Zaqueo: Zacarías, que significa: Dios me recuerda con afecto.
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
01.- Zaqueo: Dios me recuerda, me salva “Hoy”
Zaqueo es una contracción, como un diminutivo de Zacarías, que significa: Dios me recuerda. Es algo de lo que significa Jesús: Dios salva. Dios no se olvida de nosotros.
“hoy” (no mañana)hoy ha entrado la salvación a esta casa”
La salvación del Dios de Jesús ha acontecido ya, Hoy estamos salvados: Hoy tengo que alojarme en tu casa. Hoy ha entrado la salvación a esta casa, (Lc 19,5.9).
Es la teología lucana (S Lucas) que nos hace ser conscientes de que hoy –no mañana- hoy estamos salvados.
- El “hoy” del evangelio de Lucas es radical. La salvación ya está entre nosotros: estamos salvados hoy, no mañana. San Lucas lo repite de comienzo a fin de su evangelio:
- Cuando Jesús nace en Belén la noticia se difunde a los pastores (marginados): Hoy os ha nacido, un Salvador, (Lc 2, 11).
- En su “discurso programático, al comienzo de su ministerio, tras leer la Escritura Jesús dice: la sinagoga: Hoy se cumple ante vosotros esta Palabra, (Lc 4, 21).
- Ahora con Zaqueo ocurre lo mismo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa.
- Al pobre Pedro le pasó algo por el estilo: Pedro se acuerda de que el Señor le había dicho; Hoy mismo, antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces y arrepentido llora amargamente, (Lc 22, 61)
- Y fue lo último que Jesús hizo en este mundo: le dijo (al buen ladrón): Hoy estarás conmigo en el Paraíso. (Lc 22, 61)
- No estaría de más una revisión de la asignatura pendiente de las indulgencias, del “perdón a plazos” del purgatorio, etc.
- La salvación está ya, hoy, en nuestra historia.
Estamos, pues, en un ámbito, en una historia de salvación.Hoy (no mañana) estamos salvados
Desde esta teología de Lucas nos haría bien una revisión de la doctrina del purgatorio.
Zaqueo era archi (jefe) de publicanos: cobrador y ladrón de impuestos para el Imperio romano (poder opresor).
Lo de los publicanos en san Lucas tiene su ironía. En este evangelio aparecen seis publicanos y todos son puestos como modelos de buena actitud existencial.
Y es que el Dios de Jesús es así. Ya en el Antiguo Testamento Dios se muestra bondadoso y salvífico. Lo hemos escuchado en el espléndido texto de la Sabiduría (1ªlectura)
Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado… a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
Después de leer este texto, el alma se esponja. Dios no odia a nadie, sino que a todos nos acoge ya desde ahora, hoy. El cristianismo es un canto a la vida, al amor, al perdón.
Desde este texto del libro de la Sabiduría nos haría bien una revisión de la doctrina del infierno.
02.- No da la talla.
Y los males de Zaqueo no terminan ahí, no solamente era un ladrón legal, sino que además era “corto de estatura”: no daba la talla, diríamos nosotros. Y la cortedad no se refiere a lo físico.
Todo ser humano es pequeño, poca cosa, por mucho que se lo tenga o nos lo tengamos creído…
Zaqueo andaba corriendo de aquí para allá queriendo y saber quién era Jesús, quería ver a Jesús (v 3). Trataba de distinguir quién era Jesús. Zaqueo buscaba la verdad, la vida.
En la vida hay evoluciones, involuciones, revoluciones, devoluciones… Hay etapas, situaciones en las que no vemos el camino a seguir, andamos perdidos, despistados. No hay que quedarse en la higuera.
¿Cambio algo alguna vez en mi vida?
03.- Zaqueo se sube a un árbol, a una higuera.
Zaqueo, el pobre hombre, no podía entrar en ninguna casa, porque era “persona non grata”, tampoco podía entrar en institución alguna, ni en el Templo.
Se sube a un árbol, lo cual tiene también su retranca Se sube a una higuera (sicómoro). (Lc 19,4), para ver quién era Jesús. La higuera es Israel, algo así como el pozo de Jacob en Juan 4. La higuera representa la Complutense, la UPV, el centro de la sabiduría, el árbol de Gernika, el parlamento, el Obispado, la cátedra. Pero desde esas instancias e instituciones se ve poco, más bien nada, al menos nada decisivo.
Baja de una vez de esos árboles
La alusión a otro árbol es también evidente: donde se ve a JesuCristo es en el árbol de la cruz.
04.- Jesús le mira de abajo arriba (y no al revés).
Es Jesús quien se acerca y le mira de abajo arriba: levantó los ojos (Lc 19,5) [1]. No es lo mismo mirar de abajo arriba: el publicano que no se atrevía a levantar la mirada (Lc 18,13), que mirar de arriba abajo, por encima del hombro. (Que se lo pregunten a los emigrantes, a los negros, a los pobres, a los sin techo, a los marginados de la sociedad y de la Iglesia…
05.- ¡Anda, baja rápido de la higuera! Y Zaqueo baja y se pone contento, (Lc 19,5).
Lo de “estar en la higuera” tiene para nosotros un sentido de despiste e ingenuidad: “estás en la inopia, que no te enteras, baja del guindo”. Jesús le dice a Zaqueo: baja de la higuera: de Israel, del poder, del escaño parlamentario, de la sede, deja ya de medrar y ponte “a pueblo llano”. [2]
06.- Zaqueo bajó a toda prisa y lo recibió muy contento en su casa.
Dos hermosas actitudes de Zaqueo:
- a) Deja corriendo los tinglados del poder (la higuera). Lo del poder es que no tiene remedio: no nos gusta bajar ni dejar un milímetro de nuestra cota de poder.
- b) Baja encantado: dos veces hace alusión el evangelio de hoy a estar contento: Zaqueo termina contento conociendo y comiendo con Jesús.
¿Estoy contento en la vida, estoy contento porque el Señor esté en mi casa? (absténganse eclesiásticos).
07.- Zaqueo acoge a Jesús en su casa.
San Lucas emplea muchas de veces esta actitud de acogida y protección que es la casa.
- María entró en casa de Zacarías y fue acogida por Isabel en su casa (Lc 1,40.57).
- A pesar de ser de la casa y estirpe de David, Jesús no tuvo una casa en Belén para nacer con toda la tradición de David, del pueblo, la etnia etc. (Lc 2,7), no había una mujer como Rajab en el AT, ni un Zaqueo. Jesús entra en casa de la familia de Pedro y cura a su suegra y a toda la familia de la fiebre de poder (Lc 4,38).
- El publicano, Leví, le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa con un grupo grande de recaudadores de impuestos, (Lc 5,29)
- El centurión romano no se consideró digno de que Jesús entrara en su casa, (Lc 7,6).
- Jairo, oficial de la sinagoga le rogaba a Jesús que entrara a su casa, (Lc 8,41).
- Marta le recibió en su casa. Lc 10,38
- Los hijos de Israel se excusan ante el banquete y Jesús dice: Salid a los caminos y por los cercados, e invitad a todos para que se llene mi casa. (Lc 14,23).
- El hijo perdido vuelve a casa, (Lc 15)
¿Jesús está en mi casa?
08.- El hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
Termina así el evangelio de hoy y termina así la misión del Señor. A estas alturas del año litúrgico y de nuestra vida, nos damos cuenta agradecidamente de qué significan estas cosas. Buscar y salvar lo que estaba perdido. Desde Rahab a Zaqueo: ahí andamos muchos “hijos perdidos, ovejas perdidas” en la vida.
Seamos Rahab o Zaqueos o los dos:
Hoy ha llegado la salvación a nuestra casa
[1] Recuerda un poco la Eucaristía: Jesús “eleva los ojos al cielo”.
[2] Esto es como lo de san Pablo, que más que caer del caballo, cayó del burro…
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