Asesinaron a Diva, vecina trans del barrio porteño de Constitución
La mató una vecina del hotel donde vivía. Diva era dominicana y había llegado a la Argentina hace diez años.
BUENOS AIRES, Argentina. A Diva le gustaba decir que era la primera travesti migrante de República Dominicana que había logrado hacer su cambio registral. Hacía más de diez años que había llego a la Argentina y se había instalado en el barrio de Constitución, Ciudad de Buenos Aires, donde el sábado 20 de enero fue asesinada.
La noticia llegó a las chicas de Casa Roja, donde Diva Reina de los Santos Contreras acudía al comedor y al psicólogo, en las primeras horas de la mañana. La policía ya había constatado su fallecimiento y vecinos y vecinas del lugar relataron el hecho.
Diva estaba atravesando un fuerte consumo problemático y estaba en tratamiento. Quien la mató era una vecina del hotel en donde vivía. Una mujer dominicana que también atravesaba una situación de consumo. Esa madrugada, una discusión entre ambas fue escalando en violencia y terminó con una puñalada por la espalda que llevó a la muerte de Diva.
Un huésped del hotel llamó al 911 alrededor de la 7 de la mañana alertando sobre un cuerpo en la verdad del lugar. Al llegar, la policía sólo pudo constatar la muerte de Diva.
La mujer que la mató fue detenida sin que ella ofreciera ningún tipo de resistencia. Confesó el crimen y continúa detenida. La causa está en el Juzgado Criminal y Correccional N°48.
El lugar de Diva Reina
Georgina Orellano es presidenta de Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR). La organización fundó en 2019 Casa Roja, en Constitución. Desde ese espacio se hicieron cargo de avisar a la familia de Diva Reina y completar los trámites correspondientes para retirar el cuerpo de la mujer y despedirla.
“Diva una compañera que atravesó muchas situaciones de violencia en su vida. Tuvo que desplazarse e irse de su país porque su entorno no aceptaba su identidad de género. Y acá ha sufrido situaciones de mucho abuso policial”, cuenta Orellano a Agencia Presentes.
La mujer atravesó situaciones de salud delicadas. Estuvo mucho tiempo internada y luego de articulaciones entre organizaciones sociales, lograron el seguimiento del tratamiento por parte del Hogar Cristo Rey desde donde la visitaban semanalmente para supervisar la medicación.
“Ella estaba muy contenta de que hubiera gente que se preocupara por ella. Que, siendo migrante, siendo travesti y viviendo en el barrio Constitución venían los médicos una vez por semana a su hotel para hablar con ella, para ver si se había alimentado y para ver si efectivamente seguía cumpliendo con su tratamiento”, dice Georgina. Y agrega, “su muerte habla de las precariedades de las personas, habla de la falta de políticas y habla de la ausencia del Estado”.
Una vulnerabilidad sin frenos
Diva Reina asistía al comedor de La Casa Roja y a la terapia que se brinda en el lugar. Era, según cuentan en el espacio, una persona asidua que accedía a los distintos servicios que se ofrecían en la casa.
El viernes anterior a su muerte, se había acercado para averiguar cuándo estarían los abogados porque necesitaba asesoramiento. Le dieron turno para el 5 de febrero.
Casa Roja es un espacio que cobija a decenas de mujeres y travestis trabajadorxs sexuales en situación de vulnerabilidad. Allí también encuentran refugio de la violencia institucional, acceden a un plato de comida y a lo que necesitan gestionar en términos legales y de salud. Fue un punto de entrega de alimentos durante los años de pandemia y también una de las postas de vacunación contra Covid-19.
Anmar y La Casa Roja también se hicieron responsables del cuerpo de Diva para darle una despedida digna. “Hablamos con el secretario del fiscal. Sobre todo, para dar cuenta de que ella no tiene acá ningún lazo familiar directo. Nosotras en estos casos, siempre como organización, intervenimos para poder hacernos cargo, para dar una despedida digna a la compañera. El fiscal entendió perfectamente la situación y nos facilitaron hacer los trámites teniendo en cuenta de que se trataba ni más ni menos de una muerte violenta”, explica a Presentes, Orellano.
Diva Reina tenía contacto con su mamá, que vive en República Dominicana. También tenía hermanos en distintos lugares del mundo. Georgina logró comunicarse con una hermana que vive en Italia. Agradecieron la intervención de Ammar, “tenían mucho temor que reclamara el cuerpo de Diva de la morgue, que no tenga ninguna despedida, que nadie ore por ella. Es una familia muy creyente al igual que Diva”, manifestó.
La estigmatización y el odio
Desde que se enteraron del asesinato de Diva Reina, las chicas que integran La Casa Roja no pararon de hacer trámites ni de resolver situaciones vinculadas a este dramático hecho. “Tal vez hoy que tenemos nuestro espacio de intimidad podamos empezar a hacer el duelo”, reflexionó Orellano.
No fue sólo la muerte de Diva lo que angustió a las mujeres. También todo lo que se dijo desde que se conoció el crimen. “A nosotras nos dolió muchísimo que en ese momento se haya presentado el canal Crónica TV, y que muestre en pantalla a nuestra compañera tirada en el piso. Todavía no había ido la ambulancia a retirarla y eso estaba pasando. Nosotras todavía no nos habíamos podido comunicar con la familia de Diva, queríamos que la familia se enterase por otro lado no y no viendo esa imagen”.
A la transmisión del canal se sumaron los comentarios de vecinxs del lugar. “Hay vecinos que aprovechan esa situación, decir cosas xenófobas y racistas hacia los distintos colectivos migrantes que viven en Constitución. Opera el racismo de decir que es un conflicto de personas con drogas, como justificando que merecía morir”, dice la referenta de Ammar. “En vez de denunciar la falta de políticas públicas o la violencia institucional que sufren esas compañeras a diario, aprovechan el micrófono para ser expulsivos y con una mirada de higienización social con respecto a un barrio donde nosotras vivimos, habitamos y tenemos ahí también la organización”.
El avance de la precariedad
Orellano también resaltó que la persona que mató a Diva era otra mujer en situación de gran vulnerabilidad. “La persona que lamentablemente la asesinó también era una persona atravesada por un montón de precariedades, con mucha violencia en su vida, y como muy por fuera del sistema. Este crimen nos tiene que llevar como sociedad a profundizar que con la precariedad que hay hoy en nuestro país, éstas lamentablemente van a ser las situaciones que se van a presentar en los barrios”.
Respecto del crimen de Diva se dijo, entre otras cosas, que fue un ajuste de cuentas y que ambas mujeres eran “transas”.
“También se dijo que Diva había ido hasta ahí a comprar drogas. La verdad es que Diva era una vecina de Constitución. Desde que llegó a la Argentina vive en el barrio. Alquilaba una habitación en ese hotel. No era alguien que pasó y se encontró con la muerte, si no alguien que vivía ahí. Que era vecina del barrio, que era nuestra compañera”.
El cuerpo de Diva será sepultado en el Cementerio de la Chacarita, antes habrá un velatorio en Casa Roja.
Fuente Agencia Presentes
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