Obispo de Kentucky defiende celebración de misa con grupo de apoyo LGBTQ+
Obispo John C. Iffert
Cuando el obispo John Iffert de Covington, Kentucky, decidió celebrar la misa con Catholics Embracing All God’s Children (CEAGC), un grupo de apoyo para familias LGBTQ+, se enfrentó al rechazo de otros fieles. Dos docenas de personas enviaron cartas y correos electrónicos instándolo a no asistir a la misa, citando cuestiones morales relacionadas con el género y la sexualidad.
El obispo Iffert no se dejó intimidar. Fue a la misa y luego escribió sobre su experiencia en el sitio web diocesano, defendiendo su participación y el trabajo del grupo de apoyo. La iglesia de San José, en Cold Spring, se llenó por completo para la misa, y el obispo reconoció a muchos de los asistentes como personas que asistían regularmente a sus misas. En su homilía, Iffert contó la historia de un hombre gay que le habló de su amor por Cristo. La interacción fue significativa para Iffert y tuvo un “efecto duradero” en su vida.
Iffert también observa que muchos creen que “los actos homosexuales —como todo acto sexual fuera del matrimonio, y todo acto sexual entre cónyuges que separa las dimensiones unitiva y procreativa de la sexualidad— son materia grave de pecado”. Sin embargo, señala que todas las personas, incluida la comunidad LGBTQ+, son “hijos de Dios” que merecen amor y respeto, independientemente de su orientación o acciones sexuales. Afirma:
“En primer lugar, la Iglesia afirma firmemente que todos los individuos, sin importar su orientación, deben ser aceptados con “respeto, compasión y delicadeza” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2358). El Papa Francisco enseña: “La Iglesia hace suya la actitud del Señor Jesús, que ofrece su amor sin límites a cada persona sin excepción” (Amoris Laetitia, 250). Esta debe ser la actitud de los ministros de la Iglesia y de todos los católicos fieles. El principio tiene sus raíces en la creencia de que cada persona está hecha a imagen de Dios y posee una dignidad inherente.
“La Iglesia reconoce especialmente las complejidades que enfrentan las familias cuyos miembros se identifican como gays, lesbianas o transgénero. ‘Esas familias deben recibir una orientación pastoral respetuosa, de modo que quienes manifiestan una orientación homosexual puedan recibir la ayuda que necesitan para comprender y llevar a cabo plenamente la voluntad de Dios en sus vidas’ (AL, 250). Esto es precisamente lo que esperaba lograr al ofrecer esta Misa con y para estas familias de la CEAGC y sus vecinos…
“La presunción de que nuestros hermanos y hermanas gays o lesbianas son culpables de un pecado no confesado que les impediría recibir la Eucaristía es discriminatoria y nunca justa”.
Iffert dio un paso necesario para llevar a la Iglesia hacia una forma de pensar más inclusiva. Su reflexión nos recuerda que el catolicismo tiene sus raíces en el amor de todas las personas. Él espera que la Iglesia pueda algún día lograr la paz y la unidad al reconocer esta realidad. Concluye:
“Aunque me alegró orar con esta comunidad y aprecié su invitación a caminar con ellos, me perturbó que una respuesta pastoral tan simple y natural haya resultado en un conflicto en esta Iglesia local. Pedí a todos los presentes que oraran con amor unos por otros, para que Dios haga surgir de este momento una mayor comprensión de lo que enseña la Iglesia y el don divino de la paz y la unidad. Sigue siendo mi oración”.
—Sarah Cassidy (ella), New Ways Ministry, 5 de diciembre de 2024
Fuente New Ways Ministry
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