Velas, compañero de nuestras esperas.
Del blog de la Communion Béthanie:
Velas, compañero de nuestras esperas,
tú, visitador escondido por nuestra vida.
Haznos oír tu voz que endereza
cuando cedemos bajo el peso de la desgracia
y abre el horizonte de la ternura
tan temida y el miedo hacen derivar nuestros corazones.
Qué tu Palabra levante la aurora
de nuestra humanidad transfigurada,
y haga nacer, en todas nuestras opacidades,
un soplo nuevo que cante la alegría de amar.
Bajo nuestros pasos florecerán en nuestra tierra
Justicia y paz, amor y verdad,
y de nuestras manos, perlas de luz.
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Dietrich Bonhoeffer
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