El jesuita James Martin anima a los curas gays a salir del armario
“Ayudaría a mostrar cómo la gente gay puede vivir de forma casta”
“Están viviendo lo que la Iglesia les pide a las personas LGBT, pero no se les permite hablar de ello”
(Cameron Doody).- Salir del armario. Eso es lo que el padre James Martin sj anima hacer a los curas gays. El jesuita estadounidense de renombre y también asesor de la Secretaría de Comunicaciones del Vaticano cree que el ejemplo de estos sacerdotes homosexuales al hacer pública su sexualidad “ayudaría a mostrar a los católicos de a pie cómo es una persona gay y también cómo la gente gay puede vivir de forma casta”.
En una entrevista con la CNN, Martin ha presentado su nuevo libro, cuyo título se traduce en castellano como Construyendo Puentes: cómo la Iglesia Católica y la comunidad LGBT pueden entrar en una relación de respeto, compasión y sensibilidad. También ha reflexionado sobre el “cambio enorme” que se está produciendo en la Iglesia en términos de la acogida -y ya no rechazo- de personas gays: un cambio que achaca al ejemplo de prelados como el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, o el mismo Papa Francisco.
“Hay dos razones para este giro” hacia una hospitalidad más calurosa de personas LGBT en la Iglesia, señala Martin. “Una es el Papa Francisco. Su pregunta, ‘¿Quién soy yo para juzgar?’; su reunión pública con Yayo Grassi, su antiguo alumno homosexual, en su visita papal a los Estados Unidos; sus comentarios en la Amoris laetitia, que han sido usados para dejar que los homosexuales practicantes reciban la comunión“. Pero no solo ha sido el pontífice en sí, sino también -como observa Martin- el hecho de que “los obispos que el Papa Francisco está nombrando en los Estados Unidos son mucho más favorables a los LGBT”.
La otra razón que explica para el padre Martin esta apertura cada vez mayor en la Iglesia hacia las personas gays es “el incremento en el número de católicos LGBT que están saliendo del armario y haciendo que los asuntos LGBT sean mucho más importantes para la Iglesia en general“. Pero aún así, falta una parte importante de la Iglesia que no ha sido tan valiente -o a la que no le han dejado mostrar su valentía- en reconocer sus inclinaciones afectivas públicamente. Salvo, por supuesto, algunas excepciones heroicas como la de Krzysztof Charamsa, ex-oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El jesuita Martin cree que hay “varias razones” por las que los miles de sacerdotes y religiosos gays y lesbianas no salen del armario. “Uno, que sus obispos o superiores religiosos les piden que no lo hagan. Dos, que temen represalias de sus feligreses. Tres, que temen que sería divisivo. Cuatro, que son gente reservada. Cinco, que no son del todo conscientes de su sexualidad“, enumera el sacerdote, reservando para último la razón más preocupante: que “la gente ha mezclado la homosexualidad con la pedofilia”, de modo que los curas gays “no quieren salir del armario por miedo a que se les ponga la etiqueta de pederasta”.
Será por miedo entonces, más que nada, la razón por la que no conocemos a más religiosos profesados homosexuales. Pero si los curas gays consiguieran conquistar sus temores, opina Martin, darían una poderosísima lección a la Iglesia entera.
Si estos curas vencieran sus miedos y salieran del armario, dice Martin, “ayudaría a mostrar a los católicos de a pie cómo es una persona gay y también como la gente gay puede vivir de forma casta”. Más que una injusticia la que se les esfuerce a vivir su personalidad de forma furtiva, para Martin es una “gran ironía”. Ironía porque “estos hombres y mujeres están viviendo exactamente lo que la Iglesia les pide a las personas LGBT -castidad y abstinencia- y no se les permita hablar de ello”. Es por eso que Martin zanja que “están haciendo un gran trabajo bajo una nube extraña que no debe de existir”.
Fuente Religión Digital
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