Primera sesión del juicio contra los veintiséis hombres detenidos hace dos semanas en una sauna gay de Egipto por participar en presuntas “orgías gays”
Los acusados trataron de ocultar sus rostros mientras la policía los hizo entrar en una jaula que servía de banquillo.
Apenas han pasado un par de semanas y ya se ha celebrado la primera sesión contra los detenidos en una sauna gay de El Cairo (Egipto). Las primeras informaciones apuntaban a un arresto de 33 hombres, sin embargo ahora se habla de entre 26 y 33, dependiendo de la fuente. Este hecho fue resultado de un supuesto reportaje de “denuncia”, al que puso cara la presentadora amarillista Mona Iraqi. Destacadas organizaciones del mundo LGTB árabe han acusado a Iraqi de “deshonrar la profesión periodística”, en tanto que los detenidos “no cometieron ningún delito penado por la ley”. Una de las acusaciones a la que se enfrentan estos hombres, privados de sus derechos y de su libertad, es de “promover el VIH”. Sin embargo, incluso la Sociedad Egipcia contra el VIH (EAS) ha denunciado los “fines no éticos” de la comunicadora.
Los 26 hombres fueron detenidos el 7 de diciembre en una sauna pública del barrio de Azbakeya, en el centro de El Cairo. Entre los detenidos, se halla el propietario y cuatro empleados, juzgados por «administración de lugar de depravación» y de «incitar y facilitar la depravación». Los demás están acusados de «depravación y atentado al pudor».
El proceso, que solo duró unos minutos el domingo, fue aplazado hasta el 4 de enero. La sauna fue acusada públicamente de ser un lugar de encuentro de homosexuales por una estrella de la televisión egipcia, Mona Iraqi. La ley egipcia no prohíbe formalmente la homosexualidad, pero varias personas homosexuales han sido condenadas por cargos de “depravación” en los últimos años.
Activistas LGTB de Egipto han declarado que la atmósfera de homofobia “es peor ahora que bajo el gobierno de los Hermanos Musulmanes”. Desde luego, de acuerdo con las informaciones que van llegando desde el país, no se aprecia un salto democrático cualitativo en lo que a la aplicación de los derechos humanos se refiere. Y más especialmente los de las personas LGTB, que están siendo sometidas a una de intolerancia social e institucional que podría haberse saldado con unas 150 detenciones no amparadas por la legislación egipcia, que no persigue oficialmente la diversidad sexual.
El reportaje sensacionalista del programa El Mostakbai, presentado por Mona Iraqi, se vanagloriaba de haber “destapado” las actividades homosexuales de una sauna en la calle Ramsés de El Cairo, bajo la burda excusa de “promover el VIH”. No obstante, la Sociedad Egipcia contra el VIH se ha desmarcado de los “fines no éticos” de la presentadora y del programa, denunciando que la aparición de sus representantes en el mismo fue fruto de un engaño. Según aseguran desde la dirección de la organización no gubernamental, fueron invitados a participar en un programa con motivo del Día Internacional de Acción contra el VIH-Sida. Al incluir las declaraciones grabadas dentro de este reportaje sensacionalista, EAS asevera que se han vulnerado todos “los códigos sociales”.
“Soy inocente, juro que estaba en el hammam (sauna) para un tratamiento”, indicó uno de los acusados cuando fueron presentados ante el juez el pasado domingo. “Nos golpean todos los días y nos obligan a dormir boca abajo”, afirmó otro detenido. Durante la tensa primera sesión del juicio contra los hombres detenidos en la sauna gay, se ha acabado expulsando a sus familiares de la sala, aunque sí se ha permitido la permanencia a un pequeño grupo de voceros homófobos. Los “acusados” han defendido su inocencia y alguno de ellos incluso ha negado cualquier vínculo homosexual, posiblemente por las presiones sociales o familiares o incluso ante el temor de las represalias. Asimismo, se cree que 21 de los hombres arrestados podrían haber sido sometidos a un examen rectal a cargo de un médico forense para descartar violaciones. Sobre estas prácticas, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) ha dicho que “violan las normas internacionales contra la tortura”.
Fuente Cáscara amarga y Dosmanzanas
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