El presidente de Chechenia dice que nos hemos inventado la “purga gay” en su país
Ramzan Kadyrov asegura en Twitter que Chechenia respeta los derechos humanos y que las acusaciones de persecución a la comunidad LGTB son una distorsión de la realidad con el objetivo de desestabilizar el país.
En un nada sorprendente giro de los acontecimientos el presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov, ha dicho que en su país no se está persiguiendo a la comunidad LGTB y que todo es una mentira que nos hemos inventado en Occidente.
Seguramente ya sabrás (ya sea porque lo has leído en los medios LGTB que llevamos semanas hablando del tema o porque lo has leído en uno de los generalistas que se acaban de despertar de la siesta) que el periódico Nóvaya Gazeta destapó a principios de mes que el gobierno de Chechenia, república “independiente” bajo control ruso, estaba llevando a cabo una purga de personas gays en el país. Las últimas informaciones hablan de la creación de un campo de concentración en el que se retiene a un centenar de hombres homosexuales que son torturados sistemáticamente para que suministren los nombres de otros homosexuales que aún no han sido identificados por las autoridades; y varios testimonios absolutamente aterradores explican cómo esos hombres luego son puestos en libertad para que sean sus propias familias las que acaben con sus vidas en lo que las sociedades musulmanas más radicales llaman “asesinatos por honor”.
Después de que los periodistas del Nóvaya Gazeta denunciaran que las autoridades políticas y religiosas de Chechenia habían lanzado una amenaza contra ellos, ahora el presidente de la república ha ido a las redes sociales a decir que todo es mentira y que nos lo hemos inventado. En un par de tweets, Kadyrov ha asegurado que se ha reunido con el consejo de derechos humanos para conseguir “mejoras grandiosas” en la región. Ese consejo de los derechos humanos lo creó él mismo y está bajo control del gobierno, así que resulta bastante insultante teniendo en cuenta que sobre Kadyrov penden decenas de acusaciones de haber violado precisamente los derechos humanos en múltiples ocasiones (sobre todo durante el conflicto checheno).
En otro mensaje, Kadyrov ha acusado a las organizaciones internacionales de haber perpetrado “un ataque de información masivo utilizando los métodos más despreciables, distorsionando la realidad, en un intento por oscurecer nuestra sociedad, nuestro estilo de vida, tradiciones y costumbres.” Ese mensaje, por cierto, recuerda pavorosamente a cuando Sudán del Sur le dijo a la ONU que no iban a dejar de asesinar homosexuales porque formaba parte de su “tradición cultural“.
La estrategia de Kadyrov negando la mayor coincide, casualmente, con la nueva línea argumental que desde el Kremlin están intentando implantar sobre los sucesos en Chechenia. Aunque en un principio un portavoz del gobierno ruso aseguró que iban a investigar las informaciones que llegaban desde Chechenia, poco después aseguraban no tener ningún tipo de prueba fehaciente (a pesar de que varias instituciones internacionales dan total validez a los testimonios de los supervivientes) de que en Chechenia se esté persiguiendo a la comunidad homosexual.
Fuente | Pink News, vía EstoyBailando
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