Espacios públicos y corporativos, como Ikea, bloquean páginas LGBT en Berlín
Activista por los derechos LGTB, denuncia la despreocupación del gobierno alemán por los derechos de los homosexuales, después de que denunciaran que una sucursal de Ikea en Berlín tenía bloqueadas todas las páginas relacionadas con el colectivo LGTB.
Haciendo compras en un establecimiento de Ikea, ubicado en el distrito berlinés de Schöneber, un padre de familia se detiene un momento para tratar de buscar una información por Internet al no recordar el horario de un picnic familiar al que tenía previsto acudir. Un evento organizado por la Asociación Alemana de Lesbianas y Gays (LSVD), puesto que estamos hablando de una familia igualitaria, descubriendo que no podía acceder a la página a través del WIFI de Ikea. Que la página estaba bloqueada lo descubre porque trata de acceder a otras páginas similares, todas ellas relacionadas con el colectivo LGTB, todas ellas igualmente bloqueadas, aunque fueran espacios para luchar por los derechos de los homosexuales, como Queer.de, que no páginas de citas o similares.
«Desafortunadamente, esto no es nuevo para nosotros», declara Jörg Steinert, director de LSVD explicando que hay muchas páginas que han sido «etiquetadas como pornografía y deshabilitados bajo las leyes alemanas de protección infantil». Solemos pensar que este tipo de situaciones sólo se dan en regímenes totalitarios o países tercermundistas en los que la religión sigue dictando las leyes, pero también sucede en la potencia alemana. A principios de año, acusaban de una discriminación similar a la red de Wi-Fi pública del sistema de transporte de Berlín, cuando varios usuarios descubrieron que no tenían acceso a determinadas páginas relacionadas con el colectivo LGTB, siendo desbloqueados al día siguiente.
Pero no siempre la respuesta es tan rápida ni favorable, como es el caso de Ikea, que tardaron en ofrecer una respuesta sobre el bloqueo de las páginas relacionadas con contenido LGTB. «Al principio no respondieron a nuestras preguntas (…). Tardamos semanas en obtener una reacción, aunque finalmente prometieron corregir el problema», explica Steintert, aclarando que el origen del conflicto no tiene por qué ser la discriminación contra el colectivo sino la burocracia del gobierno alemán, de hecho Ikea ha sido pionera a la hora de incluir roles homosexuales en sus publicidad, lo hizo en España y en Portugal y ha tratado incluso de evitar la censura en Rusia, aunque no pudo finalmente cumplir su objetivo.
Como en muchos países, ciertas palabras clave son bloqueadas automáticamente por los proveedores de Wi-Fi en lugares públicos, y desafortunadamente, «homosexual» contiene explícito el peligroso morfema «sex». Sin embargo, el espacio en el que se aloja la página de Ikea, puede autorizar el uso de determinadas páginas que, estando relacionadas con el contenido homosexual, no ofrezcan precisamente pornografía, que es lo que se trata de evitar para no perjudicar a páginas que se limitan a informar, a luchar por los derechos del colectivo o incluso a ofrecer asistencia sanitaria.
«No somos tratados como iguales, incluso en comparación con otros países religiosos», declara categóricamente Steintert, explicando que la presidenta de Alemania, Angela Merkel, no se ha ganado el derecho de dar lecciones a Donald Trump sobre diversidad. Al gobierno de Merkel le cuesta aceptar a la comunidad LGTB como parte de su nación, negándose a debatir o ampliar los derechos de igualdad de los que homosexuales, bisexuales y transexuales disfrutan en otros países. «Aunque tenemos el derecho de entrar en sociedades civiles, los homosexuales y las lesbianas en Alemania no pueden casarse, no pueden adoptar como pareja (…). Nos quedamos muy sorprendidos al escuchar como aleccionaba a Donald Trump sobre abrazar la diversidad. ¡Incluso mencionó orientación sexual! Su Administración es un escenario muerto para la protección de individuos LGTB», particularmente en Berlín.
Fuente Universogay
Comentarios recientes