La medallista paralímpica Gema Hassen-Bey sale del armario y habla del tabú del sexo en silla de ruedas
España tiene un gran despliegue de medios de comunicación deportivos, pero en realidad el 90% de ellos se centran en un solo deporte, el fútbol, y además únicamente el fútbol masculino. Por ello, es frecuente que muchas otras disciplinas que logran tantos o más éxitos que el deporte rey pasen desapercibidos para el gran público y sus deportistas encuentren serias dificultades para vivir de ello.
Gema Hassen-Bey es una de esas deportistas desconocidas para la mayoría, pero que ha cosechado medallas para el deporte español como paralímpica en la categoría de esgrima. Además, se trata de una mujer vital y fuerte que no tiene problemas en hablar abiertamente para Vanitatis de su condición sexual y cómo le afecta en su vida cotidiana y sentimental el verse en una silla de ruedas, hecho que sucedió tras un trágico accidente de coche.
A Gema Hassen-Bey no le gustan las etiquetas, por ello habla de que lo importante es tener conexión con otra persona, por encima de diversidades funcionales, edad, sexo, color de piel:
Mi primera experiencia con una mujer fue con una compañera olímpica cuando al deporte olímpico y paralímpico se le daba totalmente la espalda. Para nosotras no hubo barreras y el espíritu deportivo nos unió con una misma forma de entender la vida. No me gustan las etiquetas de ningún tipo que te estereotipan y te clasifican. He salido con un hombre 10 años y con una mujer 6. Y la verdad es que ambos han sido igual de importantes en mi vida. Cuando salgo con alguien lo que quiero es que me vea a mí, no a mi silla. Así que lo más coherente es que yo haga lo mismo. Ni el color de la piel ni la edad ni el sexo. Al final lo único que cuenta es si conectas o no con la otra persona, que a partir de entonces se convierte en tu compañera de vida. (…) Hay tanto tabú respecto a la silla de ruedas y el sexo.
Cuando sufrió el accidente, ella optó por luchar: se licenció en ciencias de la información, sacó un disco y ganó la primera medalla olímpica para España en esgrima en Barcelona 92. Gema cuenta que como mujer, paralímpica y bisexual, a priori está expuesta a la discriminación por varios flancos, pero que la lucha, a parte de su disciplina deportiva, es su forma de vida. Por ello, cree en una sociedad abierta, dinámica y diversa es una sociedad más preparada que no debería plantear un único modelo porque no hay un solo tipo de persona ni de camino que tomar.
Cuanta más diversidad exista en cualquier equipo, más valores de liderazgo aporta. Al deporte, a la empresa y a la sociedad. Yo soy una ‘diversity girl’, mujer, en silla, con un apellido de fuera y otro muy español, y además está lo de mi orientación sexual. Así que conecto con muchos tipos de mujeres y eso no es un problema, sino un valor. Mi familia reaccionó de forma normal. En este aspecto siempre me he sentido apoyada por ellos. No tuve que decir nada porque fue evidente, lo vieron y prácticamente me lo dijeron ellos a mí.
En mi entorno laboral lo saben y no lo saben. La adversidad nos prepara y la diversidad nos enriquece. (…) Hoy doy un paso adelante para ser la primera deportista paralímpica en declararlo abiertamente porque hace falta visibilizarlo y quizás mi contribución pueda ayudar a derribar barreras para que otras personas en mi situación puedan expresar libremente su opción ante la vida.
Gema Hassen-Bey además de su labor deportiva da conferencias y coaching, porque cree que su visibilización conciencia a la sociedad en muchos ámbitos. Si bien, su próximo objetivo es participar en los Juegos de Rio y el reto Cumbre Bey – Kilimanjaro Challenge. Para ella no hay excusas.
Fuente: Vanitatis, vía AmbienteG
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