Todos tenemos una vocación.
Del blog Amigos de Thomas Merton:
Todos tenemos una vocación, todos somos llamados por Dios a compartir Su vida y Su Reino; cada uno es llamado a un lugar especial en el Reino. Si encontramos ese lugar somos felices. Si no lo encontramos, nunca podremos ser completamente felices. Para cada uno de nosotros sólo hay una cosa necesaria: cumplir nuestro destino según la voluntad de Dios, ser lo que Dios quiere que seamos.
Nuestra vocación no es un enigma de la Esfinge, que se haya de resolver por conjeturas so pena de perecer. Algunos encuentran que, a la postre, han hecho muchas conjeturas erróneas y que su vocación paradójicamente es la de ir por la vida actuando de manera equivocada. Les ocupa largo tiempo averiguar que así son más felices.
En todo caso, no debemos imaginarnos que sólo se descubre este destino mediante un juego al escondite con la Divina Providencia,
En todo caso, nuestro destino es obra de dos voluntades, no de una sola. No es un hado inmutable, impuesto a nosotros sin elección nuestra por una divinidad sin corazón.
Nuestra vocación no es una lotería sobrenatural, sino la interacción de dos voluntades y, por consiguiente, de dos amores“.
*
Thomas Merton,
Los hombres no son islas
***
Comentarios recientes