Collin Farrell convierte la aprobación del matrimonio gay en Irlanda en ‘algo personal’
El próximo mes de mayo de 2015, con la fecha exacta aún por determinar, se celebrará un referéndum en Irlanda en el que se decidirá si se legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo. El actor irlandés Colin Farrell ha decidido pedir a sus compatriotas que voten a favor de la igualdad de los derechos LGTB mediante una carta abierta en el periódico Sunday World, publicada el pasado domingo 16 de noviembre. En el escrito, el actor habla con amor y admiración de su hermano Eamon, abiertamente gay, y muestra su indignación porque no pueda gozar de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos: “Por eso esto es personal para mí. El hecho de que mi hermano tuviera que abandonar Irlanda para que se cumpliera su sueño de casarse es demencial. DEMENCIAL”.
El matrimonio gay en Irlanda puede ser una realidad de dentro de poco. Está previsto que se celebre un referéndum sobre el tema el año que viene. Uno de los irlandeses ilustres que espera que el resultado sea positivo es el actor Colin Farrell. La estrella de Hollywood, que nació en Irlanda, ya ha dejado claro que la aprobación del matrimonio gay es un asunto “personal” para él. Farrell siempre ha sido un activo defensor de los derechos del colectivo LGBT, especialmente porque su hermano es gay y sufrió abusos en el colegio por su orientación sexual. Anteriormente, el actor ya había apoyado campañas contra el abuso escolar, recordando la historia de su hermano.
“Mi hermano Eamon no eligió ser gay. Sí, eligió llevar lápiz de ojos al colegio y eso probablemente no fue la respuesta más práctica a la tortura diaria que experimentaba a manos de los abusones del colegio. Pero siempre estuvo orgulloso de quien era. Orgulloso y desafiante y, por supuesto, provocativo”, recuerda el actor en una larga carta escrita de madrugada al diario irlandés Sunday World, en la que pide al Gobierno apoyar los derechos gays. El intérprete señala que a pesar de no tener referentes gays nunca vio nada malo ni raro en que a su hermano mayor le gustaran los hombres.
“Incluso cuando otros le excluían con puñetazos y burlas y risas de pura burla repugnante, mantuvo una integridad y dignidad que arrojaba a la cara de la crueldad que le rodeaba. Y por eso es que el próximo referéndum es tan personal para mí. Va sobre inclusión. Sobre justicia. Sobre devolver a nuestros hermanos y hermanas gays y lesbianas un derecho que nunca debería habérseles robado en primer lugar”, recuerda la estrella.
El actor recuerda que hablar en favor de la inclusión es “una necesidad moral” y apela a los valores inclusivos y hospitalarios de su país para lograr un resultado a positivo en el referéndum, en el que reconoce que no sabe si podrá votar, pero ha querido dejar clara su postura. “Este referéndum es una oportunidad para levantarnos. Para despertar la convicción de que al verdadero amor desde el corazón de un ser hacia otro no le importa la raza, ni las creencias, ni el sexo de la persona con la que elija compartir ese camino. Tenemos una oportunidad de hacer un cambio y reconocer que ningún amor es mayor que otro por razón de tradición. Tenemos una oportunidad de inclinar nuestros sombreros al amor en todas sus majestuosas y caleidoscópicas formas”, señala.
El actor recuerda que su hermano y su marido, que tuvieron que contraer matrimonio en Canadá en 2009, son “la pareja más sana y feliz que conoce”. Por eso que es algo personal para mí. El hecho de que mi hermano tuviera que irse de Irlanda para cumplir su sueño de casarse es una locura. UNA LOCURA”, señala el actor, que también tiene un recuerdo para las parejas que no pueden casarse en Estados Unidos. El actor considera que el referéndum también es algo que importa a los heteros, para lograr una comunidad unida. “¿Cómo de a menudo tenemos en nuestras vidas la oportunidad de hacer historia? No solo historia personal. Comunitaria. Global. El mundo estará mirando. Debemos guiar dando ejemplo. Guiemos hacia la luz”, concluye.
Las encuestas muestran que una abrumadora mayoría de irlandeses, un 76%, es favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, eso no significa que el referéndum del próximo mes de mayo de 2015, en el que se votará sobre la legalización del matrimonio igualitario, tenga ya un resultado claro. Una minoría homófoba muy motivada y alentada por las autoridades de la iglesia católica puede llegar superar a una mayoría que, aunque amplia, no se movilice.
Por ello Colin Farrell ha querido dirigirse a los irlandeses para pedirles que den el primer paso: inscribirse en el registro de votantes para poder expresar su opinión favorable al matrimonio igualitario cuando se convoque el referéndum. Y su petición está llena de amor y enorme admiración hacia su hermano, pero también de indignación ante la injusticia. Este es el texto publicado por el diario Sunday World:
Creo que me enteré de que mi hermano no era heterosexual, como la mayoría de los chicos de nuestra edad, cuando yo tenía alrededor de 12 años. Recuerdo que me quedé sorprendido. Intrigado. Curioso. No bicurioso, no empecéis a tener ideas.
Tenía curiosidad porque era diferente a cualquier otra cosa que yo hubiera sabido o escuchado, y sin embargo no me parecía antinatural. No tenía ninguna referencia de la existencia de la homosexualidad. No había visto, a esa edad, que hubiera parejas homosexuales. Solo sabía que a mi hermano le gustaban los hombres y, repito, no me parecía antinatural. Mi hermano Eamon no eligió ser gay. Sí que eligió usar lápiz de ojos en la escuela, lo cual probablemente no era la respuesta más pragmática a la tortura diaria que experimentó de manos de los matones del colegio.
Pero él siempre estuvo orgulloso de lo que era. Orgulloso y desafiante y, por supuesto, provocador. Incluso cuando los demás le marginaban con sus puños, su ridiculización, sus risas y burlas repugnantes, mantuvo una integridad y una dignidad que se contraponía a la crueldad que experimentaba.
Yo no sé dónde estarán ahora aquellos matones, los que le pegaban con regularidad. Tal vez algunos de ellos hayan encontrado la paz y prefieren olvidar su participación en un pasado doloroso. Tal vez estén sentados en la barra de un bar haciendo chistes de “maricones”.
Pero sí sé dónde está mi hermano. Está en su casa de Dublín viviendo en paz y amor con su marido, Steven. Me parece que es la pareja más sana y más feliz que conozco. Pero tuvieron que caminar por algo más largo que un pasillo para intercambiar sus votos, hasta Canadá, donde se celebró su matrimonio.
Por eso esto es personal para mí. El hecho de que mi hermano tuviera que abandonar Irlanda para que se cumpliera su sueño de casarse es demencial. DEMENCIAL.
Ya es hora de que se enderece la balanza de la justicia. Hay que inscribirse y registrarse para votar el próximo año, para que la voz de cada individuo pueda ser escuchada.
¿Con qué frecuencia en nuestras vidas podemos hacer historia? No solo historia personal. Familiar. Social. Comunitaria. Global. El mundo nos estará observando. Prediquemos con el ejemplo. Dirijámonos hacia la luz.
Foto: Eamon y Colin Farrell.
Fuente Ragap
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