La homofobia del padre de Michael Sam reaviva el debate de la homosexualidad en el deporte.
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Michelle Obama muestra su apoyo al jugador gay de NFL
A pesar de que la Liga Nacional de Fútbol Americano, la NFL, y hasta el propio Barack Obama hayan aplaudido la valiente salida del armario de uno de los baluartes defensivos de los Tigers de Missouri, Michael Sam, no ha pasado lo mismo en su entorno familiar. Por desgracia su propio padre ha declarado sentirse avergonzado del comportamiento de su hijo: “Yo no quiero que mis nietos se críen en ese tipo de ambiente. Soy de la vieja escuela. Sólo creo en las relaciones de hombre y mujer”.
Michael Sam Sr., padre del jugador, declaró al The New York Times que estaba celebrando la semana pasada su cumpleaños en un restaurante de Denny, a las afueras de Dallas, cuando recibió un mensaje de su hijo con tres palabras: ‘Papá soy gay’. Al parecer la respuesta fue demoledora: ‘Se me quitaron las ganas de comer. Como hombre negro tenemos tantos obstáculos que superar. Éste es sólo uno más’. El padre de Michael es un camionero jubilado por incapacidad de 55 años de edad.
“Le pregunté por su carrera y me dijo que lo iba a hacer (salir del armario)”, aseguró el padre. “Y le dije, OK entonces. Él ha crecido y es responsable de sus acciones. Es mi hijo y aún lo amo“, dijo a los medios Sam Sr., el padre del futbolista americano. De momento, va a espera cómo reacciona ante la noticia la NFL.
La revelación de su tendencia sexual a la cadena estadounidense ESPN, supone una brizna en la agitada vida familiar de Michael Sam, salpicada de desgracias: Su hermana de 2 años de edad, Chanel, se ahogó en un lago que tenían en el vecindario; su hermano pequeño de 16 años, Russell, fue asesinado a balazos en una reyerta callejera. Cuatro años más tarde, otro hermano, Julian, también falleció repentinamente. Tiene dos hermanos mayores, Josh y Chris, que han estado entrando y saliendo de la cárcel durante años. Por eso, desde muy joven, ‘Michael era un chico muy independiente que quería hacer algo por sí mismo’, aseguró el padre.
Michael Sam ha sido elegido mejor jugador de la Division SEC y al término de esta temporada afronta su paso a la National Football League (NFL). De ser elegido, se convertiría en el primer jugador declarado homosexual en la premier ligue americana.
En los medios deportivos la polémica está servida y muchos se preguntan: ¿El hecho de que un deportista haga pública su sexualidad debe ser portada en toda la prensa mundial?. Está claro que el mundo del deporte aún no está preparado para este tipo de declaraciones públicas. Al menos nadie, hasta ahora, ha publicado un manual sobre qué hacer si un compañero de equipo se declara gay y en qué medida puede esto afectar al equipo y al propio jugador.
De momento, la NFL emitió un comunicado de apoyo y respaldo al jugador de los Tigers: “Michael es un jugador de fútbol americano. Cualquier jugador con habilidad y determinación puede tener éxito en la NFL. Ansiamos la oportunidad de dar la bienvenida y apoyar a Michael Sam en el 2014”. Sin embargo, desde que declaró su homosexualidad, Sam desapareció del listado de los 32 mejores donde se encontraba.
Otro caso similar es el del baloncesto profesional estadounidense y dos salidas del armario que generaron un gran revuelo. Por un lado, John Amaechi, quien contó con la respuesta homófoba de Tim Hardaway, pero también con el respaldo de Charles Barkley. Otros, como LeBron James, decidieron mantenerse en un segundo plano. El segundo caso, más reciente, es el de Jason Collins, quien anunció su homosexualidad en un artículo publicado por Sports Illustrated. Precisamente el veterano, de 35 años y 12 temporadas como profesional, mostró su respaldo a Michael Sam.
El nombre del jugador formado en Stanford, Jason Collins, ha salido a la plana pública después de que el nuevo comisionado de la NBA, Adam Silver, negara que el hecho de que no encuentre equipo esté relacionado con su homosexualidad: “Por lo que yo sé, es sólo una decisión deportiva. A los equipos sólo les interesa ganar y Jason hizo su anuncio ya en el tramo final de su carrera”. Una excusa que nadie se traga.
El debate vuelve a cobrar la máxima vigencia con estos frentes que no deberían serlo y que confirman que todavía queda mucho por trabajar en el aspecto de la diversidad sexual. Una pregunta queda en el aire: ¿las disciplinas deportivas son un coto privado para ‘machotes’?. Nosotros creemos que un buen profesional se mide en función de sus resultados y no con quién se acuesta. Claro que, un buen punto de partida lo encontraremos en la educación, que es la única arma capaz de rompe barreras y prejuicios.
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