Condenado el hombre que chantajeó a un cura de Gipuzkoa
Amenazó con revelar sus relaciones sexuales
No se ejecutará la pena de año y medio de cárcel al no tener antecedentes
El hombre que chantajeó a un sacerdote al que pidió dinero para no dar a conocer las relaciones sexuales consentidas que ambos hombres habían mantenido en una localidad del interior de Gipuzkoa ha reconocido este miércoles la extorsión y se ha conformado con una pena de un año y medio de cárcel.
Estaba previsto que el juicio por estos hechos tuviera lugar ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián, aunque finalmente la vista no ha llegado a celebrarse, después de que la Fiscalía, la acusación particular, que ejerce la víctima, y la defensa hayan alcanzado un acuerdo por el que el procesado ha admitido los hechos.
De esta manera, la fiscal y la acusación particular han rebajado su petición de condena desde los tres años que solicitaban inicialmente hasta los 18 meses por un delito de amenazas, tras constatar que el imputado no recibió los 14.000 euros que reclamaba al sacerdote para no hacer públicas sus relaciones.
La vistilla en la que las partes han llegado a este acuerdo, que le ha sido comunicado con posterioridad al inculpado, se ha celebrado a puerta cerrada en atención a los derechos de la víctima y la particularidad de los hechos enjuiciados, según han explicado a Efe fuentes del caso.
Además de declarar firme la condena, en este acto el titular del juzgado ha acordado la suspensión de la pena, al no contar el inculpado con antecedentes penales y con la condición de que no vuelva a delinquir durante un plazo de dos años.
Los hechos por los que ahora ha sido condenado tuvieron lugar, desde finales de 2014 hasta principios de 2015, período durante el que, según el escrito de acusación del Ministerio Público, el ciudadano rumano y su víctima mantuvieron una serie de encuentros de carácter sexual “en la más absoluta clandestinidad”, debido a la “condición” de sacerdote del perjudicado.
No obstante, el cura ignoraba que estos actos eran grabados o fotografiados por el inculpado quien, a partir de marzo de 2015, “con ánimo de atentar contra la libertad” del cura, comenzó a exigirle “en numerosas ocasiones y de forma insistente” la entrega de “diferentes cantidades de dinero” hasta que la cifra llegó a “elevarse” a 14.000 euros.
El encausado amenazaba al sacerdote diciéndole que si no le daba el dinero “difundiría las imágenes que tenía”, en las que “aparecía manteniendo relaciones sexuales”, y que “colocaría pasquines” con ellas en los alrededores de su residencia.
“Todo ello -prosigue el texto de la Fiscalía-, con la finalidad de hacer pública la relación habida entre las partes que era, hasta entonces y por razones obvias, mantenida en secreto”.
Fuente Religión Digital/Agencias
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