Pareja del mismo sexo consigue adopción de menor frente oposición de madre biológica
Un tribunal de Australia concede la justica de una menor a una pareja del mismo sexo a pesar de la oposición de su madre biológica, drogadicta y en prisión por la muerte de su hijo mayor, al saber que no la criarían dentro de la fe católica.
Después de cuatro años luchando por ella, un tribunal de Nueva Gales del Sur concede el derecho de adopción de una niña de 4 años a una pareja del mismo sexo. Su madre biológica se negaba a que se quedaran con la menor porque no querían educarla dentro de la religión cristiana. Cuatro días después de nacer, las autoridades retiran la custodia de la niña a su madre debido a sus problemas con las drogas y en base a una condena por el homicidio de su primogénito, siete años antes. Las causas de la muerte del menor se debieron a una intoxicación por metadona y benzodiacepina, que la madre asegura le habría suministrado su pareja de entonces, una pareja de distinto sexo.
Conocida solamente con las iniciales C.J.D., por razones legales, la menor ha sido acogida por la pareja de lesbianas desde que tenía seis meses de edad. Tan pronto inician los trámites para adoptarla se encuentra con el obstáculo de que la madre no está dispuesta a que su hija sea educada por una pareja que no la quiere educar en la fe católica, aunque tengan estudios universitarios, sin que el obstáculo sea, aparentemente, que se trate de una pareja de lesbianas. La madre es «católica practicante y no estaría cómoda con la colocación de la C.J.D. con los padres adoptivos propuestos debido a su educación y valores religiosos», reclama Barnardos Children’s Charities, actuando de parte del Departamento de Servicios a la Familia y la Comunidad.
«La religión, por supuesto, es sólo una de una multitud de factores que el tribunal debe considerar para determinar el interés superior de C.J.D. (…). Mientras que las creencias religiosas de los padres biológicos deben ser respetadas, la actitud de los padres adoptivos propuestos a la fe católica requiere igual respeto», declara el juez John Sackar, explicando que los lazos culturales y religiosos no deben estar por encima de los intereses de la menor. Alude igualmente al estado mental de su madre biológica, que todavía se niega a sumir la responsabilidad por la muerte de su hijo, además de que, a pesar de que le habían dado la libertad condicional, después de tres años y medio de prisión, ha vuelto a ser confinada tras dar positivo en pruebas de drogas.
Los expertos han valorado que separar a la menor de la pareja que considera actualmente como su familia podría causarle daños emocionales. Finalmente, aunque la pareja no ha accedido a ir a misa ni seguir los rituales de la fe católica, si se han comprometido a visitar a su familia biológica con regularidad, asegurando que facilitarían una relación con la fe cristina a través de lecciones sobre la Biblia. Asimismo, han expresado su intención de que sea la propia C.J.D. decidiera por sí misma la religión que quiere profesar.
Fuente Universogay
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