Miradas
Del blog de la Communion Béthanie:
Mirar, es más que ver. En la palabra mirar, (en francés, regarder) está la palabra guardar. Guardamos una imagen de alguien; guardamos el recuerdo de alguien. Mirar, es poner en movimiento todo su ser. Es ponerse a la búsqueda del otro, esperarlo, acecharlo, sorprenderlo. Es darle todas las posibilidades.
Una mirada de amor, es una locura puede cambiar una vida. Una mirada de odio, es también una locura que puede destruir. Una mirada, es más que una palabra, más que un discurso. Hay miradas que te despiertan. Otras al contrario te hielan. Algunos, cuando te miran, no sabes dónde meterte, noson miradas que te hacen vivir. Hay también miradas distraídas que te rozan apenas, que te ven sin mirarte.
Pero hay otras que os hacen nacer, que te hacen ser. Estas miradas no te juzgan, no te poseen. Tienen en las pupilas como relámpagos maliciosos. Te dicen, cómplices: “¡pero ve allá, ve allá pues, no tengas miedo! “ Estas miradas te ayudan a ser tú mismo (a) y más que tú mismo (a).
Te ayudan a arriesgarte de más allá de tí mismo, un poco como la Mirada de Dios, un Dios que ama, un Dios que perdona. Nuestra mirada se vuelve entonces a su vez, mirada de bondad, de ternura, de perdón, después de un error o una palabra desafortunada, un insulto. Y nosotros he aquí reconciliados con nosotros mismos, en paz con los demás, transformados a causa del otro. Así sea.
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Robert Riber
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