La llamada no envejece
Del blog Pays de Zabulon:
Recibí una llamada a la edad de 5 años. Muy lejos de ser un sobrecogimiento fulminante, fue muy delicada, de una gran sencillez: un hermoso día, me sentí vivo, allí. A esta presencia en el mundo se entremezclaba la conciencia de mi finitud: mi existencia podía pararse de un momento a otro. Sin hacer metafísica, comprendí que el mismo hecho de vivir dependía del milagro, de una lotería inaudita, organizada por un feriante y me imaginaba su cara, una voz, una mirada. A partir de allí se planteó la cuestión de “Por qué? ¿ Para qué? “
Recibí una llamada a la edad de 5 años; todavía la tengo, hoy hace 5 años. La llamada no envejece. Pruebo fortuna, tomando mi tiempo. No sé qué es esta relación con lo que se llama Dios. ¿Es mi papel decirlo? ¿Son suficientes las palabras? ¿No sería simplemente el silencio sin el vacío? ¿No sería una sucesión repetitiva de hechos y de donaciones de sí, sin esperar nada a cambio? ¿No sería simplemente este deseo de hacer el bien sin preguntarse por qué?
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Marc Lavoine, Cantante y comediante,
en Les Essentiels de La Vie du 22avril 2015
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