Human Rights Watch publica un informe sobre el incremento de la violencia hacia LGBT en Rusia
Human Rights Watch alerta del creciente número de agresiones a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales desde la que se dio a conocer el proyecto de ley federal contra la “propaganda gay”.
La ONG Human Rights Watch (HRW) publicó ayer (15 de diciembre) un informe en el que denuncia el incremento de la violencia hacia la comunidad LGBT en Rusia, sobre todo desde la aprobación de la ley anti propaganda gay en junio de 2013, que “legalizó en la práctica la discriminación contra personas LGBT y las identificó como ciudadanos de segunda categoría”, según la organización.
El informe “Licencia para dañar: Violencia y persecución de personas y activistas LGBT en Rusia” cuenta con 85 páginas y se elaboró a partir de decenas de entrevistas minuciosas mantenidas con personas y activistas LGBT en 16 ciudades de Rusia, que sufrieron ataques o intensa persecución debido a su orientación sexual o su identidad de género. Numerosas personas LGBT relataron haber sido golpeadas, secuestradas, humilladas y señaladas como “pedófilos” o “pervertidos”, en algunos casos por parte de grupos organizados homofóbicos y en otros por desconocidos en el metro, la vía pública, clubes nocturnos, cafés y, en un caso, en una entrevista de trabajo.
“Las autoridades rusas no cumplen con su obligación de prevenir y juzgar actos de violencia homofóbica. Una cantidad cada vez mayor de lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero (LGBT) han sido agredidas y hostigadas en distintas regiones de Rusia en el período tanto previo como posterior a la adopción de la ley federal contra la propaganda LGBT, en junio de 2013”, señala la ONG en un comunicado.
“A pesar de que la violencia que experimentan las personas LGBT en Rusia está claramente motivada por la homofobia, las autoridades ignoran de manera deliberada que estos actos constituyen delitos de odio y no protegen a las víctimas”, señala Tanya Cooper, investigadora sobre Rusia de Human Rights Watch. “Las autoridades rusas deberían juzgar los hechos de violencia homofóbica, y cesar su participación en la discriminación contra personas LGBT o su tolerancia de estos actos. La ley contra la propaganda LGBT no protege a ninguna persona, pero sí otorga a los homófobos un motivo más que conveniente para considerar que las vidas de las personas LGBT tienen menos valor para el gobierno. El gobierno ruso debería derogar la ley y detener la discriminación contra ciudadanos LGBT de Rusia”, añade.
“HRW documentó el estigma, la persecución y la violencia que enfrentan personas LGBT en Rusia en el transcurso de su vida diaria. La mayoría de los entrevistados afirmaron que estos problemas se intensificaron desde 2013. En algunos casos, fueron atacados por grupos organizados de repudio a personas LGBT, que surgieron en decenas de ciudades y localidades rusas a fines de 2012”, asegura la ONG. Estos grupos de nacionalistas radicales engañan a hombres y adolescentes gays simulando concertar una cita, los retienen contra su voluntad y los humillan y exponen filmando el encuentro y posteriormente publicándolos en internet. “Sentí que había sangre en mi boca, pero justo después supe que los agresores me habían fracturado la mandíbula por dos sitios”, dijo una víctima de uno de estos grupos organizados. En otros casos, las víctimas indicaron haber sido agredidas físicamente por desconocidos mientras realizaban sus actividades cotidianas. Varias víctimas dijeron que los agresores los siguieron y en muchos casos los golpearon, al mismo tiempo que los señalaron por ser gays, llamándolos “maricas” y expresando insultos homofóbicos en sitios públicos.
La gran mayoría de los activistas LGTB entrevistados han sido agredidos al menos una vez durante eventos públicos a favor de los derechos de las personas LGTB desde 2012, y relataron ataques ocurridos en diversas ciudades. Indicaron que, a pesar de que son sistemáticamente hostigados y agredidos por los grupos que organizan contramanifestaciones en repudio a los derechos de personas LGBT, la policía no adopta medidas adecuadas para prevenir los ataques y protegerlos frente a actos de violencia.
HRW informa que de las 78 víctimas de violencia y persecución homófoba y transfóbica entrevistadas para el informe, 22 no denunciaron a la policía las agresiones sufridas debido a que temían ser hostigadas directamente por miembros de esta fuerza y no creían que la Policía respondería seriamente a los ataques. Numerosas víctimas consideraban que denunciar las agresiones a la policía era una pérdida de tiempo. De hecho, cuando las víctimas sí habían planteado una denuncia policial, fueron muy pocos los casos en que hubo una sucesiva investigación.
“Los organismos rusos de aplicación de la ley cuentan con herramientas para procesar penalmente hechos de violencia homofóbica, pero no tienen la voluntad de hacerlo”, señaló Cooper. “Al no frenar ni sancionar la violencia y la agresión homofóbicas, las personas LGBT y quienes defienden sus derechos quedan expuestas a un mayor riesgo de ataques”.
Human Rights Watch determinó que si bien Rusia cuenta con leyes contra los delitos motivados por odio, “las autoridades no reconocen como delitos de odio los ataques homofóbicos más aberrantes”. Ninguno de los casos documentados en el informe se investigó como delito motivado por el odio. En algunos casos documentados en el informe, en los cuales la Policía sí inició formalmente una investigación, los agentes restaron importancia a los hechos, se mostraron renuentes a tomar medidas de investigación concretas y a menudo culparon a las víctimas por los ataques sufridos. Solamente en 3 de los 44 casos en los cuales las víctimas presentaron una denuncia policial se desarrolló un proceso penal contra los responsables. Al menos dos de los agresores en estos casos fueron condenados, pero las penas aplicadas no guardaron proporción con la gravedad del daño infligido a las víctimas.
Para descargar el PDF completo del informe, pinche aquí.
Fuente Ragap
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