Adviento: Tiempo de liberación y esperanza para las mujeres
Del blog Tras las huellas de Sophia:
| Luz Estela -Lucha- Castro
Adviento: Tiempo de Liberación y Esperanza para las Mujeres
1. Introducción: Tiempo de Adviento, Tiempo de Esperanza Feminista
Hoy comenzamos un nuevo año, no solo litúrgico, sino también un tiempo para renovar nuestra lucha por la justicia, la igualdad y la liberación de todas las mujeres. El Adviento, que significa “llegada”, ya no anuncia al emperador victorioso ni a los opresores de los pueblos. En nuestro horizonte de fe feminista, esta es la llegada de la Ruah, la fuerza liberadora de Dios que nos acompaña y nos llama a la acción. Este tiempo nos invita a revisar nuestra vida, nuestra historia y nuestro compromiso por construir un mundo donde la dignidad de todas las personas sea reconocida y respetada.
El Adviento no es solo preparación espiritual; es un llamado urgente a mantener despierta nuestra conciencia, a reconocer las cadenas que nos atan y a soñar con la llegada de la liberación, no como un acto pasivo, sino como una construcción colectiva, tejida en las luchas de cada día.
2. Las señales de los tiempos: Escuchar el clamor de la creación y de las mujeres
El evangelio nos habla de un cosmos estremecido, de un mundo que parece derrumbarse. Hoy, esta imagen resuena en las injusticias que vivimos: el grito de las mujeres silenciadas, la violencia que nos acecha, y los sistemas que perpetúan la opresión. Pero estas señales no son motivo de miedo; son un llamado a la acción.
Así como el Adviento nos invita a revisar nuestra historia, nosotras leemos estos signos desde la perspectiva feminista y teológica: ¿qué estructuras debemos derribar para construir “cielos nuevos y tierras nuevas”? ¿Cómo podemos sanar este mundo herido, no desde el poder, sino desde la sororidad, el cuidado mutuo y la justicia?
3. La liberación está cerca: Levantemos la cabeza
“Levanten la cabeza porque se acerca la hora de su liberación.” Estas palabras resuenan como un grito de esperanza para todas las mujeres que han sido oprimidas, invisibilizadas y relegadas. Este Adviento no es solo la espera de un acontecimiento; es el anuncio de que la liberación es posible y está en camino.
En la perspectiva feminista de la fe, levantar la cabeza es un acto de rebeldía y dignidad. Es reafirmar nuestra lucha diaria, sabiendo que Dios, como Ruah, camina con nosotras. Es reconocer que el mundo puede parecer caótico y lleno de adversidades, pero también está lleno de mujeres valientes que se levantan, que luchan, que transforman. Este Adviento nos dice: “Otra realidad es posible, y tú eres parte de ella.”
4. Velen y oren: Actuar desde la fe y la sororidad
El Adviento nos llama a estar alertas, a no adormecernos frente a las injusticias ni caer en la desesperanza. Este tiempo es una invitación a pasar del lamento a la acción. La oración no es pasiva; es un acto de comunión con todas las mujeres que han resistido antes que nosotras, que siguen luchando hoy y que lucharán mañana.
La Navidad nos recuerda que Dios no se quedó en los templos ni en las jerarquías patriarcales; se hizo Emmanuel, Dios-con-nosotras, Dios que habita en la vida cotidiana, en nuestras alegrías y dolores, en nuestras luchas y sueños. Desde esta certeza, asumimos nuestra historia con valentía, sabiendo que no estamos solas.
5. Reflexión final: Un Adviento de justicia y esperanza
En un mundo lleno de desigualdades, violencia y polarización, el Adviento feminista nos impulsa a levantar la cabeza y encontrar fuerza en nuestras comunidades. Nos invita a formar parte de esa “gente buena” que organiza, que sueña, que resiste. Pero también nos desafía: ¿cómo puedo colaborar activamente en la construcción de un mundo más justo? ¿Qué pasos concretos voy a dar en este tiempo para tejer redes de solidaridad, justicia y amor?
Adviento es la espera activa de un Dios que se hace presente en cada acto de liberación. Es tiempo de creer que la liberación está cerca porque la construimos juntas. Es tiempo de soñar con una tierra nueva y un cielo nuevo donde todas podamos vivir en libertad y dignidad. Es tiempo de esperanza. ¡Es tiempo de Adviento!
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