Dos nuevos estudios acercan la vacuna contra el VIH
La revista ‘PLoS Pathogens‘ publica estos estudios que proporcionan resultados sobre anticuerpos neutralizantes (Nab, por sus siglas en inglés) que podrían ayudar a guiar el diseño de vacunas contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Uno de los estudios muestra qué tipo de “repertorio” de Nab se puede generar después de la superinfección y el segundo examina la eficacia de Nabs en bloquear la transmisión de célula a célula del VIH.
Los anticuerpos neutralizantes son proteínas inmunes que reconocen, se unen y provocan la eliminación de virus antes de que puedan establecer una infección crónica. Para desarrollar una vacuna es necesario saber cómo provocar una potente respuesta de Nab que logre proteger contra diferentes subtipos del VIH y en contra de los diferentes modos de infección.
Julie Overbaugh, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Estados Unidos, y sus colegas caracterizaron los anticuerpos generados en 21 mujeres que fueron superinfectadas, es decir, secuencialmente infectadas al menos dos veces con el VIH por diferentes parejas sexuales. Su estudio sugiere que la exposición a diversos subtipos del VIH por superinfección puede conducir a una amplia y potente respuesta de Nab que podría ser arbitrada, al menos en parte, por anticuerpos policlonales dirigidos a múltiples epítopos diferentes o dianas antigénicas que se encuentran en el virus.
Transmisión célula a célula
Además de la infección con el virus, el VIH puede transmitirse también directamente por contacto célula a célula. Como se cree que este último proporciona un desafío más difícil para los anticuerpos neutralizantes, la mayoría de los estudios hasta la fecha han examinado los anticuerpos en el contexto de las infecciones por virus libres.
Para poder hacer frente a este vacío, Alexandra Trkola, de la Universidad de Zurich, Suiza, y sus colegas realizaron un ensayo para probar específicamente la capacidad y la potencia de Nabs para prevenir la transmisión directa del VIH de célula a célula y demostraron que este punto es difícil porque la infección por virus libre se produce normalmente junto con la transmisión de célula a célula. Mediante el establecimiento de un sistema de ensayo donde la infección por virus libre se restringió y la infección sólo puede ocurrir a través de la transmisión célula-célula, los autores pudieron entonces probar si una gran selección de Nabs podría prevenir la transmisión de célula a célula de diferentes cepas del VIH.
Estos expertos encontraron que mientras Nabs mostró una disminución de la actividad global durante la transmisión célula-célula, las reducciones variaron sustancialmente dependiendo del anticuerpo y la cepa del virus examinado. Unos pocos Nabs retuvieron la actividad durante la transmisión célula-célula para virus individuales; pero sorprendentemente, por lo general, esto no se asociaba con una gran potencia contra la infección por virus. La neutralización del virus libre, pero no la transmisión célula-célula, se vinculó con la actividad específica de Nabs para inhibir antes la unión del virus al receptor CD4 en las células T, destacando las diferencias funcionales de los dos procesos.
Utilizando análisis matemáticos, los investigadores mostraron que la transmisión célula-célula fue sustancialmente más propensa a dar lugar a virus mutantes que pueden escapar al control inmunológico que la transmisión libre de virus y concluir que “esto pone de relieve la importancia de controlar la replicación del virus a través de la vía de transmisión de la célula-célula”. A su juicio, el trabajo añade evidencia de que las combinaciones de estos anticuerpos deben tenerse en cuenta para la aplicación humana.
Fuente Agencias
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