Comentarios desactivados en Se promulgó en Argentina la ley de cupo trans e inclusión laboral Diana Sacayán-Lohana Berkins
El presidente de Argentina promulgó la Ley 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero Diana Sacayán-Lohana Berkins. “Hoy es un día para guardar en el corazón. Un día histórico para el movimiento travesti trans”, expresó Alba Rueda, subsecretaria de Diversidad.
El presidente de la Argentina, Alberto Fernández, encabezó un acto en el que hoy se promulgó la Ley 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero Diana Sacayán-Lohana Berkins. En la Casa del Bicentenario, donde se realizó, Fernández presidió esta instancia, junto con la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; la subsecretaria de Diversidad, Alba Rueda; y la Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra.
La ley dispone una serie de medidas de inclusión laboral en el Estado Nacional a través de un cupo mínimo del 1 % en los tres poderes que lo integran, los Ministerios Públicos, los organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas y sociedades del Estado, en todas las modalidades de contratación, que deben ser destinados a personas travestis y trans.
“Es una política de Estado, no la política de un gobierno”, expresó la ministra. Gómez Alcorta informó que en 2020, cuando se firmó el decreto presidencial que obliga al Estado a contratar a un 1 por ciento de personas travestis y trans, sólo había 30 de ellas trabajando en el empleo público nacional. “Hoy hay 320”, dijo la ministra en el acto. También dio a conocer que el Registro de aspirantes a ocupar empleos en ese ámbito ya cuenta con más de 4300 perfiles de quienes se postulan. “Es una política de Estado, no la política de un gobierno”, expresó la ministra.
“Hoy es un día para guardar en el corazón. Un día histórico para el movimiento travesti trans”, dijo Alba Rueda, subsecretaria de Diversidad, minutos antes de que el presidente le pusiera la firma al texto definitivo de la ley. Y destacó tres aspectos fundamentales para comprender la importancia de esta nueva reglamentación: “La reivindicación del movimiento travesti trans como sujeto político de derechos. La reivindicación de la comprensión de nuestras condiciones de desigualdad estructural, que dignifica para nosotres la expectativa de muerte temprana por causas evitables. Y el corazón que pusieron les compañeres trans para poder crear esta ley, abrazar el paradigma de ddhh y reivindicar nuestra identidad como parte fundamental de la democracia”.
“Hoy es un día para guardar en el corazón. Un día histórico para el movimiento travesti trans”, dijo Alba Rueda, subsecretaria de Diversidad, minutos antes de que el presidente le pusiera la firma al texto definitivo de la ley. Y destacó tres aspectos fundamentales para comprender la importancia de esta nueva reglamentación: “La reivindicación del movimiento travesti trans como sujeto político de derechos. La reivindicación de la comprensión de nuestras condiciones de desigualdad estructural, que dignifica para nosotres la expectativa de muerte temprana por causas evitables. Y el corazón que pusieron les compañeres trans para poder crear esta ley, abrazar el paradigma de ddhh y reivindicar nuestra identidad como parte fundamental de la democracia”.
Rueda destacó la apuesta que significa esta ley al paradigma de derechos humanos, y la calificó de “histórica para Argentina, Latinoamérica y el mundo”. Y agregó también una mención al abrazo de este paradigma a la lucha histórica de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Y recordó emocionada: “La ley se llama Diana Sacayán y Lohana Berkins como síntesis de lucha social, de derechos y resistencias, dos aspectos fundamentales de los movimientos travestis y trans en Argentina”.
Comentarios desactivados en La Biblioteca del Congreso de Argentina homenajea a la activista trans Lohana Berkins
El Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación, junto al Programa de Género y Diversidad Sexual del Ministerio Público de Defensa de la Ciudad, presentan la muestra colectiva en homenaje a la activista trans Lohana Berkins, denominada “No es igual, nada es igual”, a un año de su muerte, y fue inaugurada el pasado lunes 13 de febrero a las 18:30.
La exposición fue pensada como un homenaje de la Biblioteca del Congreso de la Nación a la activista que impulsó la Ley de Identidad de Género y que se convirtió en una referente de la lucha en contra de la discriminación y la igualdad. Además, está compuesta por las reflexiones de referentes de la temática y el catálogo cuenta con el aporte de la escritora María Moreno y la periodista Liliana Viola.
Lohana Berkins, la historia de una activista
Nació en Pocitos, Salta, en 1965, y fue una activista trans que con su militancia impulsó la identidad transgénero. En 1994, Berkins fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) y estuvo al frente hasta su fallecimiento, el 5 de febrero de 2016. Además, fue impulsora de la Ley 3.062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y aprobada por la Legislatura porteña en 2009.
En 2008 lideró la creación de la Cooperativa Textil Nadia Echazú, en 2010 formó el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, que alió a más de quince organizaciones que impulsaron la sanción de una ley nacional que garantice la adecuación de todos los documentos personales a la identidad de género, con el nombre elegido y con acceso a tratamientos médicos de quienes soliciten intervenciones sobre su cuerpo.
Gracias a su militancia, la Ley de Identidad de Género fue aprobada por el Congreso el 9 de mayo de 2012 y en 2013 fue nombrada al frente de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual.
Por su labor fue distinguida en 2011 por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires que le otorgó la distinción llamada “El árbol de la inclusión”. El 11 de octubre de ese mismo año fue declarada Personalidad Destacada de los Derechos Humanos por la Legislatura porteña y en 2012 recibió la nominación a los Premios Democracia del Centro Cultural Caras y Caretas, en la categoría Derechos Humanos.
Según amplía LaCapital, la Universidad celebrará el próximo lunes un acto durante el cual colocará una placa recordatoria. Se trata de la primera vez que una universidad nacional homanejea a una de las impulsoras de la ley de identidad de género.
Esta actividad fue aprobada por unanimidad por el Consejo Académico de esta Casa de Estudios, solicitando además que el Consejo Superior de la UNMdP de tratamiento al pedido de designación de un aula con el nombre de la activista.
La iniciativa fue impulsada por Asociación Mundo Igualitario, CTA, Peronismo Revolucionario, Cooperativa Textil Claudia Pia Baudracco, Movimiento Atahualpa, colectivo Mumalá (Mujeres de la matria latinoamericana) y Centro de estudiantes de la Facultad de Cs de la Salud y Trabajo Social (Movimiento Universitario Sur).
Comentarios desactivados en Falleció la activista trans argentina Lohana Berkins
Falleció en la mañana del pasado viernes. Referentes de los derechos humanos, organizaciones sociales y políticas, manifestaron su pesar.
La activista Lohana Berkins falleció el pasado viernes 5, tras haber estado internada las últimas semanas en el Hospital Italiano. “Lamentamos el fallecimiento de Lohana Berkins, militante trans por la vida, la inclusión y la igualdad LGBT”, publicó en su cuenta de Twitter la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, confirmando la noticia.
La activista por el derecho a la identidad e igualdad de género y columnista de Página/12 falleció luego de varias semanas internada en una clínica porteña. “Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre”, había escrito en su última carta. Será velada en la Legislatura porteña desde las 18.
Ayer, a través de su compañera de militancia Marlene Wayar, había dado a conocer el que fue su último texto:
“Queridas compañeras, mi estado de salud es muy crítico y no me permite reunirme personalmente con ustedes. Por eso quiero agradecerles sus muestras de cariño y transmitirles unas palabras por medio de la compañera Marlene Wayar, a quien lego esta posta. Muchos son los triunfos que obtuvimos en estos años. Ahora es tiempo de resistir, de luchar por su continuidad. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí, no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre. Un abrazo”.
Berkins, nacida en la localidad de Pocitos, en Salta, fue una histórica dirigente del colectivo trans, y una pionera en la lucha por la visibilización y conquista de derechos del colectivo trans. En 1994, fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), desde donde impulsó la visibilización del derecho a la identidad de género y fue una de las principales impulsoras de la ley 3062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y aprobada por la Legislatura porteña en 2009 y de la Ley de Identidad de Género aprobada por el Congreso Nacional en 2012.
En 2002 protagonizó un hecho casi fundacional en el reconocimiento de los derechos de travestis y trans: se inscribió en la Escuela Normal 3 para ser maestra, y ante la imposibilidad de hacerlo con su nombre, radicó una denuncia ante la Defensoría del Pueblo porteña, que finalmente ordenó a las autoridades a que respetaran su identidad de género. Además, fue la primera travesti con un empleo en el Estado al ser asesora del legislador porteño por el Partido Comunista, Patricio Echegaray, hasta el 2002. En 2010 conformó el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, una alianza de más de quince organizaciones, que impulsó la sanción de la Ley de Género, aprobada por el parlamento el 9 de mayo de 2012.
En un perfil escrito en 2013 por la periodista Marta Dillon, se la evocaba de esta manera: “Además, para una pionera como Berkins, ser primera en algo es casi un lugar común: fue candidata a diputada cuando a las travestis apenas se las consideraba para algo más que el sexo pago y el calabozo fácil, la primera que consiguió que la inscribieran en la escuela secundaria con su nombre propio, fundadora con otras compañeras de la primera cooperativa de trabajo integrada y dirigida por travestis y transexuales. Y la enumeración podría seguir, pero ya se dijo que no es una cuestión de orden, de cómo se llega a la meta”.
Desde 2013, Berkins era la directora de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual, que funciona bajo la órbita del Observatorio de Género en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
Sus restos fueron velados en la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires durante la jornada.
Fuente: Página/12, InfoNews, La Izquierda Diario, vía SentidoG
Comentarios desactivados en Cómo vive la diversidad sexual en la Argentina: qué revela el primer censo de condiciones de vida LGBTQNB+
El Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina recopila datos de más de 15 mil personas. Qué revelan acerca de cómo viven las personas LGBTQNB hoy, en el análisis de uno de los coordinadores, Maximiliano Marentes, doctor en Ciencias Sociales especializado en género y diversidad.
11 de septiembre de 2024 Vanina Pasik Archivo Agencia PresentesAriel GutraichAna Mombello Edición: María Eugenia Ludueña
El primer censo diverso conforma la mayor base de datos sobre condiciones de vida de personas LGBT+ en la Argentina. Recaba información de todo el país, organizada en seis nodos. Fue coordinado por un equipo de 50 profesionales de institutos y universidades nacionales. Entre mayo y agosto de 2023, 15.211 personas respondieron la encuesta autoadministrada. La base de datos estará disponible para todxs en el primer trimestre de 2025.
Hoy este censo ofrece un panorama detallado para comprender el presente de la diversidad sexual y de género en la Argentina, indispensable para pensar el futuro. Entre los datos más relevantes acerca de los diferentes colectivos identitarios que engloba la sigla, resalta una gran cantidad de personas bisexuales (22,5%) y no binares (13,2%). También la cantidad de masculinidades trans, 5,3%, que superan a las feminidades: un 4,1 integrado por travestis, mujeres trans y transfeminidades.
Ariel Gutraich/Presentes
Un grupo de universidades nacionales de todas las regiones argentinas, con apoyo del hoy desmantelado ministerio de las Mujeres, Género y Diversidades lograron relevar más de 15 mil casos de personas de la diversidad sexual y recopilar datos sobre diferentes dimensiones de sus vidas. Las instituciones que forman parte de este proyecto son: Centro de Estudios de Población (CENEP), Universidad Nacional de Comahue (UNComa), Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI – CONICET/UNNE), la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). El proyecto contó con el financiamiento de la Agencia I+D+i, en un convenio con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. El grupo de trabajo se encuentra conformado por seis nodos que corresponden cada uno a una región: CABA, Centro, Patagonia, RMBA, Noreste/Litoral y NOA.
Datos del censo confirman que la población trans es la más perjudicada por la discriminación, tanto el ámbito educativo como laboral. Esto restringe su acceso a los niveles de estudio más altos y configura condiciones laborales precarias.
Maximiliano Marentes, sociólogo formado en la Universidad Nacional de San Martín, es parte del enorme equipo que llevó adelante el censo. Coordinador del nodo Región Metropolitana de Buenos Aires, reflexiona sobre los datos que relevados: desde el compromiso de una mayoría bisexual que se afirma públicamente, hasta cómo se tejen estrategias para mejorar las condiciones de vida de la población trans.
“Las mujeres trans, los varones trans y, en menor medida les no binaries, muestran peores indicadores, por así decirlo, en comparación con la población general, en los valores que tienen que ver con terminalidad educativa, con nivel de ingresos, con acceso y perdurabilidad en el empleo. En el caso de varones gays y de lesbianas, está cerca de la media de la población general”, expresa.
Por qué un censo sobre condiciones de vida
Marentes, que además es doctor en Ciencias Sociales y se especializó en género y diversidad, considera que aún es necesario profundizar, hacer estudios de control e ir mediando algunas variables para saber de qué forma ser una persona LGBTIQ+ afecta las condiciones de vida.
— ¿Por qué este Censo es sobre “condiciones de vida”?
— Porque era un ámbito de vacancia. Quienes trabajamos con cuestiones de diversidad desde distintos ángulos y enfoques, veíamos que había cierta vacancia en relación a la pregunta de Oriana (Junco): “¿De qué viven?” Porque se avanzó mucho en la sistematización y conocimiento sobre varones gays y transfeminismo, en cuanto a discriminación, agresión y violencia. Pero faltaban conocimientos sobre cuáles son las condiciones materiales de existencia. Y en cómo influye en esas identidades a la hora de formar parte del mercado de trabajo, desarrollarse profesionalmente y demás. Hay algunos trabajos predecesores, no venimos acá a inventar la pólvora: buscamos generar datos que tengan la posibilidad de compararse con la población general, es decir, datos estadísticos.
En su investigación doctoral sobre “Amor entre varones gays. Un análisis de producción cultural a partir del matrimonio igualitario (2010) en la Argentina”, se comparaba la vida de dos hermanos para tratar de medir de qué forma había incidido la orientación sexual.
Un censo, como cualquier investigación, se puede pensar como un instrumento inerte o como un ser vivo, reflexiona Marentes. Y presenta con orgullo un ecosistema de datos para ser leídos y comparados con otras variables, un cuerpo con potencia política.
Entre los encuestados, sorprendió la cantidad de personas que se identifican como bisexuales: un 18,2% dentro de las feminidades bisexuales, y un 4,3% de varones bisexuales o pansexuales, sumando un total de 22,5% de bisexuales. Un 35%, de personas se definieron como gay, puto, marika u homosexual, y un 15% como lesbiana/e. Un 13,2 % de les encuestades se identificaron como personas no binarias.
— Como investigadores, ¿les sorprendió la cantidad de no binaries y bisexuales, o que la cantidad de masculinidades trans sea superior a las feminidades?
— Si eso llama la atención es porque veníamos de creer que iba a haber más feminidades trans. Pero también coincide con el Censo general del Indec (36,8 masculinidades, a 30,8 mujeres trans y travestis). También nos sorprendió algo que es una tendencia mundial: la cantidad de mujeres bisexuales. Empieza a haber cada vez más autodefinición. Por esto es lindo el ejercicio de ver a la encuesta como estrategia política, o de politización de las identidades, hay un mayor compromiso para asumirlas. Uno ve a la encuesta como algo insípido y de golpe se convierte en una batalla política. Antes había invisibilización, nadie contaba que era bisexual. O estaban las dificultades de las organizaciones para ser respetadas por otras organizaciones dentro del movimiento, y que no se pensara como indentidad transitoria. Acá vemos esta mayor presencia, una mayor tendencia a identificarse.
— ¿Alguna novedad más para destacar?
— Algo que nos pasó es que cuando preguntamos por la identidad de género, algunos ponían “gay” o “marika”, cuando para nosotros eso sería parte de la orientación sexual. Eso lo vimos en el proceso de reagrupar identidades, y lo mismo comentábamos con unos colegas chilenos que están haciendo un relevamiento similar. Se detecta una mayor plasticidad en términos de definir orientación sexual e identidad de género.
Familias y organización territorial
Los resultados del Censo Diverso se presentaron en la Universidad de San Martín el 30 de agosto, como parte de un “gira federal” de presentaciones que se pueden consultar en la página oficial. El 5 de septiembre fue en la Universidad Nacional de Comahue, provincia de Neuquén, el martes 10 de septiembre será en el Museo Evita de la Provincia de Córdoba, en octubre en Salta, en noviembre en Chaco en la Universidad Nacional del Nordeste.
En San Martín, el doctor Ernesto Meccia fue parte del panel que comentó los resultados. El director de la carrera de Sociología de la Universidad Nacional del Litoral remarcó el aporte que hace el estudio al “pensar las realidades de las identidades ligado al territorio donde éstas se tejen, y con orgullo o no, se asumen”. Remarcó la relevancia de los datos producidos sobre la relación de estas identidades con las organizaciones del territorio, organizaciones sociales y/o políticas, en su mayoría no ligadas al feminismo ni al campo de la diversidad (45,9%). También valoró mucho que el capítulo sobre salud se enfoque en el acceso a la salud y a la salud mental desde una perspectiva integral. En ambos apartados se puede vislumbrar cómo se vienen tejiendo alianzas con sindicatos, organizaciones sociales, etcétera.
A su turno, María Luisa Peralta, bióloga y activista lesbiana, reflexionó sobre los datos producidos en torno a la familia y los cuidados. Puso la lupa sobre el 50% de personas LGBTIQNB+ que no están en pareja, y la necesidad de legitimar socialmente y con legislación laboral las relaciones de cuidado que se dan entre amigues.
“Es interesante pensar qué tipo de estrategias se pueden tejer, y qué alianzas se pueden hacer, porque no es que estamos en Suecia donde el trabajo es lo más formal posible”, reflexiona Maxi Marentes. La idea de familia en nuestras latitudes, explica, sigue siendo un espacio donde para algunas cosas se puede contar.
Justamente, una pregunta que no se llegó a incluir en el cuadernillo, fue ¿Con quien contás? a) cuando necesitás plata, b) cuando necesitás que te cuiden por problemas de salud, o c) cuando necesitás apoyo porque estás triste.
Conversando con Marentes, adelanta que según se pudo ver con los datos de la encuesta, en nuestras latitudes argentinas, aparecían la familia, la pareja y les amigues, en ese orden, en esas categorías. Nuestras familias argentinas, que fusionan algo del migrante italiano con los pueblos originarios y su experiencia comunitaria. La familia argentina no es tan expulsiva como la sajona.
Teniendo en cuenta las particularidades, Marentes piensa que muchas veces algunas personas apelan a disfrazar los vínculos. Por ejemplo, si tengo que cuidar a une novie, y se trata de alguien unos años mayor, hay quien dice que es el tío o la tía. Pero también es algo que le puede pasar a una mujer CIS, que necesita cuidar o ser cuidada por una amiga, y padece el mismo sistema de (i)legitimidades.
A partir de este conjunto de datos aparecen los vínculos y las relaciones que se articulan con organizaciones variadas como cámaras empresariales, empresas, sindicatos: otros actores con los que la diversidad ya está interactuando, tejiendo sus vidas cotidianas.
A través de estos datos, les investigadores observan “que la posibilidad de trazar potenciales alianzas con diferentes interlocutores puede ser una estrategia para sobrellevar este momento y para construir mejores condiciones”, se entusiasma Marentes.
Discriminación y condiciones de trabajo
Esta encuesta se realizó durante 2023, antes de que asumiera el gobierno de Javier Milei y de que sus funcionarios, entre ellos el ministro de Justicia Cúneo Libarona, atacaran la diversidad sexo genérica. Por eso se sospecha que los números que documentan la discriminación podrían haberse incrementado.
– A lo largo de los 12 meses anteriores a diciembre de 2023, alrededor de un 60% de las personas trans encuestadas habían sido discriminada/os por su identidad de género, seguidas de un 40% de no binaries.
– Un 30,4 de les encuestades se sintió discriminade por otro motivo, ajeno a su identidad de género o a su orientación sexual, con predominancia de la identidad política. Nada sorprendente en “una sociedad tan polarizada como la nuestra”, como dijo María Luisa Peralta en la Universidad de San Martín.
– Sobre las relaciones de trabajo, una inmensa mayoría de la muestra se encuentra activa: 77,4% vive de su trabajo.
– La desocupación y la inactividad afectan principalmente a las masculinidades trans (14,3%), mujeres trans/ travestis (12,3) y no binaries (10,3).
– Este segmento también dijo haber sido más discriminado en ámbitos educativos, por autoridades y por otres estudiantes (alrededor del 30% de las personas fueron discriminades, cuando la media del sector LGBT en su conjunto se ubica en el 20%). Y es el que menos avanza en la obtención de títulos.
Cuando la identidad influye positivamente
– Al analizar las actividades laborales resulta notable que el 43,6% trabajan como profesionales, científicos/as e intelectuales.
— ¿Este dato acerca del trabajo profesional, científico o intelectual, puede ser un sesgo de la muestra, ya que fue tomada por universidades?
— Es una gran pregunta, y ahí puede haber varias hipótesis. Puede ser que haya un sesgo porque está planteada desde las universidades o porque es una encuesta compleja, para poder ser comparable con la encuesta permanente de hogares (EPH) que no es autoadministrada. Pero al mismo tiempo, todos los trabajos en esta línea, con fuentes primarias y secundarias de información, muestran que es una población con mayores niveles de credenciales educativas. Una de las hipótesis que usamos es la de la sobre-adaptación. En la medida en que uno se siente menos porque no forma parte de la masculinidad hegemónica, o porque no es femenina como las demás, o por esas cosas de las identidades y las orientaciones que nos corren de la norma, algunes nos refugiamos en el estudio, y buscamos, entre comillas y brutalmente “contra balancear eso” y estudiar más y demás.
Marentes cuenta que en el caso de su investigación de doctorado que siguió a dos hermanos, los dos se habían criado en la misma villa. Uno era heterosexual y repositor de supermercado, el otro era gay, y por medio de la sociabilidad política y la militancia llegó a trabajar como secretario en Inadi y estaba estudiando un profesorado en Bellas Artes. “Hay algo de ese origen de clase, que el capitalismo diría que si son todos pobres van a morirse pobres, y esa identidad sexogenérica influyó en su trayectoria de manera positiva”.
Datos que hablan de diversidad sexual
– En el último censo oficial de la Argentina, cuyos resultados se conocieron en diciembre de 2023, se preguntó por primera vez si la persona se identificaba con el sexo adjudicado al nacer. 196.952 personas respondieron que no. Esto es un 0,04% de la población, aunque la orientación sexual y la identidad intersex continúan siendo ignoradas.
– El primer relevamiento nacional se enhebra en una línea investigativa que no es nueva y que cuenta con antecedentes cruciales. El primero en marcar el camino fue el “Informe preliminar sobre la situación de las travestis en la Ciudad de Buenos Aires” (1999), con una muestra de 147 feminidades.
– En 2005 Lohana Berkins y Josefina Fernandez llevaron adelante el relevamiento en Ciudad de Buenos Aires, La Matanza y Mar del Plata, que dio origen al libro “La gesta del nombre propio” (Editorial Madres de Plaza de Mayo).
Comentarios desactivados en Crean el Museo Travesti Trans de Argentina: recuerdos y tesoros de los últimos 100 años
Veinte mil piezas narran la vida travesti y trans de los últimos cien años en Argentina en una muestra itinerante.
Lo primero que se ve al entrar al Museo Travesti Trans Argentina son unas plataformas enormes y transparentes. Son el símbolo de las idas y vueltas de París de Shirley Bombón, una de las tantas mujeres trans que se fueron a Europa para salvarse y vivir.
“Esta muestra es concebida como una primera presentación de un micromuseo alternativo e itinerante. Fue construido con aquello que no es considerado museable. Condensa casi 100 años de historia del movimiento travesti trans de Argentina”, dice una placa escrita por la creadora del museo, Claudia Vásquez Haro.
El museo itinerante tiene más de 20 mil piezas pero no están todas exhibidas en este lugar. Por ahora se pueden ver algunas significativas en una parte expuesta en el primer piso del edificio de la Comisión Provincial por la Memoria, ubicado en calle 54 nº487, La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Durante todo noviembre permanecerá allí, y luego será expuesto en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, para después recorrer el país. El museo es un espacio de memoria colectiva inspirado en el Museo Travesti del Perú, de Giuseppe Campuzano.
Los tacos de Shirley
Los tacos de Shirley
“Shirley era muy conocida. Había vuelto de Europa. Era exuberante. Todas queríamos esos tacos. Ella se los regaló a Valeria, y Valeria me los regaló a mí. Como yo no tengo hijas no tenía a quién entregarlas. Decidí traerlos al museo porque era algo histórico. Con los tacos todas las travestis nos identificamos”, cuenta Koral Flores.
Koral es parte de la organización Otrans. Migró hace 15 años desde Perú hacia Argentina. Su “madre putativa”, la que la ayudó a venir, se llamaba Valeria Sangama Shupingahua. De ella hay una foto con un vestido blanco a punto de casarse. Ella, a su vez, era “hija putativa” de Shirley Bombón, la dueña de los tacos de la entrada.
En 2015 Valeria murió. Sus amigas quisieron hacerle la ceremonia en Osácar, una casa velatoria de La Plata por donde han pasado desde ex gobernadores hasta deportistas. Las que estaban en España e Italia mandaron euros. Cada una de las que vivía en la capital bonaerense puso 300 pesos. Esa comunidad y esa vida también están reflejadas acá. Se ve la foto de Valeria casándose, y también objetos del velatorio con su nombre y la fecha de su muerte.
Claudia Vásquez Haro durante la inauguración del Museo
Los objetos: joyas y un altar
El recorrido del museo es aleatorio, no hay un camino obligado. En otra vitrina hay joyas, anillos con forma de arañas y de búhos, collares, y coronas doradas. Signos de reinado, de la nobleza. Son todos objetos reales de travestis.
“Los certámenes de belleza para las travestis y trans implican un acto performativo, no sólo para visibilizar y cuestionar la reproducción de los estereotipos de belleza hegemónica, sino el lugar desde donde nuestra acción y praxis política. Dimos cuenta de nuestra propia existencia”, dice el cartel que acompaña esos objetos.
En el centro de la exposición hay una especie de altar con una virgen en el medio llamada Santa Bárbara. Ella es muy importante para las travestis de Ecuador. También símbolos de deidades umbandas. Las peruanas, cuenta Claudia Vásquez Haro, veneran a la Virgen de la Puerta y a Sarita Colonia, que es como el Gauchito Gil. Este espacio en el museo muestra la apropiación de la religiosidad y la resignificación de eso por parte de las travestis migrantes.
Las joyas corresponden a los certámenes de belleza
El archivo escrito: desde las detenciones hasta la literatura
En otra parte del recorrido del micromuseo se pueden revisar las copias de los archivos de inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Allí se registraban las detenciones a las travestis y sus asesinatos en los años 90, sin respeto a la identidad.
“Estos homosexuales, que utilizan prendas de vestir y cosmética femenina, en la mayoría de los casos son menores de edad, y adictos a las drogas, se juntan en grupos de 4 o 5 cada 1 o 2 kilómetros” (sic).
Desde 2001, una ley definió que la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) debía tener los archivos de la ex Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Se designó como su sede institucional el edificio donde había funcionado ese órgano policial, en la calle 54 Nº 487 de La Plata, donde ahora está este museo, entre otras actividades y exposiciones.
Esto significó, para la CPM, “custodiar y poner a disposición de la justicia uno de los archivos de la represión más importantes de la Argentina y América Latina, un extenso y pormenorizado registro del espionaje político y la persecución ideológica. El valor de este acervo documental fue reconocido por la UNESCO y declarado Patrimonio de la Humanidad en 2008”, explican en la página oficial.
En esta misma parte del museo también hay otro tipo de textos: la literatura travesti. Están expuestos libros clave para la memoria colectiva, como La gesta del nombre propio, de Lohana Berkins, Una teoría lo suficientemente buena de Marlene Wayar, y las revistas El Teje, que fue el primer periódico travesti latinoamericano. También está la Constitución Travesti, Trans las rejas, La Roy, entre otros.
La lucha por los derechos en imágenes
En la pared del museo se puede hacer un recorrido histórico a través de imágenes que muestran la lucha por los derechos: una foto donde miran a cámara Diana Sacayán, Lohana Berkins, Marlene Wayar y Claudia Vásquez Haro. “Sin haber conocido a estas compañeras hubiera sido imposible pensar desde mi lugar esta muestra”, dice Claudia.
También fotos del día en que los encuentros de mujeres nacionales pasaron a llamarse Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. Además, hay imágenes en festivales, marchas, y en la Cámara de Diputados en la presentación del proyecto de Ley Lohana Berkins de Inclusión Laboral Formal Travesti Trans.
En una foto se ve a Diana Sacayán con su grupo Movimiento Antidiscrinatorio de Liberación (M.A.L) durante la sanción de la ley de Cupo Laboral Travesti Trans. En otras imágenes se ven a las organizaciones travestis trans junto a Cristina Fernández de Kircher, y con la Madre de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Malva, la travesti de 90 años: el inicio y el cierre
Apenas entrar al museo, a un costado de los tacos, colgado en la pared hay un cuadro de Malva Saez acostada en su cama fumando. La historia de Malva la cuenta Carina Sama en su tesis de periodismo documental llamada “Con nombre de flor”. Conocer esa historia fue, para la creadora de este museo, encontrar un eslabón perdido, poder contar la parte de la historia travesti que faltaba, poder llegar a 1930, 1940, y saber lo que había pasado.
La activista Marlene Wayar durante la inauguración
“Falleció en el 2015 a los 90 años. A través del archivo fotográfico donado al Museo Travesti Trans de la Argentina da cuenta de la militancia travesti trans entre los años 40 y 80. Durante las cinco dictaduras que le tocó vivir se exilió a Colombia, Venezuela, Ecuador y Brasil, pero siempre regresó a Buenos Aires”, dice el texto que acompaña la foto.
En otra imagen se ve a Malva posando en un estudio fotográfico, con un vestido negro largo, guantes negros hasta el codo, extendiendo un fular de tela. El texto cuenta que nació en Chile en 1925 y migró a la Argentina en 1943 cruzando la Cordillera de los Andes a pie con dos amigas travestis.
Para Claudia, Malva es el marco: “Nos plantea el lugar de donde venimos, y que esto que lo recibimos en términos de museo a las nuevas generaciones las pone en un lugar de guardianas de una memoria, pero una memoria activa”.
Comentarios desactivados en ¿La disidencia sexual ya fue?
Mariano López Seoane, académico y escritor.. Imagen: Sebastián Freire
Mariano López Seoane habla de su último libro
¿Cuál es el significado actual de “queer”, palabra que tantas veces usamos sin comprender del todo? ¿Pertenecer al colectivo lgbti te vuelve automáticamente disidente? ¿Qué quiere decir “disidencia sexual” en nuestro presente? ¿Qué es lo disidente en la disidencia? Esas y muchas más son las preguntas que circulan por el libro Donde está el peligro. Estéticas de la disidencia sexual de Mariano López Seoane. Con “fiebre de archivo” y escrito en un registro “no sólo para expertos”, traza una genealógia, posible e incómoda, de cruces entre la acción política y la imaginación estética, entre el norte global y Sudamérica, de los 60 a la actualidad.
Por Silvio Lang
¿Qué queremos decir cuando decimos disidencia sexual en nuestro presente? ¿Qué sería lo disidente en la disidencia? ¿Y si la disidencia sexual es algo que ya fue? ¿Qué fue la disidencia sexual? ¿Cómo sería una disidencia sexual aquí y ahora? Son algunas de las hipótesis echadas a rodar como “ficción de laboratorio” en el libro Donde está el peligro. Estéticas de la disidencia sexual de Mariano López Seoane, recientemente publicado por Beatriz Viterbo Editora.
Un libro que hace un apasionante viaje por los derroteros de lo queer en la cultura norteamericana como también a través de la radicalización de las disidencias sexuales en Argentina, haciendo paradas en las distancias reapropiaciones deformantes, resistencias y tráficos fructíferos entre el norte global y Sudamérica. Un libro “no sólo para expertos”, auguró Cecilia Palmeiro, en la presentación que organizó la editorial, hace dos semanas, en la Feria del Libro.
Con una “fiebre de archivo”, como carecterizó, en ese evento, Gabriel Giorgi -“arcángel y guardian de la crítica”, según la dedicatoria en el libro-, el trabajo metodológico del autor indaga la cópula entre acción política e imaginación estética, en intervenciones artísticas y culturales disidentes.
Lengua de loca
Mariano López Seoane, -a.k.a “Marianella”, rebautizado así por su maestro Daniel Link- es profesor e investigador de la Universidad de Tres de Febrero, donde dirige la Maestria en Estudios y Políticas de Género. Allí, imparte hace tres años el curso “Estéticas de la disidencia sexual”, que lo condujo al proyecto del libro. Si bien cada capítulo del libro es el bosquejo desplegado de esas clases escritas en una generosa lengua de “maestra”, al mismo tiempo, desata una “lengua de loca”, -como les gusta categorizar a la maestra Marianella” con su amiga de batallas La Palmeiro-, que conmueve, polemiza y divierte.
Cual “Marica Terminator”, -según la tipología gay que hace Paul Preciado, en Testo Yonki; o bien, “Musculoca”, en la jerga criolla- Mariano se afirma, en su libro, como curador de una “galería de caprichos”, desde el análisis de las culturas gay en Occidente. Los colectivos de las disidencias sexuales, genéricas y afectivas desde los años 60’; el panorama de la institucionalización y burocratización de la teoría queer en la academia; la contracultura del sexo, las drogas y el rock and roll; una relectura de la persistencia del estilo camp; una breve historia de la disidencia sexual en el cine; las potencialidades ambivalentes de la cultura del ballroom y la práctica drag; la recuperación del GAG (Grupo de Acción Gay) y de su figura incandescente de Jorge Gumier Maier, de la mano de los estudios de Nicolás Cuello y Francisco Lemus, le permiten, al autor, arriesgarse a contradecir cierto tono de moral punitivista y seguritista de nuestro presente. Un “tonito” que performatea todos los ámbitos sociales y que al parecer la disidencia sexual, también, ha quedado atenazada en las garras de esa organización del miedo y de la ansiedad. SOY, habló con el autor, quien reza con el poeta Friedrich Hölderlin: “Allí donde está el peligro/Crece también lo que nos salva”.
Marcás como un grado cero de la disidencia sexual, tal como la entendemos y la nombramos hasta el día de hoy, los finales de los 80’, con la crisis del SIDA. ¿Cómo juega ese contexto en el libro?
– En el primer capítulo aparece ACT UP (AIDS Coalition To Unleash Power) y en el último el GAG, pero son cosas que sucedían a la vez. ACT UP, creo que marca el modo en que entendemos la disidencia hoy. Produce una resignificación de la palabra queer, que seguimos usando, a veces, sin saber qué significa. Hago un rastreo para entender por qué aparece ese término ahí, con qué tiene que ver, qué historia trae, y remarcar dos aristas básicas que a veces se olvidan: 1) es un término especialmente pensado como no identitario, o sea, post-identitario; 2) quiere ser un término que habla de una coalición, no de una identidad de género u orientación sexual específicos. En una reunión de ACT UP podían coincidir y luchar juntxs una multitud vario pinta: trans, gays, inmigrantes de Haití HIV positivxs, madres solteras, etc. Queer quería venir a mencionar como una persona se podía incluir ahí sin definir con quién cogía o cuál era su género. Lo queer retoma la tradición de los 70’ de frente popular. Otro elemento es que es una palabra que arrastra una carga negativísima, como puede ser acá, puto, marica, degenerado… Y que, conscientemente, se reapropia para que sea una palabra incómoda. Queer quería ser una palabra ríspida. Uno de los documentos fundacionales asociados con ese término es el manifiesto “I hate straights”: “Odio a los héteros”. Hay una voluntad de ir al choque. Pareciera una contradicción con el otro término, pero no. Cómo a la coalición post-identitaria se pueden sumar más personas y, a la vez, ir en contra de lo que académicamente llamaríamos la heteronormatividad. Me parece que condensa mucho de lo que nos interesa a las personas que yo creo que todavía hoy siguen pensando en la disidencia sexual.
¿Y cómo irrumpe el GAG en Buenos Aires?
– El GAG es un poquito anterior acá. Eso es notable.
Sí, principios de los 80’.
– El volante ese que traigo en el libro, es increíble, ¿vos lo conocés?
El de la convocatoria a la “Marcha por el Día de la Liberación Gay”, en Parque Lezama.
– La lista de convocatoria es impresionante. Dice: “A más de media humanidad”: tullidos, sifilíticos, albinos, etc. Podría llamar a engaño porque se llaman Grupo de Acción Gay, pero “gay” en el 84’ no es lo “gay” de ahora. Era una palabra en disputa, aún. En el GAG, al igual que en ACT UP, había una voluntad de sensualizar la política. Los dibujos de Marcelo Pombo en la revista Sodoma que hacían, la lengua erótica de Néstor Perlongher en sus artículos, las fiestas que organizaban eran muy importante en el activismo del colectivo.
Reivindicás la figura de Jorge Gumier Maier al final del libro.
– Gumier Maier fue un militante tradicional de la izquierda argentina, fue activista y fundador del GAG, creando una nueva forma de hacer política. En los 80’ está a full en la calle y en los 90’ parece replegarse. Como curador en el (Centro Cultural) Rojas, toma una distancia marcada con el activismo, aunque con una disciplina impresionante en relación con lo que le interesó mostrar ahí. En su texto “El Tao del Arte”, intenta sacar al arte de esas capturas que suelen hacer la curaduría y el activismo. Pero en los 80’ estaba en otro lugar, pensando, al igual que ACT UP, en modos de cópula entre arte y política.
A lo largo del libro desarrollás la idea de que la articulación que la disidencia sexual hace de la acción política e imaginación estética transforma la función del arte y también los modos de intervenir políticamente. ¿Cuáles serían esas afectaciones y mutaciones?
– Es muy notable cómo en los 80’ todas las protestas callejeras estaban teniendo una dimensión estética. Cómo transformar ese espacio en un espacio también festivo. Lo que significa una dimensión de lo sensorial. Protestar, intervenir un edificio, también es del orden de la experiencia estética, te mueve a otros niveles. Varios colectivos de artistas, que estudio en el libro, estaban muy ligados al activismo.
Había, además, un tráfico de locas, textos e ideas, entre Buenos Aires y Nueva York, ya a principios de los 70’, que mencionás en el libro.
-Tal cual, el artista argentino Juan Carlos Vidal que, además de fundar con Néstor Latrónico la agrupación Third World Gay Revolution (Revolución Gay del Tercer Mundo), diseñó el afiche de la primera marcha del orgullo de Nueva York e hizo varias tapas e ilustraciones de la revista Somos del FLH (Frente de Liberación Homosexual) de Argentina, que ambos pasaron a integrar.
Es sorprendente que Revolución Gay del Tercer Mundo era muy interseccional para ese momento: reunía a latinxs, negrxs y locas argentinas…
– Era un grupo muy chico, pero efectivamente bastante variado, y que además tenía contactos con la militancia guerrillera de Los Young Lords y Panteras Negras. Influenciaron para que el líder de los Panteras Negras, en 1970, hiciera un discurso reconociendo las luchas feministas y gay.
Un activismo de “una política que conmueve”, como citás, en un pasaje, a la ex activista de ACT UP Deborah Gould.
– Sí, ella escribe un libro sobre ACT UP que se llama Moving Politics, que se puede traducir por “mover la política”, pero también puede ser “una política que conmueve”. Una política que busca afectar. ¿Cómo afectar, primero a lxs activistas para que tengan fuerza para seguir haciendo lo que están haciendo?
Pienso en la “Marcha de los Barbijos”, a finales de los 90’, que organizábamos desde la Red de Personas Viviendo con VIH-SIDA, frente al Ministerio de Salud y, también, recientemente en el activismo lesbiano, transmasculino y no-binario en torno a la liberación de Higui como momentos de conmoción política del activismo de la disidencia sexual local.
– Tal cual, qué del activimo puede afirmar la vida en un contexto.
En sus comienzos la estrategia queer fue una “estrategia callejera”, sostenés en el libro, luego se va institucionalizando, burocratizando y mercantilizando.
– Es lo que pasa en la academia de Estados Unidos y es dramático. En el momento en que se crea lo queer como campo académico, el divorcio de la calle es inmediato. Se nos forma una cosa súper teórica, filosófica, de cruce de lecturas pero la relación con la calle se pierde.
Sin embargo, en Sudamérica hay contingentes distancias, trabas de circulación, resistencias, institucionalizaciones e itinerarios propios, apropiaciones deformantes, a los procesos del norte global como describís, por ejemplo, cuando hablás del CUD (Colectivo Universitario de la Disidencia Sexual) en Chile; o pienso en la performatividad antiacadémica de la artista y activista chilena Hija de Perra.
– La fortuna que tenemos en el Sur, entre todas las desgracias que tenemos, es que esa distancia alienta traducciones bastardas constantemente. Y pasan cosas maravillosas. Me acuerdo que estudiaba Letras en Puan y estaba en la materia “Teoría y Análisis Literario”. Mi profesora de trabajos prácticos era Silvia Delfino. Alguien realmente increíble. Esos personajes que no fueron tan visibles, pero que han impactado en mucha gente. Un día, después de la clase, dice: –“¿Bueno, y ahora quién quiere venir al práctico?”. Ya eran como las once de la noche. Y yo pregunto: “¿Qué es? Y ella dice: “Vamos a ir a Constitución, a hablar con las compañeras travestis”. Yo era un puto de Palermo, tenía 18 años y nunca habia visto una travesti, no tenía ni idea qué era ese mundo. Fuimos dos más y yo. Silvia integraba una especie de brigada nocturna con Lohana Berkins y Flavio Rapisardi. Daban apoyo e información clave a las trabajadoras sexuales en la calle para defenderse de la policía. Delfino, con Rapisardi y Lohana, habían creado en el año 98, en el Rojas, un Área de Estudios Queer. Era una cosa supuestamente de la universidad, pero en realidad, además de las lecturas y publicaciones que hacían, eran estas brigadas queer, con distintas acciones en la calle.
Hablás de una “disidencia sexual situada” en el libro, ¿cómo sería?
– La disidencia sexual se presta mucho a algo que para mí es errado, que es que habría ciertas identidades que automáticamente son disidentes. Tenemos miles de ejemplos que no son el caso, no hay nada en la identidad que te asegure disidencia. Entonces, la idea de situada tiene que ver con entender la localización cultural y geográfica, pero, principalmente, el alcance de lo que está irritando un cierto contexto sociopolítico y cultural, cómo puede limitarlo o, también, potenciarlo. Es decir, ¿dónde y cuándo puede intervenir?
Siguendo el proyecto metodológico de José E. Muñoz en Utopía Queer, que retomás en tu libro, ¿no pensás que el proyecto de subversión sexual y social del FLH, que según la historización que hace Perlonger fracasó porque no pudo engancharse con su propia comunidad homosexual ni con la izquierda peronista, es un rastro utópico que puede reactivar en el presente?
– Totalmente, ya lo fue, y está claro que la lectura de Perlonger fue un poco precipitada. Pienso en cuáles son nuestros linajes. Perlonger, por supuesto, la CHA (Comunidad Homosexual Argentina), (Carlos) Jáuregui, pero también la Coca Sarli, (Sergio) De Loof…Producciones estéticas y formas de vida que han creado espacios de educación afectiva. Entonces, hay que hacer ese trabajo de ver cuáles son esos rastros que no están sólo en los espacios políticos obvios. Producir política en sentido disidente no es sólo ser funcionario, legislador o activista. Hay múltiples formas mucho más divertidas de intervenir y transformar.
Fiesta de presentación de Donde está el peligro. Estéticas de la disidencia sexual de Mariano López Seoane y Mareadas en la marea. Diario íntimo y alocado de una revolución feminista, de Fernanda Laguna y Cecilia Palmeiro. Viernes 19, desde las 19hs. En Las Deudas (Virrey Liniers y Agrelo, esq. Rosa, CABA)
Comentarios desactivados en Sobrevivientes trans y travestis declararon ante la Justicia como víctimas del Terrorismo de Estado en el Pozo de Banfield
Por primera vez en la historia, un juicio de lesa humanidad se enfocó en la declaración de cinco mujeres trans y travestis víctimas de la dictadura.
LA PLATA, Argentina. Por primera vez en la historia, un juicio de lesa humanidad se enfocó en la declaración de cinco mujeres trans y travestis víctimas de la dictadura en el Pozo de Banfield. También participó una testigo experta travesti, la activista Marlene Wayar. En la jornada 101 del juicio por delitos perpetrados en las brigadas del sur del Conurbano de la provincia de Buenos Aires, conocida como causa Brigadas, brindaron su testimonio ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata Carla Fabiana Gutiérrez, Paola Leonor Alagastino, Julieta Alejandra González, Analia Velázquez y Marcela Viegas Pedro, sobrevivientes, contaron a los jueces (Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico) que estuvieron cuando eran muy jóvenes en el Pozo de Banfield, uno de los 230 centros clandestinos que funcionaron en la provincia de Buenos Aires bajo el Terrorismo de Estado.
En la jornada de hoy las cinco mujeres trans/travestis que declararon como víctimas contaron que sufrieron la privación de su libertad en lo que luego supieron fue el centro clandestino Pozo de Banfield. Que sufrieron abusos, violaciones y diversos tipos de violencia sexual y psicológica. A muchas las obligaron a trabajar y las secuelas de los tormentos que padecieron permanecen hasta hoy. En sus relatos recordaron a muchas otras con las que compartieron cautiverio. Y dejaron en claro que ellas son sobrevivientes y que su declaración es también una forma de lograr Memoria, Verdad y Justicia para todas aquellas que quedaron en el camino y murieron a edades tempranas a causa de la violencia estructural, que continuó bajo otras formas pasada la dictadura cívico militar.
Esa persecución y criminalización que siguieron sufriendo, llevó muchas veces a travestis y trans a la justicia como acusadas. Hoy, después de muchos años, al menos algunas de ellas por fin pudieron contar lo que les pasó y ser escuchadas en el escenario judicial desde otro enfoque.
La audiencia duró 5 horas y fue transmitida a través de Youtube por La Retaguardia y El Pulso Noticias, dos medios cooperativos que cubren este juicio que inició en 2020. Fue una de las sesiones que convocó mayor cantidad de público.
“En términos simbólicos la audiencia de hoy fue muy contundente porque parte de lo que venimos diciendo desde distintos lugares es que durante el Terrorismo de Estado parte de la persecución también incluyó al colectivo travesti trans”, dijo a Presentes la Auxiliar Fiscal Ana Oberlin. “Sabemos que sufrieron violencia antes y después del Terrorismo de Estado pero eso no quita que hayan sido sometidas a los mismos dispositivos, como muestran estos cinco testimonios de víctimas travestis y trans”.
Oberlin es abogada especializada en Derechos Humanos, Género y Derecho Penal, doctora en Derecho y Ciencias Sociales y familiar de desaparecidxs. Ella considera que «la contundencia de estas declaraciones está dada porque esto que ellas mismas contaron hoy, no había tenido un reflejo dentro de una de las las cuestiones mas importantes que tiene Argentina como son los juicios de lesa humanidad que se vienen llevando adelante. Esto marcó la sistematicidad de la persecución a este colectivo hacia muchas más personas que las que logramos que lleguen a juicio hoy. En términos de lesa creo que hay un antes y después. Es la primera vez que hay un grupo tan grande de víctimas que son escuchadas. Ojalá este sea un primer paso y otros tribunales hagan lugar a esos planteos. Que tenga un reflejo y quede inscripto en una sentencia como parte de lo que pasó en Terrorismo de Estado”.
Para ellos nosotras éramos monstruos
La primera en declarar fue Fabiana Gutiérrez. Lo hizo por videconferencia, desde Italia, adonde llegó huyendo de las violencias hace más de 40 años. Carla contó que era una adolescente cuando fue llevada al Pozo de Banfield.
“En una de las noches que empecé a trabajar en la calle, yo era muy chica, vivía cerca de La Tablada, tenía 14 o 15 años, empecé a trabajar en la ruta. En 1976 o1977 fui llevada en un coche particular, yo era menor, lloraba, fui detenida a la fuerza. Fue la primera vez que me detuvieron. Me sacaron del auto a las patadas, me tiraron en un lugar que no se podría decir que era una celda.
Nunca fui registrada. Había otras chicas, me decían no vayas a decir que sos menor porque es peor.
Me sacaron los zapatos, me dejaron media desnuda. Para comer teníamos que pedirles que por favor nos dieran las sobras, y teníamos que pagarles con sexo. Si querés comer tenés que hacer eso. Hacer esto era chuparle el pene. A veces te daban un mate cocido o un pedazo de pan.
Tres noches estuve ahí adentro. Creía que me llevaban por prostituta. La primera noche me encontré ahí con otras colegas, me dieron fuerzas.
Yo vivía enfrente de los cuarteles de Tablada y en la rotonda conocí a Claudia Lescano, que ya no está mas.
La auxiliar fiscal Ana Oberlin le preguntó si recordaba otros nombres.
Estaba Estrellita, La Muñeco, La Jujeña, Paola Alagastino, con quien nos conocemos hace años. Estaba la Maricela. Quedamos pocas, muchas de las chicas murieron. Fui varias veces detenida, esa fue la primera”.
En una de las veces que me pegaron con un palo en la cabeza estuvo la Meri conmigo. Ellos nos daban patadas, nos decían putos de mierda. Cuqui López, La Perica, Norma correcaminos. Todas nos poníamos apodo. Yo era Fabiana la cañito. Me acuerdo de la Judith. De la Luli. De todas no me puedo acordar porque pasaron más de 40 años.
Yo era menor, cuando desaparecí mi mamá se dirigió a los cuarteles de La Tablada para ver si podía saber algo de mí. El oficial le dijo: no le habrá pasado nada. Yo salí al tercer día la primera vez.
No quería involucrar a mi familia, tener un hijo homosexual era la vergüenza del barrio. Me fui a lo de mi madrina a Villa Madero. Estaba cansada de estar en los calabozos, para ellos éramos animales pero cuando querían sexo nos venían a buscar a nosotras. Tenían problemas psicológicos porque nos terminaban pidiendo sexo oral o anal a cambio de un pedazo de pizza. No nos podíamos negar, si te negabas te mataban a palos.
Fabiana contó que anduvo por distintos lugares del país hasta que decidió irse a Italia en 1986.
Me vine sola. Nosotras nos acostumbramos a todo. Nosotras nos rompemos por las cosas que nos pasaron y nos hicieron. Que hoy se haga Justicia por nosotras es algo que ganamos después de tantos años de saber que no están más las chicas”, dijo Fabiana con la voz quebrada.
Ustedes sabrán que trabajamos en Panamericana, nos atropellaron y muchas también fallecieron ahí. Empezar en otro país no es fácil. Yo tuve suerte después de haber sufrido tanto y encontrar gente, trabajar en un restaurante. De la Argentina tengo lo peores recuerdos de mi vida por las injusticias que sufrí. Para ellos nosotras éramos monstruos. No se puede entender cómo nos trataban. Haces sexo con una persona y a la vez la odias, no se puede entender. Creo que tenían problemas psicológicos. Yo vi cuando le doblaban los brazos a una compañera. O cuando me pegaron un palazo en la cabeza, que me dejó secuelas hasta hoy, la cabeza toda hinchada, el cráneo astillado. Un amigo me llevó al hospital Salaberry. Hasta el día de hoy sigo teniendo dolores, pierdo la memoria a veces, sigo tomando pastillas. Son cosas que pasaron y cosas que quedan dentro de nosotras. Por más que somos fuertes a veces nosotras mismas nos rompemos.
Ellos hacían lo que querían con nosotras
Paola Leonor Alagastino fue la segunda testigo, también por videconferencia desde España. Contó que tenía 17 años cuando la llevaron de Camino de Cintura, la metieron adentro del baúl de un Falcon Blanco, en el invierno de 1977, y la llevaron a la Brigada de Bánfield, donde funcionó este centro clandestino.
“Cuando me bajaron, pensé que me iban a matar. Gracias a Dios no sucedió eso. Pero fui maltratada, violada, me pegaron con palos. Algunos estaban ahí de civil y algunos llevaban esas ropas no de policía, sino una ropa gris con botas negras. Teníamos miedo, nos trataban mal, nos insultaban, nos decían de todo. Querían sexo y si no había sexo, eran palos.
Nos daban el borde de la pizza. Nos decían puto, maricón, ustedes tienen que morirse, los vamos a matar, los vamos a tirar por ahí y quién los va a buscar.
Escuchábamos la picana a las chicas y chicos en otro piso arriba. Era un infierno todo eso. A Fabiana la agarraron y le pegaron con palos en la cabeza. No les importaba nada de nosotras, peor que un animal nos trataban.
Nos dábamos cuenta cuando llegaban al lugar los militares por esas botas que hacían ruido. Pum, pum. Gritaban y le daban picana. Nosotras pensábamos que nos tocaba. Hubo palo, violaciones, hambre, frío, insultos. Horrible lo que pasamos. Además de Fabiana recuerdo a Yenny, Mónica, Estrellita. Pero ellas no están mas con nosotras. Fallecieron todas. Estaba Maricela, está viva. Somos pocas. Perica. Cuqui. Marcela que falleció hace 2 o 3 años. Carla. Una vez me hicieron pasar a la oficina del comisario. Me mostraron una foto y me preguntaron: ¿La conocés a ella?
Cuando le preguntaron cómo sabía que a las secuestradas le aplicaban picana, contó que se daba cuenta por las lámparas y luces, que subían y bajaban, y por los gritos.
Estábamos en un lugar como si fuese que no existíamos.
Querían sexo y si la persona no quería, venían palos y más palos. No era sexo, eran violaciones. Ellos hacían lo que querían con nosotras. A estos putos hay que matarlos, decían.
Después me quedó miedo hasta de salir a hacer las compras.
Cuando llegué a España fui la personas mas feliz del mundo porque sabia que no iba a sufrir más.
Continuamente se sentía la muerte
Analía Velázquez, tercera testiga, declaró de modo presencial, sentada ante una mesa desde donde colgaba una bandera del Archivo de la Memoria Trans, que permaneció durante las declaraciones de las dos víctimas siguientes. El Archivo de la Memoria Trans colabora con esta investigación aportando datos de personas trans y travestis sobrevivientes que fueron víctimas del Terrorismo de Estado.
“Yo tenía 22 o 23 años. Fui secuestrada de la casa de mi familia y llevada al Pozo de Banfield, donde estuve en varias oportunidades. Por lo general siempre nos llevaban de madrugada.
He pasado todo tipo de torturas, también psicológicas. Me han violado. He escuchado cosa muy horribles por las noches. Ellos decían “máquina”, se sabía que eso era picana, y advertían que en cualquier momento me podía pasar. En una oportunidad me hicieron desnudar, llegué a conocer una cama elástica, toda de metal. Decían que ya me iba a tocar.
Cuando querían nos sacaban de la celda y nos hacían hacer strip tease, querían que bailáramos para ellos, a veces estaban alcoholizados. Recuerdo estar con una compañera y nos sacaban fotos y nos preguntaban cuál de las dos era más linda. Me he negado. Estaba muy nerviosa, siempre fui de temperamento nervioso. Y creo que el cuadro de ella estaba puesto en una de las oficinas del comisario. Esa chica se llamaba Claudia Lescano, creo que ya no esta.
Entre 1976 y 1978 estuve 6 o 7 veces en ese lugar. Recuerdo a Paola Leonor, Fabiana. Perica. Claudia Maderna. Judith.
No solo éramos travestis ni trans sino que había otras mujeres que hacían lo mismo que nosotras. En ese lugar sufrimos tortura, hambre, frio. Dormíamos sobre papel de diario. No nos daban de comer. Si bien a mi me atendía mi familia, no comía porque soy muy delicada. Estaba siempre como….enojada.
Mi familia me ponía un abogado para saber cual era mi destino y ese abogado me encontraba. Mi madre y mi hermana hacían hábeas corpus.
De día estaban policías y de noche militares. Me sacaban de madrugada y me bañaba con agua fría.
Continuamente se sentía la muerte, se oían los gritos de las personas a las que les daban picana. Hombres, mujeres, señoras y chicos que lloraban. Mamá no me abandones, gritaban.
Todo eso pasaba en el Pozo de Bánfield. Era un lugar como una pocilga.
Mi nombre de pila era Maricela. Tuve que hacer juicio para ser reconocida como mujer y como argentina. He salido en diarios, en revistas, en el noticieron, en televisión. Existía una revista que se llamaba Asi. . Mi familia estaba muy asustada porque se decía que yo era una delincuente, no lo era. El barrio estaba convulsionado. Ellos te inventaban causas, hacían lo que se les ocurría con nosotras.
Nos soltaban de madrugada. Me llevaban a una estación de trenes, yo iba pidiendo plata para poder llegar a mi casa. Nunca sabía dónde estaba, por donde salía.
A veces estaba 15 días, o 30, 60 y a veces hasta 90 días nos tenían tiradas en esos lugares.
Analía contó al Tribunal que en un momento tuvo que teñirse el pelo de negro y salir del país por Misiones para cruzar a Foz do Iguazú en Brasil. De ahí se fue a San Pablo, anduvo por Río de Janiero. Después volvió a la Argentina y cayó presa. Y se fue a Europa.
¿Cómo me siento después de todo esto que vivi? Con muchos miedos, con muchos temores que no se van. A veces no duermo, tengo pesadillas. He vivido en lugares muy oscuros. Tengo eso. Soy muy nerviosa.
La abogada de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo, Coleen Torres, le preguntó si sabía la edad de los niños que mencionó en su testimonio, cuyos gritos escuchaba,
-Tendrían 6 o 7 años.
Ahora vas a saber lo que es bueno
A Marcela Viegas Pedro, como cualquier persona que va a declarar después de haber sufrido años de violencias, le temblaba la voz. Contó que cuando estaba por cumplir 15 años fue secuestrada en Camino de Cintura, provincia de Buenos Aires, adonde llegó escapando de Rosario (Santa Fe). Leer más…
El pedido, mediante el planteo de inconstitucionalidad de la ley 17.032 (que reconoce desde el Estado a la Iglesia Católica como autoridad de culto y espiritual), había llegado a la Justicia tras el rechazo de la iglesia salteña de adecuarse a la ley de identidad de género.
La Corte confirmó lo apelado y respondió amparándose en el principio de neutralidad religiosa del Estado que figura en la Constitución. En esta línea, considera que la práctica religiosa es un hecho de índole privada y que esos registros sólo se rigen por las leyes canónicas.
“La forma y el contenido de los registros sacramentales, como así también lo atinente a su modificación o alteración, son temas exclusivamente vinculados con la realización de los fines específicos de la Iglesia Católica”.
En diálogo con Presentes, Rueda dijo: «No estoy sola. Hay miles de personas LGBT en América Latina que somos personas católicas en la institución y en la Corte Suprema nos hemos presentado más de 40 organizaciones de Argentina y América Latina solicitando una audiencia pública para poder contar y expresar nuestra posición como personas LGTB dentro de las instituciones católicas. Eso lo ha silenciado la Corte Suprema. El procedimiento ha desconocido nuestro pedido de audiencia y ha generado una sentencia violenta, que vulnera nuestros derechos más fundamentales como el derecho a la identidad y a la libertad religiosa, y además nos niega el carácter discriminatorio de la institución».
“Es un fallo que ratifica el heterosexismo”
En 2019, tras el pedido de Rueda, la respuesta del obispo de Salta fue que el derecho canónico es ajeno a “ficciones jurídicas”. Entonces la activista presentó su denuncia en el Juzgado nro. 58 de Salta. Desde allí se rechazó el pedido. En noviembre de 2019 La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil también rechazó la solicitud.
“Muches compañeres trans son católiques. Fueron bautizades, hicieron la catequesis, tomaron la comunión, se confirmaron. Y luego fueron expulsades de sus comunidades religiosas por su identidad de género”, -explica Rueda-. “Tenemos derecho a participar de la vida religiosa de nuestras iglesias en condiciones de igualdad y respeto. No deberían negarnos los sacramentos por nuestra identidad de género”, dijo Rueda a Presentes en 2019.
Rueda tiene un largo recorrido de activismo por los derechos de las personas LGBTIQ+. Nació en Salta y de chica se instaló en Buenos Aires junto a su familia. Militó la Ley de Identidad de Género y el matrimonio igualitario junto a históricas como Lohana Berkins y Diana Sacayán. Fue la presidenta y una de las fundadoras de Mujeres Trans Argentina, organización que continúa integrando.
«Hay una voz colectiva silenciada por la Iglesia Católica y por la Corte Suprema que niega la oportunidad de hablar de este tema. En términos históricos hemos perdido la oportunidad de debatir públicamente con organizaciones de derechos humanos, basándose en una ley de Onganía que homologa a los católicos a decidir quiénes y cómo podemos profesar nuestra fe. Es un fallo que ratifica la heterosexualidad compulsiva,, el heterosexismo y el cisbinarismo dentro de las instituciones católicas. La dimensión de daño que ha generado la Corte es enorme y me obliga a denunciar a nuestro país en las instancias internacionales para poder pedir justicia y reconocimiento de mi identidad de género en el ejercicio de mi libertad religiosa», agregó Rueda a Presentes.
Alba Rueda la Catedral de Salta. Crédito: Luli Leiras
Vulneración de la identidad y de la libertad de culto
Luego de esto, Rueda decidió interponer un recurso extraordinario federal. En este recurso se argumenta que: “los efectos civiles de la regulación estatal del sexo según la Ley de Identidad de Género abarcan todos los aspectos de la vida de las personas, incluso el religioso.Y que “la demandada incurre en un trato discriminatorio hacia su persona que desconoce su pleno derecho a la identidad de género, obstruye su participación igualitaria en la vida religiosa comunitaria y vulnera su derecho a la libertad de culto en su faz individual y colectiva. Concluye que la sentencia desconoció el artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional al otorgar al ordenamiento canónico mayor jerarquía que a las normas constitucionales”, según se desprende del reciente fallo de la Corte Suprema.
Comentarios desactivados en Niñeces trans, el bullying y las muertes evitables
Leila e Iván se subieron a dos sillas en un balcón y saltaron al vacío desde un tercer piso: sufrían bullying. Expertxs en infancias trans reflexionan sobre cómo proteger a las niñeces.
La noticia ocurre en España y dice que dos niñxs gemelxs argentinxs de 12 años, Leila e Iván, se subieron a dos sillas en un balcón y saltaron al vacío desde un tercer piso en Sallent (Barcelona). Dejaron cartas a modo de despedida, donde escribieron que sufrían bullying por su acento argentino -llevaban dos años viviendo allí- y que Iván era objeto de burlas en la escuela por su identidad de género trans. Leila, que sobrevivió y está muy grave, escribió en ese papel que ella lo hacía en solidaridad con su hermano. En estos días aunque el colegio haga negado que sufrían bullying, compañeres y conocides, además de su abuelo argentino, hicieron declaraciones periodísticas que robustecen esas hipótesis.
Mientras se investigan los hechos y las circunstancias, los medios dan cuenta de la noticia sin respetar la identidad de género de Iván, tratándolo en femenino y mencionando su nombre anterior. Algunos, apelando a un barniz de solidez periodística que no es tal, han insertado entre sus notas un disclaimer que señala: “solo hay constancia del deseo de la menor, de 12 años, de ser tratada como varón a través de fuentes indirectas. Ni su familia ni su entorno más cercano se han pronunciado de momento”.
Desde Presentes consultamos a cuatro fuentes especializadas en la temática para aportar a cómo comunicar mejor algunas dimensiones de esta noticia que nos causa una profunda tristeza en un medio donde a diario cubrimos las violencias que sufren las personas LGBT+ y en especial las personas travestis y trans.
Gabriela Mansilla: Cómo proteger a las infancias
Gabriela Mansilla es la madre de Luana, la primera niña trans que accedió a un documento que respeta su identidad de género. Es además militante por infancias y adolescencias travestis trans y presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres (ACIL). Escribió dos libros: Yo nena, yo princesa y Mariposas libres.
Conmovida por la noticia y porque además tiene hijxs mellizxs, Gabriela dice: “Proteger a las infancias es obligación en todo el mundo. Tiene que ver con informar, con empezar a educar a esas otras niñeces que castigan y hacen bullying a nuestres hijes. Si Iván iba a una escuela donde recibía burlas y violencias, hay que educar a las niñeces, no sólo en España, en el mundo. Hay que entender que la persona que tiene vulva puede construir multiplicidad de identidades. La que tiene pene también”.
“Son muertes evitables”
Para ella, hace falta más información para que las familias puedan abrazar a sus hijes y para que los medios puedan transmitir la noticia con el enfoque adecuado. “Necesitamos una toma de conciencia urgente para mirar a las niñeces pero también a nosotres como sociedad, con estos cuerpos que incomodan. Que quede claro: son muertes evitables. Esto es un transfemicidio social”, dice.
La Asociación Infancias libres hizo el primer relevamiento estadístico sobre experiencias de infancias y adolescencias trans/travestis, y publicó los resultados en 2021. De 200 familias, el 53% de les menores de 12 años y el 63% de 12 y a 17 manifestaron tener ideas de muerte. “El cúmulo de exigencias, la etiqueta al nacer, la exclusión, arrojan a nuestres niñes a un 40% de índice de suicidios en Argentina. Eso no se está viendo. No hay políticas de prevención. Cuando el daño es en el cuerpo, emocional, psicológico, las niñeces están padeciendo y resistiendo el maltrato en la escuela, de compañeres y profesores que no tienen información”, dice Gabriela. Y cuenta que con Luana están evaluando si empieza o no las clases por este motivo.
Manu Mirelles: “Formarnos e informarnos en la diversidad”
Manu Mirelles es activista, secretaria académica del bachillerato Mocha Celis, se identifica como migrante y no binarie. “Cuando hablamos de corrernos del lugar adultox-centrista estamos hablando de escuchar a las infancias y adolescencias trans. Abrir la puerta para prevenir las violencias que a diario sufren. Trabajar en la reparación es literalmente salvarles y pensar en un mundo donde todxs podamos habitar”.
Manu considera que el sistema educativo, las familias y las comunidades “debemos hacernos cargo de comprender que existen una gran cantidad de identidades de género y orientaciones sexuales. La diversidad en su espectro más amplio. Es más que necesario que asumamos la responsabilidad y el rol activo de formarnos e informarnos para poder exigir a los medios de comunicación que haya perspectiva de géneros y diversidad sexual en las noticias. Y avanzar en la garantía de todos los derechos para las infancias y adolescencias travestis, trans y no binarias”.
Ese Montenegro: Los medios niegan el derecho a la identidad de Iván
Ese Montenegro, activista trans masculino, formador docente en ESI y asesor de la Cámara de Diputados de la Nación, invita a pensar esta noticia desde una perspectiva interseccional y situada. “Lo primero que se lee, parte de una narrativa muy instalada y habilitada, es que las personas trans se suicidan. Se vuelve a hacer foco en la persona trans y no en la situación que producen las condiciones estructurales para que alguien tome una decisión de esas características, que nunca es unicausal. Hay multiplicidad de factores que generan estados de padecimiento generalmente mental”, advierte.
Ese dice que basta con abrir los diarios locales o españoles para darse cuenta. Iván plantea la identidad con que quiere ser llamado, se corta el pelo, comunica a unas pocas personas que su identidad es trans. “No me parece casual tanto proximidad entre este hecho y la sanción de la ley trans en España”, opina, en un contexto de discursos transodiantes, discursos y trans excluyentes que tuvieron peso en la narrativa española.
«El avance en derechos no es gratuito»
“Cuando se aprueba una ley así, esto implica un costo para las personas. Es un avance en derechos pero no es gratuito. En tiempos posteriores o cercanos, hay un costo de violencia simbólica que reciben las personas que la defienden en términos comunicaciones o sociales ese logro. Y no hablamos de ese costo, produce un bullying y und desgaste en la vida de las personas”, dice Ese. Y pone como ejemplo la narrativa homoodiante que se desató en Argentina en el debate pre aprobación del Matrimonio Igualitario. O la narrativa transodiante cuando se sancionó la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans Lohana Berkins Diana Sacayán.
“Todos los medios han negado el derecho a la identidad de Iván. Le han nombrado en femenino infinidad de veces. Dicen que no les consta que haya expresado que su identidad. Se le está demandando a la persona muerta que diera cuenta de su lucha por su identidad. Es violento y absurdo el planteo. Si estamos hablando de que pudo comunicarlo a algunas personas, que en la escuela le malgenerizaban… ¿Por qué siguen tratándolo en femenino?”, se pregunta.
Ser niñe, trans y migrante
Ese Montenegro agrega otras variables de análisis: “tenemos que hablar de xenofobia y de cómo intersecta ser migrante y ser trans. Los medios recogen la hipótesis de que a lxs gemelxslxs cargaban por su acento argentino. Las opresiones no se suman, se anudan y generan violencias muy específicas”.
Leyendo notas en vario medios españoles, dice, que señalan muchas veces que la familia estaba bajo la órbita de ayudas sociales de dependencias estatales, también hay una cuestión de clase. “Se remarca que la familia estaba en esa estructura por ser de una clase baja, poniendo en algunas notas en duda si el padre trabajaba o no. Me pregunto qué imaginarios habilita y cómo impacta en la vida de dos personas de 12 años que se enfrentan a un montón de desigualdades. Esas narrativas se habilitan en los medios que son un espejo de ese odio. Basta leer las notas para entender que no somos personas peligrosas, estamos en peligro. Y que la situación que acarreamos es interseccional”.
Comentarios desactivados en Hebe de Bonafini fue también madre de la comunidad LGBTI
“Yo también soy travesti y todavía no se dieron cuenta.”
Admirada por la CHA, íntima de Lohana Berkins y madrina de la primera cooperativa trava, Hebe de Bonafini es una pieza clave en la historia del movimiento.
El pasado domingo, Hebe de Bonafini, Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo “cambió de casa”, como solía decir ella cada vez que despedía a una compañera. Esa Madre de todes, también fue madre de la comunidad LGBTIQ+, que pudo imaginar una militancia posible por sus derechos, y reconocerse sujeto político a través de su ejemplo y el de todas las Madres.
Admirada por la CHA, luchadora incansable contra de los edictos policiales que criminalizaban homosexuales, íntima de Lohana Berkins y madrina de la primer cooperativa trava, Hebe de Bonafini es una pieza clave en la historia de nuestro movimiento y en la lucha por desmantelar a la luz de la democracia el aparato represivo.
El 20 de Noviembre, Día de la Memoria Trans y de la Soberanía Nacional murió Hebe. La que contra todo biologicismo decretó que con sus compañeras habían tenido 30.000 hijos e hijas, y luego otros cuantos millones.
Caía la lluvía en Plaza de Mayo, mientras una muchedumbre convocada por H.I.J.O.S marchaba alrededor de la Pirámide de Mayo, detrás, la Casa Rosada estaba iluminada de celeste, blanco y rosa. “En un momento vemos una bandera gigante con esos colores que avanza hacia la Plaza y se suma a la marcha, eran todas travas, eran muchas, militantes históricas que fueron a homenajear a Hebe y mientras toda la Plaza las aplaudía se incorporaron para marchar con nosotres”, reflexiona Lucía García Itzigsohn, integrante de H.IJ.O.S. “Fue un momento Hebe”, concluye emocionada la anécdota que ilustra sin matices el vínculo genético entre las Madres y las travas.
Los tejes
“Yo creo que esta sociedad no dimensiona el aporte que han hecho ustedes las Madres de Plaza de Mayo a la concepción de los derechos humanos. Nosotras venimos a las Marchas desde hace muchos años (…) donde sobre todo nos sentimos cobijadas. Ahí fue el caldo en donde nosotras las travestis, nos dimos cuenta que no debíamos continuar con un reclamo individual sino que había un sistema que enfrentar, un patriarcado, un capitalismo. Ahí fue donde nos dimos cuenta que nos teníamos que convertir en sujetas políticas, que no bastaba con el sufrimiento individual” , decía Lohana Berkins en el 2012, entrevistada por Hebe de Bonafini en “Madres de la Plaza“, el programa de la Asociación.
Lohana relata cómo a través de la historia de las Madres de Plaza de Mayo vió reflejada la de su propia identidad travesti y tomó las herramientas y la herencia política de ellas para construir una forma propia de militancia. Escapar del relato individual construye la potencia con la cual las travestis podrían enfrentar un sistema, así como las Madres derrumbaron una dictadura.
Con Cristina Fernández de Kirchner
1985
En 1985 la Comunidad Homosexual Argentina lanza su boletín nro 10, titulado “Militancia y nosotros, bien por Hebe” donde Alejandro Zalazar relata el momento en que Hebe en medio del Juicio a las Juntas en señal de protesta y dignidad se coloca el pañuelo y la retiran de la sala. Alejandro escribe:
“Ejerció en la práctica su derecho a manifestarse en contra de una situación que consideró injusta. Muchos homosexuales durante años elegimos el silencio ante la represión y la discriminación. Hoy, Hebe de Bonafini, nos demostró su inclaudicable actitud ante cualquier posibilidad que no sea ‘Juicio y castigo a los culpables’ y ‘Aparición con vida’. Debemos tomar este hecho como un ejemplo de conducta en una lucha (…) mantener una conducta digna ante la represión y el prejuicio social, son, en nuestro caso, acciones a tomar de donde la actitud de Hebe se convierte en un ejemplo”
La articulación de la Comunidad Homosexual Argentina -presidida por Carlos Jáuregui– con los organismos de derechos humanos, durante los dos primeros años de la postdictadura fueron fundamentales para la construcción del marco teórico sobre la cual la comunidad LGBT+ delinearía sus consignas y alianzas. Carlos Jáuregui sentía una “veneración increíble”, según Cesar Cigliutti, por Hebe de Bonafini y su valentía, de quien sin duda y entre otres se inspiró para diez años después conducir a la misma Plaza de Mayo la que sería la primera Marcha del Orgullo en Argentina.
Una constelación de referentes unen nuestra historia cercana en tejes que mediados por Madres de Plaza de Mayo fueron precursores y antecedentes de leyes fundamentales del transfeminismo. Aborto, Identidad de género, Matrimonio Igualitario, entre tantas otras.
Lohana y Hebe se conocieron un día que Lohana le fue a llevar una carta a la Plaza donde le contaba la idea de lo que luego se convertiría en la Cooperativa textil Nadia Echazú, “vos me invitaste una tacita de té y unas cositas ricas antes de la reunión de las madres y desde ahí nos hicimos amigas”.
“Soy travesti”
La Cooperativa Textil Nadia Echazú es el taller-escuela que comenzó a funcionar en 2008 de la mano de Lohana para que travestis y transexuales puedan trabajar y capacitarse para salir de la prostitución. La madrina del proyecto fue Hebe quien inauguró la jornada diciendo: “Hoy empezamos, y me incluyo en esto, con la cooperativa que significa dar trabajo y continuidad. Hay que acompañarlas, todos nos tenemos que ocupar y preocupar porque sigan trabajando. Hoy, aquí, empieza un sueño”, dice y es interrumpida por los aplausos. “Y a los periodistas que están preocupados por mi presencia acá, les digo que yo también soy travesti y todavía no se dieron cuenta.”
Con Lohana Berkins. Imagen: Sebastián Freire
Hebe, aborto y misoprostol
Tanto Lohana, como Diana Sacayán y Marlene Wayar estudiaban en la Universidad Popular de la Asociación, donde por primera vez fueron inscriptas en una institución que reconocía y legitimaba sus identidades. Lucía García Itzigsohn, quien en su momento fuera la directora de la carrera de periodismo de la Universidad cuenta: “Lohana era alumna mía de la carrera de periodismo, obviamente ella discutía todo y me formaba más ella a mí que yo a ella. A partir de ahí entablamos un vínculo de mucho cariño y empezamos a organizar unos seminarios de verano sobre género, cuerpos y subjetividades”.
Fue también en la editorial de Madres donde Lohana pública entre todo este recorrido “La gesta del nombre propio: informe sobre la situación de la comunidad travesti en la Argentina” en 2006 y luego “Cumbia, copeteo y lágrimas” en 2007.
En esos seminarios de verano se inscribe la militante lesbiana Vero Marzano que junto a Luciana Sánchez conducían Lesbianas y feministas por la descriminalizacion del aborto y tenían la iniciativa “Aborto, más información, menos riesgos”.En articulación con la editorial de Madres y con el antecedente de los informes de Lohana, en 2010, logran editar el primer manual de aborto seguro en Argentina lllamado “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas”, que difundía la información necesaria para abortar de manera segura con Misoprostol según las recomendaciones de la OMS.
Uno de los antecedentes más potentes, si no el más, de la lucha por la legalizacion del aborto fue el primer ‘Congreso de Acceso Igualitario al Aborto Seguro’en 2012. Hebe fue la figura central inaugurando las jornadas con un épico discurso:
“Es como una magia ese medicamento, una maravilla. Dicen que esa droga está liberada ¡Entonces hagámoslo en las cocinas de nuestras casas!¡Abramos un lugar donde fabricarlo! Necesitamos que el aborto sea legal, que las mujeres puedan abortar cuando quieran, que los hospitales publicos lo hagan como una cosa normal, que no sigamos siendo hipócritas. Las madres que apostamos a la vida apoyamos esto justamente porque apostamos a la vida”.
El alcance de la revolución
“Biología no es destino” es una de las consignas que define hoy al transfeminismo y que impulsó los últimos derechos conseguidos en materia de identidad de género. Cuando Lohana Berkins se para y dice “Las travestis tenemos el coraje necesario para engendrar otra historia” parte al medio el concepto de qué y quiénes engendran, siendo en ese alumbramiento posible una sociedad más justa.
Si, ese es el tamaño del parto de una travesti. De la misma manera, las Madres 45 años antes quebraron la noción de la maternidad en terminos simbólicos haciéndola colectiva y no individual, sacándola al espacio público, creando una nueva forma de maternar en las que una es Madre de 30.000, en la que todos los hijos tienen muchas madres y el lazo genético, sanguíneo y afectivo está tejido por una trama de lealtad que comienzan en “Memoria, Verdad y Justicia”. Qué es ser madre en Argentina sino haberle puesto el pecho a la policía montada del 2001 avanzando sobre los pibes en Plaza de Mayo.
Vencer el miedo y el silencio es el primer paso hacia el orgullo, enfrentar a las instituciones genocidas, a los edictos, a los prejuicios, al qué dirán y defender la dignidad cuando existe un atropello. Es la herencia de una acumulación política que crece al ritmo que se expanden las identidades, y con ella la democracia. Y en Argentina no existe Identidad ni Democracia sin la búsqueda implacable de nuestras Madres. Sin Hebe de Bonafini.
El círculo del amor se cierra, o mejor dicho se expande como una piedra arrojada al lago generando olas concéntricas. Cuando falleció Lohana las Madres Marcharon con la consigna “Trava de la Plaza, las Madres te abrazan”. Cuando Hebe partió bajo la lluvia del domingo, ahí estaban las travas, los putos, las tortas y maricas que también somos sus hijes.
Comentarios desactivados en Marcha por el transfemicidio de Alejandra Ironici: “La unión va a ser la única manera de que no nos maten”
Una movilización masiva recorrió las calles del microcentro de la ciudad de Santa Fe para exigir justicia por el asesinato de una referente histórica y querida de la militancia trans.
De frente a la multitud, las, los y les trans y travestis de Santa Fe y alrededores hicieron un llamado a la unidad y exigieron a las personas cis presentes que el compromiso que Alejandra siempre les pidió –y ayer se concretó– se sostuviera en el tiempo. “Va a ser la única manera de que no nos maten. De que sobrevivamos a este patriarcado, que sobrevivamos a legisladores y a quienes nos tienen que representar y nos representan mal. Eso nos deja Alejandra: la unión, porque hoy estamos y mañana no sabemos. Alejandra Ironici, presente. Ahora y siempre”, gritó la activista trans Shazmín Ramos.
El altavoz pasó de mano en mano. Amigues, compañeres de su tarea docente y en el sector de la salud y militantes recordaron con la voz quebrada, peleando con el nudo en la garganta, a esta mujer que abrió las puertas de numerosos ámbitos y derechos a todo el colectivo. Hubo muchas lágrimas y bronca, pero también mucho amor. Cobraron voz en la plaza las infancias trans, les adultes, las comunidades de ciudades vecinas. Y ella estuvo ahí, en cada testimonio.
“Queremos amor y encontramos que nuestro propio amor nos está matando. ¿Eso es lo que nos espera a las travestis, a las trans? Conocer el amor y que el amor nos saque la vida… Eso no es justo, por eso venimos a reclamar Justicia, para que esta persona pague por lo que hizo, porque ella no se merecía morir de esta forma. Quiero Justicia”, dijo Lucy Gimenez, una de las amigas y compañeras de lucha más cercanas de Alejandra, en alusión al único detenido hasta el momento, cuya audiencia imputativa se llevará a cabo en las próximas horas.
En la plaza les militantes improvisaron un altar para despedir a Alejandra.
“No puedo creer que ella no esté acá, reclamando como siempre”
El lunes la 25 de Mayo fue dos veces la plaza de Alejandra. Durante la mañana, sus compañeres más cercanes llegaron movilizades por el dolor y la impotencia para encontrarse y comenzar el camino de la lucha por justicia en nombre de Ironici. “No puedo creer que ella no esté acá, reclamando como siempre” era la frase más escuchada entre quienes se abrazaban como muestra de apoyo. Y a la tarde se multiplicó por varias cuadras el pedido, que también era de Alejandra: Basta de Transfemicidios.
Al momento de tomar el megáfono, la activista Victoria Stéfano recordó a Ironici como la que “siempre luchó, que estuvo ahí en el hospital, que nos decía por dónde encarar para empezar una terapia de reemplazo hormonal. Era esa compañera que te recibía en la Casita LGBT para decirte cómo anotarte a las becas estudiantiles. Era esa compañera que te recibía con un cafecito a la mañana y vos te ibas de ahí con alguien que te había escuchado y sabías que le importabas. Esa fue Alejandra para las y los militantes trans de Santa Fe. Por eso estamos acá porque tenemos una deuda con el camino que ella hizo. Y asumimos la responsabilidad política de llevarle justicia a Alejandra”. Que la violencia no sea indiferente
Por su parte, la activista trans paranaense, Macarena Cornejo, también alzó la voz y pidió a les trans y travestis de Santa Fe que empiecen a “ocupar las bancas” para cambiar la realidad del colectivo. Y luego miró al resto de las personas convocadas y las interpeló: “Quiero decirle que la violencia no le es indiferente a ninguno de ustedes. La violencia nos está costando en primer lugar personas, de diferentes edades, clases sociales, creencias, sexualidades e identidades. Y puede ser cualquiera de ustedes que me está mirando”.
Y siguió: “Estoy harta de que a la sociedad le sea indiferente la muerte de las travas, las trans y las travestis. Estoy harta de que seamos 300.000 en un 3J y seamos media plaza cuando a Santa Fe, lamentablemente, hoy le falta Alejandra Ironici. Hoy les falta alguien que les marcaba la cancha a todos ustedes y a muchos más. Realmente enfrenten a la violencia y, si lo van a hacer, haganlo con las travestis y las trans. Diganle a todos que la causa de las travestis y trans también hay que abrazarla”.
Travestis y trans marcharon por las calles de Santa Fe para despedir a Alejandra.
Hablar por Alejandra
Los varones trans también se expresaron. Martín, un amigo muy cercano de Alejandra, se animó a tomar el megáfono por primera vez: “La acompañé a tantas marchas y hoy estar acá marchando y hablando de ella es muy fuerte. Siempre me negaba a hablar, pero hoy es un buen momento para levantar la voz y decirles que estoy acá y que la llevo en mi alma”.
Y Walter, que llegó desde Cayastá, agregó: “Nos arrebataron una referente del colectivo. Ella luchó desde su infancia hasta el día de su muerte por todos los derechos que hoy podemos disfrutar. Pero haber ganado algunos derechos no quiere decir que está todo resuelto. Debemos estar unidos como colectivo bajo una misma bandera. Podemos demostrarle a la sociedad que somos seres humanos que estudiamos, trabajamos y tenemos responsabilidades”.
Entre las últimas voces, estuvo Sabrina del grupo de Xadres de Niñeces Trans quien remarcó que llegó a la plaza “para recordar que las niñeces trans existen. Mi hijo tiene sólo 6 años y yo no me voy a sentar a esperar que la violencia le arrebate la vida”.
Compañeres militantes pidieron que se termine la violencia contra travestis y trans.
La militante que abrió caminos
Gerardo Picotto, militante gay y compañero del Partido Socialista, recordó los primeros años de lucha de Alejandra y el gran camino que dejó abierto a las nuevas generaciones, y a sus compañeres.
“Esta mañana pensaba en la frase de Lohana Berkins que decía que ‘hay que tener coraje en un mundo de gusanos capitalistas para ser mariposa’. Y si hay algo que caracterizaba a Alejandra era eso. Ella tenía mucho coraje, era una mina que hablaba por ella, pero siempre por las compañeras también. Discutíamos muchísimo por distintos puntos de vista, pero era una mina que siempre iba para adelante”, cuenta a Presentes.
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“Si hay algo que la caracterizó –continúa– es que abría puertas todo el tiempo. Me acuerdo de las primeras veces que entramos a la Facultad de Derecho de la UNL. No había entrado nunca una travesti y ella entraba orgullosa, porque teníamos un proyecto de Extensión con otres compañeres. Ella era siempre la primera en todo, pero además abría camino para el resto de las compañeras. Nos parece terriblemente injusto”.
Y agrega Picotto: “Tal vez hayan matado a la mejor de todas, porque sabemos que quedan truncas un montón de cosas que hay que seguir consiguiendo. Nos queda un gran vacío, nos duele un montón, nos duele la muerte de ella y de cada una de las compañeras trans. Hay un camino enorme que se está abriendo para que las infancias trans sean más libres y puedan vivir en un mundo completamente distinto. Y aun cuando nos quieran aleccionar con violencia, como lo hicieron hoy, vamos a ser muches reclamando por eso”.
Por primera vez, Santa Fe marchó para manifestarse contra un transfemicidio
El cupo trans en la UNL, un logro de Alejandra
Para la militante trans Noly Trujillo la pérdida también es irreparable. “A Ale la voy a tener presente todo el tiempo, me van a quedar siempre sus locuras, su energía, su perseverancia, sus ganas de crecer, pero por sobre todo su amistad. Era mi amiga. Hoy me quitaron una amiga. Para la comunidad, para la diversidad, dejó una huella muy grande que no tiene que ser olvidada. Alejandra fue una gran referente”, resalta en diálogo con Presentes y agrega: “No sé si va a haber un antes y un después. Para quienes la quisimos, sí; pero lamentablemente para la sociedad no. Está lleno de estos que te quitan la vida como si nada, que no les importa nada. Va a llevar muchos años cambiar estas situaciones”.
Una de las últimas conquistas en las que Alejandra había sido protagonista fue la sanción de cupo trans travesti y no binarie en la Universidad Nacional del Litoral. Oscar Vallejos, secretario general de Adul (Asociación Docentes de la UNL), resalta: “Era una referente en términos intelectuales y también si había que salir a la calle. Un día como hoy ella hubiera salido a convocar. Estaba trabajando con Fabián González para el aniversario del travesticidio de Cuqui Bonetto, en Rincón, que sigue sin tener justicia. Estas referentes no son fáciles de reemplazar, su visión, su compromiso y su capacidad de sortear todos los obstáculos partidarios. Ella nos ha enseñado a hacer política”.
Amigues, compañeres y militantes destacaron el compromiso permanente y colectivo de la mujer asesinada el domingo 21 de agosto.
Y Mariano Figueroa, quien trabajó con Ironici en el hospital Iturraspe, habló de las conquistas que logró la militante trans santafesina. Remarcó que esta sociedad “merece hombres y mujeres como Alejandra, luchadores, que no tengan indiferencia, que tengan un rol protagónico, que sean capaces de dar un paso al frente y erguidos luchen por sus derechos”.
Después de la plaza, durante la noche, los restos de Alejandra fueron velados en la capital provincial. En la mañana del martes van a ser trasladados a Tostado, donde viven los padres y hermanos de la militante trans asesinada a los 43 años.
“Por fin se cumple lo que Alejandra siempre pidió, que las y los cis acompañen nuestro reclamo”, coinciden quienes toman la palabra. pic.twitter.com/9bzpvV7KSJ
Comentarios desactivados en Por qué es necesario hablar de infancias trans
La activista travesti Violeta Alegre entrevistó a Gabriela Mansilla, mamá de Luana, la primera niña trans argentina en haber obtenido su nuevo documento de identidad.
Por Violeta Alegre
Fotos: Archivo/Agencia Presentes
A las personas trans nos imaginan siempre adultas. También nos imaginan en determinados momentos y espacios: la noche, la calle, las llamadas “zonas rojas”. Aparecemos en las secciones policiales de los medios de comunicación, en noticias con títulos estigmatizantes o como bufonas en la televisión. En la libidinosidad donde fuimos colocadas (como identidades cloacalizadas) [1], el mundo hace una lectura de nuestras vidas donde lo que se registra es nuestro cuerpo, nuestra performatividad, lo que aun sigue provocando abyección, pánico moral, sin tener ningún tipo de registro sobre nuestras experiencias vitales.
Detrás de todas estas representaciones, ¿alguien se pregunta si ellas quieren estar paradas en la ruta? Si de poder realizar otro trabajo ¿seguirían ahí? ¿Quiénes son sus familias?¿Serán felices? ¿Quién se ha preguntado al ver a una de nosotras: ¿cuántos años tendrá? ¿Cómo habrá sido su infancia?
A mi infancia podría rotularla como “feliz” porque tuve aceptación familiar. En principio mi deseo sólo configuraba nuevas formas de sentir. Siendo apenas un niño de 5 años me gustaba un compañerito del jardín de infantes y sentía mucha vergüenza por ello. Hablo de deseo, de gustar, y no de orientación sexual porque ni siquiera tenía un registro de mi sexualidad. La vergüenza y tachar a ese nene en las fotos a esa corta edad eran claros indicios de que algo afuera me transmitía que “eso” estaba mal.
Con el paso de los años, comencé a exteriorizar otros deseos. A tener el pelo largo, a utilizar indumentaria que estaba asignada como femenina. Y lo comencé a manifestar dentro de mi familia.
“Nosotros te vamos a querer siempre, decidas lo que decidas”, fueron las palabras de mis padres, lo que me dio mucho alivio para poder continuar creyendo que mis particularidades no serían obstáculos para desarrollarme en lo que deseaba para mi vida. Pero a su vez, eso era dentro de mi hogar, y debo decir que más por parte de mi madre que de mi padre. En esos tiempos yo no sentía la necesidad de cambiar mi nombre asignado al momento de nacer, por más que no coincidiera con mi apariencia.
Mi padre tenía un local en Grand Bourg (provincia de Buenos Aires), donde vendía productos para animales, y yo trabaja allí algunas horas. Un día, una clienta le dijo: “Qué bonito que está su hijo, parece una nena”. Luego de ese comentario –que me dio mucha vergüenza– mi padre me dijo: “¿qué vas a hacer de tu vida? Vos sé lo que tengas ganas de ser, pero decidite”.
En ese momento no entendí muy bien el mensaje; hoy ya de adulta puedo entender que él necesitaba que yo respondiera a un binarismo, que quería ser “un adolescente” o “una adolescente”, no eso “intermedio” que estaba siendo. Sentí alivio porque seguía entendiendo “la aceptación”, pero desde ese momento comencé a transitar la feminidad, a desear lo femenino entendiendo que la única posibilidad de serlo era ser mujer. No tenía muchas referencias de otras personas travestis o trans, y mi vida comenzó a ser de otro color: Violeta.
La cantante, poeta y activista travesti argentina o “artivista trans sudaca” (como le gusta que la nombren) Susy Shock, ha escrito y hablado mucho acerca de este sistema binario hetero-cis-sexual que nos obliga a “decidirnos”, como me pidió mi padre en aquel entonces.
“La heterosexualidad como régimen político ha construido todo: las leyes, las instituciones, los simbolismos y no puede dejar de construir heterosexualidad y no puede advertir o no tiene ganas de advertir de hay otras posibilidades. Entonces, unx docente se para en un aula para enseñar matemáticas suponiendo que está frente a heterosexuales y eso en sí ya es un fracaso, mas allá de las violencias, es un fracaso como sistema pedagógico. En la mayoría de los casos esto mismo se reproduce en el seno familiar, que termina siendo el territorio más violento, el espacio donde liberamos todas las batallas porque no tenemos nada a mano que nos permita trascender la heterosexualidad obligatoria”, me dice Susy, quien en los últimos años se ha dedicado a profundizar sobre las infancias.
En 2018 publicó “Crianzas”, donde cuenta cómo es ser una “tía trava” y ha acompañado la lucha de padres y madres de niñes trans. “Tenemos que empezar a pensar desde la teoría y la pedagogía travesti-trans, porque tenemos una práctica. En mi caso soy mamá y tía. No sé si tenemos todos los marcos teóricos, porque nuestro mismo devenir, nuestra misma coyuntura empobrecida no nos brinda “ese espacio de paz”, como diría Marlene Wayar [2], para pensarnos concretamente. Pero vamos haciendo y ejecutando en la urgencia”, agrega.
¿Cómo es ser madre de una hija trans?
Dándole un giro a estos pensamientos, hoy también me pregunto: ¿Cómo será ser una madre o un padre de un hije trans? ¿Cuántas preguntas se les pasarán por la cabeza? ¿Cuántos miedos? ¿Cuánta información necesitan para no reprimirte o violentarte? ¿Cuánto amor?
Gabriela se convirtió en una referente en la lucha por las niñeces trans, escribió el libro “Yo nena, yo princesa”, testimoniando la transición de su hija, y fundó la Asociación Civil “Infancias Libres”, que defiende los derechos de les niñes trans y crea un espacio de acompañamiento y socialización para sus familias.
Hoy Luana está a punto de cumplir 13 años y Gabriela sigue militando como el primer día, convencida de la importancia de visibilizar estas infancias y adolescencias.
– ¿Por qué es importante hablar de las infancias trans?
– Empezar a hablar ahora de infancias y adolescencias trans va a cambiar la expectativa de vida de 35 años de las personas trans en América Latina, va a poner en agenda política esta temática. Se va a empezar a abordar otra clase de educación. Necesitamos hablar para cambiar la cultura, para bajar el nivel de violencia que existe con el colectivo travesti trans. Una vez que se entiende que el camino es abrazar, entender, acompañar, respetar, queda toda la otra parte: el afuera. Hay que ir a la escuela, andar por la calle, y entonces no sólo hay que trabajar con las infancias para que se amen, sino que hay que trabajar con el resto de niñes y adolescentes para que puedan sociabilizar con una persona trans, sin rechazarlas ni discriminar, despojar de los fantasmas que otras infancias o adolescencias pueden tener sobre otras niñeces trans. Si no hacemos eso, no van a dejar de existir la violencias. Tenemos que comenzar a quitarle el peso negativo y darnos cuenta: son niñxs como cualquier otrx y necesitan exactamente lo mismo.
-¿Ves cambios en los últimos años en el modo de abordar las niñeces trans?
– Sí, aunque no veo grandes cambios. Veo cambios cuando nos movemos, cuando exigimos, porque esto surge por otras voluntades. Todavía estoy peleando para que respeten a mi hija en la escuela. Hay cambios, pero en lo macro ni siquiera conocen la ley de identidad de género y no se preocupan por conocerla. No existe predisposición a interiorizarse en el tema. Esperan que suceda, y con la papa quemando en la mano, empieza la necesidad de saber qué hacer. Tener una ley ayuda a todo eso. Las mamás de esta nueva generación vamos a estar eternamente agradecidas con el colectivo que la militó, es una herramienta para presionar con la ley. Hay muchos casos de escuelas privadas con asesores legales que niegan derechos. Nosotrxs tenemos una nota de Abosex [3] para cualquier situación. Hemos tenido que enviarla a muchas escuelas.
– ¿Qué rol juegan las familias en la lucha por los derechos?
– Hay un montón de cambios que hemos impulsado desde las familias, porque el colectivo trans adulto tiene tantas urgencias que necesita resolver el aquí y ahora. Porque las están matando, están peleando por derechos laborales, de salud, vivienda, entonces no pueden ocuparse de ir a un jardín de infantes para que se hable de infancias trans. En mi caso, recién cuando pasó un año de la publicación del libro “Yo nena, yo princesa”, empezaron a aparecer otras familias. Se necesitaron estos mal llamados “casos testigos”. Alguien que dijera “mi niñx es feliz, sobrevivimos”. La idea no es que sean casos aislados sino hablar de las infancias libres en general. Porque el colectivo travesti-trans nunca fue escuchado en las infancias. Pasaron 9 años y hay más organizaciones con familias de otras localidades, los cambios se dan aunque nuestrxs hijxs aún no los pueden disfrutar porque son cambios muy lentos: 7 de cada 10 escuelas en Argentina no conocen la ley de identidad de género, por ende no saben cómo abordar estas temáticas. Eso trasladalo al sistema de salud, a salir a la calle, a la violencia de género.
– ¿Cuáles son las principales dificultades hoy para las familias?
– El tema es: ¿quién escucha a unx niñx trans? Hay un estigma que se implantó de la prostitución en lxs trans y nadie quiere tener una persona trans en sus casas. Yo por eso digo en mis charlas: “llevá a las trans a tu casa, que comparta con tu familia, que sea novia de tu hijx”. Siempre van a preferir que esté en la casa de enfrente. Falta mucho para la aceptación real. Se piensa “a mí nunca me va a tocar” y cuando les toca se quieren morir. Hay que deconstruirse primero unx para poder acompañar a tu hijx. Ahí es cuando saltan las violencias, el machismo, cómo nos atraviesa el patriarcado. Las mamás se empezaron a despertar y empoderar, y eso crea distancias con sus esposos. También hemos tenido casos a la inversa. Se han separado un montón de familias por tener unx hijx trans.
– ¿Qué mitos creés que hay que derribar?
– El biologicismo: la idea de que por tener pene sos un varón o si tenés vulva sos mujer y no hay discusión. La ley obliga a que llamemos a las personas según cómo se identifican, pero mucha gente sigue pensando que sos otra cosa. Lo mas difícil es lo cultural, lo arraigado, lo que ya está establecido. Porque la ley te obliga pero la conciencia no la toman. Estamos en ese momento en que se hacen cosas pero no se genera un cambio interno. Por ejemplo, para que mi hija no quisiera lastimar a su pene ni esconderlo, tuve que amar su pene yo primero y eso fue lo genuino que ella intuyó y eso es lo verdadero. No solo desde lo discursivo porque el rechazo se siente, por más que intentes disimularlo. Vos te das cuenta cuando la gente te ve en la calle y te quiere o te rechaza.
-¿A qué se enfrenta unx adolescente trans que transicionó en la niñez?
-Me lo pregunté mucho tiempo. Creo que primero se enfrenta a si mismx. Lo veo en Luana que tiene una experiencia muy positiva gracias a los recuerdos, el abrazo, estar siempre en su hogar. Pero cuando viene el desarrollo puberal creo que lxs adolescentes se enfrentan a si mismxs, en esos cambios físicos y ahí es donde más crisis se debe generar. Por ejemplo, en las masculinidades trans, cuando comienzan a crecer las tetas. Si no tenés todo un bagaje previo de amor, ya no empezás a encajar. Inclusive por más que te ames, adentro de la casa todo bien, pero cuando tenés que salir al afuera empieza ael “que no se me note”. A eso hay que sumarle la falta de madurez para poder enfrentar lo que enfrenta una persona adulta, esa adolescencia que adolece y encima es trans. Luana ahora está en esa etapa de niña que quiere seguir jugando pero a su vez quiere un novio, y la mirada del afuera pesa más. Y empiezan a aparecer las relaciones con otras personas, el amor, la necesidad de que te quieran así como sos. Leer más…
Pasada la una de la madrugada, y tras cuatro horas de debate, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán-Lohana Berkins”, con 207 votos afirmativos, 11 negativos y 7 abstenciones. Una noche histórica que cerró con cantos del activismo presente en el recinto: “Lo dijo Diana y Sacayán, al calabozo no volvemos nunca más”. Fue la primera vez que el Congreso incluye esta deuda con el colectivo travesti trans en sus sesiones ordinarias.
Inició el debate la diputada por el Frente de Todos Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Géneros y Diversidad de la Cámara, una de las principales impulsoras de la iniciativa, motorizada por el activismo travesti y trans desde hace una década.
Con aplausos, empezó la votación en Diputades del proyecto de Inclusión Laboral Trans. Su impulsora @MoniMacha dice “No hay otros motivos del desempleo travesti-trans más que su identidad de género. Esta ley viene a reconocer algo negado”. pic.twitter.com/84HunYQtSz
“Desde la Campaña Nacional por el Cupo y la Inclusión Laboral Travesti Trans, integrada por más de 250 organizaciones, celebramos la media sanción de la Ley Diana Sacayán – Lohana Berkins aprobada en la Cámara de Diputados de la Nación. La iniciativa, que ahora pasa al Senado, es el resultado de un texto de unidad impulsado por el Frente Orgullo y Lucha, la Liga LGBTIQ+ de las Provincias y la Convocatoria Federal Trans y Travesti Argentina, en un trabajo mancomunado con las diputadas nacionales Mónica Macha, Gabriela Estévez, Vanesa Siley y Cristina Álvarez Rodríguez. Ahora los esfuerzos se concentrarán en lograr la sanción definitiva en la Cámara Alta”, dijeron a través de un comunicado las organizaciones que vienen impulsando esta iniciativa.
Una de las voceras de la campaña, Marcela Tobaldi, fundadora de la Asociación Civil La Rosa Naranja e integrante del Frente Orgullo y Lucha, expresó: “Con esta media sanción, luego de décadas de exclusión, persecución, estigmatización y violencia institucional hacia la población travesti trans comienza un nuevo ciclo en materia de reconocimientos de derechos, como es el trabajo del que fuimos excluidas por nuestra identidad de género. Esta etapa que se avecina contribuirá no solo a la inclusión laboral sino a nuevas relaciones sociales basadas en el respeto, el reconocimiento y la valoración de las diversas identidades de género”
Desde la Liga LGBTIQ+ de las Provincias, Thiago Galván, Secretario de Identidades Travestis, Trans y No Binarias, consideró que se trata de un momento “de mucha emoción y de celebración de un hecho histórico fruto de la lucha de muchos años en la que dejaron su vida muches compañeres. Es un paño de esperanza para las niñeces, las juventudes y las personas travestis y trans adultas que podemos soñar con otras vidas posibles, vivibles. Hoy tenemos una media sanción que nos legitima como sujetos de derecho”.
Y si bien a partir del decreto se abrió un registro y se iniciaron contrataciones de travestis y trans en los ministerios, en relación a la cantidad de personas afectadas por una violencia estructural histórica y de larga data, las personas incluidas aún son pocas. “Necesitamos más personas travestis y trans incluidas. Y una ley nacional, porque la ley nos otorga carácter como ciudadanas”, señala Tobaldi.
El proyecto de “Ley de Promoción del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero Diana Sacayán-Lohana Berkins” busca ir más allá del decreto presidencial y establecer “medidas de acción positiva orientadas a lograr la efectiva inclusión laboral de las personas travestis, transexuales y transgénero, con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en todo el territorio de la República Argentina”.
Apunta a la inclusión de las personas travestis, transexuales y transgénero habilitadas a trabajar, hayan o no accedido al cambio registral previsto en el artículo 3o de la Ley 26.743 de Identidad de Género. En sus artículos propone medidas de acción positiva: la inclusión laboral en el Estado Nacional a través de un cupo mínimo del 1 % en los tres poderes que lo integran, los Ministerios Públicos, los organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas y sociedades del Estado, en todas las modalidades de contratación.
“Abrir el Estado no desde una lógica de inclusión sino de transformación. Y preguntamos también: Dónde está Tehuel”, finalizó la diputada Brenda Austin, del bloque UCR-Córdoba. Y contó la reciente detención de la activista trans Ivanna Aguilera en Córdoba, por una orden de 1988. pic.twitter.com/iiI83pjtdx
En uno de sus artículos platea el principio de no discriminación de manera terminante al decir que toda persona travesti, transexual o transgénero tiene derecho al trabajo formal digno y productivo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. Y plantea que para que esto se cumpla, a la hora de garantizar el ingreso y permanencia en el empleo no podrán ser valorados los antecedentes contravencionales. Por eso, los antecedentes penales de les postulantes “que resulten irrelevantes para el acceso al puesto laboral, no podrán representar un obstáculo para el ingreso y permanencia en el empleo considerando la particular situación de vulnerabilidad de este colectivo” dice el texto del proyecto.
“Nadia (Echazú), Diana (Sacayán) y Lohana Berkins tuvieron que pelear solas contra un sistema patriarcal”, recordó Claudia Vásquez Haro, presidenta de OTRANS y de la Convocatoria Federal Travesti Trans Argentina, en el Banderazo de febrero frente al Congreso, con el mismo pedido. Valoró la “madurez política del colectivo travesti trans, que construyó esta unidad”. La activista destacó los modos de organización social y política que se necesitaron para llegar a esta instancia y pidió: “La sanción de esta ley es vital para nuestro colectivo”.
“La ley sería el corolario de una política pública que se ha expandido en los últimos años. El cupo ya fue decretado para la administración pública y el Senado. También con leyes de cupo y/o inclusión laboral travesti trans en las provincias de Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, así como ordenanzas en más de 50 localidades y municipios” expresaron a través de un comunicado el Frente Orgullo y Lucha, la Liga LGBTIQ de las provincias, la Convocatoria Federal Travesti Trans Argentina, Furia Trava y la Casa de Lohana y Diana, organizaciones que vienen trabajando en este proyecto de ley.
“Lo valioso de Cesar y sus compañeros fue que tuvieron el coraje de hacernos pensar que había argentinos que reclamaban ser reconocidos y que amaban igual que nosotros y que muchas veces no podían disfrutar el amor como merecían”, dijo el presidente al presentar el nuevo cuadro en homenaje a Cigliutti.
Fernández sostuvo que “estamos reconociendo a una persona que hizo que la Argentina sea un poco mejor” en el acto, en el que participaron referentes de la CHA, organismos de Derechos Humanos y familiares de Cigliutti.
En el homenaje, en el que también estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, se exhibió un video contando la historia de militancia del ex presidente de la CHA.
El homenaje a César Cigliutti, expresidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
Gómez Alcorta reconoció de Cigliutti “su enorme trayectoria por la ampliación y reconocimiento de los derechos de la población LGBTIQ+”.
“Su militancia fue pionera en la CHA, que presidió desde 1996 hasta su último día de vida. Convocó en 1992 a la primera marcha del Orgullo Gay en Argentina, que es un hecho político trascendente que año a año renueva el orgullo como respuesta política ante la discriminación”, aseveró la ministra.
César Cigliutti luchó por los derechos de la comunidad LGBTI+ en una Argentina donde todavía imperaba un silencio que dejaba cómodos a algunos.
Por eso me pone muy feliz este homenaje en este mes, en el que celebramos el orgullo de sentir que somos una sociedad mejor. pic.twitter.com/ycKjTYbqDj
“Homenajearlo es agradecerle lo que hizo por una sociedad más justa y debemos sostener su bandera y su compromiso para todo lo que nos falta conquistar“, agregó.
Comentarios desactivados en En nombre propio: activistas trans y travestis argentinas en cargos públicos
Por Carolina Balderrama . Fotos: Archivo y Luciana Leiras
Las militantes y activistas travestis – trans Alba Rueda, Daniela Castro, Ivana Gutiérrez y Ornella Infante son algunas de las convocadas para distintos cargos en la gestión nacional, provincial, municipal y organismos. En diálogo con Presentes contaron sus inicios militantes y expectativas frente a los primeros sesenta días de inicio de gobierno.
Alba Rueda
Subsecretaria de Políticas de Diversidad del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad de la Nación.
Es la presidenta de Mujeres Trans Argentina, militante y activista por los derechos de las personas trans y travestis, investigadora del departamento de Género y Comunicaciones de Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, integrante del Consejo Asesor del Observatorio de Género de la Justicia del Poder Judicial de CABA e integra el equipo del NotiTRANS, primer magazine trans del país.
Oriunda de Salta, vino con toda su familia a Buenos Aires a principios de los ´90 por razones económicas y familiares. Vivió en el Barrio de Belgrano y estudió la secundaria en el Normal 10. A los 17 años se fue de su casa, expulsada por las situaciones de discriminación y porque necesitaba asumir su identidad, salir definitivamente del clóset y su familia no la acompañaba.
Se llama Alba desde los 16 años. Comenzó a trabajar en un taller de cerámica artesanal, la dueña la dejó vivir ahí, mientras hacía el CBC para la carrera de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Allí atravesó numerosas discriminaciones por su identidad autopercibida. Su primer espacio de militancia fue el Hotel Gondolín, donde conoció a Lohana Berkins, a Diana Sacayán, a Marlene Wayar.
“Comencé a trabajar para que las compañeras travestis – trans terminen sus estudios. Por esos años querían que se les cayeran las causas judiciales y conseguir un pasaporte para irse del país. A la crisis del 2001 se sumaba la enorme criminalización que vivíamos. Caminabas por la calle y de los pelos te llevaban a la comisaría”, recuerda. Dice que aprendió mucho de todas sus compañeras del Gondolín, sobre todo “la afectividad trans”.
Alba se dedicó a armar proyectos y a buscar financiamiento en un momento en que la agenda estaba atravesada por la prevención del VIH. De esta manera “las propias travas eran las promotoras de salud, repartían preservativos y eso era la oportunidad para hablar, como decía Lohana, sobre la ciudadanía travesti”. Hace 14 años que es trabajadora estatal desde su ingreso en el año 2006 en el INADI como coordinadora del 0800.
Alba considera su designación en la cartera ministerial como “una oportunidad histórica, no solo a título personal, sino para todo un movimiento social y político que da un paso fundamental, el de poder pensar las políticas públicas y que compañeras trans y travestis podamos elaborar las respuestas que nosotras nos damos, pensándonos colectivamente, con nuestras agendas como el cupo laboral trans, la reparación histórica hacia las víctimas de tanta violencia institucional, es fundamental.”
El plan de trabajo que están diseñando está en diálogo con activistas, organizaciones sociales y no se centraliza en Buenos Aires. El objetivo es que sea un proyecto federal “para pensar los márgenes de quienes quedan excluidas a partir de la burocracia administrativa, estatal, jurídica, judicial. Esto es una clave ética y una búsqueda de políticas trans feministas, de lógicas que no están dadas en el Estado ni en la historia del Estado y es justamente la oportunidad de ver cómo estas herramientas que constituyen a las políticas públicas puedan transformarse, resignificarse y cambiar a lógicas mucho más decoloniales, más horizontales. Pensarnos en una sociedad en donde la diversidad no sea solo un término sino más bien constituya la riqueza de nuestras experiencias sociales. Cómo proteger esas diversidades es parte de nuestra misión.”
Daniela Castro
Directora provincial de políticas de género y diversidad sexual del Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad de la provincia de Buenos Aires.
Nacida en Ezeiza, provincia de Buenos Aires, tiene 44 años. En 2011 fue la primera persona trans en obtener su DNI en la provincia de Buenos Aires. Milita en el Frente Patria Grande, es dirigente del Movimiento Popular La Dignidad, fue candidata a concejala y a senadora bonaerense, y trabajó como directora en la secretaría de Derechos Humanos de Mar del Plata (2012-2015).
Su familia la acompañó en su transición desde que era muy chica. Esa contención fue fundamental para su “desarrollo psicológico principalmente y para la militancia después. Ha sido fundamental como eje de vida, no es la realidad que tenemos todas las compañeras travestis – trans que somos expulsadas de nuestros hogares a edades tempranas por nuestros propios padres y ahí arrancan nuestros tránsitos difíciles” remarcó.
Inició su militancia en la CTA en 2001: cobraba un programa social en ese momento y hacía la contraprestación en un ropero comunitario. Luego comenzó a trabajar como administrativa en el central, caminó el territorio y se involucró en la militancia sindical.
“Desde hace muchos años milito socialmente, por fuera de la diversidad, entendiendo que mi militancia, los reclamos que yo hacía sobre los derechos que estaban siendo vulnerados, se cruzaban. Mi situación no tenía diferencia con la de un pibe en un barrio estigmatizado por tener gorrita, o alguien que trabajaba en un comedor, o una compañera en situación de pobreza, en situación de calle. A partir de ahí entiendo que la militancia, la construcción y la lucha por los derechos atraviesa de forma social, más que por una cuestión de género. A partir de ahí comienzo a transitarlo desde ese lugar y ahí me convierto en una referente social más que en una activista de la diversidad”.
Daniela reconoce al sindicalismo como una las patas fundamentales en su formación política. Luego fueron los movimientos sociales. “Eso me permitió hoy en día sentarme a articular con los distintos sectores, llegar a buenos términos, poder gestionar, llevar la política pública al territorio, y que la política sea la herramienta para transformar las necesidades básicas de la gente”, afirma Castro.
Daniela se reconoce como una referente política dentro del colectivo social. “La política me lleva al lugar de gestión más allá de mis experiencias, de mi identidad de género, de mi compromiso indiscutible con la población a la cual represento”.
Uno de los ejes fundamentales que tendrá su gestión en el Ministerio bonaerense será la implementación real del cupo laboral trans, Ley Diana Sacayán, dentro de la PBA. “Va a estar bajo la órbita de mi dirección. Ya estamos con la recepción de currículums de compañeras y compañeros, lleva un armado previo, y va a tener un acompañamiento antes del ingreso al Estado y después del ingreso al Estado. Estamos armando programas que tienen que ver con la contención integral cuando lleguen a sus lugares de trabajo, es el principal desafío. Las estadísticas muestran que las mujeres travestis – trans no pasan los 35 años. Las que los pasamos somos sobrevivientes y tenemos las posibilidades de poder gestionar la política desde otro lugar, entender a través de nuestras vivencias muy duras y llevar a transformar esa realidad para que hoy esa juventud que va a transitar ese sendero tenga un camino mucho más allanado. La Ley de Identidad de Género, la Ley de Matrimonio Igualitario, hoy, la Ley Diana Sacayán, han sido logros indiscutibles de un colectivo y se transformaron en un logro social para poder mover esa rueda del cambio cultural que estábamos necesitando desde hacía muchos años. Estas leyes llegaron para discutir esos objetivos y fueron de la mano de la lucha de tantas compañeras que lamentablemente ya no están, llegaron para reparar esas épocas nefastas que nos han tocado vivir y también para que esa nuevas generaciones encuentren hoy, nuevas calidades, puedan vivir desde otro lugar, que no transiten las mismas etapas de discriminación que atravesamos nosotras ante la ausencia y vaciamiento del Estado. Indiscutiblemente hoy son tiempos mucho mejores y muy distintos a los que nos tocó atravesar a algunas de nosotras”.
Ivana Gutiérrez
Directora de Políticas para la Diversidad dentro de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Equidad, Diversidad y DDHH del municipio de Morón, provincia de Buenos Aires.
Militante travesti, nacida en el barrio Carlos Gardel en Palomar hace 38 años. Su mamá ¨Piruni¨ fue una reconocida referente social que durante la crisis del 2001 y antes de la urbanización de la villa, abrió el comedor ¨Los Gardelitos¨. Allí Ivana comenzó su militancia territorial junto a la comunidad de vecinxs. Creció rodeada de 15 hermanxs de sangre y una hermana adoptiva. A los 14 años eligió el nombre Ivana. “Fui acompañada por mi familia, esto que en vez de ser un derecho y un deber para nosotras es un privilegio, y yo corrí con ese privilegio de poder tener una familia que me adoró y me acepto desde el primer momento” señala y recuerda a Diana Sacayán, Lohana Berkins y Claudia Pía Baudracco como compañeras en las cuales se referencia.
Forma parte de Nuevo Encuentro desde hace más de diez años, participa del espacio Géneros y Disidencias. Militó militar la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. Integra Conurbanes por la diversidad y el Frente Abolicionista travesti – trans Argentina.
Fue candidata a concejal por el Frente de Todos en Morón en las elecciones de 2019 y luego fue convocada a la Dirección, destaca en el año 2007 que Municipio ya contaba con una ordenanza de respeto a las personas travestis y trans en las instituciones de salud.
Estudia Licenciatura en Trabajo Social, trabajó en la Defensoría del Público (2015-2019) como técnica administrativa en protección de derechos y asuntos jurídicos.
¨Es un desafío, es la primera vez que se crea una dirección destinada a una población totalmente vulnerable. Estamos arrancando de cero, con los informes, se está diseñando un operativo municipal, realizaremos un proceso de selección buscando los perfiles, articular trabajo con educación. Queremos que la población lgbt+ tenga un espacio en donde sentir el acompañamiento y desde ahí poder crear políticas públicas basadas en esta población. Lo primero es implementar la Ley de Cupo Laboral Trans en la provincia de Buenos Aires, principalmente en el Municipio de Morón, en articulación con las ordenanzas que llevamos adelante en el 2016 para que el municipio contrate a personas travestis – trans, y otra ordenanza que presentamos en el 2017 propone líneas de acción productiva también destinada a población travesti- trans en situación de prostitución, ninguna se implementó en el macrismo. La dirección abordará las niñeces trans, realizará acompañamiento a familiares del colectivo lgbt+, abordará las violencias que sufre el colectivo travesti – trans es uno de los más olvidados, la dirección va a articular con todas las áreas del Municipio. Mi iniciativa a ocupar esta dirección es mejorar la calidad de vida del colectivo travesti – trans y eso tiene que ver con la adquisición de derechos humanos, que accedan a la salud, a la educación y a un trabajo.”
Ornella Infante
Directora de políticas antidiscriminatorias del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI)
Nacida en Santiago del Estero capital hace 42 años, de familia campesina, se fue de su hogar a los 18 años. No continuó estudiando. En sus palabras: Nno soy ninguna excepción en las discriminaciones, condenas y calabozos. Todo formó parte de las razones”. En el año 2012 se sumó al Movimiento Evita junto a otrxs compañerxs que integraban la Mesa Nacional por la Igualdad y conforman el Frente por la Igualdad dentro del movimiento.
Una tarde santiagueña, allá por el 2000, conoció a Claudia Pía Baudracco en casa de la activista Luisa Paz. Luego del 2001 migró a Neuquén, se reencontró con Claudia Pía y se sumó al armado nacional de ATTTA, la Asociación de travestis, transexuales y transgénero de Argentinas. Sus compañeras, junto a Marcela Romero, ya estaban en eso. Tomó la coordinación primero de la provincia de Neuquén y luego de Río Negro. Después del 2001 entró a la Federación Argentina LGBT, de la que ATTTA era parte.
Luego de la sanción de la Ley de Identidad de Género se dedicó a la política partidaria. “Yo era una descreída de la política partidaria, porque el Estado Nacional Argentino solo había ideado políticas de represión y encarcelamiento para nosotras. Con la llegada de Néstor Kirchner, mediante un decreto se lanzó el Plan Nacional Contra la Discriminación (2005). Ah;i aprendí a leer lo que son voluntades políticas. En el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia), con María Rachid como presidenta, se realizó el Primer Foro de la Diversidad Sexual ”.
La militancia por la Ley de Identidad de Género la involucró cada vez más en las políticas contra la discriminación del Frente por la Igualdad. Hoy reconoce ese espacio como fundamental en su formación política: “Con las herramientas que me dio la organización pude dimensionar que no era sólo en ese microclima LGBT+ (donde había que trabajar) sino que había que transformar afuera para poder incluir todo lo que no estaba adentro. No creo en las personas sueltas, en las que no están en una organización, porque así no hay quién dé respuesta por sus acciones. Si hoy ocupo un lugar tiene que ver con las ideologías de las organizaciones en donde milito. Dejé mi vida de lado para estar de lleno en la militancia”, dice.
Como líneas de trabajo, Ornella se plantea que el INADI tiene que estar en todos los lugares, pero principalmente en las barriadas populares: “Donde aún no se dimensiona que la discriminación es una violencia. Tenemos que lograr una conciencia social amplia y desnaturalizar las violencias que genera la discriminación, que se termina llevando vidas. Van a volver los encuentros con las organizaciones sociales, con las asociaciones civiles, las fuerzas vivas, los movimientos sociales porque en conjunto vamos a delinear las políticas y las leyes contra la discriminación. Desde el INADI tenemos la voluntad política de hacer transformaciones de fondo. No creemos en la política testimonial, no estamos para calentar sillas de escritorio, sino para que al pueblo le lleguen las herramientas necesarias para la transformación. Por eso es importante que las personas como yo o de cualquier sector, estén dentro del gobierno. No existen los iluminados de la política que vayan a crear una política pública con nosotras afuera. El Estado Nacional o el gobierno de turno deben tener las caras del pueblo. Estamos en un momento en la Argentina donde un presidente y una vicepresidenta van a pasar a la historia por permitirnos ser.”
En Argentina, el 80% de las personas travestis y trans nunca accedió a un trabajo formal y el 90% tuvo como única salida la prostitución. La expulsión familiar temprana, las puertas que se cierran en las instituciones como la escuela y la falta de acceso a derechos básicos han dejado en el desamparo a generaciones de travestis y trans en el país y en América Latina. La consecuencia más flagrante de esto es una expectativa de vida del Medioevo: 35 años. Y una de las experiencias cotidianas es la exclusión del mercado de trabajo: tanto formal como informal. Para paliar esta situación, la activista travesti Diana Sacayán, asesinada en 2015, promovió una ley de cupo laboral trans a nivel estatal en la provincia de Buenos Aires. La ley fue aprobada el mismo año de su asesinato pero nunca se reglamentó.
Hace tres años se presentó en el Congreso un proyecto de ley nacional de cupo laboral trans. Actualmente son cinco las provincias que cuentan con esta norma –Santa Fe se sumó el 31 de octubre– y varios municipios aprobaron ordenanzas para implementarlo a nivel local. No obstante, en muchos casos queda como una declaración de buenas intenciones y las personas travestis y trans siguen sin tener cómo parar la olla.
Atenta a esta situación y con la certeza de que la población trans tiene necesidades urgentes y muchísimo para ofrecer, la comunicadora y activista travesti Valeria Licciardi propuso este año una campaña llamada «Las trans lo hacemos mejor». Su objetivo es visibilizar el trabajo y capacidades de sus compañeras. La campaña se transformó en una bolsa de trabajo que tiene como plataforma las redes sociales. Y sin dejar de reclamar una política pública de cupo laboral travesti-trans, comparte las búsquedas de empleo.
Desde la cuenta de Instagram de su emprendimiento de bombachas para travestis y trans @soynanasoy, Licciardi cuelga fotos de las chicas que se suman a la bolsa de «travajo» y allí se las puede contactar.
«La idea es mostrarle a la sociedad que somos buenas en muchas cosas. Que no solamente estamos para la prostitución. Así lo decía Lohana Berkins cuando ponía en discusión que para todes está legitimado que somos buenas teniendo sexo. Lanzamos esta bolsa de trabajo para decirles a todes que también somos buenxs electricistxs, fotografxs, cocinerxs, etc. Las personas que necesiten emplear o cubrir algún puesto de trabajo pueden ingresar y consultarla. Nana no se queda con ningún tipo de porcentaje de esa contratación. Somos un puente y no nos dedicamos a esto específicamente pero sí nos interesa desde la marca poder acompañar a que las cosas puedan transformarse. No esperamos más al Estado y accionamos», cuenta Licciardi. Y advierte: «No creo en la meritocracia. La pregunta de la sociedad sigue siendo la misma: ¿por qué se dedican a la prostitución? Como si desconocieran la respuesta. Quizás sea el momento de hacer otro tipo de preguntas: ¿tomarías a una persona travesti-trans para que cuide a tu hije? ¿Cambiará algo que haya una persona travesti trans en atención al público?».
Armar un currículum
Una de las primeras barreras que encuentran las personas trans, antes siquiera de postular a un trabajo, es el armado de currículums vitaes. Incluso en programas que dependen del gobierno, como la «Bolsa de empleo trans» lanzada por la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural en 2017, se insta a mandar su CV a un correo. «Pero el armado de un CV es algo que se aprende y la mayoría no sabe ni tiene experiencia laboral», agrega Licciardi. «Entonces es un sinsentido», explica.
Para afrontar este punto la campaña «Las trans lo hacemos mejor» contó con diversas acciones y aliades. En Casa Brandon, centro cultural LGBTI+ de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó una jornada para compartir experiencias –o la falta de ellas– en el mundo del trabajo y tejer redes de apoyo y contención. Además, se organizó una sesión de fotos para CV, donde Magalí Muñiz, integrante del Archivo de la Memoria Trans y quien se está formando como fotógrafa, hizo los retratos, que pueden verse en la cuenta de Instagram junto a los ofrecimientos. «La experiencia de los retratos fue fabulosa. Porque confiaron en mí y salieron buenísimos. Es una forma también de presentar mi trabajo», dijo Muñiz.
Según Licciardi, la respuesta general ha sido muy favorable y las propuestas se viralizaron. «Nos llegan también muchos avisos de pedidos que publicamos en nuestras historias y se generó un vínculo muy interesante, donde todes colaboramos. Nos recomiendan lugares de trabajo con perspectiva de género, capacitaciones y formaciones gratuitas».
Perfiles que cubren una amplia demanda laboral
Varias de las personas trans que participan de esta bolsa están formadas en oficios como la electricidad o la jardinería y son quienes reciben más contrataciones. Solange, electricista, tuvo que pedir que no dieran más su teléfono por la cantidad de llamados que recibía. Pero también recibieron la oferta de un restaurante de Palermo que se ofreció a formar a un grupo de chicas para integrar a su personal.
A muchas de quienes participan de esta bolsa les gustaría trabajar en atención al público. Una de ellas es Lara Delmoral: «Tengo experiencia en el área como vendedora en un local de indumentaria. Cuento con referencias comprobables. Vivo en zona Sur pero puedo moverme por todo CABA».
María Florencia también: «Trabajé como recepcionista y me gustaría trabajar en atención al público. Tengo referencias comprobables en CABA y provincia de Salta».
Dolores Guadalupe Olivares, de 32 años, explica que «quisiera, en lo inmediato, poder trabajar en algo que tenga que ver con atención al público, sea de camarera o recepcionista. Fui empleada doméstica, camarera y también me dediqué a cocinar. Le hacía el almuerzo a Lizzy Tagliani. Después me puse a estudiar y hoy estoy terminando el secundario en la Mocha Cellis. Cuando termine me gustaría ser profesara de Lengua y Literatura poder enseñar y hacer que las identidades travestis y trans puedan ingresar a la educación».
El resto de los ofrecimientos pueden encontrarse en la cuenta de Instagram @soynanasoy donde también aparecen los datos de contacto de las chicas.
Comentarios desactivados en Alicia Caf, una vida intensa y solidaria atravesada por sueños comunitarios
Activista lésbica y por los derechos de todas las personas dejadas al margen, Alicia Caf murió en la precariedad y está viva en la memoria de sus compañeras.
Fuente Agencia Presentes
2 de agosto de 2024 Carolina Balderrama María Eugenia Ludueña. Agencia Presentes Edición: Ana Fornaro
Activista lesbiana, Alicia Caf era una presencia habitual en todas las marchas de la Ciudad de Buenos Aires, acompañando distintas luchas. Su existir era colectivo y su mirada interseccional. Fue una de las ideólogas del proyecto «Sueño de Mariposas», un espacio intergeneracional de cuidado mutuo para adultas mayores y jóvenes lesbianas. Murió en la precariedad el 1 de agosto de 2020 dejando vivo un proyecto colectivo y una historia dura de supervivencia.
Alicia nació el 16 de octubre de 1951 en Buenos Aires. De chica se crió en una casa de familia de clase media en Ramos Mejía, Buenos Aires. Hija de padre desconocido, llevaba el apellido de su madre, Angela Rosa Caffarella que murió a los 49 años. Tenía una hermana más grande y una sobrina con las cuales no tenía contacto.
Sobreviviente de una infancia muy dura, con abuso intrafamiliar, solía decir que nació lesbiana. A sus 14 años fue sometida a un tratamiento psiquiátrico con electroshocks como ¨terapia de cura para su lesbianismo¨. Atravesar esto la hizo replantear toda su idea de familia. A los 17 soñaba recurrentemente con vivir en un pueblo sólo de mujeres, deseo que en su migración a Europa en 1986 pudo desplegar de alguna manera al conocer en un bar de Barcelona a la suiza Gavina Heiz quién la invitó a una comunidad similar en los Pirineos.
El exilio lésbico
Durante las casi tres décadas que vivió en Europa, se involucró en el activismo que cruzó su propia migración y su lesbianismo. Desde 1998 colaboró con la activista holandesa Gabbi Wierenga y posteriomente -y hasta su retorno a la Argentina en 2014- participó en las organizaciones SPAZ y Frauen Zentrum de Zurich. En 2001 realiza el video documental Siete veces siete recreando situaciones que viven migrantes ilegales, conversaciones sobre la precariedad de los trabajos sin papeles y que refleja un eje interseccional, la clase, el origen migratorio, la racialización, la identidad de género, la orientación sexual. Al inicio se la ve leyendo fragmentos de textos al borde de un lago, compartiendo con su entrañable amiga Gavina, y Ali dice:
«Cuando el tiempo y el espacio no son, y existe la memoria, es siempre. Esto pretende ser un homenaje a Gretel Ammann Martínez (1947 – 2000), filosofa, ensayista, activista, radical y lesbiana separatista – pionera del feminismo en Barcelona.»
Video diario de Alicia Caf sobre la vida como una lesbiana migrante «ilegal» en Suiza. Zúrich 2001. Título original Sieven Mal Sieben
Alicia vivió en casas comunitarias, participó de marchas, charlas, encuentros activistas, se involucró en ese día a día de la migración sin papeles. Se fue de Argentina a principios de los ochenta buscando vivir su lesbianismo de una manera más libre y se encontró con las otras dificultades de la migración. Practicó un activismo de solidaridades y con mirada de género y clase.
Esos años en Suiza fueron una especie de ¨exilio lésbico¨. En Argentina no era posible sostener una vida como lesbiana visible.
Una vuelta difícil y un sueño
En 2014 volvió a Argentina con la ayuda de la Cruz Roja para el pasaje. En una nota con Presentes Alicia contó: «Fue muy raro volver, porque tuve que aprender a vivir de alguna manera. Estuve mucho afuera y estaba sola. Me fui sola y volví sola.»
Los primeros años vivió en situación de calle hasta octubre de 2015. Luego pasó dos años en el Centro de Integración Frida de CABA. En ese período accede a la jubilación mínima y desde 2016 contó con ese ingreso. En 2017 alquiló una habitación en un hotel. A nivel laboral siempre tuvo trabajos muy precarios y eso fue desgastante.
En Argentina retomó su activismo, apoyaba acciones por personas en situaciones de encierro, de migración, psiquiátricas. «Alicia impulsaba el acompañamiento y el agite, estar para otres, el cuerpo presente en las luchas, que de alguna manera se cruzan en las precariedades de las vidas», cuenta a Presentes Ju, activista lesbiana y amiga.
A partir de un posteo en marzo de 2017 en el grupo cerrado de Facebook Transfeministas Cooperando, Alicia hace un pedido personal y a la vez una convocatoria a unirse y trabajar “por la necesidad de vivienda de las lesbianas adultas mayores”. Interpeló a quiénes la leía acerca de la posibilidad de armar algo en conjunto para contener y visibilizar a las vejeces lésbicas, pero en un cruce intergeneracional, con otres, así elaborar alternativas para las futuras generaciones.
De esta manera nace Sueños de Mariposas, su terreno, su isla, su espacio de mujeres. Mariposas como homenaje y reconocimiento a las hermanas Mirabal María Teresa, Patria y Minerva y a Diana Sacayán y a Lohana Berkins. En junio de 2017 se realiza la primera reunión en el bar de radio La Tribu en el barrio de Almagro en CABA. En la Asamblea Lésbica Permanente Alicia se conoció con Ju, activista lesbiana. Tiempo después se sumó a Sueños de Mariposas:
Alicia Caf con sus compañeras del proyecto «Sueños de Mariposas»
«Ese posteo de Facebook hace que se den cuenta de que no estaba sola, que había muchas personas que estaban ahí en ese replanteo de la vejez. Alicia tenía carácter fuerte, su rostro, la rudeza en la cara como signo de haber vivido tanto, y por eso también fue que me convocó tanto que lo planteara», contó Ju a Presentes.
Se hicieron amigas, craneaban eventos, encuentros, charlas, varietés, ciclos semanales de cine, todo autogestivo. Hicieron reuniones en el Centro Cultural Tierra Violeta en San Telmo, hasta que llego la posibilidad de encontrarse en el bar Ambigú, que estaba a cuadras del Congreso.
«A Ali le gustaba la cerveza, las canciones de Sandra, de Celeste Carballo, Chavela Vargas, hizo una lista en Facebook para compartir con sus temas preferidos. Pero era una persona que a veces estaba triste, añorando los años vividos en comunidad con otras lesbianas en su tiempo en Europa».
Si bien el principal objetivo era lograr el ¨lesbiátrico¨. Había una sensibilidad y empatía hacia otras problemáticas.
Insistencia, determinación y trabajo de hormiga
A Alicia le gustaba escribir en cuadernos, en hojas, en papeles sueltos, podemos llamarle una especie de diarios, en los que describía un día de su vida, listas de tareas a realizar y/o realizadas, pero sobre todo sentimientos. También se pueden leer sus constantes registros sobre administración de los recursos disponibles, sumas y restas, mails por mandar, llamadas por hacer, teléfonos y personas por agendar.
Este trabajo de registro minucioso de legado y la apertura del Instagram de Sueños de Mariposas lo hizo Mad (35 años) activista lesbotransfeminista, lesbiana y madre. Gracias a ese incipiente archivo es que hoy podemos reconstruir parte de los últimos años de Alicia en su propia voz. Mad recuerda:
«Le gustaba el cilantro fresco cortado a mano, era determinada, yo soy muy fan de sus frases, y como yo manejo las redes, siempre que pasa algo voy a buscar a su perfil de Facebook, ella decía que necesitaba de las más jóvenes porque tienen más fuerzas y a la vez ella nos daba fuerzas».
Alicia Caf con integrantes de la Asamblea Lésbica Permanente
Vejez lésbica en resistencia
Alicia murió a los 68 años. Se desvaneció en la calle el 1 de agosto de 2020 en pandemia, en plena Avenida Córdoba, Ciudad de Buenos. Allí encontraron su cuerpo. Vivía en condiciones de precariedad en una habitación de un hotel familiar.
Sus amigas reclamaron el cuerpo y tras rastrear a su hermana y sobrina lograron que éstas autoricen el ingreso a la habitación para recoger sus cosas. Recuperaron algunos cuadernos y objetos que estaban siendo desechados. Hicieron una colecta para el entierro y están a la espera de una autopsia para saber la verdadera causa de muerte. Alicia había decidido hacía tiempo no ir al sistema de salud. No quería tener contacto con médicos por más que tenía una herida en el pecho que no cicatrizaba. Sus amigas atribuían esta decisión a sus experiencias de distintas violencias en la infancia.
Hasta siempre, mariposa
Su amiga por casi tres décadas en Suiza, Gavina, escribió en su cuenta de Instagram:
Ali ha sido más que una hermana para mí, más que una amiga. Nos hemos conocido por más de 33 años. Amándonos como amigas, peleando mucho también. Teníamos culturas diferentes, historias de familia diferentes (…) Hemos vivido juntas en Barcelona mucho movimiento político lesbiano!
Ju remarca: «Era una lesbiana terca, pero muy tierna, que dejaba ver su ternura por momentos y tenías que saber llevarla cuando se enojaba»-
En un posteo en su Facebook del 8 de noviembre de 2019, a las 4 de la mañana, Alicia escribió:
Aún en momentos muy oscuros, SIEMPRE, existen ¨pequeñas acciones¨ que, interconectadas entre sí, provocan un nuevo despertar lleno de esperanzas. Nuevas relaciones que nos alimentan permanentemente. Encontrar tus propias diagonales para ti es mi mayor deseo! Sueña feliz!
Comentarios desactivados en Argentina: La Justicia obliga a reincorporar a dos trabajadores trans estatales
La Justicia falló a favor de medidas cautelares impulsadas por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) por la reincorporación de trabajadores trans amparades en la ley de cupo laboral travesti trans.
Fuente AgenciaPresentes
16 de julio de 2024 Agustina Ramos Edición: Ana Fornaro
La Justicia falló a favor de medidas cautelares impulsadas por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) por la reincorporación de trabajadores trans amparades en la ley de cupo laboral travesti trans.
La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 11 ordenaron -en fallos diferentes- la reincorporación de dos trabajadores trans despedidos.
El fallo dictado por les jueces de Cámara Enrique Catani y María Cecilia Hockl resolvió disponer la inmediata reinstalación de un trabajador a su puesto de trabajo en la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES). Había ingresado a trabajar el 1° de marzo de 2021 y el 21 de marzo de este año el organismo no renovó su contrato.
Se trata de una respuesta a una medida cautelar innovativa presentada por cinco trabajadores trans cuyos contratos no fueron renovados por ANSES este año. Hasta el momento la Justicia se expidió en favor de la continuidad laboral de uno de ellos y se esperan las respuestas a las otras causas en trámite.
“Este fallo es muy importante porque además de la estabilidad en el empleo público como un derecho constitucional fundamental cuya violación venimos denunciando en todos estos meses, ahora se especifica con claridad el daño para la salud física y psíquica, y además el daño social que estas cesantías masivas generan en los trabajadores”, subrayó el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar.
“El daño generado por la forma intempestiva en que se realizó la desvinculación contractual excede al aspecto económico que la pérdida del salario puede provocar al demandante y trasciende a su aspecto espiritual y anímico máxime cuando su acceso al contrato estuvo vinculado con la aplicación de la ley 27.636 que protege sus derechos en virtud de la situación de vulnerabilidad en que su condición lo coloca dentro de la sociedad y que el Estado mediante la ley señalada procura proteger”, detalla el fallo.
“Estamos frente a un avance significativo de la lucha que los estatales llevamos adelante contra el ajuste que en el sector público impulsa el Gobierno Nacional”, señaló Aguiar. Y agregó: “La Justicia comienza a darnos la razón y demuestra la absoluta ilegalidad que tienen los despidos masivos que el Poder Ejecutivo decidió llevar adelante en toda la administración”.
Optimismo
En esta línea, el dirigente concluyó: “Esta resolución judicial nos genera optimismo a la hora de revertir un escenario de despidos masivos que resienten todos los servicios estatales y se traducen en una enorme pérdida de derechos para la población”.
Para la secretaria de Género y Diversidad, Clarisa Gambera, el accionar del Gobierno nacional con su política de despidos está anclado en una situación de discriminación. “El foco está puesto en las áreas vinculadas a género, diversidad y derechos humanos. Creemos que hay una mirada de ajuste selectivo en este sentido y sobre ideologizado, que lo que expresa es una perspectiva discriminatoria por parte de este Gobierno”, apuntó.
Estas respuestas judiciales sientan “un precedente importante en la lucha por el respeto al cupo y contra la continuidad de tal statu quo del paradigma de binariedad heteronormativa”, destacaron desde ATE.
En este sentido, el fallo de los camaristas reconoce “la condición integrante de un colectivo desaventajado, históricamente oprimido en referencia a la estratificación social, emplazado en un sitio de lamentable desigualdad estructural” en relación al colectivo travesti trans.
Además, distingue que el trabajo es uno de los agentes socializadores esenciales de la persona y que los sesgos culturales obstaculizan su acceso por parte de las diversidades. Y grafica: “la población trans acusa un 80% de informalidad”, al tiempo que “6 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 hombres trans abandonan la educación formal en el nivel secundario (…) como consecuencia de la discriminación padecida durante su transcurso”. También reconoce que “7 de cada 10 personas trans sufrieron actitudes segregatorias en oportunidad de acudir al sistema público de salud” y que “el 50% del colectivo no realizó curso de adiestramiento o formación laboral alguno”.
“En el marco descripto, idóneo para estructurar un ciclo de violencia institucional, desigualdad estructural y absoluta vulnerabilidad sobre el colectivo bajo estudio, emerge evidente la necesidad de abordar sus carencias mediante políticas públicas de impacto holístico”, subraya.
El gobierno nacional despidió al menos a 85 personas travestis y trans que trabajaban en la administración pública en las dos últimas semanas. Se trata de “un ataque explícito a la población trans” y “un retroceso enorme” en derechos ganados, aseguraron activistas y sindicalistas. Además, las organizaciones relevaron hasta el momento 10 trabajadores trans despedides en distintos municipios del país.
En diciembre el decreto 84/2023 exceptuaba a quienes habían ingresado a través de cupos (de discapacidad y de inserción laboral travesti trans) de las “no renovaciones de contrataciones”. Pero les trabajadores recibieron la noticia de su desvinculación a través de correos electrónicos en los últimos días.
Ataques múltiples
El Frente de Trabajadores TTNB del Estado y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) relevaron hasta el momento 85 personas travestis y trans despedidas. En su mayoría son trabajadores de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Nación (28 personas), Anses (20) y Secretaría de Desarrollo Social (13). Entre ellas, hay personas que habían ingresado a trabajar hace más de 10 años.
“Estamos hablando de un ataque dirigido al cupo laboral trans. Pero también se quieren desarticular las oficinas y la federalización de las políticas públicas. La mayoría de los despidos estuvieron en las delegaciones de Anses y la Secretaría de Trabajo que son oficinas que dan acceso a las políticas públicas. Las oficinas son la ventana al Estado”, explicó Laterra.
Hasta diciembre del año pasado, 955 personas habían ingresado a trabajar al sector público nacional a través del cupo laboral travesti trans. “Con los 85 despidos que hubo hasta ahora estamos hablando de casi el 10% de la nómina. Es un ataque que es mucho mayor al que podemos pensar hacia las personas cis en la administración pública nacional, que más o menos se corresponde a un 3%”, indicó Laterra, que también es profesor en Economía y Género en la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad de Buenos Aires.
Por otra parte, las organizaciones sindicales también se encuentran relevando a las personas del colectivo travesti trans que fueron desvinculadas de distintos municipios del país. Hasta el momento contabilizaron 10 de municipios de Río Negro, Córdoba, Mendoza y la Universidad Nacional de San Martín, aunque la cifra podría ser mayor.
“El cupo trans es el resultado de un proceso que se inicia en el 2012 con activistas de enorme valor en los derechos humanos como Diana Sacayán. Implicó todo un desarrollo a lo largo del tiempo. Se aprobó en el 2015 en la Provincia de Buenos Aires. En 2017 se armó el Frente por el Cupo Trans con las organizaciones que impulsaron proyectos en el legislativo nacional. En el 2019 cuando asumo a cargo de la Subsecretaría de Políticas de Diversidad del Ministerio de Mujeres recupero toda esa agenda social. El presidente Alberto Fernández generó el decreto de cupo trans y lo constituyó en una política pública en el 2020. Y en junio del año siguiente se constituye en ley nacional”, explicó la activista trans Alba Rueda y ex embajadora LGBTI+ en Cancillería.
Mucho más que un trabajo
“Me despidieron el día miércoles 27 de marzo del año 2024 a la noche en pleno inicio de Semana Santa a través de un correo. No contemplaron en sí la ley de cupo laboral travesti trans”, compartió a Pesentes Bárbara Ubran. Ella es travesti y tiene 27 años. Empezó a trabajar en febrero de 2022 en una dependencia de la Secretaría de Trabajo de la Nación en la localidad pampeana de Santa Rosa a través del cupo trans.
El acceso a un empleo formal fue dificultoso a lo largo de toda su vida debido a la discriminación que existe hacia el colectivo travesti trans: primero al interior de sus familias, por lo que muchas deben abandonar sus hogares; luego en la escuela, lo que las lleva a no poder terminar sus estudios; y finalmente en el ámbito laboral.
“Desde los 15 siempre estuvo presente la prostitución porque era lo único que había. Después estuve haciendo alguna que otra changuita, rebuscándomelas, estuve de bachera en algún lugar de comida o en algún kiosco. Pero siempre te pagaban la mitad de lo que le pagaban a los demás. Por la identidad de una dicen ‘ah, esta necesita plata a toda costa’”, graficó. En los últimos años su situación laboral “había mejorado un poco” -contó- ya que co-condujo un programa de televisión pública pampeano y trabajó en una biblioteca popular.
“Para mí el trabajo es súper importante porque en lo personal me dio el poder de luchar día a día, de querer aprender más, de vivir. Me daba una seguridad y una autovaloración a nivel personal muy grande. Me dignificó mucho el trabajo en sí”, subrayó.
Bárbara Ubran junto a sus compañerxs de la Agencia Territorial
Retroceso en derechos
A Franco, una mansculinidad trans “kwir” de 37 años, también le resultó difícil acceder a un empleo previo. “Hasta que no tuve mi identidad se me hizo muy difícil habitar la vida, desde lo más íntimo hasta lo social. Recién cuando tuve mi identidad me sentí más armado para salir a buscar trabajo”, compartió a esta agencia.
Luego de un proceso de entrevistas que duró entre cuatro y cinco meses, Franco ingresó a trabajar en agosto pasado en la agencia territorial de la Secretaria de Trabajo ubicada en la localidad rionegrina de Viedma. Allí se encargaba de la gestión y el acompañamiento a emprendedores de Viedma y zonas aledañas.
“A partir de que asume Milei empieza una incertidumbre muy grande sobre si iban a seguir estas políticas o no y empezó un desfinanciamiento, un desguace cada vez más grande. Empezaron a faltar jefes de las agencias, autoridades en rangos intermedios, firmas para los proyectos, no se actualizaban los valores de los programas. Llegó el tema de los despidos. Nos habían exceptuado en diciembre y ahora caímos en la bolsa. Acá estamos resistiendo”, contó.
Para Clarisa Gambera, secretaria de Género y Diversidad de ATE Nacional, los despidos implican “un retroceso enorme en términos de democratización de los ámbitos laborales y el avance de luchar contra la discriminación de personas que habían quedado absolutamente excluidas de la posibilidad de tener trabajo”.
“Que el Estado pueda incorporar personas travestis, trans y no binarias también marcaba un faro para el sector privado. Fue un proceso complejo donde se hicieron formaciones, capacitaciones en los lugares de trabajo, en recursos humanos. Cuando desandás una política pública que fue inversión del Estado siempre es un profundo retroceso y se desinvierte”, subrayó, en diálogo con Presentes.
Las personas afectadas por los despidos se encuentran “preocupadas, tristes, consternadas porque esto les quita la posibilidad de vivir el día a día, de tener un ingreso digno para sostenerse”, describió Laterra.
Acciones colectivas
“Los despidos hacia las personas trans hablan de una deshumanización brutal del Estado. Esto trae muchas implicancias para las personas que se ven otra vez expulsadas fuera de sus empleos en un contexto de mayor pobreza y desigualdad y busca generar un mensaje para la sociedad”, agregó Rueda.
En respuesta a esta situación, desde la Federación Argentina LGBT (FALGBT) presentarán amparos colectivos y otros individuales “para reclamar la reincorporación de todas las personas despedidas, especialmente aquellas que estaban cumpliendo con los cupos de discapacidad y de personas trans”, indicó María Rachid, integrante de la comisión directiva de la FALGBT.
Además presentarán un pedido de informes en el Congreso de la Nación a través del diputado Esteban Paulón sobre los despidos en el Estado de personas que hayan ingresado a través de distintos cupos.
En tanto, hoy a las 17.30 tendrá lugar una Asamblea de Trabajadores TTNB en Belgrano 2527 que se puede seguir también de forma virtual a través de las redes @travajadorxsttnb.
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