Hombres homosexuales chantajeados se ven obligados a luchar en la guerra de Vladimir Putin en Ucrania
Dos psicópatas: El tiránico líder de Chechenia, Ramzan Kadyrov con Vladimir Putin
Los atrapan en aplicaciones de citas y los envían al frente.
Por Greg Owen martes 1 de octubre de 2024
El grupo checheno de derechos humanos SK SOS ha informado de que hombres homosexuales en la república rusa están siendo reclutados por la fuerza para la guerra de Rusia con Ucrania. Un hombre ha muerto en los combates.
Como se informó en una publicación de Telegram de la organización ilegal, establecida en 2021 para brindar asistencia a las personas LGBTQ+ que enfrentan persecución, discriminación y abuso que ponen en riesgo sus vidas en Chechenia, una nueva ola de detenciones en agosto sigue al reclutamiento forzado de hombres homosexuales que comenzó poco después. antes de la “movilización parcial” de hombres rusos en el ejército por parte del presidente Vladimir Putin en septiembre de 2022.
Al menos siete hombres detenidos por ser homosexuales han sido chantajeados para que se “ofrezcan como voluntarios” para la guerra, dándoles la opción de pagar un “rescate” exorbitante de 1,5 millones de rublos (más de 14.000 euros) o alistarse. Como resultado, al menos uno de esos hombres ha muerto.
En 2017, Chechenia emprendió una purga de personas LGBTQ+, descrita en un informe del Consejo de Europa de 2021 como “el ejemplo más atroz de violencia contra las personas LGBTI en Europa que ha ocurrido en décadas”.
Cientos de personas LGBTQ+ fueron atrapadas a través de aplicaciones de citas, denunciadas por vecinos, arrestadas en lugares de reunión LGBTQ+ y luego torturadas en una red de prisiones secretas. Se estima que más de 100 hombres homosexuales murieron en la persecución patrocinada por el Estado entre 2017 y 2019.
La publicación de SK SOS en Telegram del 4 de septiembre detallaba una “ola creciente de detenciones” de hombres homosexuales en Chechenia a finales de agosto de este año. Las fuerzas de seguridad están utilizando los mismos métodos para atrapar a hombres homosexuales en el esfuerzo de reclutamiento forzoso y luego utilizan sus cuentas de redes sociales para concertar citas con otros hombres y detenerlos con el mismo propósito.
La metodología de terror de las autoridades estatales ha sido la misma desde sus primeros reclutamientos forzosos en 2022, con cargos penales inventados y advertencias de detención preventiva (donde la orientación sexual de los detenidos se revelaría a otros reclusos) seguida de chantajearlos para que ingresaran al ejército.
En 2023, otra redada en Chechenia atrapó a varios miembros de la comunidad LGBTQ+. Mientras que las mujeres entre ellos fueron entregadas a sus familias esa misma noche, cuatro hombres fueron enviados por la fuerza a Ucrania, informó SK SOS. Su destino sigue siendo desconocido.
Rusia y Chechenia han sido estrechos aliados en su acoso a los ciudadanos LGBTQ+ en la antigua república separatista. En febrero del año pasado, un refugiado checheno gay de 28 años fue arrestado en Moscú cuando intentaba regresar a los Países Bajos. Viajaba a casa después de asistir al funeral de su padre.
En 2021, dos jóvenes homosexuales que escaparon de Chechenia después de ser torturados fueron capturados por la policía rusa y devueltos a la custodia chechena, informó la Red LGBT de Rusia. La pareja se vio obligada a hacer vídeos de disculpas, entre otras humillaciones.
A principios de este año, SK SOS informó que un hombre gay detenido y torturado durante más de un año en el sótano de una comisaría de policía de Grozny fue liberado inexplicablemente y escapó a Europa. Rizvan Dadayev fue detenido por la policía en el verano de 2022 después de que un grupo de extorsionadores locales lo descubriera en la capital chechena en un vídeo distribuido en línea, dijo SK SOS a The Moscow Times.
El líder checheno Ramzan Kadyrov ha sostenido durante mucho tiempo que en Chechenia no viven “gais”.
Protestas en todo el mundo contra la purga homófoba en Chechenia.
Imagen de Amnistía internacional
La “purga gay” de Chechenia
Innumerables activistas, periodistas y sobrevivientes han acusado a las fuerzas de seguridad chechenas de arrestar, torturar y matar a personas LGBT+.
En 2017, comenzaron a surgir informes de una “purga gay” en Chechenia, El periódico Novaya Gazeta informó de que más de 100 hombres homosexuales habían sido detenidos y dijo que al menos tres habían muerto en ejecuciones extrajudiciales.que involucró detención masiva, secuestro, tortura y abuso de los derechos humanos contra la comunidad LGBT +. Fue en febrero de 2017 cuando este reportaje publicado en el periódico ruso Novaya Gazeta, destapaba la persecución brutal a la que el líder checheno, un aliado muy cercano de Vladimir Putin, estaba sometiendo a la población LGTB+. Varios supervivientes que pudieron escapar del país explicaron que el gobierno había habilitado antiguas prisiones como campos de concentración a los que se llevaba a cualquier persona sospechosa de ser LGTB+ para ser torturada y, en muchos casos, asesinada de forma totalmente impune.
La policía torturó a los hombres con descargas eléctricas y hambre, y les exigió que revelaran los nombres de sus parejas y líderes de la comunidad LGBT+, dijeron sobrevivientes a Human Rights Watch. Los familiares de los detenidos también fueron a menudo torturados y presionados.
Cuando se le presionó sobre la llamada “purga gay”, un portavoz del líder de Chechenia, Ramzan Kadyrov, dijo a Novaya Gazeta: “No se puede arrestar o reprimir a personas que simplemente no existen en la república. Si tales personas existieran en Chechenia, las fuerzas del orden no tendrían que preocuparse por ellas, ya que sus propios familiares las habrían enviado a donde nunca podrían regresar”.
La comunidad internacional reaccionó con cierta frialdad a esas denuncias. Líderes internacionales, como Angela Merkel y Emmanuel Macron habrían exigido a Vladimir Putin que pusiera fin a estos abusos, lo que llevaba a Rusia a abrir una investigación para esclarecer los hechos, que finalmente determinaría que «no hay víctimas de persecución, amenazas o violencia» en la República de Chechenia. Ante la pantomima que se traduce de esta investigación, Novaya Gazeta publicaba la lista de hasta 27 personas que habrían sido asesinadas a manos de los funcionarios de Kadyrov por el mero hecho de ser gays o bisexuales. Mientras tanto, siguen llegando testimonios de personas que denuncian haber sido sometidos a torturas en campos de concentración clandestinos, para sufrir después el escarnio ante sus propios familiares a los que culpabilizan de deshonor.
Pero finalmente se exigió a Moscú que investigara la situación, lo que llevó a Rusia a asegurar ante la ONU que en Chechenia no existen las personas LGTB+. Una estupidez muy en la línea de lo que declaraba el propio Kadyrov al ser entrevistado por la televisión norteamericana: “No tenemos ese tipo de gente aquí. No tenemos ningún gay. Si lo hay, lleváoslo a Canadá. Alabado sea Dios. Lleváoslos lejos para que no los tengamos en casa. Para purificar nuestra sangre, si hay alguno, lleváoslo. Son demonios. Están a la venta. No son personas.”
El líder de Chechenia, Ramzan Kadryov, que había negado los informes la existencia de personas LGBT + en la región. El líder de la región autónoma rusa, un aliado clave de Vladimir Putin, había eludido en gran medida toda responsabilidad a pesar de años de alarma de grupos de derechos humanos sobre la violencia y las “desapariciones” dirigidas a la comunidad LGBT + de Chechenia. Finalmente fue sancionado por el gobierno de Estados Unidos en julio de 2020 por las atrocidades.
El gobierno del Reino Unido también ordenó que se impongan sanciones estrictas a tres altos funcionarios chechenos acusados de torturar a personas LGBT + en la “purga gay de la región en diciembre de 2020”. Magomed Daudov, portavoz del parlamento checheno, Aiub kataev, jefe del Ministerio del Interior y Apti Alaudinov, viceministro y mayor general de la policía, estarán sujetos a prohibiciones de viaje y congelación de activos bajo las sanciones globales de derechos humanos del Reino Unido.
A pesar de las numerosas peticiones a nivel internacional, las autoridades de Rusia no habrían abierto ninguna investigación oficial en relación a lo sucedido en la república caucásica. En diciembre de 2018, por ejemplo, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) publicaba un informe que consideraba probada la existencia de pruebas manifiestas de la persecución, tortura y ejecución de personas homosexuales en Chechenia, acusando a las autoridades rusas de una ausencia de voluntad política para esclarecer los hechos y depurar responsabilidades. Una dejación que alentaba una segunda oleada de violencia homófoba desde enero de 2019.
El esfuerzo de represión se renovó en 2019. Los informes de tales atrocidades han continuado en los años posteriores. En 2019, Rachel denb, subdirectora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, dijo que la impunidad por la purga de 2017 había “sancionado una nueva ola de tortura y humillación en Chechenia”. La The Russian LGBT Network (Red LGBT de Rusia) dijo en un informe que al menos dos personas fueron asesinadas y alrededor de 40 hombres y mujeres confinados en una celda de prisión improvisada. Una vez más, mientras la policía chechena llevó a cabo la redada masiva, enfrentaron pocas repercusiones por parte de las autoridades federales.
Los oficiales comenzaron la segunda ola de encarcelamientos al traer al moderador de una sala de chat en línea para para personas homosexuales.
La Red LGBT rusa dijo en ese momento que había ayudado a más de 140 personas LGBT+ chechenas a huir a otros países europeos y Canadá. Aquellos que se quedan, al igual que Magamadov e Isayev, a menudo enfrentan tiempo tras las rejas por cargos falsos.
Según el Centre for Eastern Studies, Centro de Estudios Orientales, las colonias de régimen estricto ven la vida de los reclusos profundamente restringida. Los presos viven en celdas superpobladas compartidas con otros 20 a 50. Las colonias penales comunes todavía están muy supervisadas, y los reclusos viven en grandes barracones por los que no pueden moverse libremente.
Fuente LGBTQNation/Cristianos Gays
Mientras que el análisis geopolítico y las decisiones políticas de Vladimir Putin parecen estar cada vez más mezcladas con motivos religiosos y mesiánicos que ven la guerra en Ucrania como la última vía hacia la salvación de Rusia (sobre el texto de Surkov de «¿Qué nos importa el mundo si Rusia ya no existe en él?»), el discurso desarrollado por la Iglesia Ortodoxa Rusa para justificar la guerra y el posicionamiento de Putindebe leerse con atención.
Ayer, 6 de marzo de 2022, domingo de San Juan, domingo del exilio adánico («domingo del perdón»), el patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia celebró la Divina Liturgia en la catedral de Cristo Salvador de Moscú. Al final del servicio, el primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa pronunció un encendido sermón en el que justificó las causas de la guerra, respaldando el discurso de Putin sobre Ucrania.
Ese discurso —que traducimos por primera vez y comentamos aquí línea por línea— está marcado por el tono apocalíptico («Lo que ocurre hoy… no es sólo político… Se trata de la Salvación del hombre, del lugar que ocupará a la derecha o a la izquierda de Dios Salvador, que viene al mundo como Juez y Creador de la creación»).
Esto no sorprende a quienes han seguido de cerca la evolución de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que desde hace varios años se presenta como la máxima defensora de la moral social y los valores tradicionales rusos en el contexto de la «guerra cultural» dirigida por un Occidente «decadente». Cabe señalar que la Iglesia Ortodoxa Rusa y las burocracias de seguridad (FSB) son las únicas instituciones centrales importantes que sobrevivieron el derrumbe del sistema comunista y se insertaron orgánicamente en el régimen de Putin.
El argumento principal del sermón de Kirill sirve para justificar la invasión rusa de Ucrania, ya que Occidente pone a prueba las leyes naturales de Dios: «Hoy hay una prueba de lealtad a ese poder [occidental], una especie de pase hacia ese mundo ‘feliz’, un mundo de consumo excesivo, un mundo de aparente ‘libertad’. ¿Saben en qué consiste esta prueba? La prueba es muy sencilla y al mismo tiempo aterradora: se trata de un desfile del orgullo gay”. En este sentido, la palabra bíblica paradójicamente consagrada al «perdón» sirve para justificar la guerra en la tradición bizantina del cesaropapismo: «Y así hoy, en este domingo del perdón, yo, por un lado, como su pastor, los invito a perdonar los pecados y las ofensas, incluso cuando es muy difícil hacerlo, cuando la gente está peleando entre sí. Pero el perdón sin justicia es una rendición y una debilidad. El perdón debe, pues, ir acompañado del derecho indispensable a estar del lado de la luz, del lado de la verdad de Dios, del lado de los mandamientos divinos, del lado de lo que nos revela la luz de Cristo, de su Palabra, de su Evangelio, de sus mayores alianzas entregadas al género humano”.
Con este discurso nos enfrentamos a una visión del mundo que va mucho más allá del relato político y de la definición de una narrativa a la que estamos acostumbrados en nuestros espacios políticos. De hecho, y esto es lo que hace urgente la lectura de este texto, desde la invención de la bomba atómica quizás nunca hemos vivido el momento más intenso de la teología-política: una potencia nuclear comprometida en una «guerra santa».
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