Cuatro hombres atacaron a Rebeca Lara, trans hondureña de 59 años: heridas profundas y varias costillas rotas
Rebeca Lara, mujer trans de 59 años, se está recuperando de los golpes que recibió el 29 de abril. La atacaron cuatro hombres en el Municipio de Santa Bárbara, al oeste de Honduras. El ataque fue a la diez de la noche en pleno centro de la ciudad cuando ella intentó defender a mujeres que estaban siendo asediadas.
Entre las mujeres se hallaba una amiga suya, a quien Rebeca le aconsejó que no se fuera con ellos. “Les hablé quedito, sin que se dieran cuenta. Vámonos de aquí, dije, porque a esos hombres no los miro muy buenos”, dice Rebeca a Presentes.
Rebeca y su amiga empezar a caminar y los hombres comenzaron a seguirlas en una camioneta. En un momento, una patrulla policial se atravesó en el camino para interrogarlos pero luego siguió de largo. Los hombres continuaron con el asedio.
“Cuando menos acordé ya estaban encima los cuatro y me golpearon toda y dicen que la policía me llevó al hospital”, cuenta Rebeca.
Los golpes le dejaron heridas profundas y hematomas y le rompieron varias costillas. Rebeca fue trasladada por agentes policiales al hospital para que la atendieran de sus graves lesiones.
“Tengo golpeado el pecho, el ojo morado y unos puntos en la quijada. El brazo lo tengo raspado”, dice Rebeca.
Esta es la segunda vez que Rebeca recibe una golpiza. La primera fue hace años, cuando la asaltaron.
“La auxiliamos y se le dio atención médica. Estamos en proceso de ver el caso. No se ha logrado determinar si los atacantes eran de Santa Bárbara o fuera de aquí”, explica a Presentes el subcomisionado de la Policía Nacional de Honduras asignado al departamento de Santa Bárbara, Daniel Molina.
Según Molina, la policía asignó el caso a un agente y se inició una investigación de oficio para lograr determinar las personas que atacaron a Rebeca.
Por otra parte, la asociación de mujeres trans ‘Muñecas de Arcoiris’ dijeron que en Santa Bárbara no hay asociaciones LGBTI para atender a Rebeca, pero que están trabajando para ofrecerle asistencia.
Además denunciaron a los medios de comunicación por la forma en que se abordó la noticia de la golpiza: “Llamamos a los medios de comunicación masiva a respetar la identidad de género de las mujeres trans en Honduras, reconociendo su nombre asumido, haciendo uso del lenguaje inclusivo LGTBI+”.
Querida por su comunidad
“Es muy querida. Es un personaje de la comunidad”, dice a Presentes la amiga de Rebeca, Flor de María García. “Se reúne con grupos de amigos para cantar canciones de Rocío Dúrcal y otras cantantes famosas. También hace mímicas”.
La comunidad la conoce porque Rebeca es una vendedora de ropa usada y lotería. “Nunca imaginamos que le pasaría algo así”, agrega Flor de María, quien considera a Rebeca una persona respetuosa y servicial.
Usuarios de redes sociales y organizaciones también se han pronunciado para condenar el ataque que dejó gravemente herida a la reconocida mujer trans santabarbarense.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) condenó el ataque sufrido por Rebecca y pidió a las autoridades hondureñas realizar una investigación sobre los hechos que incluya la hipótesis de crimen de odio por su identidad de género.
“La OACNUDH reafirma su compromiso con las personas LGBTI y reitera el deber del Estado de garantizar el derecho a la igualdad y no discriminación, consagrado en la Constitución y en los tratados de DDHH ratificados por el Estado de Honduras.” escribieron en un tuit.
Crímenes impunes
El ataque contra Rebeca ocurre poco más de un mes después del asesinato de la mujer trans Vanessa Zúniga, quien fue degollada en la ciudad de Tela, en el litoral atlántico de Honduras.
Las agresiones y asesinatos contra personas trans no se detienen. La muerte de Vanessa y la golpiza contra Rebeca se suman a un largo historial de crímenes de odio contra la población LGBTIQ+ en Honduras.
Según el Observatorio de Muertes Violentas de Personas LGBTI de la Red Lésbica Cattrachas, 2020 finalizó con 20 crímenes. En lo que va del 2021 se registran dos asesinatos de homosexuales y uno de una mujer trans.
Desde junio de 2009 a la actualidad ha habido 373 muertes violentas, de las cuales 119 fueron personas trans. Los casos tienen un 91% de impunidad. A pesar de haber logrado la inclusión en el nuevo Código Penal del agravante de violencias basadas en orientación sexual, expresión e identidad de género, ninguna sentencia de este país lo ha tenido en cuenta.
A la espera de una sentencia clave
Este mes se espera la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) por el caso de Vicky Hernández, la mujer trans de 26 años de edad asesinada entre el 28 y el 29 de junio de 2009, en pleno toque de queda por el golpe de Estado en Honduras que depuso al entonces mandatario Manuel Zelaya.
El asesinato de Vicky sigue impune. La Corte IDH deliberó el pasado mes de marzo sobre la sentencia del caso de Hernández versus el Estado de Honduras. En los próximos días se hará el anuncio. Si declaran culpable al Estado hondureño por la muerte de Vicky, será la primera sentencia sobre violencia contra personas trans en América Latina y será un referencia para los países de la región.
A mediados de enero, más de 300 personas de la diversidad sexual de Honduras huyeron en la primera caravana migrante rumbo a Estados Unidos. Muchxs de ellxs no pudieron llegar a sus destinos porque fueron detenidxs por las autoridades de migración en Guatemala y México y luego fueron deportadxs a Honduras.
El 21 de enero el Congreso Nacional de Honduras prohibió el aborto en cualquier circunstancia al igual que el matrimonio entre personas del mismo sexo y no existe la figura de unión libre para la diversidad sexual hondureña. Tampoco se reconocen las uniones celebradas en otros países.
A finales de marzo la Corte Suprema de Honduras admitió un recurso de inconstitucionalidad presentado por Cattrachas contra la reforma a los artículos 67 y 112 de la Constitución de Honduras sobre el aborto y el matrimonio igualitario. La admisión fue el primer paso.
Triángulo Norte: una región hostil para la población LGBTI
El Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador, continúa siendo una de las regiones más mortales para las poblaciones LGBTI del continente.
En 2019, las organizaciones registraron al menos 67 asesinatos en contra de la población LGBTI en la región norte de Centroamérica. La cifra ya superó en seis casos a los crímenes cometidos el año anterior, según un recuento elaborados por las instituciones.
De acuerdo al reporte, Honduras aparece a la cabeza de la lista de la región con 34 casos de crímenes de odio, seguido de Guatemala con 24 casos y El Salvador con nueve. Sólo han sido judicializados dos de estos asesinatos en El Salvador: el de Camila Díaz y el de Anahí Miranda.
En Honduras la cifra aumentó un 36 por ciento en relación a 2018, que fue de 25 casos. La mayoría de los crímenes fueron cometidos en contra de hombres gays con 19 casos; nueve mujeres trans y seis lesbianas murieron de manera violenta, según la organización Cattrachas.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ganó la reelección presidencial en 2017 de la mano del derechista y conservador Partido de Nacional de Honduras, que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo y promueven la lectura de la Biblia en las escuelas.
“Nos asesinan por discriminación, por odio a nuestra población. Con esta pandemia nos hacemos más vulnerables por la pobreza y más si son trabajadoras sexuales porque ahorita no pueden trabajar para su alimentación o pago de renta”, dijo a Presentes Gabriela Redondo, directora del Colectivo Unidad Color Rosa con sede en la ciudad de San Pedro Sula.
Discursos de odio desde las iglesias y el gobierno
En reiteradas ocasiones personas y organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado que los crímenes de odio contra las personas de la diversidad sexual son motivados por el prejuicio, alentado por sectores conservadores y religiosos, desde el propio gobierno.
En Honduras la comunidad LGBT forma parte un amplio sector vulnerable, que ha sido acorralado por un fundamentalismo religioso, que a través de las iglesias católica y evangélica, impone la agenda de las políticas públicas. Cada vez que los temas de avances en derechos son expuestos, la clase gobernante convoca a pastores y curas para que den sus puntos de vista desde el ámbito moral y religioso.
En noviembre de 2018 el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, del conservador y gobernante Partido Nacional, planteó la necesidad que se reformara el artículo 77 de la Constitución de la República para que los pastores y ministros de la fe puedan optar a cargos de elección popular.
“El postular a los pastores como parte de la política, da mucho que pensar, porque qué saben los pastores de política o qué saben los pastores de la crisis nacional que enfrentamos, más allá de un discurso religioso, basado en la fe y en la moral, y dentro de ese discurso, de esa visión de nación, las personas LGBT no existimos”, dijo Nahil Zerón´.
Derechos como el aborto, el matrimonio entre las parejas del mismo sexo, la adopción de menores a parejas del mismo sexo no forman parte de la agenda de las instituciones del Estado, incluso, en el año 2009, se prohibió la venta de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE), por considerarse “
Fuente Agencia Presentes/Cristianos Gays
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