¿Retomarás el impulso?…
Del blog de la Communion Béthanie.
Donde quiera que estés en la tierra, tú que querrías percibir el misterio en el corazón de tu corazón, ¿presientes en ti, incluso fugaz, la silenciosa espera de una presencia?
Esta sencilla espera, este simple deseo de Dios es ya el comienzo de la fe. […]
Lo que Dios te pide, es abandonarte a Cristo en la confianza y acoger su amor.
¿Retomarás el impulso, conducido por Aquél que, sin imponerse jamás, te acompaña apaciblemente? Él, el resucitado, se pone a la cabeza y por delante de ti en el camino.
Llama en el corazón del hombre, luz en la oscuridad, él te ama como su único, por tí él dio su vida, ahí está su secreto.
Dios es espíritu y su presencia permanece invisible. Cristo, sin brillo, deja a Dios transparentarse.
Paso inesperado del amor de Dios, el Espíritu Santoatraviesa a cada ser humano como un relámpago en la noche. Por esta misteriosa presencia, el Resucitado te sostiene, él se encarga de todo, toma sobre él hasta la pesada prueba.
¿Te dejarás llevar a crear, por tu vida, el poema de un amor con él? ¿Sabrás esperar, a él, el Señor resucitado, incluso en la aridez de esta tierra reseca de tu cuerpo y de tu mente?
Y él suscita en ti una intuición, un impulso …
Tú él Resucitado, nos tomas con nuestro corazón tal, como es. ¿Por qué deberíamos esperar a que nuestro corazón cambiase para ir contigo? Tú lo transfiguras.
Con nuestras propias espinas tú enciendes un fuego. Y en nuestros propias magulladuras haces crecer una flor del desierto, una flor de alegría.
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Extractos del hermano Roger, “Las Fuentes de Taizé”
En Los escritos fundadores: Dios nos quiere felices,
Ateliers et Presses de Taizé, 2011, pp. 11-16.
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