Dimite un ministro de Irlanda del Norte tras vincular el matrimonio gay con el abuso de menores
Wells, miembro del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), criticó la pasada semana el matrimonio entre homosexuales y aseguró que las estadísticas demuestran que los hijos de estas uniones son más propensos a sufrir abusos y abandono.
El ministro norirlandés de Sanidad, el protestante Jim Wells, anunció hoy su dimisión, después de que la semana pasada unos comentarios homófobos suyos generaran una fuerte polémica.
El dirigente unionista, partidario de la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido, efectuó esas declaraciones en plena campaña de las elecciones generales británicas del 7 de mayo y pidió disculpas poco después.
No obstante, Wells, de 58 años, informó hoy a través de un comunicado en la web del DUP de que ha recibido en las redes sociales desde entonces mensajes abusivos y amenazas y que deja el puesto para cuidar de su mujer, Grace, que está gravemente enferma. “Estoy profundamente entristecido por el hecho de que algunos de los que defienden otro punto de vista diferente al mío me han atacado a mí y a mi familia de una manera personal, grosera y, en algunos casos, amenazante”, declaró el todavía ministro, quien permanecerá en el cargo hasta el 11 de mayo.
Por otra parte, la Policía norirlandesa (PSNI) investiga un suceso en el que Wells supuestamente intercambió puntos de vista con una mujer lesbiana mientras hacía campaña en la localidad de Rathfriland, en el condado de Down. Al parecer, la hija de esa mujer ha asegurado a la PSNI que los comentarios del ministro constituyeron una agresión verbal contra su madre. “Respecto a los comentarios que hice y que generaron mucha publicidad, ya me disculpé por la ofensa causada y reconocí que los comentarios eran incorrectos”, agregó hoy el titular de Sanidad, devoto protestante y opuesto también al aborto.
La dimisión de Wells coincide con el comienzo hoy en la Asamblea autónoma norirlandesa de un debate sobre el matrimonio gay, cuestión que divide a los políticos de la provincia, que han rechazado hasta en tres ocasiones su legalización.
El Gobierno autónomo norirlandés, de poder compartido entre católicos y protestantes, introdujo en 2005 la ley de Asociación Civil para personas del mismo sexo, que concede a esas parejas los mismos derechos y responsabilidades que a los matrimonios heterosexuales.
No obstante, a diferencia de la legislación en Inglaterra o Gales, estas uniones no llevan el nombre de “matrimonio” en Irlanda del Norte. Lo mismo sucede en la República de Irlanda con la Ley de Uniones Civiles, si bien su Gobierno ha convocado un referéndum el próximo 22 de mayo para consultar al electorado sobre la legalización del matrimonio gay.
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