cristianos deben ayudarnos a oponernos a esta ideología del globalismo neomarxista”.
Schneider alertó de que eclesiásticos en los más altos «puestos en la Santa Sede» están «colaborando con la ideología mundialista para socavar la claridad de la revelación divina, especialmente para promover el relativismo doctrinal».
Subrayó que “tenemos que orar con mucha confianza y amor y orar por el Papa, para que Dios lo ilumine y que el Señor le conceda finalmente a su Iglesia, a nuestra Santa Madre Iglesia nuevamente, fuerte, valiente , santos papas y obispos católicos.”
… Y este es el personaje:
Schneider es considerado un tradicionalista. Ha criticado a los miembros de la Iglesia que considera que no se adhieren a la fe y se han rendido al “cruel mundo pagano” y denuncia que “la mayoría de los obispos están bastante callados o temerosos en cuanto a la defensa de la fe católica” y afirma que “el papado no es el propietario de la tradición o la liturgia, sino que debe conservarlos como un buen jardinero”.
“… Debemos crear grupos de verdaderos católicos, académicos, familias y miembros del clero que defenderán con valentía la verdad católica, sobre todo las enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, el orden natural, y los mandamientos de Dios…”
Schneider ha viajado frecuentemente para celebrar conferencias por lo que en 2018 fue advertido por la Santa Sede para que limitara sus salidas de la diócesis. Desde entonces ha aumentado su presencia en conferencias vía vídeo.
Comunión
Schneider es un firme defensor de la tradición anterior a los años 70 de recibir la Sagrada Comunión en la boca y de rodillas como muestra de amor y respeto al cuerpo y la sangre de Jesucristo. Este es el tema de su libro de 2008 Dominus Est, en el que defiende esta tradición estandarizada en el siglo V en la Iglesia Católica y defendida arduamente por el padre de la Iglesia el papa Gregorio Magno. En 2009 escribió: “Ser consciente de la grandeza del misterio eucarístico implica una manera especial de distribuir y recibir el cuerpo de Cristo.”
Schneider ha sostenido firmemente la enseñanza de la Iglesia de que el divorcio y volver a casarse fuera de la Iglesia son pecados mortales de adulterio que impiden a la persona recibir la Comunión. En 2016, el papa Francisco emitió la exhortación apostólica Amoris laetitia que parecía permitir a los divorciados y a los casados por segunda vez recibir la Eucaristía, algo que fue puesto en práctica por algunos obispos causando gran controversia. Scnhneider criticó duramente la práctica afirmando que “las enseñanzas perennes son más poderosas y ciertas que la voz y práctica discordante de admitir adúlteros en la Eucaristía, incluso cuando esta práctica es promovida por un Papa o por obispos diocesanos.” El 7 de abril de 2018, Schneider, junto con los cardenales Raymond Leo Burke y Walter Brandmüller, participó en una conferencia en la que rechazaban esta práctica propuesta por los obispos alemanes.
Abusos sexuales
El 25 de agosto de 2018, el arzobispo Carlo Maria Viganò, antiguo nuncio apostólico de los Estados Unidos, publicó una carta con una serie de advertencias a la Santa Sede sobre la conducta sexual inapropiada de Theodore McCarrick, acusando a Francisco de inacción ante las acusaciones y pidiendo su renuncia.11 Schneider dijo que no había ninguna causa razonable y plausible para dudar de la veracidad del contenido del documento y exigió “ser implacables y transparentes en la limpieza de la Iglesia de males” particularmente con “las camarillas y redes homosexuales” en la curia a la que él y otros miembros de la Iglesia han culpado de causar la epidemia de abusos.
Relaciones interreligiosas
Schneider se ha pronunciado en contra de la inmigración musulmana a Europa. Ha afirmado que la gran inmigración musulmana durante la década de 2010 fue orquestada por “poderosas organizaciones políticas internacionales … para quitarle a Europa su identidad cristiana y nacional. Está destinada a diluir el carácter cristiano y nacional de Europa“. Schneider alegó que la guerra civil siria fue orquestada por potencias internacionales con el fin de provocar una crisis migratoria para descristianizar Europa, y que la inmigración masiva a Europa desde el norte de África también fue “creada artificialmente”.
Liturgia
Schneider es un promotor de la Misa Tridentina. Ha reprendido a los sacerdotes por usar “un estilo de liturgia descuidado y superficial, casi un entretenimiento”, y agregó que la liturgia debe ser conducida con “belleza y reverencia“. Según Schneider, “no se puede cambiar la liturgia según los gustos de la época. La liturgia es atemporal”. Schneider ha dicho misa en el rito bizantino en numerosas ocasiones, elogiándola como “impregnada de respeto, reverencia, espíritu sobrenatural y adoración”.
Schneider criticó el cierre de iglesias durante la pandemia de COVID-19, remarcó que muchos otros establecimientos permanecieron abiertos y propuso que las iglesias pudieran permanecer abiertas de manera segura si se siguieran los procedimientos sanitarios y se ofrecieran misas adicionales para limitar el número de fieles.
Declaración de Verdades
En una conferencia teológica en Roma en diciembre de 2010, Schneider propuso la necesidad de “un nuevo Syllabus” (recordando el Syllabus de errores de 1864), en el que la autoridad docente papal corregiría las interpretaciones erróneas de los documentos del Concilio Vaticano II.
El 10 de junio de 2019, Schneider, junto con los cardenales Burke y Jānis Pujats, así como los arzobisposkazajos Tomasz Peta de Astaná y Jan Paul Lenga, publicaron una “Declaración de Verdades“ de 40 puntos que reafirman las enseñanzas tradicionales de la Iglesia. Los obispos escribieron que tal declaración era necesaria en una época de “confusión y desorientación doctrinal casi universal”. Pasajes específicos de la declaración responden implícitamente a los escritos del Papa Francisco. La declaración establece que “la religión nacida de la fe en Jesucristo” es la “única religión querida positivamente por Dios”, aparentemente aludiendo al Documento sobre la Fraternidad Humana firmado por el Papa Francisco, que declaró que la “diversidad de religiones” es “querida por Dios”. Tras cambios recientes en el Catecismo para oponerse a la pena capital, la declaración establece que la Iglesia “no se equivocó” al enseñar que las autoridades civiles pueden “ejercer legalmente la pena capital” cuando sea “verdaderamente necesario” y para preservar el “orden justo de las sociedades.”
Sínodo Amazónico
En septiembre de 2019, Schneider y Burke publicaron una carta de 8 páginas denunciando seis supuestos errores teológicos en el documento de trabajo para el Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, y pidiendo que el Papa Francisco “confirme a sus hermanos en la fe mediante un rechazo inequívoco de los errores”. Burke y Schneider criticaron el documento del Sínodo por su “panteísmo implícito”, apoyo al clero casado, al papel más importante de las mujeres en la liturgia y a una apertura excesiva a los rituales y prácticas paganos amazónicos. Pidieron a los laicos y al clero que rezaran al menos una década del Rosario y que ayunaran semanalmente por el rechazo de tales ideas durante un período de 40 días desde el 17 de septiembre al 26 de octubre.
Concilio Vaticano II
En un artículo fechado el 31 de mayo de 2020, Schneider declaró públicamente que se había adherido a la opinión de muchos católicos tradicionales sobre el Concilio Vaticano II. Ahora cree que el Concilio introdujo declaraciones erróneas nunca antes enseñadas por el magisterio de la Iglesia. También afirma que las novedades del Concilio son directamente responsables de la crisis de fe vivida en la Iglesia católica en la segunda mitad del siglo XX y en el siglo XXI.
Comentarios desactivados en Müller arremete contra la “Herejía Sinodal Alemana”, determinada por la “ ideología LGBT actualmente imperante”
El ex prefecto cree que “Roma ha reaccionado, tarde, ante las maquinaciones anticatólicas”
El cardenal añade que “se trata de una recaída en la antigua inmoralidad de los paganos que, por su rechazo a Dios, están «entregados a pasiones deshonrosas», aunque Dios haya escrito la ley moral natural en sus corazones y conciencias”
El purpurado califica de “adiós abierto al cristianismo” las propuestas sobre moral del sínodo alemán, “especialmente en lo que respecta a la sexualidad” que, en su opinión, “ya no debe estar determinada por la Palabra de Dios, sino por la ideología LGBT actualmente imperante”
“Tarde, pero quizá no demasiado, ‘Roma’ ha reaccionado ante las maquinaciones anticatólicas“ del Camino Sinodal Alemán, “herejías que se oponen diametralmente a la enseñanza católica sobre la revelación y la obediencia de la fe”. El ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y cabeza de la oposición (junto a los desaparecidos Sarah y Burke), Gerhard Müller, ha arremetido contra la “Herejía Sinodal Alemana”, así como a la tibieza con la que, hasta la fecha, se le ha tratado desde el Vaticano.
En un artículo publicado en kath.net, el purpurado califica de “adiós abierto al cristianismo” las propuestas sobre moral del sínodo alemán, “especialmente en lo que respecta a la sexualidad” que, en su opinión, “ya no debe estar determinada por la Palabra de Dios, sino por la ideología LGBT actualmente imperante”.
“Es lo contrario de la reforma”
“El Camino Sinodal Alemán es lo contrario de la reforma, es decir, la renovación de nuestra mente y comportamiento en el espíritu de Cristo“, sostiene el cardenal, quien añade que “se trata de una recaída en la antigua inmoralidad de los paganos que, por su rechazo a Dios, están «entregados a pasiones deshonrosas», aunque Dios haya escrito la ley moral natural en sus corazones y conciencias”.
No sólo eso: Müller cree que el Camino Sinodal alemán fomenta “abominable crimen del aborto y el infanticidio”, reflejo de “un pansexualismo que revela el nihilismo de quienes han perdido la fe en el Dios vivo”. “¡No os dejéis engañar! La mala compañía corrompe la buena moral. Sed sobrios, como es debido, y no pequéis. Algunas personas no saben nada de Dios. Lo digo para que te avergüences”, concluye el purpurado, citando a San Pablo.
Comentarios desactivados en La extrema derecha europea critica al Papa Francisco
Le Pen y Bannon
Marine Le Pen: “No tengo ninguna duda de que muchos creyentes estarían encantados si el Papa se ocupara de lo que está sucediendo en las iglesias en lugar de en las urnas. Deje que todos hagan lo que deben hacer”
El entramado mediático de la ultraderecha europea acusa a Bergoglio de haber tildado de “preocupante” la hipotética llegada de la líder del Frente Nacional al Elíseo
Bannon, Abascal, Le Pen, Salvini u Orban, con el inestimable concurso de purpurados como Burke, Brandmüller, Sarah o Muller, o el siempre presente ex nuncio Viganò, también llevan tiempo lanzando sus dardos contra Francisco
La ultraderecha europea tiene nuevo enemigo. O no tan nuevo, porque lleva ocho años en la diana de los sectores ultraconservadores del Viejo Continente: el Papa Francisco. Justo en el momento en que Italia revocaba la concesión de la Cartuja de Trisulti al ex asesor de Trump, Steve Bannon, que intentaba crear un ‘contra Vaticano’ en el sur de Roma, las terminales mediáticas de los grupos tradicionalistas sacaban a la luz unas supuestas declaraciones de Francisco a un periodista galo en las que tildaba de “preocupante” la hipotética llegada de la líder del Frente Nacional a la presidencia de Francia.
“No quiero ser grosero ni decirle a su país qué hacer. Pero es preocupante” es la frase que el semanario L’Obs atribuye a Bergoglio, y que ha servido a Marine Le Pen para arremeter contra el Pontífice en sus redes sociales, pidiéndole que “se ocupe de lo que ocurre en las iglesias”.
“Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, tuiteó Le Pen, quien añadió que “no tengo ninguna duda de que muchos creyentes estarían encantados si el Papa se ocupara de lo que está sucediendo en las iglesias en lugar de en las urnas. Deje que todos hagan lo que deben hacer”.
“Rendez à César ce qui est à César et à Dieu ce qui est à Dieu”…
Je suis convaincue que de nombreux croyants seraient ravis que le Pape s’occupe de ce qui se passe dans les églises plutôt que dans les urnes. Que chacun fasse ce pour quoi il est destiné. MLP https://t.co/44Lta4oS1H
No es la primera vez que la ultraderecha europea arremete contra el “ciudadano Bergoglio”, como le ha denominado en varias ocasiones el presidente de Vox, Santiago Abascal. Víctor Orban en Hungría, Matteo Salvini en Italia o el propio Steve Bannon, con el inestimable concurso de purpurados como Burke, Brandmüller, Sarah o Muller, o el siempre presente ex nuncio Viganò, también llevan tiempo lanzando sus dardos contra Francisco. Dardos convenientemente publicitados por los órganos comunicativos de la ultraderecha española, italiana y norteamericana, fundamentalmente. Nada nuevo bajo el sol.
Steve Bannon se queda sin su ‘contraVaticano’ ultra en Roma
Italia revoca la concesión de la Cartuja de Trisulti al ex asesor de Trump
“¡Fuera Bannon y los soberanistas de la Cartuja de Trisulti!”, celebró en sus redes sociales el gobernador, del Partido Demócrata (PD, centroizquierda)
En Italia este “gurú” había encontrado la atención y respaldo de políticos ultraderechistas como Matteo Salvini y Giorgia Meloni, líderes respectivamente de la Liga y de Hermanos de Italia. También, de Santiago Abascal y Vox
Italia revocó hoy al estratega estadounidense Steve Bannon la concesión de la Cartuja de Trisulti, un monasterio del siglo XIII al sur de Roma donde planeó instaurar una academia de ideas soberanistas con el Instituto “Dignitatis Humanae“.
El Consejo de Estado italiano, órgano que controla la corrección de las decisiones administrativas, ha dado la razón al Ministerio de Cultura y la cartuja no acabará en manos de Bannon, según confirmó el presidente de la región del Lacio (centro), Nicola Zingaretti. “¡Fuera Bannon y los soberanistas de la Cartuja de Trisulti!”, celebró en sus redes sociales el gobernador, del Partido Demócrata (PD, centroizquierda).
Zingaretti avanzó que el gobierno regional colaborará con el Ministerio, dirigido por su correligionario Dario Franceschini, para “devolver este lugar maravilloso a los ciudadanos“.
Un populista que aupó a Trump
Bannon, el populista que aupó a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y que luego fue indultado por el magnate horas antes de dejar la Casa Blanca el pasado enero, había elegido este imponente monasterio para crear su academia de ideas soberanistas.
En Italia este “gurú” había encontrado la atención y respaldo de políticos ultraderechistas como Matteo Salvini y Giorgia Meloni, líderes respectivamente de la Liga y de Hermanos de Italia. También, de Santiago Abascal y Vox.
En mayo de 2019 el Ministerio anunció el inicio del procedimiento para revocar la concesión de la Cartuja a Bannon y al instituto católico “Dignitatis Humanae”, dando origen a una pugna legal.
Un año después el tribunal regional de Latina (centro) dio la razón al estratega, permitiéndole conservar la concesión de la Cartuja, un fallo tumbado ahora por el Consejo de Estado.
La licitación para ocupar este monasterio, situado en la cima de una montaña a unos 130 kilómetros de Roma, se publicó en 2016 y fue ganada por el instituto “Dignitatis Humanae”, vinculado al sector más conservador de la Iglesia, por valor de 100.000 euros al año.
Abascal, Orban, Le Pen, Salvini… el odio ultra de Europa
Este instituto católico tiene entre sus principales valedores a Bannon, a quien se le ocurrió crear una escuela en la que formar a políticos y defender los valores judeocristianos de Occidente, impartiendo materias como Filosofía, Teología, Economía e Historia.
El Instituto tuvo el apoyo de importantes miembros del ala más conservadora de la Iglesia católica, como el cardenal estadounidense Raymond Burke, muy crítico con el papa Francisco.
Bannon intentó crear en la cartuja “un ‘pseudo vaticano'” dentro de “la ofensiva que personajes del entorno de Trump lanzaron” para “corromper a la Iglesia de EEUU” y “desacreditar al papa Francisco“, dijo recientemente a Efe el periodista Juan Vicente Boo, autor del libro “Descifrando el Vaticano”.
El diputado y secretario de Izquierda Italiana, Nicola Fratoiani, celebró el veredicto del Consejo de Estado: “Que se vayan a algún resort de Trump“, apuntó el político, que en estos años ha apoyado las protestas de los vecinos del lugar contra este proyecto.
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