El mundo en nuestro corazón
Del blog de Henri Nouwen:
Es trágico ver cómo el sentimiento religioso de Occidente se ha hecho tan individualizado que conceptos como “un corazón contrito” se refieren solamente a experiencias personales de sentido de culpabilidad y al deseo de hacer penitencia por los pecados. La conciencia de la impureza de nuestros pensamientos, palabras y obras puede llevarnos a un estado de remordimiento y crear en nosotros la esperanza de llegar a sentir un gesto de perdón. Pero si ponemos todo nuestro empeño en apartar del silencio de nuestros corazones los catastróficos sucesos de nuestros días, las guerras, las masacres, la violencia desatada, las prisiones abarrotadas,las cámaras de tortura, la hambruna y la enfermedad de millones de personas y la horrible miseria de la mayor parte de la humanidad, nuestra contrición se reduce a una piadosa emoción”.
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Henri Nouwen,
Tres etapas de la vida espiritual.
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