La historia de un adolescente gay rechazado por sus padres adoptivos conmociona a Italia.
En RAGAP os contamos el caso de Matthew Boger, expulsado de su casa por su familia a los 14 años de edad cuando les confesó que era gay. Nos dio todo un ejemplo de valentía y de humanidad al reencontrarse y perdonar, 30 años después, al skinhead que le propinó una paliza que casi lo mata cuando vagaba por las calles como cualquier sin techo. También os contamos el caso de un abuelo indignado y decepcionado que le escribió una carta a su hija expresando su dolor y vergüenza al enterarse que había echado a su nieto de casa después de salir del armario. Casos hay muchos. Nos hablan de dolorosas y traumáticas experiencias que marcan las vidas de las personas.
Pero si es hiriente es que tu familia te rechace. Más frustrante debe ser para cualquier adolescente que tus padres de adopción no te quieran por tu condición sexual. Ocurrió en Italia y se ha hecho eco del caso la columnista Marida Lombardo Pijola, en la edición digital de Il Messaggero. El artículo de opinión lo titula: ‘Yo no quiero un bullying gay infantil. Historia de Luca, abandonado en un orfanato’. Lombardo cuenta la historia de un adolescente italiano que fue abandonado por sus padres biológicos cuando era un bebé. Unos años después la historia se volvió a repetir, dos parejas de adopción lo repudiaron y devolvieron al centro de acogida por ‘ser problemático’. Una categoría que incluía ser un muchacho de 14 años ‘dulce, tímido e inseguro’ al que intimidaban e insultaban otros compañeros por su orientación sexual. La columnista describe a las parejas de acogida como ‘indignos de ser padres’.
La historia ha causado un escándalo en los medios de comunicación italianos. Tanto el adolescente, como los padres y el pequeño pueblo donde se ha producido el caso se mantiene en el anonimato para proteger al adolescente de más ataques y discriminación en un país donde la homofobia está a flor de piel.
El artículo sobre la historia de este adolescente ha tocado la fibra sensible de toda Italia y su drama se ha hecho viral en las redes sociales. En RAGAP hemos querido destacar algunos pasajes del relato de la columnista Marida Lombardo. Una historia que nos hace reflexionar sobre los valores que tiene nuestra sociedad: ‘Luca -vamos a llamarlo así, a pesar de que su nombre no es éste- tiene 14 años, y es realmente un gran chico. Sus ojos y su cabello oscuro de terciopelo, una amplia sonrisa y una dulce mirada. Siente pasión por la pizza con salchicha, una inclinación homosexual, y todo el dolor que puede albergar el corazón de un ser humano. Luca sufrió la homofobia más cruel y la intimidación. ¿De sus compañeros? Sí, por supuesto, como siempre, pero no sólo, incluso por sus propios padres adoptivos. Y dos veces ha sufrido el abandono.
Dos padres y dos madres, en dos momentos diferentes de su corta vida, lo han abandonado como un perro cuyo dueño no quiere cuidar porque molesta y da mucho que hacer… () Luca también ha sido abandonada por sciaguratezza (Servicios Sociales) en uno de estos lugares que se llaman ‘hogares’… () donde los educadores y asistentes lo hacen lo mejor posible pero, en cualquier caso, no son ni madres, ni padres, ni nadie y, por las noches se van a sus casas y son formas que se evaporan en la nada, dejando casi nada de lo que se necesita para que un niño sea un niño, ni siquiera un beso, una caricia, incluso, ni siquiera un susurro en los oídos de amor, ni siquiera un cuento de hadas, un canto, una canción.
Luca es una de esas historias desafortunadas que pueden transformar la vida de un niño en el agujero negro de una condenación diaria. Lucy y Nicolás (también inventamos estos nombres), dos buenas personas de cuarenta años que querían con obstinación que Luca se convirtiera en hijo para llenar ese vacío de no poder tenerlos biológicos… (). Por desgracia han sido incapaces de ocultar que no entendían en absoluto a Luca. Tenían que llenar sus vacíos y no al revés… ().
Y entonces el nuevo hogar, nueva vida, en una pequeña ciudad no muy lejos de una gran metrópoli italiana …. Y entonces la nueva escuela … y él es tan dulce, tímido e inseguro.. y la confusión de encontrar el equilibrio de su identidad sexual .. y también los gestos, en las formas de expresarse, demuestra su disforia. Y el padre comienzan a perseguirlo cruelmente en casa … y a exteriorizar su desesperación con el lenguaje de la ira. Lucía y Nicola devolvieron a Luca al remitente, como se hace con una mercancía defectuosa. “Crea demasiados problemas. No podemos manejarlo. Los compañeros de escuela no lo aceptan y todos nos dicen por qué tenemos a este chico” … ( ).
Y ahora sueño, querido Luca, que en la soledad de su hogar no familiar alguien le ayude a dirigir su dolor inconmensurable… ( ) El sueño de unos padres que sean capaces de darle la bienvenida, para amarle, para protegerle, para ayudarle a crecer, a reconocerse y aceptar su personalidad. Sueño de dos padres que sean padres, eso es todo.
Y sueño que un día la homofobia dejar de caer como un cuchillo… ( ). Para que este caso no suceda de nuevo a ningún niño, ningún joven o a cualquier adulto nunca jamás. Sueño con que el mundo no sea éste, sea muy diferente a esto. Sueño que tú, mi querido Luca, el destino te conceda una reparación. Y que seas capaz de olvidar y perdonar. Hacemos para todos los niños este tipo de campaña? No se’, concluye el artículo de la columnista.
Por lo menos esta triste historia ha servido para que mucha gente en Italia se replantee su forma de pensar y recapacite desterrando la discriminación y los comportamientos que, a veces por desconocimiento y otras por miedo a los convencionalismos sociales, hacen que muchos niños y adolescentes paguen las consecuencias.
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