La derecha portuguesa rechaza la coadopción de hijos por parejas gais.
Una pareja portuguesa con su hija, el pasado febrero en Lisboa. / PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)
Leemos en Dosmanzanas y en El País:
Finalmente el Parlamento de Portugal ha dicho “no” al proyecto de ley propuesto por el Partido Socialista (PS) para legalizar la “coadopción”, es decir, la posibilidad de que uno de los cónyuges de un matrimonio entre personas del mismo sexo pueda adoptar a los hijos legalmente reconocidos del otro, para dar seguridad jurídica a las familias homoparentales ya existentes. Pese a que una quincena de diputados del gobernante Partido Social Demócrata (PSD), de centro-derecha, ha votado a favor de la propuesta, esta ha sido derrotada por cuatro votos. El Parlamento votaba el proyecto después de que el Tribunal Constitucional portugués tumbara la propuesta de referéndum con la que el PSD quería eludir su responsabilidad.
La ley portuguesa de matrimonio igualitario fue aprobada en 2010, pero incluyendo una cláusula discriminatoria que impide optar a la adopción, y ello pese a que las personas homosexuales solteras sí pueden adoptar. La limitación fue impuesta por el entonces gobernante PS contra el criterio de otros grupos de izquierda y muchos la consideraron inconstitucional, dado que la Constitución portuguesa recoge de forma expresa la no discriminación por razones de orientación sexual. De hecho, aunque la ley fue sometida a revisión por el Tribunal Constitucional por iniciativa del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, la prohibición de la adopción quedó fuera de la consulta, para evitar que fuera el único punto declarado inconstitucional.
En febrero de 2012, ya con mayoría de centro-derecha, el Parlamento rechazó acabar con dicha discriminación, pero varios diputados del PS expresaron su intención de promover un proyecto que legalizara la coadopción. Así se hizo, y en mayo de 2013 el PSD permitió de hecho que prosperara la iniciativa cuando fue votada en primera lectura. Una actitud que causó malestar entre las bases más conservadoras de ese partido, lo que derivó en que ocho diputados pertenecientes a sus juventudes propusieran un referéndum sobre la materia, y así evitar posicionarse.
El grupo parlamentario del PSD hizo suya la idea, que incluía además la formulación de dos preguntas (una sobre coadopción y otra sobre adopción conjunta). La propuesta de referéndum fue aprobada en enero por 103 votos de los socialdemócratas contra 93 votos de la izquierda. El CDS-PP, partido situado aún más a la derecha del PSD y que forma parte de la coalición de Gobierno, optó por la abstención, al igual que dos diputados socialistas. La estratagema del PSD, sin embargo, se topó con el Tribunal Constitucional, que debía dar su visto bueno. El alto tribunal consideró que no puede preguntarse al mismo tiempo sobre la coadopción, “donde existe una familia ya constituida de facto” y sobre la adopción conjunta, “donde se pretende constituir una familia ex novo”. El Constitucional estimó que hacer coincidir ambas preguntas generaba “ambigüedad” y que la respuesta a una de ellas podía generar un efecto de “arrastre” sobre la otra.
La votación
Tras el dictamen del Constitucional, el presidente Cavaco Silva devolvió la patata caliente al Parlamento. Finalmente el PSD decidía dar libertad de voto a sus diputados y afrontar la votación parlamentaria, que ha tenido lugar este mismo viernes. Pese a que quince diputados del PSD han votado a favor de la propuesta, esta era derrotada por 111 votos contra 107 (solo cuatro votos de diferencia). Ha habido además cinco abstenciones (en realidad, siendo estrictos, este resultado se refiere solo a una parte del articulado, la que se ha votado inicialmente. Luego se ha votado otra parte, cuyo resultado ha sido casi idéntico, salvo porque la abstención de un diputado del PSD se ha convertido en un voto en contra).
En esta ocasión, y a diferencia de los sucedido cuando se votó la propuesta de referéndum, los diputados del CDS-PP sí se han pronunciado: todos ellos han votado en contra, salvo uno que estaba ausente. En los partidos de izquierda (PS, Bloque de Izquierda, Verdes y Partido Comunista) todos los diputados han votado a favor salvo dos socialistas (que se han abstenido) y un comunista que no estaba presente.
Habrá que ver qué sucede en las próximas semanas. La diputada socialista Isabel Moreira ha asegurado que su grupo seguirá batallando porque se apruebe la coadopción durante la presente legislatura, mientras que las juventudes socialdemócratas insisten en “la necesidad” de un referéndum sobre la materia. Es posible también que el asunto quede ya aparcado hasta la próxima legislatura (Portugal debe celebrar elecciones generales en 2015), en la que si la tendencia que marcan las encuestas se mantiene las fuerzas de izquierda pueden recuperar la mayoría parlamentaria.
Cuenta El País:
La vieja demanda de los homosexuales para que los niños tengan dos padres o dos madres queda aparcada de nuevo
Antonio Jiménez Barca Lisboa 14 MAR
Los hijos de los matrimonios de personas del mismo sexo en Portugal seguirán sin derecho a tener legalmente a sus dos padres o sus dos madres. La derecha portuguesa, actualmente en el Gobierno, ha rechazado el proyecto de ley del Partido Socialista (PS), en la oposición, que iba a permitir la coadopción de hijos por parte de cónyuges del mismo sexo. La votación fue ajustada: de 223 diputados que votaron, 112 lo hicieron en contra, 107 a favor y cuatro se abstuvieron. Todos los diputados tenían libertad de voto por parte de sus partidos. Con el resultado de hoy, la vieja demanda de los matrimonios de homosexuales portugueses queda de nuevo aparcada, en una suerte de limbo jurídico, después de un periplo parlamentario complicado y enrevesado.
En mayo del año pasado, el borrador de un proyecto de ley de coadopción, también presentado por el PS, fue aprobado por la Asamblea de la República lusa. Los diputados votaron según su conciencia, en plena libertad de elección, y varios diputados del PSD, de centro derecha, se pronunciaron a favor. Así, 99 parlamentarios votaron afirmativamente y 94 en contra. Pero en octubre, pocos días antes de que se votara el proyecto definitivo, el PSD, formación de centro derecha del primer ministro, Pedro Passos Coelho, se descolgó con una medida inusitada: arbitrar un referéndum para que sea el pueblo y no el Parlamento el que decida el futuro de estos hijos de parejas homosexuales. La izquierda tachó la decisión del PSD de “pura maniobra dilatoria” encaminada exclusivamente a retrasar la coadopción. Pero el Parlamento votó si debía o no celebrarse un referéndum para este asunto. Y en este caso, el PSD no dio libertad de voto a sus diputados, que junto a los del centrista CSD-PP, aliado suyo en el Gobierno, gozan de mayoría. De este modo, se aprobó el referéndum, con lo que la votación del proyecto de ley quedaba relegada. En esto, el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, envió la propuesta del referéndum al Tribunal Constitucional, que hace días decidió declararlo inconstitucional debido a anomalías en la formulación de preguntas.
Es entonces cuando el PS decide contraatacar y retomar aquel proyecto de ley definitivo que quedó relegado en octubre y que hoy ha sido rechazado. ¿Definitivamente? ¿Habrá otro referéndum? Nadie lo sabe. El PSD va a esperar a que pasen las elecciones europeas de mayo para decidir si vuelve a presentar una nueva propuesta de referéndum al Tribunal Constitucional o si aparca definitivamente la cuestión.
Comentarios recientes