Detenidos en Arabia Saudí 35 ciudadanos paquistaníes por participar en una “fiesta para homosexuales”
Treinta y cinco ciudadanos paquistaníes han sido detenidos por la Policía de la Moral de Arabia Saudí, acusados de practicar la homosexualidad. Según su portavoz, los acusados estarían celebrado una “fiesta para homosexuales”, en la que algunos vestirían ropas femeninas y llevarían maquillaje. Los detenidos se enfrentan a la dura legislación saudí, que castiga la homosexualidad con penas de prisión, castigos físicos, e incluso con la muerte.
Según informaba el diario Sabq, que publicó en su edición digital fotografías de los detenidos, la detención se produjo el pasado lunes, cuando miembros de la Policía de la Moral —que se encarga de velar por el cumplimiento de la sharía o ley islámica— irrumpieron en una supuesta “fiesta para homosexuales” que tendría lugar en un recinto al sur de la capital, Riad.
Tras la redada, se procedió a la detención de 35 participantes, todos ellos de nacionalidad paquistaní. El portavoz de la Policía, Fuaz bin Yamil al Maiman, afirmaba que algunos de ellos vestían ropas de mujer e iban maquillados. Se desconoce qué cargos serán presentados y cuál será el destino de los detenidos, aunque datos como su nacionalidad hacen pensar que no será nada halagüeño.
Hay que tener en cuenta que en Arabía Saudí, una monarquía absoluta y teocrática, no existe un Código Penal propiamente dicho, sino que la justicia se aplica en base a la interpretación que los jueces islámicos hacen de la sharía, que puede variar enormemente (entre otros factores, según la clase social y la nacionalidad del “culpable”: normalmente los castigos son mucho más duros para trabajadores inmigrantes de origen no occidental que para los miembros de las clases altas del país). Por lo que se refiere a la esfera LGTB, las penas más elevadas, incluyendo la muerte —pero también la cárcel o castigos físicos, como los latigazos públicos— corresponden al mantenimiento de relaciones homosexuales. En caso de reincidencia la pena de muerte es aún más probable.
Otro tipo de “ofensas” son castigadas de modo diverso. Ya nos hemos hecho eco de algunos casos: en noviembre de 2014, por ejemplo, recogíamos cómo un hombre era condenado a tres años de cárcel por publicar en redes sociales fotografías de sí mismo desnudo y su ofrecimiento para mantener relaciones con otros hombres. Meses antes, otro hombre era condenado también a tres años de cárcel y 450 latigazos por buscar contactos con otros hombres a través de Twitter. En enero de 2012, en otro caso parecido, un hombre era arrestado por usar Facebook para establecer contacto. En octubre de 2011 eran detenidos 20 hombres durante una celebración. Un año antes era un ciudadano británico el que resultaba agredido y amenazado por la policía religiosa por su condición de gay. Y en junio de 2013, cinco hombres eran detenidos por participar supuestamente en una boda homosexual. Más allá de las condenas y arrestos, también nos hemos hecho eco de iniciativas que muestran la homofobia de estado en el país saudí: desde la intención de las autoridades de expulsar del sistema educativo a homosexuales y chicas de aspecto masculino hasta la oposición del gobierno al uso del dominio .gay en Internet.
Fuente Dosmanzanas
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