Un beso gay en la ceremonia de inauguración de los juegos de la Commonwealth televisada a 1.000 millones de personas
Pocas veces un beso tan breve ha resultado tan simbólico. Ocurrió durante la transmisión de la ceremonia inaugural de los XX Juegos de la Commonwealth, que tuvo lugar la noche del miércoles en Glasgow. El número Bienvenidos a Escocia repasaba todas aquellas cosas por las que destaca ese país, integrado en el Reino Unido. En ese momento, la televisión mostró en primer plano el beso que dio en la boca el actor John Barrowman, abiertamente gay, a uno de los figurantes, mientras por megafonía se hacía referencia a la igualdad. Barrowman, que durante la inauguración iba vestido con un traje a cuadros morado, cantaba “Welcome to Scotland”, entre un grupo de parejas heterosexuales cuando dio con su supuesto novio, Dunbar, y le robó un beso ante los más de mil millones de espectadores de habla inglesa en el mundo. Y es que el Parlamento de Escocia, recordemos, aprobaba en febrero su ley de matrimonio igualitario por 105 votos a favor y solo 18 en contra.
Un gesto, conviene aclarar, que formaba parte del guión de la ceremonia, y que debe ponerse en valor si se tiene en cuenta que 42 de los 54 estados de la Commonwealth consideran ilegales las relaciones homosexuales.
Se calcula que la inauguración de los XX Juegos de la Commonwealth, un evento espectacular en el que además de Barrowman participaron estrellas como Rod Stewart, Ewan McGregor o Susan Boyle, y que fue presidido por la reina Isabel, pudo ser seguida por unos mil millones de personas.
En los Juegos participan cerca de 5.000 deportistas que representan a 71 delegaciones (hay más delegaciones que estados, ya que muchas de las delegaciones representan a territorios autónomos y de ultramar. Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte compiten además por separado). La mayor parte de ellas procedentes de estados que de hecho penalizan las relaciones homosexuales, como Bangladesh, Camerún, India, Jamaica, Malasia, Nigeria, Uganda… y así hasta 42. Con este panorama no es de extrañar por ejemplo que la Commonwealth evitara en 2013 incluir en su nueva carta de derechos cualquier referencia al colectivo LGTB en el apartado en que se insta a acabar con los motivos de discriminación.
La inclusión de un beso explícitamente gay en la ceremonia de los Juegos de la Commonwealth es, desde luego, una buena primera respuesta de sus organizadores a las demandas que en las semanas previas se habían escuchado para que se visualizase de forma expresa la realidad LGTB en un evento que goza de un importante seguimiento en los países que una vez fueron parte del vasto imperio colonial británico, muchos de los cuales conservan leyes penalizadoras de la homosexualidad que paradójicamente son herencia de la antigua metrópoli.
También se han escuchado estos días voces de políticos británicos en favor de los derechos LGTB en los países de la Commonwealth aprovechando el altavoz de los Juegos. Entre ellos el viceprimer ministro, el liberal-demócrata Nick Clegg, o el presidente de la Cámara de los Comunes, el conservador John Bercow. El viceprimer ministro británico Nick Clegg declaró: “Es inaceptable que en el 80 por ciento de los miembros de la Commonwealth se practique alguna forma de discriminación contra los homosexuales”. “No podemos dictar a otras naciones cómo comportarse, pero sí podemos promover los principios que creemos que son justos en una sociedad abierta, en el Reino Unido o en el extranjero”, puntualizó Clegg, quien además recordó la valentía de algunos deportistas como los que participan en los juegos de la Commonwealth; el británico Tom Daley y el australiano Ian Thorpe.
Fuente Ociogay y Dosmanzanas
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