La Arquidiócesis de Omaha emite una política transgénero revisada, pero aún enfrenta críticas
Arzobispo George Lucas de Omaha
Una arquidiócesis de EE.UU. ha publicado una política de género revisada para las escuelas católicas después de retirar una política detallada de seis páginas sobre el mismo tema a principios de este año debido a la intensa oposición de los católicos.
La Arquidiócesis de Omaha, Nebraska, emitió una nueva política de una página que se promulgará el próximo año escolar, según informó Crux :
“La medida se produce después de que la política anterior, que la arquidiócesis dijo que fue ‘compartida prematuramente’ en agosto, generó un retroceso. A diferencia de la anterior, la política revisada no menciona el posible despido o acción disciplinaria para los estudiantes transgénero y elimina la parte que se aplica a los empleados y voluntarios de la escuela.
“El arzobispo George Lucas de Omaha dijo en una declaración que la política revisada ‘equilibra las necesidades pastorales y las obligaciones de los padres, tutores, estudiantes y líderes escolares dentro de la misión de la Iglesia’ y ‘reconoce nuestra responsabilidad de defender la enseñanza católica en nuestro escuelas.’ . . .
“La política revisada se formuló con la ayuda de más de 150 personas, incluidos líderes escolares, sacerdotes, diáconos, profesionales de la salud mental, profesores, pediatras, líderes comunitarios, líderes parroquiales y personas con experiencia de primera mano en disforia de género, según la arquidiócesis.”
La nueva política establece que los estudiantes serán tratados de acuerdo con su sexo asignado, no su género, incluso cuando se trata de “pronombres, código de vestimenta, uso de baños públicos y participación en actividades patrocinadas por la escuela”. Si bien a los estudiantes transgénero no se les negará la admisión a la escuela, la política establece que “si en algún momento, los padres, tutores o estudiantes desean adaptaciones o acompañamiento que no sigan esta política, puede ser necesario comenzar el proceso de transferencia escolar por el bien de el estudiante y la comunidad escolar”.
Otros cambios incluyen, según Crux:
“[L]a política original estipulaba que los comportamientos que causan interrupción o confusión con respecto a las enseñanzas de la iglesia sobre la sexualidad están prohibidos, y que la conducta de los estudiantes en las redes sociales no debe respaldar un punto de vista contrario a las enseñanzas de la iglesia. También declaró que un estudiante que mostrara hostilidad o desafío hacia la enseñanza de la iglesia en el salón de clases podría enfrentar el despido.
“Además, el borrador original de la política establecía que un niño cuyos padres permiten atención y medicamentos de afirmación de género, o autorizan procedimientos o cirugías sexuales, no pueden inscribirse en una escuela arquidiocesana, y que todos los estudiantes actuales y futuros y sus los padres deben respetar la enseñanza católica.
“La política revisada expresa más un deseo de trabajar con los padres, y solo llega a decir que se debe explorar una posible transferencia si una situación se vuelve insostenible para ambas partes”.
La política inicial que se hizo pública a principios de este año instigó una intensa reacción de los católicos en Omaha que condujo a la demora en la institución de las directivas. Este rechazo incluyó a tres escuelas católicas de la arquidiócesis que dijeron que no cumplirían con la política de género y dos teólogos de la Universidad de Creighton, que se encuentra en la arquidiócesis, que condenaron enérgicamente la política.
Parte de esa reacción también fue el establecimiento de Catholic Families for Love, un grupo de personas afiliadas a las escuelas y parroquias católicas de Omaha. El grupo también ha rechazado en gran medida la política revisada, diciendo en un comunicado:
“Si bien estamos agradecidos de que la arquidiócesis revisó la política de una versión anterior de mayor alcance, tememos que, sin una mayor comprensión de la implementación, la capacitación y los recursos propuestos, la nueva política tiene el potencial de estigmatizar aún más a los niños transgénero y no binarios, empujar sacarlos de sus comunidades escolares y causarles daño”.
—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 16 de diciembre de 2022
Fuente New Ways Ministry
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