En libertad el español detenido en Marrakech por “conducta homosexual”
El artículo 489 del Código Penal marroquí castiga entre seis meses y tres años de cárcel los “actos contra natura con individuos del mismo sexo”.
Una nueva noticia de LGTBfobia de estado, procedente de Marruecos, pone de relieve la necesidad de que España, a través de sus instituciones diplomáticas, presione de una vez por todas al país vecino para que despenalice la homosexualidad. En este caso, un gay español de 73 años y su pareja sexual, de 23, han sido detenidos y se enfrentan a una pena de hasta tres años de prisión, tras ser delatados por una camarera de habitaciones del hotel de Marrakech en el que se alojaban. Desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) se exige al Gobierno de Mariano Rajoy que aplique la influencia política de España en Marruecos contra este tipo de injusticias sociales.
Ocurría el pasado lunes en el Hotel Medina de Marrakech (en el que, visto lo visto, desaconsejamos hospedarse). Una trabajadora del servicio de habitaciones, según publican medios locales, sorprendía a un gay español y a su pareja marroquí. Al parecer, la camarera se lo comunicó inmediatamente a su supervisor y este no dudó en llamar a la policía. Los agentes acudieron al establecimiento y detuvieron a los dos hombres, acusados de violar el homófobo Código Penal del país, que en su artículo 489 castiga “los actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta tres años de prisión y una sanción económica.
Aunque no han trascendido muchos más detalles del caso, las autoridades consulares españolas tardaron en ser informadas oficialmente (un derecho que debe exigir el propio afectado, en todo caso). La detención del ciudadano español era notificada a las autoridades españolas sólo 3 días después, el jueves, 24 de noviembre, mismo día en el que se le pone en libertad y se le otorga la “posibilidad de regresar a España cuando lo desee”. Las autoridades marroquíes no tienen la obligación de notificar la detención, a no ser que así lo indique el reo. Por el momento se desconoce si se mantiene algún cargo contra él ni si le han citado para comparecer en un futuro próximo.Atendiendo a lo ocurrido en detenciones de personas LGTB extranjeras anteriormente, al ser un caso con trascendencia mediática internacional era bastante probable que el hombre español acabeas siendo deportado. Sin embargo, el joven marroquí (así como los oriundos LGTB que se ven envueltos en situaciones similares) no podrá evitar el estigma social, con independencia de cuál sea la resolución judicial.
Según informan diversos medios, citando a la agencia EFE como fuente, el ciudadano español ya ha sido liberado. Nada dice, sin embargo, sobre la situación en la que se encuentra su acompañante marroquí.
El diario El País, por su parte, se ha puesto en contacto con Omar Arbi, representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que confirmó a este diario que la detención se produjo después de que los dos detenidos alquilasen una habitación y fuesen delatados a la policía por empleados del establecimiento. “Probablemente se trate de un caso de turismo sexual y es probable que los dos detenidos hayan pasado a disposición judicial. En el caso del español, contará con la asistencia jurídica de la embajada española”, declaraba Omar Arbi, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
A pesar de que el artículo 489 del Código penal marroquí castiga la homosexualidad con penas de entre seis meses y tres años, Marrakech es, junto con Tánger y Casablanca, una de las ciudades donde existen lugares de encuentros para homosexuales. Lo que no quiere decir que la población sea completamente tolerante, ni que se excluya a los extranjeros de cumplir la pena, aunque suelen ser simplemente expulsados del país. Lo que no fue el caso de Ray Cole, un ciudadano británico, de 69 años de edad, que en 2014 era condenado a 4 meses de cárcel, aunque fue finalmente puesto en libertad, 6 días después de la sentencia, por las presiones del gobierno británico.
La FELGTB pide al Gobierno de Rajoy que exija a Marruecos la despenalización de la homosexualidad
El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Jesús Generelo, ha invitado al Gobierno de Mariano Rajoy a que “intensifique sus esfuerzos para que los derechos humanos y las libertades de la población, incluidas las personas LGTB, primen sobre los intereses económicos” entre ambos países y a que aplique la influencia política de España en Marruecos para erradicar las persecuciones arbitrarias por orientación sexual o identidad de género. Asimismo, Generelo ha hecho un “llamamiento al Ministerio de Asuntos Exteriores y al consulado para que se movilicen y pueda resolverse esta situación cuanto antes”.
Por otra parte, la FELGTB señala que noticias como esta demuestran la “extrema vulnerabilidad del colectivo LGTB en muchos países del mundo”. Una realidad que no debe resultarnos indiferente, por lo que España debería “trabajar por la despenalización de la homosexualidad y de la transexualidad en el ámbito internacional”. Jesús Generelo también ha hecho hincapié en que “es necesario recuperar los niveles de cooperación internacional anteriores a la crisis. Entre ellos, apoyar a los colectivos LGTB en los países donde no se respetan nuestros derechos”.
Las leyes LGTBfóbicas sí se aplican en Marruecos
A diferencia de lo que proclama el tópico, la legislación antiLGTB es de plena aplicación en nuestro país vecino. A principios de este mes recogíamos, sin ir más lejos, la detención de dos adolescentes en Marruecos por besarse y abrazarse en su propio domicilio. Como ya anunciábamos entonces, precisamente mañana viernes tendrá lugar la vista del juicio contra estas chicas que, sorprendentemente, fueron denunciadas por la propia madre de una de ellas.
Como hemos venido informando de un tiempo a esta parte, parece darse un recrudecimiento de la persecución contra las personas LGTB por las autoridades de Marruecos, desmintiendo el tópico preexistente de que las leyes represoras no se aplican en la práctica. El artículo 489 del Código Penal marroquí, reiteramos, castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica. Y el artículo 483 establece penas de hasta dos años de prisión por “obscenidad pública”. Lo cierto es que cada vez llegan más noticias de detenciones y condenas por violar la ley.
En junio de este año, fueron juzgados dos jóvenes por mantener relaciones sexuales en el interior de un vehículo y fueron condenados a 6 meses de prisión, en un “juicio” exprés y sin una defensa digna (ningún abogado quiso representarles).
El pasado mes de abril, dos jóvenes fueron sorprendidos en la cama por un grupo de hombres que habían irrumpido en su vivienda, fueron brutalmente agredidos, y, con el rostro ensangrentado y desnudos, llevados a la calle para su humillación pública. La Policía, en vez de perseguir a los agresores, detuvo a las víctimas, que fueron juzgadas y condenadas a penas de hasta 4 meses de prisión por practicar la homosexualidad.
En febrero nos hacíamos eco de la condena a 18 meses de prisión a dos jóvenes por cometer “actos con un individuo del mismo sexo” por un tribunal de Tiznit, al sur de Marruecos. Y poco antes, en enero, dábamos cuenta de la detención de dos jóvenes marroquíes por haber difundido un vídeo en el que se besaban en un lugar público.
También en 2015 tuvimos conocimiento de varias condenas en aplicación de ese mismo artículo. En el mes de junio se produjo la detención de otros dos hombres que se besaron, fotografiaron y dieron muestras de afecto ante la Torre Hasán, uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes. A pesar de conseguir más de 71.000 firmas de personas todo el mundo pidiendo su liberación, ambos fueron condenados finalmente a cuatro meses de cárcel y una sanción económica.
Ese mismo mes, se denunció la detención de 20 hombres homosexuales en Agadir, acusados de “difundir la corrupción”. Según aseguró el colectivo Aswat, todas estas detenciones formarían parte de una campaña de arrestos dirigida por el Gobierno marroquí para reafirmar su posición en el debate público sobre la despenalización de la homosexualidad. Un mes antes, tres hombres más fueron condenados a la pena máxima, tres años de cárcel. Tras recibir una denuncia, la Policía capturó a dos de los hombres mientras mantenían relaciones. Al ser interrogados, informaron de que se habían conocido a través de un tercero, que finalmente también fue detenido y condenado.
También en años anteriores,nos hemos hecho eco de diversas detenciones a personas homosexuales. En mayo de 2013 publicábamos la condena a cuatro meses de cárcel a dos jóvenes detenidos en “delito flagrante” cuando se encontraban en el interior del coche de uno de ellos. En mayo de 2014 seis hombres fueron condenados a penas que oscilaban entre uno y tres años por cometer “actos contra natura”. En octubre de ese mismo año informábamos de que un británico de 69 años era condenado a cuatro meses de prisión por homosexualidad (aunque, finalmente, fue puesto en libertad).
Y es que, como dijera el joven marroquí Hamza (en el vídeo de la campaña que el colectivo Aswat lanzó para concienciar de la homofobia social marroquí) “ser homosexual en Marruecos es algo muy difícil, porque tienes que lidiar a diario con los estereotipos sociales preconcebidos, que no aceptan diferencias, especialmente el ser gay”.
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