El periódico católico líder de EE. UU.  ha anunciado su oposición a las políticas diocesanas de género que niegan las experiencias de las personas transgénero y no binarias.

El National Catholic Reporter (NCR) publicó un editorial argumentando que las nuevas pautas, que envían mensajes extremadamente negativos, son dañinas para los jóvenes LGBTQ+, especialmente dadas las ya altas tasas de tendencias suicidas y problemas de salud mental que experimenta este grupo.

Más de 30 EE. UU. Las diócesis han publicado políticas con respecto al tratamiento LGBTQ+ en las escuelas, siendo la Arquidiócesis de Portland en Oregón la última. Estas políticas refuerzan un estricto binario de género, como exigir el uso de nombres y pronombres de acuerdo con el sexo de una persona asignado al nacer, en lugar de su género.

NCR denuncia que estas nuevas políticas son dañinas, ya que apuntan a una población ya marginada. Además, NCR está en desacuerdo con la falta de transparencia con respecto a cómo se prepararon estas políticas. Por ejemplo, no está claro si se consultó a personas trans y no binarias para crear nuevas pautas. El editorial dice:

“Los estudiantes, los padres y las escuelas más afectados por estas políticas, de hecho, todos los católicos, merecen más información sobre el proceso por el cual han llegado a ser, sobre quién o qué los está impulsando y sobre quién está en la mesa cuando están siendo creado. Como mínimo, las diócesis y las arquidiócesis deben aplicar los valores del diálogo y la transparencia al proceso de creación de políticas LGBTQ y a discernir si tales políticas son necesarias.

De manera similar, el editorial cuestiona qué motivó a las diócesis a establecer tales políticas:

“¿Qué está impulsando estas políticas: preocupaciones sobre el terreno? ¿Preguntas planteadas por los católicos conservadores, tal vez como reacción a los movimientos hacia una mayor aceptación en la cultura más amplia? ¿Un deseo sincero de defender lo que los obispos creen que es una enseñanza católica fundamental? No lo sabemos porque el proceso no ha sido transparente”.

El editorial continúa enumerando algunas formas en que las instituciones católicas podrían mejorar su relación con el público, especialmente con los católicos LGBTQ+. Un paso necesario es abrir la comunicación entre las diócesis y la comunidad:

“. . . (L)a iglesia necesita escuchar a las personas que se ven afectadas por ellos. Idealmente, antes de que se implemente una política como esta, el obispo o la administración de la escuela deberían considerar ir a un retiro con jóvenes que luchan con su identidad, solo para escucharlos.

“Es posible que los líderes de la iglesia aborden estos temas con más cuidado y con cierto nivel de transparencia y diálogo, como lo atestigua el proceso reciente en la Diócesis de Davenport, Iowa. El obispo allí formó un comité y buscó educarse a sí mismo y a otros, con aportes de las propias personas transgénero. Pero la Diócesis de Davenport es un caso atípico”.

NCR está a la altura de los sólidos valores católicos de cuidar el bienestar de las personas y tratarlas con respeto y dignidad defendiendo a los jóvenes transgénero y de género no conforme. Como señala el editorial, las personas LGBTQ+ son una parte vital de la comunidad de la iglesia, y sus voces deben escucharse en los procesos de toma de decisiones. Con suerte, los líderes de la iglesia aprenderán que la implementación de políticas contra las personas transgénero va en contra de la creación de lo que el periódico llama una iglesia “más acogedora, más abierta y más transparente”.

—Sarah Cassidy (ella/ella), New Ways Ministry, 28 de febrero de 2023

Fuente New Ways Ministry

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