Condenan a 50 años de cárcel a hombre por asesinato de activista LGBTQ+ Edwin Chiloba
Jackton Odhiambo (dcha) y Edwin Chiloba (izda)
El fotógrafo Jacktone Odhiambo ha sido condenado a 50 años de prisión por el asesinato del activista LGBTQ+ keniano Edwin Chiloba.
Odhiambo, que era amigo y compañero de casa de Chiloba desde hacía mucho tiempo, negó el asesinato, pero el Tribunal Superior de Eldoret lo declaró culpable el lunes (16 de diciembre). Las pruebas de ADN mostraron que los dos hombres habían tenido una relación física íntima, informó ABC News.
El cuerpo de Chiloba fue encontrado en una caja de metal al costado de la carretera en el condado de Uasin Gishu en enero de 2023. Las investigaciones preliminares mostraron que le habían sacado los ojos. Tenía 25 años.
Si bien Nation indicó anteriormente que la causa de la muerte fue estrangulamiento, la BBC informó que una autopsia indicó que había muerto por falta de oxígeno, causada por asfixia. Le habían metido calcetines en la boca.
Aunque se desconoce el motivo, el juez Reuben Nyakundi dijo que Odhiambo había planeado el asesinato y no mostró remordimiento. “He considerado todos los factores y he descubierto que Odhiambo era una persona vengativa que cometió el asesinato de su amigo cercano“, dijo el juez.
La fiscalía le dijo al tribunal que Odhiambo había gastado el dinero de Chiloba después de matarlo, según la BBC.
La muerte de Chiloba sacudió a la comunidad LGBTQ+ en Kenia, y sus amigos lo describieron como “un ser humano increíble” y un “diseñador de moda icónico“.
Varios intentos de despenalizar el sexo gay en el país del este de África han fracasado, y el presidente William Ruto ha calificado los derechos LGBTQ+ como un “problema sin importancia”.
Unos señalan con sus discursos de odio y otros nos matan y aprueban leyes discriminatorias y asesinas…
Por su parte el pasado mes de abril, el obispo keniano James Maria Wainaina de la diócesis católica de Murang’a condenó a los activistas LGBT y dijo que se opondrá a toda ley dentro y fuera de Kenia que ataque o socave el matrimonio.calificó a las personas LGTBI como una “amenaza real”: “La amenaza LGBTQ es real y es capaz de romper la unidad familiar y todo el tejido social”, advirtió el obispo en un comunicado sobre la defensa de la familia.
En 2023, el arzobispo miembro del Sínodo Martin Kivuva Musonde se opuso al fallo pro-LGBTQ+ del tribunal de Kenia que reconocía a grupo LGBTQ+ como ONG. En una entrevista con la agencia de noticias ACI, el arzobispo Martin Kivuva Musonde, de la arquidiócesis de Mombasa, afirmó que la decisión del tribunal equivale a promover una agenda LGBTQ+ en Kenia.
Un pasado de persecución y LGTBfobia de Estado
El sexo gay en Kenia es ilegal y se castiga con hasta 14 años de prisiónsegún el Código Penal de 1930. Aunque rara vez se hace cumplir, los miembros de la comunidad LGBTQ del país enfrentan rutinariamente discriminación y estigma, y los esfuerzos para despenalizar el sexo gay se han visto frustrados.
Hace unos días, conocíamos que el gobierno de Kenia está obstaculizando la búsqueda de asilo de refugiados LGBTQ+ en países que lo ofrecen, según informa The Toronto Star. “No es un derecho para el gobierno de Kenia“, dijo el comisionado de refugiados de Kenia, John Burugu, cuando se le preguntó sobre la demora en el procesamiento de los casos de asilo LGBTQ+. Dijo que los criterios para obtener el estatus de refugiado incluyen la persecución y el genocidio, pero no lo que él llamó “esas letras”, refiriéndose al acrónimo LGBTQ+. “Está mal. Por favor, guarden esos esqueletos en sus armarios”, añadió.
En 2022, el asesinato de la lesbiana no binaria Sheila Lumumba dio lugar a una campaña en las redes sociales para obtener #JusticeForSheila.
Hubo campañas similares en 2021 tras los asesinatos de la activista transgénero Erica Chandra y el activista LGBTQ Joash Mosoti.
Kenia es un país mayoritariamente cristiano (aunque con una importante minoría musulmana), en el que a las leyes vigentes y a la agresividad de las fuerzas policiales se suma una marcada homofobia social. Según un estudio del Pew Global Attitudes Project de 2013, únicamente un 8% de sus 44 millones de habitantes estaba dispuesto a algún reconocimiento social de los homosexuales, y un 90% consideraba tal orientación sexual inaceptable. La prensa alienta esta homofobia social: en mayo de 2015 se publicaba, en la portada de un periódico keniano, un listado con el nombre y la fotografía de las que supuestamente eran las doce personas gais y lesbianas más influyentes en el país, poniendo en grave riesgo su vida.
Aun así, existe en Kenia un valeroso grupo de activistas LGTB. Entre sus miembros se encuentra por ejemplo Denis Nzioka, que en 2012 trató de presentarse a las elecciones presidenciales como candidato y así visibilizar a la población LGTB. También David Kuria Mbote se presentó entonces como senador, aunque tuvo que cancelar su campaña debido a las fuertes amenazas recibidas y la falta de fondos. Su breve campaña, sin embargo, sirvió para que por primera vez un político abiertamente gay pudiera dirigirse a sus conciudadanos. El de Kuria es, como no podía ser menos, otro de los nombres citados en la publicación.
La salida del armario del escritor keniano Binyavanga Wainaina y el que se desarrollaran sin incidentes las protestas convocadas en Nairobi en 2014 contra la legislación ugandesa alentaban incluso la esperanza de una mayor apertura en Kenia para los derechos LGTB. Esperanza que vio luego truncada, como muestra la detención en julio de 2014 de sesenta personas en un club de ambiente de Nairobi. Incluso se ha presentado una iniciativa ante el Parlamento de la nación, que pretende que los actos homosexuales sean sancionados con cadena perpetua para los kenianos y lapidación para los extranjeros. El propio presidente Uhuru Kenyatta declaraba en 2015 que, si bien no permitiría “cazas de brujas” contra la población LGBT de Kenia, tampoco derogaría las leyes que castigan la homosexualidad debido a su gran aceptación social. En junio de 2016, un tribunal de este país consideraba “legal” y “razonable” usar torturas anales para incriminar a sospechosos de ser gais. Kenyatta se reafirmaba en su posición en abril de este año tachando los derechos LGTB de asunto «no aceptable» y «sin importancia para el pueblo de la República de Kenia».
Otro gran revés para la población LGTBI de Kenia fue la negativa de su Tribunal Superior de Justicia a derogar la criminalización de las relaciones homosexuales en mayo de 2019 (no deberíamos olvidar, en este sentido, la campaña que CitizenGO, la marca internacional de la organización ultraconservadora HazteOír, llevó a cabo contra la despenalización).
Fuente PinkNews/Cristianos Gays
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