Una valiente joven sale del armario en redes sociales, haciendo frente a la homofobia en Marruecos
El vídeo ha ocasionado una gran polémica en la sociedad de Marruecos donde la homosexualidad está criminalizada con penas de cárcel.
Una lesbiana marroquí llamada Hajar Mutawakil ha “salido del armario” públicamente en un vídeo donde aparece a cara descubierta, lo que ha suscitado un enorme impacto en las redes sociales.
El vídeo fue publicado por la revista dirigida al público homosexual marroquí Akaliyat (Minorías) en el marco de la campaña que está llevando a cabo bajo el tema “El amor es un derecho humano” con motivo del Día de los Derechos Humanos, que se celebró el pasado 10 de diciembre.
En esta grabación de 33 segundos aparece la activista lesbiana Hajar Mutawakil llamando a la tolerancia: “El amor no es un pecado, no es un crimen, amad a quienes quieran y donde quieran”.
En su cuenta en Facebook, Mutawakil dijo no sentirse portavoz de los homosexuales y que con su vídeo pretendía básicamente “expresarse como persona”, y aclaró que no tiene ningún problema con los musulmanes como personas, sino “con sus creencias que les dan derecho a insultarme, pegarme y hasta matarme”.
En una declaración inusual en una sociedad musulmana, Hajar añade que el Islam “me denigra primero como persona, segundo como mujer, tercero como no musulmana y por último como homosexual”.
Las redes sociales y los medios locales comentaron con profusión el vídeo generando reacciones tanto positivas como negativas, y varios activistas izquierdistas compartieron el vídeo como señal de apoyo.
Mutawakil dijo en una entrevista con el diario electrónico Al yaum24 que los homosexuales deben imponer su existencia en la sociedad “porque forman parte de esta sociedad que debe respetarles”.
La homosexualidad está criminalizada en Marruecos por el artículo 489 del Código Penal, que castiga con una pena de entre seis meses y tres años a “quien cometa un acto impúdico contra natura con un individuo de su mismo sexo”, y sufre también de una gran reprobación social.
El movimiento homosexual marroquí, clandestino, cuenta con varias decenas de jóvenes activistas que publican algunas revistas “on line”, pero nunca hasta ahora habían dado la cara de forma pública.
Fuente Cáscara Amarga
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