Un silencio que sea comunión.
Del blog Amigos de Thomas Merton:
“Qué desastre edificar la vida contemplativa sobre la negación de la comunicación… Ésta es la razón de que haya tanto ruido en un monasterio trapense. Parloteo y algarabía infernales, continuo rugido de maquinaria, estrépito de objetos que caen de las manos de aturrullados contemplativos; todo ello atestigua que odiamos el silencio con todas nuestras fuerzas, porque, debido a nuestra errónea motivación para buscarlo, está destrozando nuestra vida. Sin embargo, sigue en pie el hecho de que el silencio es nuestra vida, pero un silencio que sea comunión y mejor comunicación que las palabras. ¡Ojalá alguien pudiera decirnos cómo encontrarlo!
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Thomas Merton,
Diarios, agosto 1956)
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