Envían más de un millón de correos electrónicos en Australia en favor del matrimonio igualitario
Más de un millón de correos electrónicos han sido enviados a los parlamentarios australianos que sostienen al gobierno liberal-conservador para pedirles que voten en conciencia el proyecto de ley de matrimonio igualitario que promueve el senador liberal David Leyonhjelm.
Han sido cerca de un millón de correos electrónicos los recibidos por el portal Australian Marriage Equality dirigidos a los 134 miembros de la coalición exigiendo la libertad de voto en el matrimonio gay para los integrantes del gobierno australiano. Se trata de una gran reacción de la sociedad de Australia, que con este masivo envío de correos electrónicos, pide la libertad de voto para los matrimonios entre homosexuales.
Australian Marriage Equality asegura que han sido un total de 7,634 australianos los que redactaron correos a favor del matrimonio gay. Rodney Croome, coordinador nacional del sitio web Australian Marriage Equality, afirma que “la mayoría de los austriacos que han enviado correos a los miembros del gobierno federal reflejan un fuerte apoyo para un voto libre de igualdad en el matrimonio”. Mientras tanto, algunos ciudadanos austriacos que han enviado sus correos electrónicos argumentan que “es hora de que los partidos Liberal y Nacional estén a la altura de su principio de la libertad individual, al permitir a sus miembros parlamentarios la libertad de votar por la igualdad del matrimonio”. “Espero que los miembros de estos partidos sepan apreciar nuestra implicación y luchen por el reconocimiento de este oleaje de apoyo comunitario para una votación libre por el matrimonio gay”, ha manifestado otro ciudadano que ha participado en el envío de un millón de correos electrónicos en Australia.
La cuestión de la libertad de voto es la que está centrando en estos momentos el debate: todos los observadores dan por seguro que en el momento en que los parlamentarios liberales dispongan de libertad de voto, el matrimonio igualitario será una realidad en Australia.
Hace ahora una semana revisábamos precisamente el estado de la situación, a raíz de la aprobación por el Senado australiano de una moción de los Verdes a favor de la libertad de voto en esta materia. El debate viene de lejos: antes de las elecciones de septiembre de 2013 fueron los laboristas, entonces al frente del Gobierno, los que actuaron como freno al matrimonio igualitario. La que hasta junio de ese año había sido primera ministra, Julia Gillard, se oponía, y durante sus años de gobierno no dudó en maniobrar para impedir que los partidarios de la igualdad dentro del Partido Laborista -en teoría mayoritarios- trasladaran su criterio al Parlamento. Y ello pese a que en su congreso nacional de 2011 el partido lo incorporaba a su ideario. Ideario que Gillard se encargó de convertir en papel mojado al imponer que los legisladores laboristas tuvieran libertad de voto, política que hasta ahora el partido no ha modificado. Una libertad que el liberal Tony Abbott negó entonces a los suyos, obligándolos a acatar la disciplina de partido contraria a la igualdad, y que desembocó en el fracaso de la iniciativa.
La impopularidad de Gillard llevó a Kevin Rudd a arrebatarle el liderazgo del partido y el puesto de primer ministro. Ya por entonces Rudd se había convertido en defensor del matrimonio igualitario, pese a que su anterior etapa como primer ministro se caracterizó también por un rechazo frontal al mismo. Pero la sustitución de Gillard no fue suficiente para evitar la derrota laborista, y tras las elecciones el liberal Tony Abbott se convertía en primer ministro. Abbott es un católico conservador opuesto al matrimonio igualitario, pese a tener una hermana abiertamente lesbiana. Su victoria alejó las expectativas de aprobación a corto plazo, pese a que un número no determinado de diputados de su partido son partidarios del matrimonio igualitario, y de hecho el propio Abbott reconoció que resultaría complicado mantener la disciplina de voto en esta materia.
El verano pasado (invierno en Australia), el senador liberal David Leyonhjelm anunciaba por fin sus intenciones de presentar un proyecto de matrimonio igualitario y hacía un llamamiento a los “verdaderos liberales” a dar su apoyo al proyecto. El senador insistió entonces en que solo lo presentaría cuando tuviera la seguridad de que su partido permitiría votar en conciencia. Por ello, a pesar de que medios australianos daban por prácticamente seguro que Leyonhjelm presentaría la iniciativa pasadas unas pocas semanas, el senador se contuvo tras escuchar a los partidarios del matrimonio igualitario, que le pidieron esperar al momento idóneo. Finalmente, el pasado 26 de noviembre Leyonhjelm presentaba el proyecto. El senador revelaba además que el primer ministro Tony Abbott le había pedido que no lo hiciera. Según el senador, la intención del líder del Ejecutivo era retrasar indefinidamente la medida para no tener que permitir a sus diputados votar libremente. Es por ello que decidió iniciar la tramitación.
La presentación del proyecto y la aprobación de la moción de los Verdes precipitaron los acontecimientos. Partidarios y opositores al matrimonio igualitario se movilizaban, y la organización Australian Marriage Equality conseguía reunir más de un millón de correos electrónicos (enviados por casi 8.000 personas) para los parlamentarios del Partidos Liberal y de su socio minoritario, el Partido Nacional (con el que está coaligado a nivel federal), pidiéndoles un voto en conciencia. Eso sí, los activistas han tenido la cortesía de “empaquetar” todos los correos en un único archivo para no bloquear los correos electrónicos de los parlamentarios.
Una demanda, la del voto en conciencia, que a día de hoy sigue sin ser reconocida por Abbott, lo que ha motivado que Leyonhjelm decidiera no presentar al debate el proyecto este jueves 26 de marzo, tal y como en principio se esperaba.
Está por ver cuando volverá a intentarlo, aunque algunas informaciones lo retrasan a después de la discusión presupuestaria, que tiene lugar en mayo.
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