¡María, madre de los crucificados, de todos, de todos!
Del blog de Alfonso J. Olaz El Rincón del Peregrino:
¡María, madre de los crucificados, de todos, de todos!
Madre,
Muéstrame el surco invisible del amor entre tus manos,
y haz que me sea visible cuando le tocaste en la cruz,
para hacerlo visible ya
entre todos mis hermanos.
Muéstrame la mirada,
de tu hijo, en tu corazón.
Y en tu corazón de madre
Hazme ver, Tu mirada en él
Y si así lo acepto y reconozco
Veré la mirada de la Madre y de Jesús, en todos los crucificados, en Todos.
Y veré mi propia mirada entre todos tus pobres,
porque me reconocí pobre entre ellos.
Y así seré yo también pobre
Y podré verte a TI
Madre
Muéstrame su rostro dolorido
en el seno de tu corazón,
para no dudar jamás
¡De mi Confianza en Él
De su Confianza en mi!
Y en tu corazón de Madre.
Dame un poco, del tuyo, si tú quieres…
Y Haz que vea tu angustiado rostro de Madre
para queriendote como eres
Te acepte como eres
Y ya me acepte como soy
Sin buscar ya otra cosa, y nada más.
María madre mía,
del pueblo, de los últimos… que hasta el último instante estuviste con tu hijo
¡Muéstrame, si así tú lo quieres!
Las plegarias que tú le hiciste,
con tu voz quebrada
Y luego…
Tu silenciosa oración desde tu gran corazón.
Madre,
Muéstrame si tú quieres:
Los sentimientos que tuviste,
Enseñame los pensamientos, que tú le entregaste, y luego guardaste,
Para más tarde desvelarlos,
a sus discípulos, para compartirlos con tus testigos
Con los de la Madre, con los de Jesús.
Y así prepararme para ser tu testigo, Madre mía.
María, Madre Mía,
Muéstrame por un instante de mi vida,
Tu corazón
Que tú transformaste en puro amor
para aliviar por un instante su dolor con Todo, con todo tu corazón de Madre.
Con toda la energía amorosa de la Madre, como vendaval del espíritu,
Que tú llevaste al corazón de tu hijo, instantes antes de morir.
Y que él lo aceptó de sumo bien
Antes de encontrarse con la muerte.
Y Él, con una sonrisa, se despidió de ti y luego del mundo.
Para morir sonriendo, de amor, de amor, para todos, para Todos.
Y que solo esto es posible
que solo Tú lo vieras
para la llena de gracia
Sin pecado concebida
¡Para ella todo era posible!
Con humildad te ruego
Verdadera Madre mía
que a él le ruegues;
que mi Cruz sea por lo absoluto, por lo que merece la pena,
Que mi Cruz sea
Como la tuya;
Sencilla, Sincera, Humilde, Obediente
Sea lo que sea que me tengas preparado
te ruego en esta noche, que se haga su santa voluntad conmigo
Con la confianza de que ya me has dado lo que te he pedido
Y que con la dignidad de ser siempre hijo tuyo, Madre,
Ahora podré llevar en mi corazón, la señal de ser tu hijo
como tú quieres que la lleve, con la misma dignidad y humildad con que tú la llevaste.
Y de esta manera
Podré empezar a entender y amar
A todos los crucificados
De este mundo
No porque yo lo quisiere
Síno, porque tú lo quieres.
No porque yo lo valiere
Síno, porque tú lo haces valer.
No porque yo quisiera amarte
Sino, porque tú me amas con los crucificados de este mundo.
María, madre;
Si tú quieres, concédeme esta gracia que te pido
para adelantarme ya
a la misericordia de tu hijo
y ser del todo misericordioso, con todos, con todos.
*
Alfonso Olaz
***
Comentarios recientes