Estudiante trans denunció abusos hace un año y la Superintendencia de Educación aún no sanciona a responsables
La situación fue tan dramática que la madre debió retirar a su hijo del o a mitad de semestre, tras ser obligado a vestirse como mujer e incluso instado a maquillarse contra su voluntad.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó hoy su máxima preocupación al director Regional de la Superintendencia de Educación de Coquimbo, Francisco Brizuela, pues a casi un año de denunciarse brutales abusos contra un estudiante trans del Colegio Español, el Estado sigue sin dar una respuesta satisfactoria a la familia.
El estudiante de 15 años fue continuamente hostigado por compañeros, docentes y directivos en razón de su identidad de género entre marzo y junio del 2017, a un punto que fue obligado a vestirse como mujer y en más de una ocasión fue instado a maquillarse, todo lo cual llevó a la madre a retirarlo del recinto a mitad de semestre.
La madre denunció los abusos el 16 de junio del 2017 y pese tratarse de una situación en extremo grave, la Superintendencia de Educación “aún concluye las investigaciones del caso, ni menos ha sancionado a los responsables o contribuido a paliar el daño causado”, sostuvo el Movilh.
En este sentido, “solicitamos a usted intervenga para dar una respuesta rápida y definitiva a la madre y a su hijo, quienes tras la denuncia han padecido una constante re-victimización producto de la tardía respuesta del Estado a una situación en extremo grave”, señaló hoy el Movilh en misiva enviada al Superintendente. (abajo detalles del caso)
Antecedentes del caso
El joven de segundo año medio sufrió los violentos episodios de discriminación en el Colegio Español de Coquimbo entre marzo y junio del 2017.
Cuando el adolescente fue expresando su identidad de género (se cortó el pelo, comenzó a vestirse en forma masculina y dejo de usar maquillaje) algunos compañeros de primero medio comenzaron a hostigarlo: fue bloqueado del grupo de WhatsApp y apartado de conversaciones, además de recibir “consejos” o “exigencias” para que usara vestimentas femeninas.
Tan extremo fue el abuso, que en algunas ocasiones intentaron maquillarlo y se negaron a prestarles cuadernos para recuperar materia, tras una falta de dos días por estar enfermo.
En otro episodio relacionada con la conmemoración del Día del Alumno, la profesora y los estudiantes impidieron que el joven imitara a un cantante hombre, en el marco de una actividad de fono mímica, y le exigieron que doblara a una artista mujer.
Los abusos contra el joven fueron particularmente periódicos en las clases de educación física. El 22 de mayo del 2017 un compañero lo trató de “maricón, no te creí tan hombre”, sólo porque rechazó un balón, mientras una alumna señaló que no quería estar cerca de él porque le daba miedo y/o la podía contagiar de algo ya que “es depravada y pervertida”.
Hastiado de la situación, y con una grave depresión, el 23 de mayo el joven respondió a las agresiones de una de sus compañeras con un golpe. El colegio lejos de mirar este episodio en su contexto, transformó automáticamente al joven en victimario, pese a ser la única víctima
Como si fuera poco el 6 de junio la UTP expuso en una reunión de curso lo ocurrido, visibilizando la identidad de género del joven y presentándolo a él como un problema, además de tratarlo en todo momento como mujer. A estas agresiones verbales se sumaron incluso dos apoderados.
Desde ese momento, y con justa razón, la madre optó por dejar de enviar a su hijo al colegio, lo que provocó en el alumno una grave depresión e ideas suicidas.
El 16 de junio la madre estampó una denuncia en la Superintendencia de Educación, pero un mes más tarde (13 de julio) la entidad desestimó la acusación señalando que el colegio “al tomar conocimiento de los hechos activó acciones de apoyo al estudiante como fue el ingreso al Programa de Integración Escolar y Apoyo Psicológico”.
Sin embargo, el joven había sido enviado al PIE porque lo consideraron un problema por exigir el respeto a su identidad de género. Por ello, y con la asesoría del Movilh, la madre apeló a la Superintendencia, reabriéndose la investigación del caso.
En carta dirigida al Movilh, el jefe de departamento de Denuncias y Mediación de la Superintendencia, Óscar Acevedo, sostuvo que en su apelación la madre “aportó nuevos antecedentes que no se tuvieron a la vista” por lo que su reclamo “será reactivado y se realizarán nuevas gestiones con el fin de indagar y establecer si efectivamente existió vulneración de derechos a su hijo y realizar todas las acciones que dentro de nuestras facultades nos permitan resguardar y re-establecer los derechos que le asisten a él y su familia”.
Finalmente, en octubre del 2017 la Superintendencia de Educación instruyó un Proceso Administrativo Sancionatorio contra el Colegio, cuyos resultados aún se desconocen
Fuente MOVILH
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