El consumismo es volver a la “olla” de Egipto
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
Continuamos escuchando el cp 6 del Evangelio de San Juan: la multiplicación de los panes, JesuCristo como pan de vida, Eucaristía.
01. Éxodo
La primera lectura del libro del Éxodo evoca el duro camino de las tribus hebreas por el desierto hacia la libertad.
El pueblo está cansado y tiene nostalgia de la esclavitud de Egipto. Al menos allí teníamos una olla de carne para comer, pero tú, Moisés, nos has sacado al desierto a sufrir. ¡Ojalá hubiéramos muerto allí!
Es lo que, de cuando en cuando, escuchamos y vivimos en nuestras conversaciones políticas: “en tiempos de la dictadura vivíamos mejor…”
Es el miedo a la libertad, que decía y escribía Eric Fromm. Preferimos un buen sueldo, una “buena olla” a ser libres y trabajar por la libertad.
¿No ha desaparecido la libertad de la escena social y eclesial? ¿La libertad no ha quedado reducida a una papeleta en una urna cada tres o cuatro años?
Hoy en día parece que lo tenemos más fácil, pues tenemos más medios, más cosas, (aunque hay muchas familias que lo pasan mal) pero como vida personal ¿no habremos bajado muchos escalones? Vivir de determinadas maneras, comer cualquier pan es como pretender apaciguar la sed bebiendo agua del mar…
Preferimos la esclavitud del consumismo, del materialismo a la búsqueda y el camino hacia la libertad.
La libertad nos da miedo. El dinero, el consumismo, la comodidad son enemigos de la libertad.
Si por ser libres nos va a disminuir el sueldo, se acabó todo idealismo. A mí que me den un buen sueldo, “la olla de Egipto”, y déjame en paz de idealismos y libertades, etc.
Incluso en la religión sentimos miedo de la libertad: me buscáis porque habéis comido hasta hartaros.
Antiguamente, más o menos por los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX, se decía que había curas de “Misa y olla”… ¿Y hoy?
02.- Trabajad por el pan que no perece
Es cierto que tenemos necesidad de pan material.
Leíamos en el Éxodo que Dios les da maná y codornices… El pan material es necesario, pero no solamente de pan vive el hombre y quien vive solamente de pan, muere.
Y esto es así porque el hambre del ser humano no se sacia solamente con gastronomía o con el Basque culinary center.
Evocando personajes de la literatura española quizás podríamos decir que no estamos en el momento del idealismo un tanto iluso de D Quijote, pero al fín y al cabo idealismo, sino que estamos en la “olla” de Sancho Panza.
Pero el ser humano es algo más que materialidad y corporeidad, es algo más que biología.
Una cuestión a pensar con más detenimiento no es tanto que el momento cultural actual deseche o elimine el mundo cristiano o religioso, sino que dice que el ser humano es pura biología y el ser humano no tiene dimensión espiritual ni alma y, por tanto, no tiene sed sentido, de futuro, de vida definitiva.
Tenemos hambre de otras realidades como el amor, el sentido de la vida, la serenidad, la felicidad, la verdad, la libertad…
Y para saciar tal hambre y sed no basta con el pan material, con el dinero
03.- Yo soy el pan de vida.
Durante varios domingos seguidos venimos escuchando el capítulo sexto de San Juan: el pan de vida.
Dios está cerca de nosotros y nos ofrece el pan de vida: Jesús.
Quien se acerca a JesuCristo no vuelve a tener hambre: Yo soy el pan de vida), ni sed: Yo soy el agua que salta hasta la vida eterna.
Comer solamente del alimento que perece es volver a la “olla” de Egipto
Necesitamos pan, sí, pero no solamente pan, mucho menos consumismo
Jesús se nos ofrece como pan de vida. No se trata de la mera materialidad del rito, sino que alimentarse de criterios de Cristo, de vivir, comer, educar conforme al Señor. Eso nos da vida.
Jesús como pan de vida no es el elixir de la eterna juventud, una magia que da vida.
Quien venga a mí, no tendrá hambre.
Cristo es el pan de vida. Pero no se trata, al menos no exclusivamente, de tomar un poco de pan en la Eucaristía. El pan de vida de Cristo son las bienaventuranzas, la solidaridad, el amor, el respeto, la justicia.
Cuando comemos de ese pan (de esos criterios) tenemos vida en el amplio sentido de la palabra: respetamos a todos los hombres y pueblos, no matamos, cuidamos de los ancianos, enfermos, ayudamos a crecer a los niños, repartimos en pan, el trabajo, la cultura.
Sigamos celebrando la Eucaristía desde el “Pan de vida”
“Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre”
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