Un jamaicano acosado y golpeado por tres compañeros de piso
Según Amnistía Internacional, ‘la comunidad de gays y lesbianas en Jamaica afronta un prejuicio extremo, y los homosexuales de Jamaica, o los que son sospechosos de serlo, son víctimas a diario de tratamiento como enfermos, de acoso policial e incluso de tortura’. El caso más extremo que hemos conocido es el de un hombre de 56 años de edad que compartía piso con tres compañeros y se despertó por el acoso y los golpes que recibió. Según sus atacantes, estaba durmiendo agarrándose el pene con la mano dentro de sus calzoncillos.
Según informa el Jamaica Observer, la agresión sucedió en la comunidad de Grove Road en Kingston, la capital. Eran las 6.30 horas de la mañana cuando comenzó el enfrentamiento. La víctima relata que sus compañeros le despertaron a golpes mientras le acusaban de estar haciéndose tocamientos. El acoso pronto se convirtió en una paliza.
La víctima relató a las autoridades que salió corriendo de la habitación y trató de esconderse pero le encontraron y le golpearon en la cabeza con un palo y perdió el conocimiento. Cuando se despertó, estaba en el interior de una comisaría de policía.
Randy Livingston, de 54 años, y Wayne Richards, de 19, han sido acusados de ser los autores de la agresión, mientras que Janil Barette, de 25 años, ha sido acusado de asalto con resultado de lesiones corporales a la víctima. Todos ellos se han declarado inocentes y tendrán que regresar ante la corte para declarar el 16 de noviembre.
En el Caribe, Jamaica es con diferencia el lugar más peligroso para las minorías sexuales, con frecuentes, y a menudo mortales, ataques contra gays alentados por una cultura popular que idolatra a los cantantes de reggae y dancehall, cuyas letras hacen un llamamiento a la quema y asesinato de gays. Las leyes draconianas en contra de la actividad sexual entre personas del mismo sexo continúan teniendo mucha fuerza, no solamente en Jamaica, sino también en la mayor parte del Caribe anglófono.
El código penal jamaiquino prohíbe el sexo entre hombres, al igual que en muchas partes del Caribe anglófono y evangélico. El artículo 76 de la Ley de Delitos contra la Persona prohíbe ‘el abominable crimen de la sodomía (sexo anal)’, con penas que ascienden hasta los diez años en prisión con obligación de realizar trabajos forzados. El artículo 77 estipula condenas de hasta siete años en prisión por ‘intento de sodomía’.
El artículo 79 prohíbe «cualquier acto de escándalo público» entre hombres, ya sea en público o en privado, con condenas de hasta dos años de cárcel, con o sin trabajos forzados. El ‘escándalo público’ no está definido, pero se interpreta como cualquier conducta homosexual entre adultos varones que lo consienten en privado, o incluso el simple acto de tomarse de la mano.
El caso es que posiblemente esta pobre víctima no sea más que un aficionado al onanismo o tuvo un calentón nocturno pero a los ojos de los violentos cualquier persona es ‘sospechosa’ de ser gay si se toca.
Fuente Ragap
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