Domingo de Resurrección.
Hermanos y hermanas, dolor, sensibilidad, prontitud, esperanza, confianza son algunas de las disposiciones de los discípulos la mañana de Pascua. Oremos,
Queremos ser cauce de vida y alegría
• Que la Iglesia sea siempre fuente de vida, siendo semilla y fermento de otro mundo posible en el que los últimos sean los primeros.
Queremos ser cauce de vida y alegría
• Que seamos hombres y mujeres comprometidas sin fisuras en la defensa de la vida, haciéndonos presentes especialmente allí donde la vida está permanentemente amenazada.
Queremos ser cauce de vida y alegría
• Que la celebración de la Pascua de Jesús incida de manera concreta en nuestra vida de cada día y nos lleve a tomarnos en serio nuestra opción creyente.
Queremos ser cauce de vida y alegría
• Que sepamos leer los signos que tenemos en la vida: acogiendo el testimonio de los pobres, la esperanza de los que luchan por la justicia, la alegría de quienes se entregan y la fe de los que no tienen miedo.
Queremos ser cauce de vida y alegría
• Que hagamos una apuesta firme en favor de la vida, que nuestra alegría la conozca todo el mundo, que vivamos al estilo de Jesús.
Queremos ser cauce de vida y alegría
Padre Madre buena, que acertemos a ponernos tras las huellas del Resucitado, reconociendo a Jesús en quien tenemos a nuestro lado y siendo siempre motivo de bien y alegría.
Vicky Irigaray
Fuente Fe Adulta
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