La obispa episcopaliana Mariann Edgar Budde Pide a Trump “Misericordia con los transgénero y los migrantes”
El presidente de EEUU, Donald Trump, había iniciado este martes su primer día en el poder con un servicio interreligioso en la Catedral Nacional de Washington, un evento que marca el cierre de los actos de su investidura.
Trump, -cuyo padre era de origen alemán y cuya madre era inmigrante, nacida en Tong, islas Hébridas (Reino Unido), emigró a los Estados Unidos en 1930 y obtuvo la nacionalidad en 1942-, asistió a la ceremonia junto a la primera dama, Melania Trump, nacida en Novo Mesto (Eslovenia). Desde la primera fila, ambos escucharon en silencio y con gesto solemne los rezos, las melodías del órgano y los cantos, incluido un ‘Ave María‘. A su lado estaban el vicepresidente, JD Vance y su esposa, Usha Chilukuri, cuyos padres fueron emigrantes indios.
La reverenda Mariann Budde, obispa episcopal de Washington, D.C., imploró en el oficio al recién investido presidente Donald Trump “que tenga misericordia” de las comunidades de todo el país “que ahora están asustadas” después de su elección. “Misericordia” con “los gais, lesbianas y niños transgénero”. Y, añadió: “Y con los que recogen nuestras cosechas y limpian nuestras oficinas; los que lavan nuestros platos en un restaurante o los que hacen los turnos de noche en los hospitales” recordó Budde, ante la incómoda mirada de Vance, que en un momento buscó a Trump.
Los comentarios de Budde se producen después de que Trump firmara órdenes ejecutivas el lunes por la noche para declarar una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México e impulsara el fin del uso de una aplicación que permitía a los migrantes que buscaban asilo solicitar citas con funcionarios fronterizos estadounidenses.
“Permítame una última súplica, señor presidente. Millones han puesto su confianza en usted. Y como dijo ayer a la Nación, usted ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga misericordia con la gente que está asustada en nuestro país: gays, lesbianas y niños y niñas transgéneros en familias demócratas, republicanas e independientes.
Algunas de ellas temen por sus vidas. Y misericordia con la gente, la gente que recoge nuestros cultivos y limpia nuestros edificios de oficinas, que trabajan en las granjas de pollos y en las plantas de envasados de carne, que limpian los platos después de que comamos en los restaurantes y que trabajan en los turnos de noche en los hospitales.
Puede que no sean ciudadanos que tengan la documentación adecuada, pero la vasta mayoría de inmigrantes no son delincuentes: pagan impuestos y son buenos vecinos, son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas, gurdwaras o templos”
“Le pido tener compasión, señor presidente, con quienes en nuestras comunidades que tienen miedo de que se lleven a sus padres, y que ayude a quienes huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y que sean bienvenidos aquí. Nuestro Señor nos enseña que tenemos que ser misericordiosos con los extranjeros, pues todos nosotros fuimos extranjeros en esta tierra.
Que Dios nos garantice la fuerza y la valentía para honrar la dignidad de todos los seres vivos, decir la verdad los unos a los otros en amor, y caminar humildemente los unos con los otros y con nuestro Dios. Por el bien de toda la gente de esta nación y del mundo“
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Bishop Mariann Edgar Budde: “The vast majority of immigrants are not criminals. They pay taxes and are good neighbors…may I ask you to have mercy Mr. President on those in our communities whose children fear that their parents will be taken away.” pic.twitter.com/iXaHJrPsof
— CSPAN (@cspan) January 21, 2025
Este tipo de servicio es una tradición desde 1993, cuando el nuevo presidente asiste a una ceremonia de oración la mañana siguiente a su toma de posesión.
En el primer video, el fragmento con subtítulos en español y en el segundo, el servicio entero en inglés:
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Donald Trump se enfurece con la obispo que le cantó las verdades durante el servicio de oración
El presidente Donald Trump está furioso con la obispo episcopal Mariann Edgar Budde, quien lo instó públicamente a tener “misericordia” con las personas LGBTQ+ y los inmigrantes en un servicio de oración por su toma de posesión. En una publicación de Truth Social publicada el miércoles, Trump la llamó “radical de extrema izquierda que odia a Trump” y “desagradable”, un insulto que Trump ha usado a menudo contra las mujeres.
Luego exigió una disculpa.
“La denominada obispo que habló en el Servicio Nacional de Oración el martes por la mañana era un radical de izquierda que odiaba a Trump”, escribió Trump en una publicación en las redes sociales el miércoles por la mañana. “Ella llevó a su iglesia al mundo de la política de una manera muy descortés. Tenía un tono desagradable y no era convincente ni inteligente”.
Trump escribió que Budde no mencionó “la gran cantidad de inmigrantes ilegales que llegaron a nuestro país y mataron gente” y que “fueron sacados de cárceles e instituciones mentales” y que ahora están participando en una “ola gigante de criminalidad” en Estados Unidos. .
El Departamento de Justicia ha dicho que los inmigrantes indocumentados cometen delitos en índices menores que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. El plan de Trump de deportar a 11 millones de personas indocumentadas, a pesar de utilizar mano de obra inmigrante en sus propiedades, dividiría a las familias inmigrantes respetuosas de la ley que han estado viviendo, trabajando y pagando alrededor de $100 mil millones al año en impuestos estadounidenses, según Mother Jones.
“Aparte de sus declaraciones inapropiadas, el servicio fue muy aburrido y poco inspirador”, añadió Trump. “¡Ella no es muy buena en su trabajo! ¡Ella y su iglesia le deben una disculpa al público!”
Trump no fue el único republicano que criticó a Budde. En una publicación del martes por la tarde, el representante El representante Mike Collins (R-GA) también ha pedido en su cuenta de X que Budde sea deportada a pesar de que es ciudadana estadounidense nacida en Nueva Jersey. Collins escribió sobre Budde: “La persona que da este sermón debería ser agregada a la lista de deportación”.
Budde, de 65 años, es la primera mujer en servir como líder espiritual de la Diócesis Episcopal de Washington, DC.
En una entrevista telefónica, lal obispo Budde dijo que “no necesariamente estaba criticando al presidente”, pero hizo su petición “debido al miedo” que había visto en las comunidades inmigrantes y LGBTQ+ de Washington. Quería que Trump “sea consciente de las personas que tienen miedo”, dijo a The New York Times.
“Quería decir: el país os ha sido confiado”, añadió. “Y una de las cualidades de un líder es la misericordia”.
Budde también criticó airadamente a Trump en 2020 en un artículo de opinión en el New York Times, escribiendo que estaba “indignada” y “horrorizada” por el uso de una Biblia por parte de Trump para una fotografía frente a la Iglesia de St. John después de que los agentes usaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes por la justicia racial en la cercana Plaza Lafayette. Escribió que Trump había “usado símbolos sagrados” para “revestirse de autoridad espiritual” mientras “adoptaba posiciones antitéticas a la Biblia”.
En 2015, Trump dio a entender que no le pide perdón a Dios porque no comete errores que requieran perdón. Se estima que el 56% de los cristianos votaron por Trump en las elecciones de 2024.
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La Iglesia estadounidense “revisará cuidadosamente” las políticas anti-inmigración de Trump
Ahora viene el “rechinar de dientes”… Después de haber apoyado, salvo honrosas excepciones, su reelección, la USCCB trabajará “en desacuerdo” con la nueva Administración
La USCCB recalcó que “la enseñanza fundacional de la Iglesia católica nos llama a defender el carácter sagrado de la vida humana y la dignidad de la persona humana dada por Dios”
El Episcopado anuncia que “trabajará con la Administración Trump, así como con el Congreso de los Estados Unidos para avanzar en el bien común para todos, que incluirá instancias de acuerdo, así como de desacuerdo“
La ‘nueva política‘ de Donald Trump contra los inmigrantes, que prevé una gran redada, la mayor de la historia de EEUU contra los extranjeros que hayan entrado ilegalmente en el país, de la que no se librarán escuelas, hospitales y iglesias, será contestada por la Iglesia católica estadounidense,aunque por el momento se ha buscado una estrategia de no confrontación directa, y de espera ante los acontecimientos.
Pese a ello, y teniendo en cuenta las declaraciones del cardenal Cupich, anunciando que se opondría a las deportaciones en masa, ya anunciadas por Trump, la Conferencia Episcopal del país, a través de su portavoz, Chieko Noguchi, anunció que “revisará cuidadosamente” las órdenes ejecutivas firmadas por el nuevo presidente
During significant moments in our nation’s history, like the inauguration of a President, the Church joins in prayer for our civic leaders and the well-being of all. May our prayers bring peace, wisdom, and guidance. pic.twitter.com/0YWhNZjyFU
— U.S. Conference of Catholic Bishops (@USCCB) January 20, 2025
Así, la USCCB recalcó que “la enseñanza fundacional de la Iglesia católica nos llama a defender el carácter sagrado de la vida humana y la dignidad de la persona humana dada por Dios”.
Esto significa que “el cuidado de los inmigrantes, los refugiados y los pobres es parte de la misma enseñanza de la Iglesia que nos exige proteger a los más vulnerables entre nosotros, especialmente a los niños no nacidos, los ancianos y los enfermos“, recalca el episcopado norteamericano, que anuncia que “trabajará con la Administración Trump, así como con el Congreso de los Estados Unidos para avanzar en el bien común para todos, que incluirá instancias de acuerdo, así como de desacuerdo“.
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El presidente lanza la mayor campaña de deportaciones de la historia del país
El texto asegura, sin citar pruebas o ejemplos, que hay «criminales» que se «esconden en las escuelas y las iglesias» de EE.UU. para evadir los arrestos
La decisión llega un día después de que Trump asumiera el poder y enfatizara que cumplirá con su promesa de campaña de llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones de migrantes en la historia de EE.UU.
| RD/Efe
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio vía libre este martes a las redadas de migración en lugares previamente considerados «protegidos» como escuelas, iglesias y hospitales. Agentes de inmigración se disponen a comenzar ya las redadas para buscar a personas indocumentadas. Trabajadores humanitarios informan de la presencia de militares en la frontera con México. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) revocó una directriz de la Administración de Joe Biden que instruía a las autoridades migratorias a evitar redadas en estos lugares o cerca a ellos.
En medio de la amenaza de redadas alrededor del país, el secretario interino de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, ha anunciado este martes que se permitirán redadas dentro de las escuelas e iglesias, así como en sus alrededores. La administración de Joe Biden había establecido que el ICE –U.S. Immigration and Customs Enforcement, los agentes anti migración– tenía restringida su actuación en estas áreas, consideradas “sensibles”.
Además, el texto asegura, sin citar pruebas o ejemplos, que hay «criminales» que se «esconden en las escuelas y las iglesias» de EE.UU. para evadir los arrestos. El Gobierno alega que la decisión de este martes «empodera» a los agentes de migración a «seguir las leyes» y capturar a los que llaman «criminales extranjeros», según indicó un portavoz del DHS en un comunicado. “Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de América para evitar ser arrestados. La administración Trump no atará las manos de nuestros valientes agentes de la ley, sino que confía en su sentido común”, dice el comunicado publicado por el Departamento de Seguridad Nacional.
Las redadas, clave para las promesas migratorias de Trump
Las escuelas e iglesias son dos pilares fundamentales y puntos de encuentro dentro de la comunidad latina y migrante. Para muchos migrantes, la iglesia es un lugar de reunión con otras personas migrantes y un espacio desde el cual construir redes de apoyo. Algunas iglesias también brindan ayuda proporcionando comida y ropa a personas migrantes y en situación de vulnerabilidad. Ahora, la administración Trump ha convertido uno de los pocos espacios seguros para la comunidad migrante en un lugar a evitar.
“Quieren meter miedo y que la gente se quede en casa”, explica Abel Núñez, director de Carecen, una organización que trabaja con la comunidad latina y migrante en Washington DC. Núñez señalaba, poco antes de que se hiciera público el anuncio, que tenía miedo de que muchas familias migrantes dejaran de llevar a los niños a la escuela porque la salida de los centros educativos es un lugar donde los agentes de inmigración pueden realizar detenciones con facilidad. Ahora, con el anuncio de redadas incluso dentro de los colegios, la situación se recrudece y la sensación de cercamiento hacia las personas migrantes aumenta.
Este martes por la mañana, organizaciones humanitarias que trabajan en la frontera de Arizona contaban que habían detectado presencia de militares en la frontera con Nogales. El Universal publicaba un vídeo del lado mexicano de la frontera, en el que las autoridades ya habían habilitado la instalación de la Unidad Deportiva Estrellas Nogales, donde se recibirán a los mexicanos deportados de EEUU.
El nuevo director del ICE, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, Thomas Homan, había anunciado que este martes empezaban las redadas contra los migrantes indocumentados. El “zar de la frontera” ha explicado que desplegará efectivos del ICE por todo el país para arrestar y deportar a personas sin papeles. Aunque no se ha informado de en qué lugares serán las redadas, la semana pasada ya se habló de Chicago. La cadena estadounidense NBC también publicó la semana pasada que se esperaban redadas de este tipo en Washington.
Las organizaciones que apoyan a los migrantes llevan semanas repartiendo carteles por la ciudad, explicando cómo reaccionar si el ICE se persona en sus hogares y cuáles son sus derechos. Julia, voluntaria de Carece, una organización que trabaja para apoyar a los latinos en la ciudad, explica que muchas familias llevan días preparándose para quedarse en casa ante el miedo a posibles detenciones en las calles.
El Congreso ultima una ley clave para deportaciones
El Congreso de Estados Unidos está ultimando un proyecto de ley para facilitar la deportación de migrantes indocumentados que hayan sido acusados de delitos menores. El texto es una salva por parte de la mayoría republicana a la recién inaugurada Administración de Donald Trump y, de convertirse en ley, puede ser clave pare llevar a cabo las deportaciones masivas que prometió el nuevo presidente.
El documento, bautizado como Laken Riley Act, solo necesita pasar una última votación en la Cámara de los Representantes –que podría tener lugar esta misma semana– para que acabe en la mesa del Despacho Oval y que Trump la firme, convirtiéndola en ley.
El texto empezó a tramitarse a principios de mes con el objetivo de preparar el terreno para cuando el republicano jurara el cargo este 20 de enero.
La ley obligaría al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a detener a aquellos migrantes indocumentados acusados de delitos menores, como pequeños hurtos o robos en un supermercado. Actualmente, el DHS solo detiene a los migrantes sin papeles que han sido acusados de delitos graves como violación, violencia doméstica, asesinato y crímenes relacionados con drogas.
En la última votación en la Cámara Alta, además, se amplió el abanico de delitos con las enmiendas de dos senadores para que la ley incluya también a los migrantes indocumentados que hayan sido acusados de agredir a un oficial de Policía y de causar la muerte o lesiones corporales graves a una persona.
“Esta ley puede ampliar el número de personas que caen dentro de la detención obligatoria y puede ser empleada para perseguir a las personas simplemente por ser inmigrantes o latinos. Supone una amenaza muy grave”, expone a elDiario.es Setareh Ghandehari, abogada de Detention Watch Network, una organización que trabaja con los migrantes detenidos y en contra de las detenciones raciales.
Ghandehari advierte que la Laken Riley Act incentivará las detenciones por raza, poniendo especialmente el foco en la comunidad latina, y que la norma puede ser utilizada para agilizar las deportaciones. “Actualmente, ya hay agencias locales que han adoptado posturas antiinmigrantes y utilizan sus sistemas de detención para canalizar a personas hacia el sistema de inmigración y, eventualmente, deportarlas”.
Un ejemplo de estas prácticas –que, según Ghandehari, ya existen– son los controles de tráfico en las carreteras. “En muchas partes del país, los inmigrantes son el blanco en los controles de carreteras. Se les para más, con la excusa de que van con exceso de velocidad o cualquier cosa, con la intención de averiguar si esa persona tiene papeles. Son identificaciones por perfil racial que con esta ley no solo se incitarán, sino que incluso se legitimarán”, denuncia la abogada.
La American Civil Liberties Union (ACLU) advertía en una carta a los senadores que incluso los individuos que hace años cometieron este tipo de delitos menores podrían ser objeto de detención obligatoria, “especialmente, bajo una administración antiinmigrante con la intención de realizar deportaciones masivas”, señalaba el texto en referencia al Gobierno Trump.
Al establecer la obligatoridad de arresto por un delito menor, los inmigrantes indocumentados puede ser internados en un centro de detención o prisión simplemente por una acusación, sin siquiera haber sido juzgados o condenados en firme. El ACLU señala que la ley exigiría el encarcelamiento para la persona migrante, incluso “cuando un juez de inmigración determine que no representa una amenaza para la comunidad ni hay riesgo de fuga”.
Una vez que estas personas acaben en centros de detención o prisión, es mucho más fácil empezar con el proceso de deportación. El marco de esta nueva ley, como advierte Ghandehari y la ACLU, facilitaría mucho el trabajo de las agencias de inmigración a la hora de llevar a cabo las deportaciones masivas que prometió Trump.
La aprobación de la ley resultaría un complemento perfecto a la montaña de órdenes ejecutivas que firmó el presidente en su primer día, declarando la “emergencia nacional” en la frontera sur y revocando el derecho a la ciudadanía por haber nacido en suelo americano.
La mayoría republicana en el Congreso garantiza que la ley sea aprobada en la última ronda de votación. Aunque también ha contado con el apoyo de congresistas demócratas. En el Senado, uno de los votos favorables fue el del senador demócrata por Arizona, Rubén Gallego.
Fuente Agencias/ X/Religión Digital/elDiario.es/LGBTQNation
Budismo, Cristianismo (Iglesias), General, Hinduísmo, Islam, Judaísmo
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