El zoo de Hamburgo contará con al menos dos parejas de “pingüinos gais”
Los pingüinos, aves entre las cuales es frecuente la conducta homosexual entre sus machos, llegan a formar parejas muy duraderas. Hoy os presentamos una más, la formada por Stan y Olli.
Stan y Olli recalaron en Berlín en el contexto de un programa europeo de conservación de estas aves, con objeto de contribuir a su reproducción. Pese a los intentos, sin embargo, no consiguieron que ninguno de los dos le fuese infiel al otro con una pingüina. “Hasta donde sabemos, son gais”, ha acabado por admitir Christiane Reiss, portavoz del zoológico de la capital alemana. “Nunca se han reproducido, y cuando llega la hora del cortejo solo tienen ojos el uno para el otro”, ha explicado.
En vista del fracaso de su “heterosexualización”, los responsables del zoo de Berlín han decidido trasladar a Stan y Olli a Hamburgo, donde vivirán junto a un grupo de machos en el que ya hay al menos otra “pareja gay” estable, la formada por Juan y Carlos. Eso sí, el zoológico de Hamburgo, por razones que se nos escapan, ha decidido renombrar a Stan y Olli como Kalle y Grobi. No creemos que a ellos les importe demasiado.
La conducta homosexual, perfectamente natural
Como decíamos arriba, son diversas las anécdotas de “pingüinos gais” que hemos recogido en el pasado. Y ello pese a que, como advertía en 2012 un artículo publicado en Nature, extrapolar la conducta sexual animal a la sexualidad humana puede llevar a vulgarizar (o directamente malinterpretar) los resultados de los estudios sobre la materia.
¿Hacemos bien o mal? Ya fue fruto de debate en aquella época entre nuestros comentaristas… Nosotros lo seguiremos haciendo, aunque distingamos claramente la conducta sexual animal de la realidad afectivo-sexual humana. Es frecuente que los homófobos, cuando tratan de diseminar su odio, aludan al supuesto carácter “antinatural” de la homosexualidad. Y entre los animales que se reproducen sexualmente, sin embargo, la conducta homosexual está mucho más difundida de lo que lo está, por ejemplo, el celibato.
Por otra parte, es una constante en la cultura humana dotar de rasgos antropomórficos a los animales, por ejemplo a la hora de elaborar relatos infantiles. Cuentos como Tres con Tango (And Tango makes three), ya todo un clásico sobre una pareja de pingüinos macho que adoptan un huevo del que nace el pingüinito Tango, son sin duda positivos a la hora de visibilizar la diversidad familiar.
Fuente Dosmanzanas
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