La única sobreviviente del triple lesbicidio de Barracas pide que se recuse al juez de la causa. Revictimización e irregularidades en la investigación.
Fuente Agencia Presentes
5 de diciembre de 2024
Maby Sosa
Ariel Gutraich
Edición: María Eugenia Ludueña
BUENOS AIRES, Argentina. La querella que representa a Sofía Riglos Castro, sobreviviente del triple lesbicidio de Barracas, pidió la recusación del juez Edmundo Rabbione, al frente de la causa. El pedido se conoció una semana antes de cumplirse 7 meses del brutal ataque contra Pamela Cobbas, Roxana Figueroa, Andrea Amarante y Riglos Castro.
Se fundamenta en una constante revictimización de Sofía durante el proceso judicial y el incumplimiento de la debida diligencia reforzada. En el comunicado difundido desde la querella que la representa -firmado por Luli Sánchez y el equipo del colectivo Yo no fui- también se destaca que, a pesar de las recomendaciones por parte de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional 7, el juez no aplicó la perspectiva de género y desestimó la violencia contra lesbianas. Tampoco realizó las medidas de prueba que solicitaron Sofía y otras querellas.
Manifestación frente del hotel donde se cometió el triple lesbicidio.
Foto: Ariel Gutraich.
El pedido de la misma justicia al juez
Dos jueces de la sala 7 de la Cámara Nacional de Apelaciones pidieron al juez Rabbione que aborde el caso con perspectiva de género, pero no fue tomado en cuenta. Uno de ellos es el juez de Cámara Esteban Cicciaro quien señaló la debida diligencia del Estado en hechos como el que concita la atención del Tribunal. Por su parte, el juez de Cámara Ricardo Matías Pinto recordó que en la Argentina “rige la obligación de debida diligencia asumida por el Estado tanto en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) como en la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belém do Pará) y la ley de protección integral a las mujeres (número 26.485)».
Pinto expresa que la investigación deber ser examinada «con perspectiva de género, de acuerdo con los compromisos asumidos por nuestro país para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer». En el pedido plantea que deben garantizarse «procedimientos legales eficaces». Ello implica «aplicar la debida diligencia por parte de los órganos estatales para investigar y juzgar estos episodios con los máximos esfuerzos”. Pero estas pautas no fueron tomadas en cuenta por el juez.
Cómo revictimizar
Entre las irregularidades que denuncian desde la querella, expresan que el juez “propició el despojo a Sofía de sus pertenencias”. Mientras las víctimas estaban hospitalizadas, entregó sus pertenencias a los vecinos del hotel.
“Como resultado, los documentos, teléfonos, recuerdos que se habían salvado del fuego y el agua, se tiraron a la basura, y se sustrajeron los celulares de las víctimas”, se indica entre los fundamentos de la presentación. Este hecho se sumó al sufrimiento y aportó a profundizar la situación traumática que había vivido Sofía.
Además, destacan que a pesar de que se aportaron pruebas del vínculo amoroso y la convivencia con Andrea, el juez desconoció los derechos de Sofía como su pareja. De ese modo, impidió que sea querellante representando también a Amarante. En ese sentido, la recusación da cuenta de la ausencia de los familiares de Andrea en el proceso penal. Al no reconocerla como pareja, impide que Sofía represente los intereses de ambas en el juicio.
El cuarto de hotel donde fueron atacadas las cuatro mujeres.
Foto: Ariel Gutraich.
Violencia por ser lesbianas
Durante el proceso judicial, Sofía Riglos Castro aportó también pruebas de haber sufrido violencia verbal, física y sexual por ser lesbiana. Probó que se desestimaron las diversas denuncias y reclamos frente a esas agresiones. Detalló que esas agresiones tenían su origen en su convivencia lesbiana cuando se usaban los espacios comunes.
“El juez desconoce los intereses y derechos de Sofía Castro Riglos como sobreviviente, violando la ley de derechos de las víctimas 27.372. Quiere quitarle el derecho a participar del proceso ampliamente y a ser asistida por equipos especializados, no convocó a la Unidad Fiscal de Investigación de Femicidios (UFEM) ni a la Dirección de Orientación a las Víctimas (DOVIC)”, se lee en la presentación.
Sin protocolos en violencia por motivos de género
La “falta de debida diligencia”, que es trascendente en los procesos de investigación en casos de violencia por motivos de género, es otro de los motivos de la recusación. “El juez no puso en marcha los protocolos adecuados para investigar femicidios. No preservó el lugar del hecho para medidas posteriores y no tomó recaudos básicos para cualquier homicidio”, denuncia el comunicado.
Desde la querella explican que esta decisión afectó a la posibilidad de realizar medidas de pruebas posteriores. “No hay filmaciones del lugar, los croquis no están completos ni a escala. Tampoco preservó los celulares o ropas de las víctimas para peritajes”, enumera la querella. Y continúa señalando que no se secuestró la ropa de Barrientos en el momento del ataque ni tomó muestra de sus manos para determinar el uso del combustible. No hubo allanamiento de la habitación para determinar el uso de combustibles, celulares u otros elementos de interés. Actualmente, vive en ese lugar otra persona y se desconoce dónde están las pertenencias del agresor.
A siete meses del ataque, el juez no tomó declaración a las vecinas que expresaron que el ataque a las mujeres fue por ser lesbianas. “Esto es prejuzgar, porque descarta que haya sido un lesbicidio, antes de hacer las medidas de prueba y cuando hay indicios, los elude”, dice el comunicado.
Irregularidades en la investigación
Entre otras irregularidades, detallan que a pesar de que la policía identificó cámaras que podían ser útiles en el hotel, el juez no las secuestró. Ante el pedido de Sofía por esas filmaciones, expresó que se habían perdido por el paso del tiempo. Tampoco se peritaron audios de llamadas al 911 de ese día ni las anteriores por los ataques meses antes.
A esta situación se suma, según denuncia el comunicado, que el juez no comparó la sangre encontrada en los baños del hotel con la del agresor ni con las víctimas. Tampoco pruebas de ADN sobre el cuerpo de las víctimas fatales.
“Desde el inicio de la causa y durante los 6 meses de investigación, las omisiones en el debido proceso, expresan la tendencia del juez Rabbione a no aplicar los criterios constitucionales y convencionales respecto de juzgar con perspectiva de género y enfoque diferenciado por la orientación sexual percibida de las víctimas, en detrimento de una investigación penal exhaustiva como dimensión del derecho de protección judicial y acceso a la justicia de Sofía”.
Fue crimen de odio
Sofía Castro Riglos es la única sobreviviente del ataque perpetrado por Justo Fernando Barrientos. La mujer fue atacada en el lugar donde estaban su pareja Andrea Amarante y Roxana y Pamela. Durante la madrugada del 6 de mayo, el lesbicida prendió fuego a la habitación y tras el ataque murieron tres de las mujeres, mientras que Sofía quedó con vida, pero con graves secuelas.
De acuerdo a lo que denuncian, a lo largo de los seis meses que se realiza la investigación, hubo “constante sospecha, despojos y falta de reconocimiento del juez hacia ella, su identidad y su vínculo con Andrea, y la comunidad lesbiana que formaba con Pamela y Roxana”, expresan. “El proceso que debiera ser reparador para la única sobreviviente de este Lesbicidio atroz, le genera más daño”, agrega. Además, la víctima y querellante teme que tras la falta de investigación Barrientos sea liberado.
El miércoles 6 de noviembre al cumplirse seis meses del ataque se instaló una placa y se realizó un festival para homenajear a Pamela, Roxana y Andrea.
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General, Homofobia/ Transfobia.
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