Angela Merkel anuncia que se presentará para un cuarto mandato en 2017. ¿Cuatro años más de inmovilismo en materia LGTB en Alemania?
La canciller alemana anunció el pasado domingo que se presentará a un cuarto mandato a la cabeza de la CDU/CSU en las elecciones federales del año que viene. En materia LGTB, los Gobiernos de Angela Merkel se han caracterizado hasta ahora por una paralización casi total de los avances, con independencia de quienes sean sus socios de coalición. Su oposición al matrimonio igualitario no le ha impedido, sin embargo, hacer bandera de la lucha contra la discriminación LGTB en los últimos tiempos… Eso sí, la que viene de fuera de Alemania.
Tras meses de especulaciones, se confirma que el rostro de Angela Merkel volverá a figurar en los carteles electorales de la CDU para las próximas elecciones federales de Alemania, que tendrán lugar en septiembre de 2017. Una cita fundamental que puede poner patas arriba el sistema político del país, debido a la irrupción de la derecha populista de Alternativa para Alemania (AfD). Las actuales proyecciones reflejan una pérdida de apoyos para la coalición democristiana de Merkel, que aún así mantendría holgadamente la primera posición. Por detrás quedaría un menguado SPD, seguido de AfD, Verdes, La Izquierda y los liberales del FDP.
Los once años que lleva en el Gobierno la canciller han sido un páramo en lo que se refiere a derechos LGTB. Tanto con los socialdemócratas (2005-2009), como con los liberales (2009-2013), como de nuevo en gran coalición (desde 2013 hasta la actualidad), la CDU/CSU se ha opuesto a las principales iniciativas presentadas por la oposición. Los democristianos reciben el apoyo de sus diferentes socios de Gobierno, que se suelen declarar atados por los acuerdos de legislatura con la formación de Merkel.
Desde el advenimiento de la denominada “crisis de los refugiados”, sin embargo, el partido de la canciller ha cambiado ligeramente de estrategia. Sin variar un ápice su bloqueo a la mayoría de las propuestas de equiparación de derechos LGTB incluido el matrimonio igualitario, la CDU y en particular su líder han empezado a mostrar una faceta comprensiva con el asunto. Eso sí, solo cuando se trata de las supuestas amenazas procedentes del exterior.
Hace ahora un año ya señalábamos la contradicción de este planteamiento. La formación conservadora proponía entonces un contrato de integración para los extranjeros que quieran instalarse en Alemania, en el que se comprometan a respetar la igualdad de derechos para las personas LGTB. El pasado mes de junio, tras la masacre de Orlando, Merkel expresaba su pesar por el ataque “dirigido contra personas lesbianas y gais” y su “inquietud” por el crecimiento de la homofobia en Alemania.
Más recientemente, con motivo de la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, la canciller declaraba su compromiso con “los derechos y la dignidad de las personas con independencia de su origen, color de piel, religión, sexo, orientación sexual o posición política”. Y esta misma semana se presentaba uno de los documentos que se discutirán en la próxima convención federal de la CDU y en el se “recuerda” a los refugiados que viven en el país que “la discriminación o la denigración de las mujeres o de las etnias, de los creyentes de otras religiones o de los homosexuales” merecen tanto rechazo como el antisemitismo.
En definitiva, un inmovilismo que se pretende camuflar con una defensa retórica de los derechos LGTB frente a las supuestas amenazas externas, ya procedan de Estados Unidos o de las personas demandantes de asilo en Alemania. Un planteamiento cuya incoherencia no parece preocupar a la canciller, pero que no permite albergar muchas esperanzas de cambio en los próximos años en vista del panorama político que se presenta tras el anuncio de su candidatura.
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